Nada es lo que parece Capitulo 13 Inocente inocente

[xuanny87]

Siiii!!!! al fin! espero que os acordeis de que va... sino aqui esta el primer capi...

Nada es lo qeu Parece Capítulo 1 Sorpresas te da la Vida

Y ahora...por fin el CAPITULO QUE TOCA!!!


La cara de estupefacción de la decana fue deformándose en una pequeña sonrisa hasta romper en una carcajada.

-SI, SI, SI- decía alzando los brazos alternadamente con cada grito de jubilo.

-¿Lisa?- preguntó un cauteloso Wilson alarmado por la reacción de su amiga.

- ¡¡¡SI!!! Soy la ama, soy genial. Wooooo- resopló cansada desplomándose sobre el sofá. Wilson seguía sus movimientos asombrado sin entender nada. - ¿A qué viene esa cara?- le preguntó a un sonriente.

- Hay algo que no cuadra- intentando recomponer sus pensamientos- no es House.- siguió divagando- por una vez en su vida, él ha actuado como es de suponer que cualquier tío actuaria ante la noticia de que va a ser padre. Has salido huyendo. ¿Pero tú? - dijo señalando a una feliz Lisa Cuddy que le escuchaba con atención desde el sofá.- Alguien en tu situación, entraría en cólera al ver cómo han aireado sus más profundas intimidades y como el susodicho ha puesto los pies en polvorosa…si te asomas a la puerta, seguro uqe aun puedes ver el humo…

- Estaba lista para ello- respondió con celeridad.

- Pero lo que es más raro aun, más raro aún que House se interesara por el embarazo...- la cara de Cuddy cambio drásticamente a una de preocupación.

- ¿Interesado?- se preocupó la decana- ¿Cuánto de interesado?

- Fuimos a comprar patucos- dijo sin prestar atención, más centrado por seguir su razonamiento.

El sabor dulce de la victoria se tornó el más amargo de los licores en el paladar de la mujer.- Joder- se lamentó Cuddy y la hace poco marcha triunfal, se vio sustituida por en renquear de sus pasos preocupados.

- Me das miedo Cuddy- le advirtió Wilson- ¿Que - has - hecho?- entonó lo más calmado que pudo-

- ¿Por qué he tenido que hacer algo?- se defendió.

- Porque la última vez que vi esa expresión en tu cara, te pille cambiando sus vicodinas por laxantes. - su mirada era inquisitiva, marca patentada de la casa.

- Pues...- nerviosa jugueteaba con las manos, retorciéndolas de forma dolorosa.

- No se si quiero saberlo...- medio lloriqueando se llevo las manos a los ojos.

- Está bien...- decidida y aliviada Cuddy no tardó en levantarse e iniciar la huida.

- Quieta ahí- le ordeno Wilson alzando la voz- siéntate- le ordeno en tono paternal- y no quiero que te muevas hasta que me expliques todo esto.

- Vale, pero quiero que conste en acta que todo esto es culpa de House.- dice acusica mientras se sienta en el sofá del oncólogo.

- Cuddy- dice en un suspiro cansado- Cuando se trata de vosotros, ambos sois víctima y verdugo. Incluso suicidas.

- Empezó él cuando cambio las pastillas. Quien juega con fuego, se termina quemando, y ha House ya le tocaba chamuscarse el trasero por una vez- excusas baratas salían con nerviosismo de sus labios, intentado mas convencerse a sí misma que intentar ganarse la simpatía de Wilson.- Todo surgió sobre la marcha…una cosa llevo a la otra y… Ni siquiera sabía que había funcionado. Estaba tan agradecida de que no me restregase por la cara el ridículo tan inmerso por intentar engañarle, que el hecho de que se lo tragase nunca cruzo mi mente.

- ¿Desde cuándo House deja pasar algo que te concierne?- intentando calmar su enfado, intenta descargar la tensión restregando con fuerza las manos en su cara.- Díselo.

- ¿Eso es todo?- pregunta defraudada por el consejo parando.- ¿Y tu das buenos consejos? A esa conclusión podría haber llegado yo solita.

- Al parecer, no lo suficientemente pronto.- aun si explicárselo, salió confuso del despacho para volverse no mucho después.- Es mi despacho- musitó instando a Cuddy a que saliera.

Ridículo, esto era ridículo. House lo hacía cada día, cada hora. Mentir, embaucar, ridiculizar…y aun así, Wilson le reía las gracias. Pero claro…si la que se desmelenaba un poco y decidía defenderse era ella, todo cambiaba. ¿Qué pasa si House se lo había creído? ¿Dónde está el problema? La culpa es suya por no reaccionar como debería desde un principio. ¿Comprar patucos? ¿Desde cuándo ese era el modus operandi de Greg House? Llena de ira, entró en el despacho de House, haciendo golpear con fuerza la puerta con el tope y provocando que las paredes de la habitación vibraran con violencia.

House se sobresaltó, ella no se había percatado por la celeridad con la que entro, pero pocos segundos antes de su interrupción, la pelota gigante, estaba desaparecida en su puño, hecha una bola de foan insignificante. Los dientes apretados, la mandíbula marcada y los nudillos blancos.

Al verla entrar él, a pesar de intentar controlarse, no pudo evitar tensionarse aun más, levantándose como un resorte de la silla giratoria.

- Tenemos que hablar House- le dijo mientras el pasaba frente a ella sin hacerle el menor caso.- House- le reclamo seria.

- ¿Es que ahora has decidido que me incumbe? Tranquila, no pienso pedir custodia ni derechos, pero no hubiera estado mal que me lo hubieras avisado.

- House, no...- intentó explicarse pero House la cortó en seco.

- Lo siento, tengo que irme…- esquivando a Cuddy, intentó salir por la habitación contigua, pero por una vez, dos fueron más rápidos que tres y se plantó frente a él sin dejarle avanzar.- Mpppphhhhh- resoplo fastidiado- ahora nos ha dado por ponernos comunicativos, eh? Pues lo siento, ahora no tengo tiempo- cintó con torpe habilidad inútil- tampoco es que lo hubiera tenido antes…- dijo sarcástico. Ella volvió a colocarse frente a él, una figura menuda frente un hierático obelisco, o al menos así se sentía...- Esta bien, escúpelo… “House- comenzó a entonar con voz cansada y anodina.

- House- repitió con voz quebrada ella pisando sus palabras.

- “Estoy embaraz…”

- Inocente - se apresuro a decir antes de que las últimas palabras pronunciadas por House le volvieran a hacer querer esconderse en su cascaron.- ¿Inocente?- volvió a repetir aun más insegura si cavia ante la mirada desconcertada del hombre que parecía tambalearse ante ella.

- ¿Inocente?- mezcla de alivio y aflicción se confundían en su voz rota. Cuddy se obligaba a hacer caso tan solo a ese suspiro de alivio que entrecortaba la palabra, pero por mucho que no quisiera oír, su vista no estaba tan cooperativa para dejarle continuar la farsa con total impunidad.

- Jijijiji ¡has caído!- con falsa excitación aplaudía mientras se colocaba la máscara de vencedora coronada con laurel rancio.- soy buena, ¿eh?- seguía hablando nerviosa sin querer que House metiera baza y que, de esta forma, hiciera patente la verdad que le había contado Wilson minutos antes. House no, House jamás iría a comprar patucos, House jamás querría ser parte de esto, House no actuaria dolido, House pondría en marcha la maquinaria para planear una nueva trastada en pago por esta tomadura de pelo. House nunca agacharía la cabeza y se alejaría con paso desigual, tal y como estaba haciendo ahora.

- Tengo que irme…- ridículo en su andar se alejo de allí.

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-¿Qué tal todo?- Wilson asomo la cabeza por la puerta de su despacho tras unos leves toques en la madera.

- Bien, supongo- contesto Cuddy mientras recogía los bártulos.

- ¿Y House? - con algo más de confianza, entró en la oficina cerrando la puerta tras él.

- No lo sé- respondió en un resoplido tomando su abrigo.

- ¿No lo sabes?- preguntó tras ella ayudándole con la cartera.

- Se fue, tras confesarle que todo era una broma, se disculpo y se fue.

- ¿Nada mas?

- Si Wilson. Tú y House sois únicos para fastidiar una buena broma.- aceleró el paso hasta llegar a la puerta dejando claro que no necesitaba carabina que le acompañase y salió en busca de su coche.

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- Vamos James, dijiste que lo harías…- aunque la estructura de la frase era de ruego. En los labios de Amber se tornaban una orden.

- No sé si estoy de humor…-

- ¿House?

- Cuddy

- ¿Ahora que me estaba acostumbrando al menage a trois metes un elemento más? Por mi bien, pero la toga para bacanales la tengo en la tintorería.

- ¿Bacanales? Ya bastante es con que acepte que me graves mientras…, bueno, ya sabes, no me pidas más…- dijo arrinconando los pensamientos sobre sus amigos a un lado y centrándose por completo en Amber. Algo no muy difícil, ya que ella parecía conocerle a la perfección y se había encargado de darles unas cuantas copas de más - Luces… - sonriente le beso en la punta de la nariz ganándose una mueca desconfiada por parte de Amber, nunca se acostumbraría a estos ataques de ñoñez de James Wilson.- Cámaras…- colocándose tras la cámara, le dio al botón de grabado- Y…acción.- con movimientos torpes, entre nervioso y algo ebrio, se sentó a su lado.

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- Vengo a recoger un encargo- cualquiera que viera el local desde afuera, lo definiría como un antro, de hecho, si se decidiera a entrar, su opinión no cambiaria. Instrumentos esparcidos por todo el local, desde pianos de colas hasta la más pequeña de las armónicas. Todo envuelto en una espesa neblina causada por la poca ventilación y la fama de chimenea del dueño, un fumador empedernido.

- Hmmm- asintió el dependiente y se metió en la trastienda a buscar el pedido. Mientras tanto, House miraba incomodo de un lado a otro, tamborileando nerviosos con sus dedos en el mostrador. - Fantástico- pensaba- cuando aprenderá a hacer caso a sus instintos. Hacerle un regalo era una idea estúpida…maldito Wilson y su estúpidas ideas.- aquí tiene- dijo el viejo colocando la pequeña caja sobre el mostrador.

- No se moleste- le paro secamente cuando el hombre se disponía a abrir la caja para que House pudiera ver el resultado final.

- Espero que sepa cuidarlo- dijo cobrándole- los niños muchas veces no saben apreciar estas cosas. Una Gibson acústica en perfecto estado, hecha añicos para esto…le vuelvo a decir lo mismo…yo le hubiera regalado una pequeñita y listo…- dijo negando con la cabeza.

- Si…- gruño House tomando el paquete con enfado y saliendo de la tienda.

Continuará…