Después de momentos maravillosos como la Dragon*Con o la SFBall, realmente necesito un tiempo de abstinencia cibernética. En serio, porque la nostalgia y las ganas de lloriquear por querer volver me pueden hasta un punto extremo cuando comienzo a ver post de las susodichas convenciones; con fotos, con muecas, risas, frases, fiestas, disfraces,
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