Sabor a cigarrillo A L.D.
El primer beso tuvo sabor a cigarrillo. Igual que el segundo, y el tercero, y todos los que siguieron. A veces iba mezclado con otra cosa. El último también supo a chicle de menta. Hubo uno perdido por ahí que también tenía gusto a recién levantado. A hot-dogs. A yoghurt de vainilla. A Día de los Enamorados que no se puede
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