Como ser un héroe y no morir en el intento paso 2~

Jan 22, 2011 14:13


PASO 2.  ¿Seguridad? ¡Eso quiero verlo!

Y ahí estaba él.

Con el orgullo herido y las rodillas adoloridas al estar en cuclillas escondido tras la pared. Espiando la mansión del gran Arthur Kirkland.

Había pasado ya una semana desde que se convirtió, y de la forma más literal, en la burla del mundo.  Todo, cortesía de ese malagradecido cejón que pisoteó sin piedad su amable ofrecimiento.

Pero nadie, absolutamente NADIE se burlaba de él y se salía con la suya. Menos aún si  esa nación insistía en tratarle como un chiquillo, llamarle “gordo emancipado” cada dos por tres y cuyo mayor entretenimiento vespertino era beber el té mientras leía alguno de sus aburridos libros. Sin olvidar a sus alucinaciones.

Nadie olvidaría las alucinaciones.

Iba a enfrentarlo. ¡Claro que iba a enfrentarlo! Pero primero, necesitaba burlar a todo su equipo de seguridad. Sin hacer eso, no podía siquiera soñar con entrar a aquél lugar. Entrar como lo había hecho tantas veces antes, sin tocar siquiera el timbre, y esperar a ser recibido por la servidumbre del inglés. Pedirle al mayordomo (al que había nombrado Sebastian, porque todos los mayordomos del mundo se llamaban así) su hamburguesa y su bebida, las cuales le eran servidas en vajilla ridículamente elegante, y conversar con su anfitrión de temas al azar hasta que cayera la noche.

Ahora, portando su mejor traje de agente secreto comprado por eBay, burló a la policía de la entrada principal, engañó a las cámaras que había distribuidas por su trayecto hacia la recepción e incluso se enfrentó con los miles de perros guardianes que al parecer Inglaterra acababa de adquirir (nadie notaría la diferencia entre miles y que sólo eran diez); y fue al final del recorrido que se preguntó en qué momento el inglés se había vuelto lo suficientemente paranoico como para contratar un equipo de ese tipo.

Cuando llegó a su objetivo, respirando agitadamente, se encontró frente a frente con Sebastian. El mayordomo lo miró inicialmente con sorpresa, relajando su gesto pocos segundos después, mientras se daba la vuelta y se alejaba de él con rumbo desconocido. Obviamente el pobre había huido intimidado ante su sola presencia.

-Señor Kirkland, el señor Jones ha venido de visita- el cuerpo se le paralizó al descubrir que Sebastian se había ido sólo para anunciar su llegada.

-¿Ya pidió su estúpida hamburguesa? Saben que hacer…-Arthur sonaba enfadado y monótono. Vio salir a Sebastian, en dirección a la cocina, con el único fin de cumplir las órdenes de su amo. ¿Es que nadie estaba tomando en serio su hazaña, simplemente tomándolo por un invitado que había llegado con el único fin de beber el té?

-¿Qué demonios te ha pasado, maldito mocoso?- rasguños en el rostro, hematomas por el cuerpo y su reciente adquisición completamente rasgado e inservible. Era obvio que no podía salir de una misión de ese calibre completamente ileso.

-Tu sistema de seguridad… lo atravesé…

Un gesto de momentánea confusión fue seguido por la estruendosa risa del inglés que inundó el lugar tan sólo un instante después de su comentario.

-¿Eres idiota? ¿Te costaba tanto el decir tu nombre, como lo haces siempre?- Arthur se inclinó y sostuvo el rostro del americano peligrosamente cerca. -No es como si te hubiera declarado la guerra. Vamos “héroe”, sube a tomar una ducha, pediré que te lleven algo de ropa limpia…

Pálido e inerte ante lo que acaba de pasar, no tuvo otro remedio que obedecerle.

¡Es que no era justo!, pensó mientras el agua caliente recorría su cuerpo, ¡Alfred F. Jones no podía estar cayendo en ese tipo de humillaciones!

¿Sería necesario continuar recibiendo ese tipo de trato?

-¡Por supuesto!-murmuró entre dientes, haciendo su clásica pose heroica aún en medio de la regadera y completamente desnudo. ¡Un héroe nunca se rendía!

Quizá no había dado un paso adelante, pero al menos sabía que seguía teniendo libre acceso a la casa de Inglaterra y que, después de haberse comido parte de su ropa, tal vez los perros guardianes comenzaban a tenerle algo de afecto.

NOTAS FINALES.

-Rueda feliz- ¡Que bueno que les esté gustando mi experimento raro! Por el momento el fic se mantendrá bastante light porque bueno… Alfred hará muchas estupideces como la que acaban de leer antes de pensar en algo más… físico con Arthur… y dejar de pensar en sus ilusiones de héroes de películas.

fanfic, uk, usa

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