Nada es lo que parece Capitulo 6 No hay mal que por bien...(I)

May 05, 2008 22:46

 Este capi tambien es bastante largo, asi que ira en varias entradas, tranquis que este es el primero y los links os llevaran a los siguientes.
Avido para navegantes, para mi no lo es, ya que no contiene vocabulario soez, (que fina) peor la tematica es para mayores, asi que  (tu dale al link que nadie te va a preguntar la edad jijiji)

-   Vaya, si que has tardado - dijo  House sin volverse, mirando absorto la pizarra llena de síntomas y vacía, al igual que su mente, de respuestas.

-   SI te hubieras quedado donde te dije, no habría tenido que buscarte por todo el hospital.

-   Algunos trabajamos, ¿sabes? - le dijo con sorna señalando la mesa para que descargara su almuerzo. Tomó el bastón que colgaba de la pizarra y se volvió a la mesa rebuscando en la bolsa. Tomó el envase y se sentó listo para disfrutar de un delicioso almuerzo….helado- ¿No comes?

-   ¿Piensas ofrecer?- preguntó un sorprendido Wilson. House le contestó devorando medio burrito con un solo bocado.- Ya que estaba en mi despacho, decidí comérmelo mientras aun estaba caliente. - Se acomodó en la silla frente al escritorio.-

-   Mi despacho no está tan lejos del tuyo, podrías haber mirado, - se quejó mirando con desagrado el burrito en su mano.- Lumbreras.

-   Supongo, pero entonces no aprenderías la lección- House tiró el resto del burrito encima de la mesa- Bueno, ¿me vas a contar la verdad ahora?- tomó el burrito y algo mas que había en la bolsa y los metió en microondas.

-   Me ofendes Wilson-

-   ¿De verdad crees que me voy a tragar que algo tan… tan… “romántico” puede salir de ti?,  ¿Bailes imaginarios… suaves roces?- paró para sacar la comida y llevarla a donde le esperaba House-   No me lo creo.

-   No sabes lo que soy capaz de hacer para meter.- Wilson seguía sin creer.- Esta bien, tuve que improvisar vilmente. ¿Quién iba a pensar que me dejaría pasar?- mirando nervioso el interior de su burrito-  ¿Qué loco aseguraría que tras verme sentado en su sofá no me echaría a patadas? Es más- dijo mirándole esta vez a Wilson- ¡Casi me caigo de culo cuando me dijo lo de acompañarla a la feria! Se podría decir que se aprovecho de mí, de mi buena fe. Es como una súcubo, te lo chupa todo. Y si, piensa mal- dijo con una sonrisilla picara.-  Ahora que lo pienso…creo que no era dueño de mis actos… piqué como un tonto el anzuelo, todo era un plan para hacerme su esclavo sexual.

-   Pobre House- se compadeció  falsamente.

-    Si te dijera que te sentaras en mis rodillas… ¿quedaría muy gay?- pensó en voz alta- bueno a lo que vamos.

-    Así que ¿Cuánto tardo  Cuddy en ir a  verte?- Cortó a House quien  le miró confundido, si saber como llego a esa conclusión y esperando una explicación. - Es fácil - dijo con superioridad- has dicho que esa vez usasteis condón y a demás, no me salen las cuentas…- dijo sacando los dedos de la mano uno a uno haciendo que contaba.- Tú eres demasiado orgulloso como para volver después de semejante desplante- House iba a protestar pero Wilson le paro a tiempo de nuevo- lo que no significa que no te gustase lo que hizo, pero aun así, te tienes en demasiada alta estima como para sucumbir. Y, seamos sinceros, Cuddy es mas adulta y si, su sentimiento de culpa apuesto que le dejo sin dormir varias noches.

-   Mmm…tienes razón, era fácil llegar a esa conclusión, aunque prefiero pensar que lo que no le dejaba dormir era el recuerdo de este cuerpo.- dijo arrugando el papel que envolvía al burrito y dejándolo encima de unos papeles. Wilson puso cara de fastidio y lo recogió tirándolo en la papelera mientras reprendía con la mirada a House por ser tan descuidado.

Pasó una semana hasta que House volvió a tener noticias de Cuddy, o de cualquier ser humano. Una noche, una calurosa y pegajosa noche de verano como hacía tiempo no se recordaba,  su puerta vibro con fuerza sorprendiendo a ambos, al dueño de la casa y al trozo de madera maciza que parecía estremecerse por el golpe.

Dejando el bastón olvidado donde quisiera que este se encontrase, se acerco tambaleándose a la puerta. Al abrirla, no le sorprendió ante lo que encontró, no había muchas opciones que descartar, y dado que hoy no había pedido ni comida rápida ni compañía, solo quedaba una opción.

-   A delante señorita, no se quede en la puerta - dijo tapado por la puerta al abrirla completamente. Cuddy entro seria, directa al salón.- Puedes dejar la gabardina en el perchero- le dijo a tiempo que iba camino a la cocina a buscar algo de beber. Tomó la única cerveza que le quedaba en la nevera,- ¿había dicho que a demás de  calurosa, la semana había sido muy aburrida?- Si, lo he decorado yo mismo, gracias por preguntar - dijo susurrando molesto. Le echó  un vistazo a la botella  y encogiendo los hombros lo repartió en dos vasos.

Cuddy no había dicho una palabra desde que entro, lo que enfadó a House. ¿Ella estaba dolida? Si no quería hablar no sabía para que había ido, ¿Qué esperaba? ¿Que se quedara ahí durmiendo en su puerta? ¿Que la llamara al día siguiente? ¿Para decirle qué? ¿Qué le invitaba a una cena a su casa? ¿Qué  podrían repetirlo? ¿Qué le perdonara? No había nada que perdonar y aun menos nada por lo que pedir perdón.- soy cojito, así que tu vaso tendrás que ir tú a bus… - CRASH - ¡YO MAMA! - el vaso golpeó contra el suelo, rompiéndose y dejando a la cerveza formar pequeños ríos espumosos que corrían por las juntas de las losas. House quedo inmóvil a la entrada del salón, los ojos fijos en su sofá, o más bien, sobre la persona que descansaba en su sofá.

Lisa Cuddy se había despojado de la abominable gabardina marrón para dejar paso a un colorido y ligero conjunto de lencería rojo fuego que resaltaba sobre la palidez de su piel. House seguía sin moverse a pesar de sus instintos. Maldita sea. ¿Dónde demonios se había escondido el maldito bastón? Pensó un momento antes de volver a mirar a esa aparición recostada sobre su sofá, descansando la cabeza sobre su mano, mientras con la otra se acariciaba la pierna lánguidamente, dibujando pequeños círculos. Sus labios, carentes de ningún elemento superfluo o ajeno a su naturaleza, esbozaban  una media sonrisa que le anticipaba la entrada al infierno del placer por la puerta grande.

-   Dime que todos estos años…- tragó su nerviosismo que se acumulaba en la garganta junto a la saliva que amenazaba con desbordar su boca. A pesar de sus intentos no pudo terminar la frase y se limito a señalarla con el dedo, recorriendo, desde la distancia, su cuerpo casi desnudo. Lisa le correspondió con una carcajada coqueta, quizás demasiada estrepitosa.

House esquivó como pudo los cristales esparcidos por el suelo maldiciendo de nuevo al maldito bastón y se acercó al sofá donde Cuddy se incorporaba un poco para dejarle espacio.

House se sentó a la altura de su cadera, dejando los pies de ella  tras su espalda.

-   Esto es ridículo- la voz de Cuddy le saco de sus pensamientos perdidos entre un montón revuelto de pelo azabache rizado que formaba pequeños meandros de oscura agua brillante sobre sus lechosos pechos.- ¿No vas a decir nada?- ante lo que parecía un ataque súbito de enmudecimiento por parte de él, otrora parlanchín cual cotorra, la mujer se movió incomoda.

-   Tenía miles de cosas que decir- una sonrisa tenue sombreo su rostro- si te hubieras quedado con esa estúpida gabardina- dijo señalando la entrada, donde descansaba la susodicha, entre divertido y desconcertado- tenia miles de ocurrencias, burlas  y comentarios de tal agudeza e ingeniosidad como para llenar el guion de siete programas de Leno sobre Colombo y su peculiar sentido de lo que es vestir, o en este caso, echarse ropa encima. Pero ahora…- dijo volviendo a rozar con su mirada impúdica su  caprichoso cuerpo, apenas cubierto con telas que brillaban jugueteando con la luz y encajes que se encargaban de tapar lo necesario como para saber que , lo que dejaban a la vista del espectador, no era más que un entrante y que, bajo ellos, estaba el autentico festín.- Solo se me ocurre decirte que vallamos a mi habitación y no me parece que esa frase esté a la altura de mis habituales comentarios conocidos por su  punzante ironia.

-   Puede que sea una forma muy poco “Houseana” de decirlo- se incorporo un poco, lo justo para quedar a la orilla de sus labios- pero a mí me vale- hizo una pequeña pausa en la que House creyó morir quemado por su aliento - Greg.

-   Así que, como pude, sin bastón y con una erección importante entre las piernas es bastante difícil moverse para un pobre cojo como yo, nos dirigimos a la habitación.
Por un momento creí que no llegaría, que me daría un ataque que me dejaría tieso, en todas sus posibles acepciones que encontramos en el diccionario, en mitad del pasillo. El sexo está bien, no es que lo haga de menos, pero esa sensación de lo que está por venir, ese estar a apenas unos centímetros, unos segundos de aquello que deseas, es lo mejor de todo. Andar por ese pasillo que era cielo e infierno al mismo tiempo. Ver sus movimientos  seductores acariciando la pared inocentemente mientras bamboleaba el trasero como las olas del mar en plena tempestad, izquierda, derecha y de nuevo izquierda para volver a oscilar hacia la derecha con parsimonia de quien se sabe observada y adorada en cada paso.- hasta este momento no se dio cuenta que Wilson permanecía acurrucado en la silla, con las rodillas presionando su pecho y los dedos en sus oídos intentando no oír nada mientras canturreaba algo en voz baja.-   ¡Eh! - le golpeó sonriente para llamar su atención.

-   ¿Ya? - preguntó volviéndose a acomodar en la silla- no quiero saber nada de temas escabrosos, solo saber cómo demonios has llegado a la conclusión, no solo de que Cuddy espera un niño, sino a demás de que tú eres el padre de un niño, que de ser así, compadezco en lo más profundo de mi ser.

-   Pues ala, vuelve a tu mundo en el que los niños aun los trae la cigüeña. Como iba diciendo - volvió a retomar la historia- el camino a mi habitación jamás había sido tan tortuoso y largo como aquella noche. Tras los besos y precalentamientos de menester…

-   House- jadeo Cuddy mientras él se perdía en ese laberinto que era ese estrecho callejón entre su cuello y hombro- ¿Condones? - House respondió con un murmullo indescifrable- ¿Qué? - tirando del pelo, le hizo salir de su guarida.

-   ¿Condones? - dijo pensativo.

-   Condones, preservativos, chubasqueros, gomitas…

-   Sí, eso…creo que de eso no tengo.

-   Ahhhhhhhh- Lisa ahogo un lamento mientras clavaba sus colmillos en el hombro de House.

-   ¿Qué?- dijo aun esperanzado.

-   No tienes condones - musito entre enfadada y desesperada a tiempo que se deshacía del peso de su cuerpo echándolo hacia un lado-  ¿No tienes condones?- la desesperación había desaparecido por completo dejando un tinte a odio en su voz.- No tienes condones- volvió a repetir, aun sin creer.

-   Tengo Vicodinas, alcohol para heridas, tiritas, vendas,  un poco de morfina lista para ser servida en su jeringa y demás elementos estupefacientes que serian la envidia de cualquier farmacia- enumeró - pero no, el representante de durex no se ha pasado por aqui aún.

-   No tienes condones

-   Creo que mi vecino tiene un niño pequeño…si le pregunto con amabilidad , y sin decirle para que son, puede ser que me deje un globito de su hijo.

-   No tienes condones.

-   ¿Y? No van a aparecer de la nada por mucho que lo repitas.

-   ¿Cómo que” y”?-  dijo poniendo una voz estúpida imitándole.- House,- se incorpora en la cama, nerviosa con las manos- alardeas continuamente de ser un buen cliente para las putas ¿Y no tienes condones?

-   Servicio completo- susurró repartiendo besos de nuevo en aquel callejón de su cuello- yo solo tengo que esperarlas como un buen chico con la bandera ondeante al viento y ellas se ocupan del resto- sonrió tras su oreja mientras ella luchaba por mantener preso un suspiro que logró escapar de sus labios- Incluso me arropan antes de marcharse.

-   No tienes condones- balbuceo levemente

-   Cuddy, en serio. Te has hecho, ¿Cuántas inseminaciones?- dijo acariciándole el muslo- y no te has quedado preñada, - ella cerró los ojos- ¿De verdad crees que un viejo hasta el culo de vicodinas y otras sustancias va a marcar donde un millar de soldaditos fuertes y sanos  han fracasado estrepitosamente?

-    No es eso lo que me preocupa, es coger cualquier cosa...No tienes condones - dijo al fin recobrando la seriedad y control sobre sus cuerdas vocales, respiración y resto de cuerpo.

-   ¿Qué intensaste qué? Eres un insensato, y encimas le recuerdas lo de la inseminación. Si yo hubiera sido Cuddy…

-   Mas quisieras - le cortó House- ¿Tú no tenias los oídos tapados?- Wilson se encogió de hombros.- Pero tranquilo. Intenté un acercamiento, pero el tortazo en la mano me indicó que no era buena idea, así que intenté el último recurso, el de todo adolescente salido. Promesas de se controlarme, yo te aviso, solo la puntita, pero nada… así que me resigne mirando el techo, pensando en que aliviarme justo delante de ella sería un colofón apropiado para esta noche de despropósitos. Justo cuando pensaba que mis dotes para la imaginación eran tan buenas que incluso podía sentir el tacto de sus dedos jugueteando con mi amiguito,  me di cuenta de que no era mi imaginación quien me proporcionaba tal placer. Una mirada juguetona me correspondió, tan llena de luz que si hubiera apagado las luces, cosa que no hice, pues nadie sabe cuando iba a tener la oportunidad de ver su cuerpo en todo su esplendor de nuevo, hubiera iluminado la habitación sin dejar lugar a sombras que ocultaran ni un perfecto desperfecto de su anatomía.

-   Hay otras formas… - sonrió maléficamente.
Segunda parte: http://xuanny87.livejournal.com/28038.html#cutid1     (alguien sabe como hacer para que salga el titulo y no estos numeracos??

Hoy toY:
  
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