Melodíare comendada:
Bullet For My Valentine - TaersDon’t fall 12 - Golpe al corazón
Kyungsoo estaba flotando.
El sexo con Jongin solo lo hacía volar y si solo fuera posible, ya hubieran brotado alas en su espalda.
Era una droga que lo llevaba más allá que cualquier otra cosa. La mejor parte era que también duraba por un rato. Solo una sesión lo tuvo sonriendo como idiota el resto del día.
Después de que terminara la primera clase y ambos se separaran hasta el almuerzo, Kyungsoo se sintió extasiado. Todo su cuerpo aun llevaba el toque de Jongin, no sin mencionar que su trasero aun dolía, de verdad dolía. Y por más ridículo que pudiera sonar, no se sentía mal por Chanyeol. Estaba malditamente feliz que Jongin lo hiciera gemir su nombre tan fuerte, solo para que el gigante lo escuchara. Si eso lo había lastimado o no, no tenía importancia para Kyungsoo.
Caminó hacia la clase de matemáticas. La presencia de Byun Baekhyun no sería algo lindo con lo que lidiar, pero Kyungsoo estaba preparado para ello. Después de haber estado con Jongin, se sentía como si estuviera en la cima del mundo.
Pero cuando entró al salón, se sorprendió de verlo sentado en su lugar.
El mayor tenía su cabeza enterrada en el libro de matemáticas, lucía como si estuviera intentando con fuerza el no llorar. Pero a Kyungsoo le valía madre si Baekhyun estaba teniendo un día duro, ese era su lugar.
Caminó hacia él, con el ceño fruncido y Baekhyun levantó la mirada de su libro ante el sonido de los pasos de Kyungsoo acercándose. Su delineado hacia que sus ojos se vieran sombríos.
“Largo de mi asiento.” Exigió Kyungsoo.
Baekhyun cerró el libro de golpe. “No estoy aquí para pelear, solo quiero hablar contigo, ¿podemos?”
“¿Sobre qué?”
Baekhyun se movió al ritmo de sus dedos. “De algunas cosas, una es sobre tu y Yeollie, am… Chanyeol.”
Kyungsoo se sentó en el escritorio de al lado.
“No quiero hablar sobre él, siguiente tema.”
“No, por favor, Kyungsoo,” Baekhyun sonó como si suplicara. “¡Tu no entiendes! ¡Él está realmente lastimado!”
Kyungsoo miró a Baekhyun con sorpresa. El mayor estaba muy diferente a como era antes, era como si hubiera pasado por un cambio de personalidad. En vez de pelear con Kyungsoo, estaba pidiendo su ¿cooperación?
¿El mundo se había vuelto loco? ¿Acaso Baekhyun estaba inhalando algo que le provocaba hacer locuras? ¿Desde cuándo le importaba algo que no fuera derrocar a Kyungsoo del trono de la presidencia?
“¿Lastimado por qué?”
“Ya sabes, por la pelea entre ustedes,” respondió Baekhyun. “¿Podrías, quizás, hablar con él? ¿Perdonarlo? ¿Por favor?”
Kyungsoo negó con la cabeza sin pensarlo dos veces.
“Kyungsoo-“
“Basta,” interrumpió el menor. “¿Qué intentas hacer, Baekhyun? Tú no lo amas, nunca lo hiciste y nunca lo harás. Solo estas saliendo con él para convertirte en presidente de la escuela.”
Baekhyun pareció lastimado. “¡Eso es mentira! ¡Yo amo a Chanyeol!”
Eso sonó sincero… demonios, era sincero y aunque las opiniones cambian con el tiempo, después de dos segundos, la opinión de Kyungsoo sobre Baekhyun seguía siendo la misma de antes. Entonces abrió la boca para escupir todo lo que siempre había querido decirle a su enemigo.
“¡Eres una puta que se acuesta con todos para conseguir lo que quiere!” gritó Kyungsoo. “¡Te acostaste con la mitad del equipó para llegar hasta Chanyeol! ¡Solo porque era mi mejor amigo!”
“No. ¡No! ¡Basta!” Baekhyun se estremeció. “¿Qué te pasó, Kyungsoo?”
“Me hice más fuerte,” Kyungsoo respondió con severidad. “Soy lo suficientemente fuerte para ver y decir las cosas como son. Te estoy diciendo lo que veo en ti, eres una prostituta Baekhyun, todos saben eso, incluso tú. ¡Y Chanyeol es un cobarde que se coge a una prostituta para sentirse mejor!”
Entonces Baekhyun le dio una cachetada.
La cabeza de Kyungsoo giró hacia un lado por el golpe y Baekhyun jadeó. De inmediato estiró su mano como si tratara de tocar el moretón que se estaba formando en la mejilla del menor.
Una lágrima cayó por su mejilla, corriendo una parte de su delineado y detuvo su mano a medio camino, decidiendo no ayudar.
“N-no hables así sobre él, b-bastardo. Tú eres la prostituta. Solías ser tan perfecto, Do Kyungsoo. Te envidie, envidie cada maldita cosa sobre ti y todo lo que tenías. Ahora solo eres un ebrio y drogadicto. La razón por la que aún sigo celoso es porque eres en todo lo que Chanyeol piensa últimamente. ¡Él tendría que estar pensando en mí! ¡Soy su novio!”
Kyungsoo no dijo nada, su mejilla estaba roja y dolía por el golpe, pero extrañamente, el dolor no le molestaba, ni siquiera se sobó la mejilla. Iba a tomar las cosas como un hombre y no como un estúpido marica.
Baekhyun estaba empezando a llorar, su delineador comenzó a difuminarse y apretó los dientes. ¿Cómo pudo ser tan estúpido y pensar que Kyungsoo le hablaría como una persona civilizada?
Era cierto que Baekhyun robó a Chanyeol, pero lo hizo por amor y no por venganza. Kyungsoo robó el corazón de Chanyeol y el hecho de que no planeaba hacer algo para devolverlo estaba matando a Baekhyun.
“Puta,” susurró Baekhyun y después aún más fuerte. “Puta.”
Los ojos de Kyungsoo se abrieron.
“Puta,” repitió Baekhyun, levantándose. “Puta, puta, PUTA, ¡PUTA!”
“¡Eres una maldita puta!” gritó otro chico.
“¡Maldita puta ofrecida!” gritó una chica.
“¡PUTA! ¡PUTA! ¡PUTA!”
Kyungsoo vio como todo lo que había construido en su vida se derrumbaba bloque por bloque. Su clase de matemáticas oficialmente estaba en su contra. ¿Cuánto más faltaba para que toda la escuela se pusiera en su contra?
Escuchar la voz chillona de Baekhyun insultándolo, lo llevó al límite. Siendo lento se levantó sobre la silla, tratando de verse más alto comparado con el joven a su lado.
La adrenalina recorrió sus venas a toda velocidad, surgiendo como electricidad que le dio gran fuerza y gran incremento de confianza. La ira lo invadió como un huracán.
Levantando un puño, lo lanzó hacia adelante y lo dejó colisionar en la quijada de Baekhyun.
El mayor cayó contra la silla y todos soltaron un jadeó. Entonces Kyungsoo lanzó a cada uno de los estudiantes una mirada amenazadora, retándolos a que siguieran insultándolo. Se sintió victorioso, tantas veces que había querido darle algo así a Baekhyun, algo que se mereciera. Y agradeció a Jongin por el valor e inspiración.
Pero su triunfo no duró mucho, pues pasaron dos cosas que destrozaron su gloria.
Primero: los chicos alrededor comenzaron a dispersarse cuando el Sr. Kang apareció y sus ojos se abrieron como platos cuando vio a Baekhyun cerca del desmayo sobre la silla y Kyungsoo sobre él.
Segundo: la culpa. Cuando una gota de sangre se arrastró del labio de Baekhyun hasta su barbilla la culpa lo consumió. El mayor se veía lastimado y no solo físicamente. Kyungsoo jamás quiso llegar tan lejos.
“¡Do Kyungsoo!” el Sr. Kang apuntó a la puerta. “¡A la oficina del director!”
Sintiéndose como alguna clase de criminal, Kyungsoo se puso la mochila sobre el hombro y lanzándole una mirada venenosa, pero algo arrepentida a Baekhyun, el presidente caminó hacia la oficina del Sr. Lee como un prisionero camina sobre la plancha.
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“Incumplimiento en asuntos presidenciales, faltas a las juntas del consejo, violación del código de vestimenta, baja de calificaciones, una inasistencia sin justificar. Kyungsoo, ¿te gustaría explicarme que está pasando?”
Kyungsoo se reclinó sobre la silla frente al escritorio del Sr. Lee, con las piernas abierta frente a él. En absoluto no era una posición correcta para estar frente a una gran autoridad, pero a él podía importarle menos si era el rey de Inglaterra.
“No.”
“¿Estás teniendo problemas en casa o hay algo que te moleste?” Presionó el Sr. Lee.
“No.”
“Entonces, ¿Por qué el cambio tan repentino?” preguntó el Sr. Lee. “Mira.” Hizo una pausa para mostrarle a Kyungsoo una hoja impresa de sus calificaciones del semestre. “Kyungsoo, pasaste de A+ en cada materia a C en una semana. ¿No crees que es un problema?”
“No.”
El Sr. Lee levantó ambas cejas. “¿No crees que todo esto sea un problema?”
“No, realmente no,” respondió Kyungsoo. “Escuche, ¿Ya me puedo ir?”
El Sr. Lee se quitó los lentes y se apretó la nariz. “No, Kyungsoo. Todavía no te puedes ir. Tenemos que hablar sobre esto.”
Kyungsoo se levantó. “No quiero hablar sobre esto.”
“¡Jovencito, te sentaras y te quedar´ss ahí hasta que yo te lo ordene!” Gritó el Sr. Lee.
Kyungsoo se sentó de nuevo y el Sr. Lee respiró con alivio.
“Bien, ahora, déjame decirte que si continuas haciendo lo que sea que estés haciendo, te garantizo algunas consecuencias mayores en el futuro.”
Eso llamó su atención. “¿Consecuencias?”
“Sí, suspensión, expulsión, perdida de tu título como presidente antes que nada. Y sé lo mucho que significa para ti, Kyungsoo.” El Sr. lee le dio una sonrisa simpática. “Te daré una semana para arreglar todo, ¿de acuerdo? ¿Es suficiente tiempo para ti?”
Kyungsoo parpadeó. “Sí, gracias, señor.”
El Sr. Lee estiró su mano y apretó su mano en un firme saludo de mano. “No me decepciones, Kyungsoo. Eres un ejemplo perfecto de cómo debería ser un estudiante. No te arruines a ti mismo.”
Kyungsoo se levantó justo cuando la última campana sonó y se apresuró a salir.
Esa fue la primera vez en su vida que lo habían llamado a la oficina del director por un asunto negativo. Jamás esperó terminar ahí como uno de los chicos malos. ¡Dios, se sentía tan corrompido!
Kyungsoo bajó a tropezones las escaleras principales, lagrimas llenaron sus ojos y lo cegaron. Casi se cae una o dos veces y hubiera terminado con la cara en el piso si no fuera porque había un barandal.
No había llegado muy cerca de la entrada de la escuela cuando escuchó una voz que lo llamaba. De inmediato, como si esa voz usara un encanto sobre él, se congeló.
Por favor sostenme, sostenme y has que el dolor se detenga.
Fuertes brazos tomaron su mochila y se deslizaron alrededor de su cintura como cuerdas, lo acercaron al dueño de esos brazos y el pecho de esa persona se presionó con fuerza en su espalda.
“Cerebrito.” Relajante. Tan jodidamente maravilloso.
“Jongin,” Kyungsoo dijo con voz quebrada. “Estoy arruinado, me has arruinado.”
“Si estamos hablando de tu corrompida virginidad, entonces sí, me declaró culpable,” Jongin mordisqueó en línea recta su cuello. “De lo contrario, no lo hice, sea lo que sea que pueda ser.”
Kyungsoo desechó la idea de entrar en detalles y dejó que Jongin lo sostuviera, ahogándose en la sensación que le daban sus labios sobre su piel. Cada beso lo estaba curando lentamente.
“¿Pasó algo?” Jongin le dio la vuelta a Kyungsoo y tomó las mochilas de ambos. “Adelante, suelta la sopa.”
“No es nada,” respondió Kyungsoo. “Quiero ir a casa, por favor.”
“¿Tuya o mía?”
“No me importa.” Dijo Kyungsoo con voz rasposa.
“¡La mía entonces!” Jongin dijo emocionado. “¡Woo! Más sexo para mí, vamos.”
Tomó la mano de Kyungsoo y comenzó a arrastrarlo fuera de la escuela. Con cada paso que se alejaban, Kyungsoo se sentía como si fuera libre de ese horrible lugar.
Una vez más, se distrajo mientras Jongin estaba hablando. Aun no podía entender lo que le había pasado hoy, era como una nueva y terrible experiencia. Baekhyun lo había llamado puta, prostituta. ¿Era verdad? O solo fue un contra ataque de parte del mayor. Kyungsoo no se iba a sentar ahí solo a escuchar y Baekhyun quizás solo se estaba defendiendo.
Todo era muy raro, Kyungsoo de pronto se sintió como un extraño en su propia escuela.
Cuando giraron en la esquina, el brazo de Jongin volvió a envolver su cintura. Kyungsoo, trató como pudo, pero no tenía razón para disfrutar de la sensación de su agarre. Y caminó al lado de Jongin como un robot.
Cuando se acercaron a la casa del menor, Kyungsoo estaba callado y cuando entraron, aún seguía en silencio. Jongin dejó de hablar por completo después de no obtener ninguna respuesta durante toda la conversación.
Tomó a Kyungsoo por los hombros y bajó la mirada hacia él. La mirada del mayor estaba agachada, como si de verdad no quisiera mirar a nadie a los ojos. Y la expresión de Jongin se hizo sospechosa.
“Hm, hombros tensos, mirada hacia abajo, mejilla roja. ¿Alguien tuvo una pelea hoy?”
“Quizás,” murmuró Kyungsoo.
“¿Quién fue? Le cortaré la garganta.”
“Jongin, basta.” Kyungsoo se sacudió de su agarre. “No le cortes la garganta a nadie.”
Jongin se mordió el labio inferior.
“Está bien, no cortare gargantas. Pero aun puedo golpearlos en la cara, ¿verdad?”
“Ya lo hice,” gruñó Kyungsoo, cayendo sobre su estómago en la cama de Jongin. “Me llamaron a la oficina del director.”
“Aw, Soo travieso.” Kyungsoo sintió la mano de Jongin pasar por su cabello rojo. “Te metiste en problemas, felicidades.”
“Ahora está en mi archivo permanente.”
“Sí, pero no en tu archivo criminal.” Jongin lo besó por detrás en el cuello. “Es solo un pequeño paseo a la oficina del director, no el fin del mundo. Yo he estado en la estación de policía y adivina, tampoco fue el fin del mundo. Mira, mientras no termines en la silla eléctrica, todo está bien.”
“No está bien,” Kyungsoo dijo contra la almohada.
“Entonces supongo que soy un soñador viviendo en un mundo de fantasía. Vamos.”
Kyungsoo gritó cuando Jongin lo levantó de la cama, pero para sorpresa del menor, él mayor comenzó a resistirse y golpear con desesperación, queriendo bajar al piso.
Pero Jongin no lo dejó hasta que llegaron al baño y Kyungsoo se sorprendió cuando vio a su alrededor.
“¡¿Qué chingados?! ¡Este lugar es enorme! ¡¿Por qué el baño es el doble de grande que tu sala?!”
“Mis padres tumbaron algunas paredes para hacerlo más grande,” respondió Jongin. “Querían una bañera y yo necesitaba una bañera.”
“Necesitabas una bañera,” repitió Kyungsoo.
“Sí.” Jongin lo bajó y apuntó hacia la bañera de cerámica en la esquina. “¿Ves? ¡Y mira esto!”
Se dirigió hacia ella y apuntó a las velas alineadas sobre la orilla.
“¡Velas! ¡Ah, que romántico!”
Kyungsoo sonrió un poco. “¿Tú lo hiciste?”
“Sí, ya me conoces. Todo cursi. Me salte la última clase y las acomode. Ya vuelvo, será mejor que este desnudo cuando regrese, joven Do.”
Cuando Jongin se fue, Kyungsoo comenzó a desabotonar su camisa y caminó hacia la bañera. Probó el agua y estaba tibia, justo la temperatura que su cuerpo necesitaba para relajarse.
El hecho de que Jongin fuera a tal extremo para hacerlo sentir mejor, lo hizo sonreír ampliamente. Muy bien, a la mierda lo que pasó en la escuela, él tenía a Jongin. ¿Quién necesitaba la escuela?
Se deshizo de toda su ropa excepto sus bóxers y se sentó en el piso de azulejo. El baño de verdad era jumbo. Sentía que los padres de Jongin eran tan entusiastas, cuando se trataba de sexo en el baño, al igual que su hijo, por eso el tamaño del baño.
Cuando Jongin regresó, fue hacia las velas con una caja de cerillos, las encendió, cerró las contraventanas y apagó las luces. Se giró hacia Kyungsoo y de inmediato apuntó a los bóxers como un director de cine insatisfecho y aplaudió las manos.
“¡Corte! ¡Corte! No, no, cerebrito. Quítatelos, ahora.”
“Pero entonces estaré desnudo y tu aun vestido,” se quejó Kyungsoo. “No es justo.”
Jongin se quitó la camisa por la cabeza y la tiró a un lado, segundos después se quitó los pantalones junto con los zapatos y calcetas. Le tomó menos de un minuto estar nada más que en bóxers.
“Estamos a mano,” se rio Jongin. “Tu primero.”
“¿Por qué yo?”
“Porque eres mayor,” respondió Jongin. “Quítatelos o te los arranco.”
Kyungsoo frunció el ceño, pero Jongin solo le respondió con una sonrisa juguetona y comenzó a dar pasos intimidantes hacia el mayor. Kyungsoo puso los ojos en blanco y se quitó los bóxers tirándolos a la cara de Jongin.
Jongin los sostuvo con sus dientes y sonrió. “Delicioso.”
“Maldito asqueroso.” Kyungsoo se metió a la bañera. “A veces me pregunto por qué estoy contigo.”
Jongin escupió los bóxers y se quitó los suyos. “Porque me amas. Ahora hazme espacio, por favor.”
Kyungsoo se hizo todo lo que pudo hasta la orilla. Jongin se metió y se hundió en el agua, para luego salir y sacudir su cabello húmedo. Se revolcó en el agua tibia y esta flotó a su alrededor con sensualidad, formando ondas que golpeaban con suavidad su cuerpo. Tomó un poco de agua en sus manos y la salpicó en su cara.
Jongin alcanzó una esponja de un estante pegado a la pared, le puso algo de shampoo al agua. Kyungsoo asumió que Jongin quería hacer burbujas y no pudo hacer más que soltar una risita.
“¿Qué?”
“La espuma.” Kyungsoo levantó un poco y la sopló en la cara de Jongin. “Es divertida.”
“Sí, mucho,” dijo Jongin. “Déjame lavarte.”
“No, gracias,” el agua salpicó mientras Kyungsoo trataba de alejarse lo más que pudo de Jongin.
“¿Qué demonios, cerebrito? Ya te he cogido más de diez veces, ¿por qué no puedo lavarte?”
Tenía un buen punto, Kyungsoo suspiró cuando se dio cuenta que había perdido la batalla, se movió hacia Jongin y se agacho, quedando el agua hasta su cuello. Jongin tomó un poco de shampoo con su mano y lo puso sobre la cabeza de Kyungsoo. Se rio y comenzó a masajear en el cabello del mayor.
Envolvió a Jongin con sus brazos bajo el agua. El cuerpo húmedo del menor lucía tan pulcro bajo la superficie. Y pasó sus manos con valentía de arriba abajo en los costados de Jongin.
Jongin sonrió, pero no dijo nada. Sus dedos se entrelazaron con el cabello de Kyungsoo, esparciendo la espuma con suavidad por cada cabello. Cuando estuvo seguro de haber terminado, Jongin dejó que Kyungsoo se sumergiera en el agua para enjuagarse. La cual fue una muy estúpida idea, considerando el hecho de que Kyungsoo tuvo una muy buena vista del miembro palpitante de Jongin entre sus piernas.
Cuando salió del agua, el mayor se estaba riendo. Jongin solo hizo una media sonrisa.
“¿En serio, Jongin? ¿Estás duro? ¿Es en serio?”
“¿Te has visto a ti mismo?” Preguntó Jongin. “¿No te has visto en un espejo? ¿Quién no se pondría duro?”
Kyungsoo estiró una mano bajo el agua y sujetó el miembro endurecido. Jongin contuvo la respiración a través de sus dientes apretados y su cuerpo se tensó cuando el agua tibia y la cálida mano del más bajo acarició su pene.
“Eres horrible.” Susurró Kyungsoo.
“¿En qué sentido?”
“Jamás se te ocurren cosas que se originen de la cintura para arriba.”
“Eso es verdad,” dijo Jongin, “pero también mentira. Sí, pienso en cosas que conciernen acciones debajo de la cintura, en especial de la tuya.”
Kyungsoo bufó.
“Pero,” continuó Jongin, “tengo otros sentimientos, sabes.”
Sujetó ambas mejillas de Kyungsoo.
“No pienses que te estoy usando. Yo no uso a las personas, bueno, quizás lo hago, pero tú no eres una de esas personas.” Jongin retiró el cabello húmedo de los ojos de Kyungsoo. “Eres maravilloso, nunca dejes que nadie te diga lo contrario.” Luego bajó la mirada hacia el agua. “Y si vas a hacer eso, es mejor que lo hagas rápido.”
Kyungsoo dejó de acariciar el pene de Jongin. “Bien, sí, adelante, arruina el momento.”
Jongin se rio y retiró sus mano del rostro de Kyungsoo, en vez se pasaron a los hombros y el menor se hizo hacia atrás contra pared de la bañera, arrastrándolo con él.
Jongin se recargó contra esta, sus manos bajaron por los brazos de Kyungsoo, por sus costados y al final se detuvieron en sus caderas. Levantó un poco al mayor hasta que quedó lo suficientemente alto para poder sentarse en su regazo.
“Me pusiste más duro que antes,” informó Jongin. “Arregla lo que hiciste.”
“¿Y cómo se supone que haga eso?” la sonrisita en el rostro del mayor se hizo amplia.
“A juzgar por la mirada en tu rostro, creo que lo sabes.”
Kyungsoo se sostuvo de los lados de la bañera y se sostuvo sobre Jongin. “No, no. Dame pistas.”
El menor entrecerró los ojos. “Está bien, móntame.”
Kyungsoo tomó el pene de Jongin y lo posicionó en su entrada, mordió su labio al saber que era lo que seguía y comenzó a descender despacio.
Jongin continuó sujetándolo de las caderas, ayudándole a tomar el palpitante miembro lo más suave posible. Kyungsoo gritó cuando la punta por fin lo penetró y gimió cuando se deslizó hasta la base. Enterró su rostro en el cuello de Jongin y se sentó por un momento. Podía sentirlo palpitando dentro de él, abriendo su estrecho agujero en una manera de las más deliciosas.
Jongin acarició su cabello. “Muévete, despacio.”
Y aunque Kyungsoo no estaba listo, continuó con el pedido. El dolor del gran empalamiento aún seguía siendo algo incómodo y fue un poco difícil que se levantara lo suficiente para ascender por el pene de Jongin.
Se levantó todo hasta la punta, casi teniendo fuera a Jongin, luego hizo una pausa para respirar y se sentó de golpe.
Bam. Justo en el primer descenso, Kyungsoo chocó contra ese dulce punto. Su visión se ilumino con luces y fuegos artificiales, casi como un espectáculo de luces. Gritó sin vergüenza, el agua chapoteó a su alrededor ahogando la mayoría del sonido y Jongin le sobó la espalda en círculos.
“¡Oh Dios!”
La cabeza de Kyungsoo se hizo hacia atrás cuando fue de nuevo hacia arriba y luego hacia abajo una y otra vez y mientras aumentaba su velocidad, Jongin comenzó a embestir al ritmo de las caderas del otro.
Kyungsoo se sostuvo con desesperación de la orilla de la bañera, cada vez que la punta de Jongin chocaba contra su próstata, otra parte de él se rompía. Si Kyungsoo tuviera un peso por cada vez que gemía, ya sería rico.
“Mierda.” Las uñas de Jongin se enterraron en las caderas del mayor mientras las suyas embestían lo más rápido que podía. “Tan rico.”
“¡J-Jongin!”
Los labios de Kyungsoo chocaron contra los de Jongin tan fuerte que sus dientes se rasparon. Absorbieron sus propios gemidos, pues los gemidos y quejidos siempre saben más dulces, más dulces que el azúcar y más delirantes que el éxtasis.
Jongin podía sentir a Kyungsoo estrecharse sobre él. El mayor respiraba cada vez más rápido mientras llegaba a su clímax, su pecho se elevaba y bajaba a una velocidad rápida. Y soltó el lado izquierdo de Kyungsoo para masturbarlo bajo el agua. El agua tibia, las poderosas embestidas, todo era más que suficiente para hacer explotar a Kyungsoo. Gritó en la boca de Jongin mientras los espasmos en su estómago reventaron.
El agua de la bañera se hizo turbia cuando se mescló con el semen de Kyungsoo y Jongin disparó sus semillas en lo profundo de la entrada de su amante derramándose y combinándose con las del mayor, una vez que Jongin salió por completo de Kyungsoo.
Ambos respiraron con dificultad uno contra el otro y Kyungsoo simplemente colapsó, sus piernas estaban muy exhaustas para mantener su cuerpo en una posición apropiada.
Y sus brazos se envolvieron en el cuello de Jongin, jadeando en su pecho.
“Cerebrito, no estarás a punto de tener un ataque al corazón, ¿verdad?”
“No,” respiró Kyungsoo.
“Entonces, ¿está todo bien?”
“Sí.”
“Entonces… ¿segunda ronda?”
Los ojos de Kyungsoo ardieron en llamas cuando miró hacia Jongin con enojo. “Tu… tu…”
Jongin le dio una sonrisita malvada. “Yo.”
La mitad de las velas se apagaron cuando Jongin revolcó a ambos de nuevo y una ola de agua choco contra las pequeñas flamas.
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Baekhyun estaba llorando.
No le importaba si alguien pensaba que era raro y lloró desconsoladamente hasta que incluso la bibliotecaria se sintió mal por él.
¿Cómo las cosas se volvieron tal desastre? No lo sabía, todo lo que sabía era que había ido muy lejos y Kyungsoo también. Pero Kyungsoo había ido aún mucho más lejos.
Lo suficiente para poner la relación de Baekhyun con Chanyeol en riesgo.
Cuando Baekhyun vio al gigante después de la escuela antes de que empezara la práctica de basquetbol, no escucho palabras de arrepentimiento. Su quijada estaba enrojecida y aun así Chanyeol no dijo nada.
A Chanyeol no le importo y el corazón de Baekhyun perdió una mitad.
Después de la práctica, Baekhyun entró a los vestidores como siempre, para ver cómo estaba Chanyeol. Pero el menor muy apenas habló, parecía que estaba ignorando a Baekhyun por completo.
Y entonces la otra mitad de Baekhyun también se desvaneció.
Él sabía que era malo, Baekhyun nunca había sido una buena persona con la cual meterse y estaba consciente de ello. Pero a pesar de todo lo que había hecho, no se merecía perder a la única persona que más amaba, más que a él mismo, en este planeta.
Chanyeol solo dijo una oración y destrozó a Baekhyun en pedacitos.
“¿Has visto a Kyungsoo por aquí?”
“Sí,” Baekhyun respondió débilmente. “Él está bien, él… hoy me golpeó, Yeollie.”
Chanyeol solo asintió y pasó de largo frente a Baekhyun saliendo de los vestidores.
Byun Baekhyun maldijo a Do Kyungsoo hasta el infierno.
Byun Baekhyun desarrolló un plan para hacer que todo lo que Do Kyungsoo siempre había tenido… desapareciera.
Capítulo 13 → ← ________________________________
No lloren T__________T…