Nuevo capi!!!por donde iba yo aqui???ainss uqe pedida qeu estoy...bueno, espero que vosotras andeis mas finas que yo y os acordeis al menos, por si acaso, aqui esta el link del primer capitulo
http://xuanny87.livejournal.com/26183.html ---> Capitulo 1 "Sorpresas te da la Vida"
y sin mas ni mas, primera parte del Capítulo 7
Capítulo 7 : Limitaciones
Tras recuperarse de la cantidad de información que, aunque por un lado no era del todo nueva para Wilson no podía dejar de sentirse sobrepasado por lo que suponía la confirmación a tantas sospechas, salió rumbo a las consultas algo apresurado pues llevaba casi media hora de retraso.
Intentaba concentrarse pero su mente volvía una y otra vez a darle vueltas al asunto. Él mismo se había sorprendido metido de lleno en las charlas de corrillo entre las enfermeras y defendiendo que, lo que a estos dos les convenía, era un buen revolcón y dejarse de tanto parloteo inútil. Pero de ahí a enfrentarse con la realidad de que al fin habían pasado la frontera, había un mundo… ¿Dónde había estado metido que no se había percatado del crujir de los cimientos de la gran muralla china?
- Así que ¿ya termino la reunión? - La voz de Cuddy le sobresaltó. Casi sin darse cuenta había llegado al puesto de enfermeras. Tenía un expediente entre las manos y aunque su cerebro parecía recordar algo de información que se encontraba escrita en el papel, él no podía recordarse a si mismo leyéndolo.
- ¿Reunión? ¿Qué reunión? - titubeó el oncólogo.
- Es mi hospital, y nadie puede rascarse la oreja sin que yo me entere Wilson- le dijo en tono sermonearte- Vale que House se pierda cada vez que tocan consultas, es un caso perdido, lo único que le pido es que no arrastre consigo al resto de doctores- decía mientras firmaba unos papeles en el mostrador frente a la atenta mirada de la enfermera Brenda.- ¿es mucho pedir? - volvió a mirarle.
- No, supongo que no, per…
- Nada de peros Wilson. No dejes que te arrastre, se supone que tú eres quien debe influenciarle, y no al revés.- terminó de decir poniendo camino a su despacho. Wilson no pudo evitar mirarla mientras se alejaba, en su cabeza aun resonaba la loca teoría de House.
- ¿Cuddy embarazada? - Dijo sin percatarse en voz alta. Sus dotes deductivas nunca serian tan buenas como las de su amigo. Como podría asegurar que Cuddy estaba embarazada, escapaba totalmente a su comprensión. Los sentimientos eran lo suyo, contactaba con la gente, eso se le daba bien. Ser el hombro para llorar era su punto fuerte. El ultimo bote en el Titanic, esa sería la definición que aparecería al lado de James Wilson en el diccionario Webber. Pero, ni aunque su vida dependiera de ello, podría jamás leer tan alto y claro en las personas como House parecía poder hacer con total facilidad. ¿Quizás esa sonrisa? ¿Quizás el tono cariñoso con el que se dirigió anteriormente a él? ¿O esa forma de sonreír a los desconocidos?, quizás eso la delataba, pero él no podía ver más allá. House era el experto, tendría que confiar en él si tan convencido estaba.- Cuddy embarazada - volvió a repetir creyendo que sus palabras no captarían la atención de nadie. Con una sonrisa a la enfermera Brenda puso camino a la consulta número 2, dejando a la mujer con ojos como platos, incrédula ante lo que había escuchado. Ya tenía conversación para el café de la tarde, pensó la enfermera ansiosa porque llegara el momento de soltar la bomba en el cuarto de enfermeras.
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- Puede que yo no sea tan buen analista como tú- dijo sobresaltando a House que entraba mirando un informe que llevaba en la mano.
- Wow, es verdad, acojona un rato.- dijo refiriéndose a la sorpresa de encontrarse a Wilson en su despacho. El oncólogo se levanto del diván y siguió a House hasta su escritorio.
- Pero sí que sería capaz de captar que tú y Cuddy estáis manteniendo una relación.- House le miraba condescendiente.
- ¿Y quién te ha dicho que mantenemos una relación?
- P…- de nuevo, las teorías de Wilson se cayeron una tras otra como fichas de dominó.
- Si me dejaras contar la historia sin interrupciones, ya habríamos llegado a ese punto- le sermoneó.
Wilson le miraba atento, ya daba igual si era verdad o mentira, pero nadie contaba historias como House.
- Esa misma mañana…
El fluorescente del baño parpadeó dejándole ciego. No es que fuera aun de noche, pero las persianas cerradas a cal y canto para no dejar paso al sol, le obligaban a encender las luces. Cansado y entre flashes de colores se acercó al espejo para realizar el chequeo de costumbre. Globo ocular blanco, pupilas normales… todo como siempre. Cada vez más claros en su cabeza…si, desgraciadamente, como siempre. Pensativo, se pasó la mano acariciando su mentón, lentamente. Pensó un momento. Abrió la puerta del espejo haciendo un ruido seco que tambaleo todo el espejo. Estudió por un momento el interior, pasta de dientes, jabón…curioso, pero en el único lugar en el que sería lógico encontrar un bote de vicodinas, no había rastro de ellas. Ni siquiera una pastilla perdida. Cogió lo que estaba buscando y volvió a cerrar el espejo, haciendo de nuevo que el espejo temblara en la pared. En una mano, un bote de gel de afeitar, que por lo que se podía leer en él, era la panacea de los geles…En la otra, una cuchilla que casi lanza un grito de júbilo ante la posibilidad de perder su inmaculada virginidad. Miro ambos artilugios como si se tratase de unos cacharos traídos a la tierra por marcianos. En el caso de que él creyese en marcianos, claro…
- Es como ver el primer homínido que descubrió el fuego.- House se volvió al escuchar su voz. Apoyada en el marco de la puerta, liada en la sabana que supuestamente debería cubrirle por completo y ella se había encargado que no le estorbara mas allá de las rodillas, le hablaba una Lisa Cuddy sonriente.
Asegurándose el agarre de la sabana a la altura del pecho, se dirigió hacia House, tomando la maquinilla y el bote de gel en sus manos. Separando un poco a House, se colocó entre él y el lavabo para, tras dar un pequeño salto, sentarse sobre el frio mármol.
- Con Stacy, te planchaste la camisa- decía mientras le acariciaba el mentón extendiéndole el gel- y conmigo te afeitas- susurraba en un tono grave que tan solo el trasnochar te puede dar. Subió sus manos hasta las sienes de House donde comenzó a masajearle con sus dedos. Él se dejaba llevar por esta vez, cerrando los ojos y disfrutando del tacto de las suaves yemas de sus dedos. Como quien despierta de una pesadilla, volvió a abrir los ojos cuando dejo de sentir el juego de sus manos. Frente a él, Cuddy estudiaba la cuchilla, jugueteando con ella entre sus dedos. Le miró y ladeo la cabeza no muy convencida. Las piernas se ataron a su cintura, atrayéndole, no sin dificultad para el pobre cojo, como él le gusta definirse en ocasiones, más hacia ella, haciendo que diera unos pasos hasta quedar a apenas unos centímetros el uno del otro. - Por el aspecto de tu guarda ropa y de tu barba…no se puede decir que marques muchos tantos, ¿no?- preguntó coqueta jugueteando con la cinturilla del pantalón del pijama de House. Este no tardó en reaccionar. La mente del nefrólogo, tan rápida como siempre, tenia lista un respuesta a la altura de la circunstancias. Pero Cuddy no quería arriesgarse a perder esta ventaja virtual, así que le beso para callarle y él no hizo el mas mínimo ademan de quejarse.
- AUNGGGG- se quejó Cuddy con cara de asco. Había conseguido callarle, sí, eso era cierto, pero lo que su plan maestro no había previsto es que el gel de afeitado no sabía tan bien como olía.
Rápidamente intentó quitarse la espuma dándose manotazos en la lengua, pero el sabor no se iba, así que dando otro salto, bajo del lavabo y puso camino a la cocina.
- ¡Te está bien empleado por meterte con la vida sexual de un pobre cojito!- le grito House asomándose al a puerta del baño.