Sólo ellos; Anthony/Charlotte [Original]

Dec 06, 2008 18:33

Título: Sólo ellos
Fandom: Caja de música (Original)
Comunidad: menteoriginal 
Tabla: Romance | Prompt: #2 - Primer beso.
Claim: Anthony/Charlotte | Personajes: Anthony Hayes, Charlotte Hayes.
Rating: PG ~ 13 | Advertencias: Incesto.
Nota: Antes se llamaba Incorrect & Imperfect.

Sólo ellos

Otro rayo resuena fuera y Charlotte se pregunta si la tormenta se acabará alguna vez, porque le parece que ha pasado tanto tiempo desde que comenzó, como si nunca fuera a tener fin, que ya es como una de esas cosas eternas que nunca se quitan y a las que al final te acostumbras. Sólo que no es una cosa agradable, es más bien irritante. Y... Y... Y...

(Espeluznante, pero si dice eso Anthony nunca lo olvidará.)

Casi resignadamente (casi, porque en realidad quiere) se quita la colcha de encima y se acostumbra durante unos instantes a la temperatura ambiente, tan fría comparada con la anterior. Se muerde la boca y se levanta, ligera como un gato mientras se pasa una mano por el cabello y con la otra se baja un poco la camiseta con la que duerme. No es que piense que importe, es inconsciente. Realmente le da igual que Anthony la viera desnuda, sabe que no le haría nada.

(Pero no podía decir lo mismo si cambiaban roles. Y por eso se siente culpable.)

En los diez pasos que da el pasillo hasta la habitación de Anthony, Charlotte se pregunta si lo que siente es muy malo. Sólo es un poco, se repite como siempre, pero es algo y sólo eso ya es malo. Porque son hermanos y los hermanos no piensan que están muy guapos, no tienen ganas de tocarse, no tienen que usar todo su autocontrol para no besarle a veces, no imaginan cosas que nunca debieron pasársele por la mente y menos deben fingir que todo es normal.

(Porque duele. Mucho.)

Abre la puerta con sigilo, los ojos azules de Anthony están brillando en la oscuridad, iluminados por la luz de la luna tormentosa. La mira distraídamente y se mueve un poco hacia la esquina para dejarle lugar, como siempre, mientras mira ausentemente al techo. Charlotte sabe que eso es todo lo que necesita para acostarse a su lado y dormirse con los latidos acompasados del corazón de su hermano -se repite la palabra dos veces- como si nada.

(A veces no se da cuenta, pero con Anthony de por medio, todo va bien.)

Se acurruca igual que un gato (como siempre), y se tapa apresuradamente con la colcha para dejar de sentir frío. Que tampoco es que importe tanto estar tapada para dejar de sentir frío si está en un cama con Anthony, pero si quiere disimular ese atisbo de atracción que siente por quien nunca debió, tiene que hacerlo bien. Le mira, recorriendo su perfil con la vista imaginándose como se sentirá tocarlo, si su piel será tan suave como se ve, y sobre todo, qué hará él.

Charlotte no es tonta. Sabe que lo que siente nunca debió existir, y que probablemente Anthony ya nunca más le va a dar esa confianza casi resignada de saber lo que le sucede a veces, pero se dice que vale la pena aguantarse y recibir algo. Porque cualquier cosa es mejor que nada y tiene a Anthony. Sólo como hermano, pero no debe esperar nada más.

(Por eso mismo. Está mal.)

De repente le dan ganas de hacer algo que no hacen desde que ambos tienen trece años; Charlotte siempre ha creído que es porque en ese momento, hace tres años, se dieron cuenta de que ya no eran niños. Y ella no volvió a intentarlo porque se dio cuenta de que su hermano le atrae y eso no es algo con lo que puedes aprender a vivir fácilmente. Entorna los ojos y se acerca gateando hasta su hermano, y lo siguiente que hace es ponerle una mano en el pecho.

Anthony la mira confundido, pero luego le da una leve sonrisa cuando sabe lo que ella va a hacer. Porque son dos partes de una misma persona, porque se hablan sin palabras y porque ninguno de los dos se opone a lo que les sucede.

(Aunque no debería suceder.)

Casi tímidamente -casi- Charlotte se sienta a ahorcajadas sobre su hermano y de a poco se acomoda sobre él, mientras le toma de la mano derecha y le sonríe levemente. Dejaron de hacer eso porque tomaron conciencia de lo que sucedía, dejaron de sentir que sólo eran dos hermanos dándose apoyo para sentirse como dos adolescentes tocándose con algo que no era indiferencia (pero que tampoco tiene nombre). Y eso asusta, a ratos, al menos, porque no es algo que suceda a menudo y ninguno de los sabe cómo debe sentirse.

Charlotte termina de acomodarse, su cuerpo puesto perfectamente sobre el de su hermano, mientras se miran a los ojos con algo que es todo menos cariño de hermanos y de a poco algo se sacude dentro de ellos, eso que se esfuerzan por mantener dormido, por disimular pero que al final siempre gana, porque nunca se rinde. Son dos partes de una misma persona, siempre van a serlo, por eso, quizás, no necesitan de palabras para darse el permiso mutuo y hacer algo que quieren hacer desde hace tanto tiempo pero que ha estado prohibido.

(Sigue estándolo, sólo que ya no importa.)

Ella se inclina lentamente, tensa, mientras Anthony aguarda pacientemente. Pero se dice que vale la pena cuando los labios de Charlotte presionan los suyos, porque es algo que nunca ha sentido y que probablemente no le haga sentir nada más. La mano libre de él le roza levemente la cintura antes de meterse suavemente por debajo de la camiseta que ella usa para dormir, mientras el ritmo el beso aumenta.

Y, entonces, ninguno de los dos se acuerda de que son hermanos, de que está mal, de que tienen la misma sangre, la misma madre. Entonces los dos se olvidan de que son Charlotte y Anthony para ser sólo ella y él, para besarse como si fuera el fin del mundo y tocarse como han deseado desde que tienen trece años y tomaron consciencia de todo. Ella le muerde los labios y suelta pequeños gemidos, él le acaricia la espalda y suspira de vez en cuando.

(Porque eso es todo lo que necesitan, porque entonces ya son ellos.)

Charlotte le pone las manos en el cuello y de vez en cuando una se mueve sigilosa para acariciarle el cabello, eternamente despeinado. Anthony lleva el ritmo del beso, le roza los labios con la lengua hasta que ella abre la boca tímidamente, sin saber si lo está haciendo bien pero importándole poco segundos más tarde, cuando se olvida del mundo y sólo se concentra en Anthony.

Sólo son él y ella, besándose.

Una y mil veces, se separan apenas para tomar aire, mientras se tocan, se exploran, mientras juegan a ser dos extraños que se gustan y que pueden intentar amarse una noche para olvidar todo a la siguiente. Charlotte se detiene de repente, y Anthony no reclama porque sabe que esa noche no será.

(No por un simple impulso, tiene que ser por algo más.)

Ella suspira en su cuello, afligida. Él la mira a través de las pestañas, resignado.

Se ha caído el muro irrompible.

advertencia: lime, claim: anthony/charlotte, fandom: caja de música, comunidad: menteoriginal, advertencia: incesto

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