¤ Título: No somos piromaniacos, lo juro.
¤ Fandoms: LMF!R!OP/Animorphs.
¤ Claim: Kmi+Locos+un poco de Tobías y Ax.
¤ Palabras: 1.765.
¤ Advertencia: Lo básico de AM.
¤ Notas: Parte de la misma línea que
este y
este. No jodan, dejen buenos comentarios y pido un descanso! (?)
¤ Beta: Cosa (
lb_syndrome)
Tonta, tonta y mil veces tonta, ahora sí que no podía reprochar las miradas de Cosa y Ligo que decían claramente Esto es por tu culpa. ¿Cómo pude ser tan despistada como para decir lo de los controladores? ¡Si yo soy la que siempre anda diciendo que esos chicos más paranoicos no podían ser! Suficiente tenían de desconfiar de nosotros por la manera en la que aparecimos ahí (y, por cierto, aún no tengo ni idea como acabamos en ese lugar) y voy yo y suelto algo semejante. Aunque… ¿Por qué fregados cuatro días?
Me encontraba sentada en una esquina de la cabaña, un poco alejada de los demás, quienes parecían un poco más tranquilos. Aunque era sólo eso, apariencia. Estoy segura que todos pensábamos lo mismo: una simple cabaña que quién sabe cómo estaba de pie no iba a detenernos.
-Ahora sí que la armaste grande -Alcé la vista y Cosa me miraba con una sonrisa algo burlona. Yo bufé como toda respuesta, recargando mi cabeza contra la pared. Ella se sentó a mi lado. Ambas observábamos como Hawk intentaba convencer a las demás que sus plantas no serían buen suplemento alimenticio. Y Char insistía que sí, además de que quedaban bien con el calamar frito. D no pareció escuchar eso, porque estaba muy entretenido peleando con L, al parecer queriéndole quitar su disfraz de Zero.
Me quité la especie de malla blanca que cubría mi cabeza, dejando libre mi cabello. Saqué de mi mochila mi gorro característico y me lo puse. Con un trapito comencé a quitarme el maquillaje blanco que cubría mi cara, aunque no toqué las marcas de la sonrisa de Jack, por lo que debía de tener un aspecto curioso. Lluvia me imitó un poco, quitándose solamente la peluca rojiza y poniéndose su gorro de alien.
-¿Tienes alguna idea de cómo terminamos aquí? -pregunté. Ella era la experta en dimensiones, no yo.
-No. Lo último que recuerdo es como casi una bala de cañón tumba el mástil del Lamb, luego de eso todo fue ramas y hojas.
Asentí, al menos hasta ahí nos encontrábamos bien. Vi como D había logrado quitarle el traje a L y éste intentaba recuperarlo. No pude evitar sonreír un poco, divertida. Al menos todos nos habíamos tranquilizado un poco. Pero sabía de sobra que eso no duraría mucho.
-Tenemos que decirles algo. No sé tu, pero, a pesar de todo, no quiero enfrentarme a ellos -murmuró Cosa, señalando con la cabeza hacia fuera. Le entendí sin necesidad de que dijera nada más-. A parte... hay otra cosa que me preocupa...
-Y eso es un encuentro del tercer tipo con ciertos gusanos ¿no?
-¿Ves? Tu eres la que lee mentes, no yo.
-Sabes que eso no es cierto -bromeé.
Guardamos silencio, casi suspirando al mismo tiempo. Bien, lo mejor era informar, aunque sea un poco, a los demás sobre lo que sabíamos de esos animales. Tal vez así podríamos quitarle la idea a Char de hacer pollo asado.
-Hey, escuchen, tenemos algo que decirles -llamé la atención de los demás, quienes voltearon a vernos.
-¡Vaya! Ya era hora de que comenzaran a comportarse como las capitanas que se supone que son -Cosa frunció el ceño.
-Char, ¿qué ingredientes ocupas para el calamar asado?
-Luego Char te pasa la receta -interrumpí, antes de que la típica pelea se desatara. Vamos, que me divierte, pero como que no es el momento-. Antes de eso tenemos que decirles lo que sabemos.
-Entonces no solo es imaginación mía, ¿verdad? -dijo Ligo, a lo que Cosa y yo asentimos. Hawk frunció el ceño, creo que no fue el único.
-¿Tienen idea de dónde estamos y qué son esos animales? -preguntó, bruscamente.
-Si es así, entonces es hora de que nos lo expliquen, porque yo no pienso pasar cuatro días aquí metida. ¡El Lamb ocupa ser reparado! Y puede que el Girasolito también.
Me llevé una mano a la cabeza. Debo admitirlo, una parte de mi estaba emocionada. Y, es que, ¿cómo no estarlo? ¡Adoraba esa serie de libros! Y el saber que los viajes entre dimensiones existían era lo mejor que pudo haberme pasado. Pero como que no podía dejar salir mi lado friki -mucho- en este momento. Es una lástima que la seriedad absoluta no sea uno de los dones característicos de las Co-Cos.
-Digamos que ya no estamos en Kansas -soltó Cosa. Yo sonreí, estoy segura que Sir también.
-¿Kansas? Boba, si estábamos en el Grand Line -corrigió Hawk. Cosa rodó los ojos.
-Debes de releerte Mago de Oz y si no lo has leído, léelo.
-Arruinaste una gran expresión friki ¿sabes? -refuté.
Íbamos a comenzar otra pelea cuando Naho nos interrumpió.
-Si van a explicar algo, háganlo bien, que estoy perdida.
Pero antes de que alguna de las dos, o tres -contando a Ligo-, pudiéramos decir algo, Miyu se despertó de golpe, mirando a su alrededor y luego fijando la vista en Char.
-Me muero de hambre, ¿Falta mucho para comer?
Juro que si estuviéramos en alguno de mis mangas, a todos nos hubieran salido gotitas de la nuca. Puede que si fuéramos una tripulación un tanto despreocupada. Aunque en ese instante me gruñó el estomago. Era cierto, llevábamos mucho rato sin probar bocado.
-¿Qué tal si primero comemos y después hablamos? -sugirió Sir. Definitivamente ella era la voz de la razón. O eso me pareció a mí.
-¡Pero no podemos salir! -dijo rápidamente Ligo.
-¿Por qué no? Esta cabañita no nos detendrá.
-Aunque tengas razón, Char, creo que lo mejor no es hacer enojar, aún más, a los animales que vimos. Créanme, por una vez no me ignoren.
-¡Ya llevo más de dos semanas sin ignorarte! -gritó Hawk, entendiendo la indirecta.
-Como sea, si quieren algo de comer puedo usar a Shiroi, ella puede salir y entrar de este lugar sin problemas.
Antes de que alguien más dijera algo, saqué mi libro y lo abrí en la página donde había puesto unos nuevos personajes. Susurré un nombre y, al poco rato, una silueta pálida se mostró ante nosotros. Shiroi me miró, esperando mis órdenes.
-Hey, a ella no la conocía -L parecía contento de conocer a uno de mis nuevos personajes. La pequeña fantasma se volvió hacia él e hizo una pequeña inclinación de cabeza, saludándolo, la quimera hizo lo mismo.
-Ya que tienes tu libro abierto, saca algo que nos haga entrar en calor, que comienza a refrescar -pidió Miyu, quien casi se había ido a cobijar con la capa de Sir.
-Uhm... tengo uno que puede servir, pero aún no lo controlo del todo -advertí. Cambié de página y, con el dedo, toqué un dibujo muy burdo de lo que se suponía era un pájaro rojo. Susurré su nombre y, al instante siguiente, un ave hecha de fuego se materializó en medio de todos. Sonreí, había soñado con Tsibi días antes, aunque aún no era un personaje del todo terminado, sólo una idea base.
-Así se está mejor -dijo Miyu, disfrutando del tenue calorcito que Tsibi emanaba.
Le pedí a Char que le dijera a Shiroi qué tenía que buscar, mientras volvía a sentarme en mi rincón de la cabaña, Cosa se había sentado al lado de Naho, haciéndole cariñito en el cabello para calmarla, al parecer aún seguía molesta por como la había tomado el Gorila. Me pregunto si seguiría malhumorada si supiera quién era ese gorila, y de que Ligo, Cosa y yo la habíamos envidiado un poco por aquello.
Tsibi seguía revoleteando, intentando no tocar nada ni a nadie, sabía bien que no podía hacerlo si es que no quería quemar algo o alguien en el proceso. Iba a comentarle algo a Char sobre que le estaba dando una lista muy extraña a Shiroi, cuando L se puso a mi lado, cargando a Rich.
-¿Demasiado cansada para platicar? -preguntó, con una sonrisa, la cual respondí.
-¿Me crees capaz de cansarme para eso? No me conoces sirenita.
-Pues has estado extraña. Al inicio pensé que te iba a dar algo, a ti y a Cosa. A ambas les brillaban los ojos demasiado.
Me reí de buena gana.
-Imagínate que has soñado con algo por mucho tiempo y esto, de repente, se cumple. ¿No estarías igual que nosotras?
Rich pareció meditarlo. Miró la cabaña y luego centró su vista en mí, moviendo un poco su cola.
-Pues, si esto es algo que ustedes habían soñado desde hace tiempo, debo de preocuparme. No creí que fueran masoquistas. O al menos no a este grado.
Gruñí, frunciendo el ceño y dándole un pequeño empujón por el hombro.
-¡Mensa! Los únicos masoquistas en la tripulación son D y Hawk.
-Hey, pero si eso fue lo que me dijiste -señaló la cabaña, más destartalada que nada. L reía en voz baja, divertido.
-No me refería a esta cosa.
Ella parecía con la intención de decir algo más, pero un chillido nos llamó la atención. Tsibi estaba asustada, al parecer alguien coffHawkcoff había intentado agarrarla.
-No, ¡Tsibi no! -grité, pero la pobre se fue a estrellar contra la pared, la cual no tardó en prender fuego.
-¡Yo no hice nada! ¡Tú la sacaste, ahora tú contrólala! -Hawk ni tardío ni perezoso en echarle la bolita a alguien más.
-No nos podía faltar algo quemado ¿no? -Miyu, señalando lo obvio.
-Olviden eso, ¡Mi pájaro está asustada!
-Co-Co, que bueno que no eres hombre, o te haría una buena broma sobre eso.
Shiroi no sabía qué hacer y Tsibi había atravesado el techo, el cual ya también tenía algunas flamitas por aquí y por allá.
-Shiroi, Tsibi, ¡regresen aquí! -grité, ambos personajes desapareciendo y me volteé a señalar a los demás-. ¡Y no soy piromaniaca!
-Lo que sea, ¡salgamos de aquí! -No supe quien gritó eso, pero al instante siguiente L dio una fuerte patada a la puerta y salimos a tiempo, porque la cabaña no terminó en caerse.
-¿Habrá día en que no destruyamos algo? -preguntó Luga.
-No seríamos nosotros sino destruyéramos algo -apuntó Naho.
-No deberían estar orgullosos de eso -gruñó D.
-¿Esto puede empeorar? -soltó al aire Char. Sir le tocó el hombro, señalando tras de ella.
-Creo que ahí está tu respuesta.
Todos volteamos hacia donde señalaba y creo que fue Hawk el que soltó ¿Qué rayos es eso? Pero no me importó explicárselo, porque Ligo, Cosa y yo no pudimos evitar soltar un grito en conjunto.
-¡¡OMA!!
¡El mismísimo Ax estaba frente a nosotras! Pero él parecía más interesado en ver como la cabaña seguía ardiendo en llamas.
¿Y, saben qué? Creo que no llevábamos ni tres horas desde que nos habían encerrado.