Día del libro.
Hoy probablemente haga más de una entrada. Me apetece escribir, y quiero contar que hoy es el día del libro, cosa que en cierto modo es como decir que hoy es uno de mis días favoritos. Porque me encanta leer y me encanta escribir, eso es obvio.
Se suponía que hoy teníamos que llevar dos libros a clase. El primero tenía que ser Rabia de Jordi Serra i Fabra, porque es el que nos habían mandado para leer estas últimas vacaciones de Navidad. El segundo tenía que ser nuestro libro favorito, pero como soy una indecisa y no sabía cuál coger pues terminé cogiendo La Emperatriz de los Etéreos de Laura Gallego, que aunque no es mi favorito si que me gustó bastante y es de los medianamente cortos que me he leido más o menos recientemente (entendamos que hace poco me terminé El ejército Negro, pero llevo ese y se asustan, conozco a mi curso).
La primera parte de las actividades del día del libro se trataba, básicamente, de comentar "tu libro favorito", por qué te gustaba, si habías leido más sobre ese autor, etc. Y fue deprimente. La mitad no se habían ni molestado en llevar un segundo libro y salían con el de Rabia, que tampoco se habían leido. Luego estuvo el gracioso que salió con una Biblia y dijo que su libro favorito era el del Apocalipsis, porque lo decía un loco. Y cuando me tocó a mi la profesora empezó a decir que tenían que tomar ejemplo de mi, que yo leía y así tenía fluidez verbal, que así comprendería más las cosas y trabajaría mi imaginación. Personalmente me parece que estaba roja en ese momento, o eso o hacía mucho calor, pero bueno... luego todas las tias pidiéndome que les aconsejara libros, como si fueran a leerse alguno de verdad. Es una pena, porque se de sobra que no lo harán, les tira más pavonearse delante de los tios que leerse un libro, para qué vamos a engañarnos.
Al margen de lo deprimente que fue que la media de libros que se leen al año en mi clase sea de uno, y si llegan a empezar uno siquiera, me gustó la parte en la que podía hablar con mi profesora sobre leer. Era como hablar con una persona medianamente culta, a pesar de escuchar de fondo a Cristina quejándose de que yo era estresante por el msn porque escribía con todas las letras y los acentos ("Pues muy bien que me parece, y seguro que hasta disfruta escribiendo, a que si?" palabras de la profesora).
Ah, y el "placer de la lectura". Que hasta hoy no me había sonado mal, pero gracias a cierta persona ya me suena mal.
Bueno, lo dejo ya, porque la segunda parte se resume en: la profesora (que ya había habido cambio, y era otra) hace preguntas sobre el libro, la gente responde a gritos, y luego diez minutos hablando entre nosotros. Fin.
Voy a ver si escribo un poco. Puede que dentro de poco coja alguna tabla, no es seguro pero puede que lo haga.
Bye!
Isilme.
Se suponía que hoy teníamos que llevar dos libros a clase. El primero tenía que ser Rabia de Jordi Serra i Fabra, porque es el que nos habían mandado para leer estas últimas vacaciones de Navidad. El segundo tenía que ser nuestro libro favorito, pero como soy una indecisa y no sabía cuál coger pues terminé cogiendo La Emperatriz de los Etéreos de Laura Gallego, que aunque no es mi favorito si que me gustó bastante y es de los medianamente cortos que me he leido más o menos recientemente (entendamos que hace poco me terminé El ejército Negro, pero llevo ese y se asustan, conozco a mi curso).
La primera parte de las actividades del día del libro se trataba, básicamente, de comentar "tu libro favorito", por qué te gustaba, si habías leido más sobre ese autor, etc. Y fue deprimente. La mitad no se habían ni molestado en llevar un segundo libro y salían con el de Rabia, que tampoco se habían leido. Luego estuvo el gracioso que salió con una Biblia y dijo que su libro favorito era el del Apocalipsis, porque lo decía un loco. Y cuando me tocó a mi la profesora empezó a decir que tenían que tomar ejemplo de mi, que yo leía y así tenía fluidez verbal, que así comprendería más las cosas y trabajaría mi imaginación. Personalmente me parece que estaba roja en ese momento, o eso o hacía mucho calor, pero bueno... luego todas las tias pidiéndome que les aconsejara libros, como si fueran a leerse alguno de verdad. Es una pena, porque se de sobra que no lo harán, les tira más pavonearse delante de los tios que leerse un libro, para qué vamos a engañarnos.
Al margen de lo deprimente que fue que la media de libros que se leen al año en mi clase sea de uno, y si llegan a empezar uno siquiera, me gustó la parte en la que podía hablar con mi profesora sobre leer. Era como hablar con una persona medianamente culta, a pesar de escuchar de fondo a Cristina quejándose de que yo era estresante por el msn porque escribía con todas las letras y los acentos ("Pues muy bien que me parece, y seguro que hasta disfruta escribiendo, a que si?" palabras de la profesora).
Ah, y el "placer de la lectura". Que hasta hoy no me había sonado mal, pero gracias a cierta persona ya me suena mal.
Bueno, lo dejo ya, porque la segunda parte se resume en: la profesora (que ya había habido cambio, y era otra) hace preguntas sobre el libro, la gente responde a gritos, y luego diez minutos hablando entre nosotros. Fin.
Voy a ver si escribo un poco. Puede que dentro de poco coja alguna tabla, no es seguro pero puede que lo haga.
Bye!
Isilme.