¤ Comunidad:
30vicios.
¤ Título: Diversión.
¤ Fandom: Shaman King.
¤ Claim: Yoh/Ren.
¤ Tabla:
Básica.
¤ Prompt: 26. Pistola.
¤ Palabras: 496.
¤ Advertencia: Canon del anime (ignorando olímpicamente el del manga). Post-anime, shonen ai.
¤ Notas: Creo que soy solamente yo, pero para mi Anna y Ren llegarían a ser buenos amigos. Solo que no conviven lo suficiente para eso.
¤ Resumen:
Nada mejor que pasar la tarde con tus amigos jugando guerritas de agua.
Risas, reclamos, personas corriendo, eran los sonidos que podía escuchar cuando se acercaba a la pensión e inconscientemente él también sonrió, imaginándose que en ese momento se estaban divirtiendo mucho.
Y no se equivocóo, pues al entrar fue lo que notó. Horo-Horo, Ryu y Manta correteaban por el jardín, cada uno con una nueva pistola de agua, al parecer cortesía del más bajito.
―¡Yoh! ¡Que bueno que llegaste!
―¡Don Yoh! ¡Juegue con nosotros! Nos falta uno para hacer dos parejas, para una guerrita de agua ―dijo Ryu, mientras se detenían y Manta iba a la puerta de la sala, donde se podían ver sentados Ren y Anna, al parecer admirando desde ahí el espectáculo. El pequeño chico se encaminó hacía su mejor amigo, ofreciéndole la otra pistola que traía.
―Sí Yoh, se mi compañero. Tú y yo contra Horo-Horo y Ryu ¿Te parece?
El castaño sonrió y dejo sus cosas a un lado, para que no se mojaran, después tomó el arma y se colocó en posición, dispuesto a disfrutar aquel momento.
―Bien, esto comienza en tres, dos, uno... ¡Ahora! ―gritó una alegre Tamao, que veía todo desde la ventana de la cocina y Horo-Horo le había pedido ser el árbitro.
Y así, los cuatro chicos comenzaron a corretearse por el jardín, viendo quien es el que terminaría más mojado. Yoh se estaba divirtiendo mucho cuando, en su campo de mira, volvieron a aparecer Ren y Anna, quienes parecían muy a gusto platicando, completamente secos.
―Esto será divertido ―pensó el castaño, mientras cargaba su pistola de agua.
Se acercó con disimulo, como si solamente estuviera huyendo del ataque de Horo-Horo, cuando de repente, ya estando frente a ellos dos, se dio a vuelta.
―¡Sorpresa! ―dijo riendo, mojando todo lo que podía a ambos chicos.
―¡Yoh! ¡Voy a matarte! ―gruñó Anna, poniéndose de pie y tratando de alejarse de aquel chorro de agua.
―¡Asakura idiota! ¡Que nosotros no estamos jugando! ―replicó Ren, haciendo lo mismo que la miko.
Ambos terminaron en la cocina, siendo atendidos por una entre preocupada y divertida Tamao, quien les había entregado una toalla respectiva. A fuera, las risas de los cuatro chicos eran muy notorias, así como las felicitaciones de tres de ellos hacía el castaño.
Anna, mientras se secaba el cabello, observo de reojo al chico que tenía a un lado, notando la leve sonrisa que quería ocultar, por lo que ella también sonrió.
―Te compadezco Ren ―le dijo al chico que ya tenía más de veinte años, haciendo que este le mirara extrañado―. Vas a tener que soportar a ese idiota el resto de tu vida.
Ren parpadeó, y negó con la cabeza con cara resignada, sonriendo de lado.
―Es cierto... ―detuvo sus palabras al sentir una mano sobre su hombro, por lo que miró interrogante a la chica, quien sonreía de manera peculiar.
―Pero alégrate. Nunca te aburrirás con él.
El chino asintió, sonriéndole sinceramente a la miko. Lo sabía muy bien, Yoh era todo un estuche de monerías.
¤ Comunidad:
30vicios.
¤ Título: Algo nuevo.
¤ Fandom: Shaman King.
¤ Claim: Yoh/Ren.
¤ Tabla:
Básica.
¤ Prompt: 01. Inicio.
¤ Palabras: 270.
¤ Advertencia: Shonen ai.
¤ Notas: Sin comentarios.
¤ Resumen:
Hoy es el día de un nuevo inicio.
Abrió la puerta sin poder creerlo todavía, entró en aquel lugar y al estar en medio de la habitación dejó caer las cosas al suelo. En su rostro varonil existía una gran sonrisa, mirando a su alrededor como si aún no pudiera creerlo.
―Yoh ―murmuró una voz a su espalda y el joven, de unos veintidós años de edad, volteó a ver a su pareja.
Ren estaba en la puerta, en su rostro demostrando el claro nerviosismo que sentía por lo que aquel lugar significaba para ambos. Yoh le sonrió de manera tierna, caminando hasta colocarse frente a él, extendiendo una de sus manos.
―Ren, al fin sucedió, hoy es el inicio... ―murmuró mientras él tomaba su mano, haciendo que Yoh se enterneciera al notar el nerviosismo en el chino, por lo que tomó con fuerza su mano―. Ren, hoy iniciamos una nueva vida y no sabes la alegría que siento.
El joven Tao sonrió ante aquellas palabras, sintiendo como aquella mano lo jalaba y unos fuertes brazos lo rodeaban. Correspondió al gesto, ocultando su rostro en el cuello del más alto, aspirando su aroma, escuchando como la puerta se cerraba tras de ellos.
Al fin había sucedido, ahora ambos vivían juntos, sin amigos que les molestarán en los momentos precisos, sin nadie más que detuvieran sus peleas. Ahora estaban solos, era el inicio de una nueva etapa entre sus vidas.
Estaban nerviosos, no podían negarlo, pero a la vez una extraña alegría los llenaba. Estaban solos y su sueño se había cumplido, ahora venía la verdadera prueba.
Pero si lograban superarla, sabrían que su destino si era estar juntos.
¤ Comunidad:
30vicios.
¤ Título: Pensamientos por la noche.
¤ Fandom: Shaman King.
¤ Claim: Yoh/Ren.
¤ Tabla:
Básica.
¤ Prompt: 27. Miedo.
¤ Palabras: 452.
¤ Advertencia: Shonen ai.
¤ Notas: Milagro, al fin preocupaciones de Yoh.
¤ Resumen:
Es lo normal. Comienza a preocuparte cuando dejes de sentir miedo.
La vida era difícil aquellos días, pero ambos se la apañaron para conseguir buenos trabajos y aún así seguir las tradiciones familiares sobre el shamanismo. Las peleas eran cosas que no desaparecían, pero siempre terminaban de buena forma, haciendo que sus sentimientos se aseguraran de ser correspondidos y crecieran un poco más.
Pero aquella noche las cosas eran distintas e Yoh lo sabía, podía sentirlo dentro de él.
A pesar que ambos se hallaban en un lindo, agradable y confortable departamento, la manera en la que vivían era sencilla pues se mantenían con su propio dinero. Eso era lo que le preocupaba a Yoh. ¿Realmente podría ser feliz Ren viviendo en esas condiciones? Él, que toda su infancia había estado rodeado de lujos, sirvientes y de más, a pesar de ser criado para odiar a todo el mundo, nunca le faltaba nada, cosa diferente en estos tiempos.
El castaño se movió un poco en el lecho, notando como el sueño se había escapado nuevamente por culpa de sus pensamientos. Su mirada se posó en el cuerpo que yacía a su lado, durmiendo tranquilamente sin darse cuenta de aquello que acongojaba a su pareja.
Yoh no era de las personas que se dejaban vencer, de las que se rendían o preocupaban por ese tipo de cosas. Pero la situación ahora era distinta. Sentía miedo por su futuro, miedo de no poder darle una vida digna a la persona que más quería en el mundo. Ya no eran niños, las cosas eran distintas a hace algunos años y ahora otra vida dependía de lo que él hiciera.
El joven Asakura suspiró sin saber que hacer, si estaban haciendo lo correcto o no y pensando el porque de que aquellas dudas lo asaltaran en ese tiempo.
Pero dejó todo de lado al sentir como ese cuerpo delgado se estrechaba más en el abrazo que tenía sobre su cintura, sonriendo casi de manera ingenua.
―Yoh... ―murmuró Ren entre sueños, acomodándose en una mejor posición.
El mencionado se le quedó viendo unos instantes, para después sonreír casi como si no se lo creyera. Se volvió a recostar, atrayendo ese cuerpo contra el suyo, sin dejar ir esa sonrisa y besando su frente.
―Gracias ―susurró contra su oído, cerrando los ojos al darse cuenta que el sueño había regresado.
Era norma que tuviera miedo de lo que fuera a suceder de ahora en adelante, pero Yoh Asakura nunca se había dejado vencer por el mismo y no empezaría ahora, mucho menos cuando al fin había logrado ganarse ese terco corazón y estar en aquella situación.
Yoh Asakura nunca se dejaría vencer porque tenía a Ren Tao a su lado y era lo único que a él le importaba.
¤ Comunidad:
30vicios.
¤ Título: Realidad.
¤ Fandom: Shaman King.
¤ Claim: Yoh/Ren.
¤ Tabla:
Básica.
¤ Prompt: 06. Escape.
¤ Palabras: 328.
¤ Advertencia: Shonen ai.
¤ Resumen:
Todo mundo quiere escapar de su realidad, pero sólo unos cuantos logran hacerlo.
Entró al departamento, extrañándose al encontrarlo a oscuras. Se acercó a la cocina y fue cuando lo vio, una nota puesta en el refrigerador que le informaba que ese día llegaría más tarde de lo normal. Una sonrisa de pena formándose en sus labios. Últimamente Yoh trabajaba horas extras y él no sabía la razón. Al menos le prepararía la cena, para que pudiera descansar cuando llegara.
Ren se movía con destreza por la cocina, pero parecía actuar de manera automática, pues su mente se encontraba muy ocupada analizando su situación actual.
¿En qué momento Yoh se había adentrado tanto a su vida como para llegar a donde estaban? No que se quejara de lo que estaba viviendo, pero si recordaba el instante en que conoció al Asakura, hace años, estaba seguro que en ningún momento se imagino viviendo con él, mucho menos amándolo de esa forma.
La sonrisa se hizo algo más notoria en su rostro. Era extraño, Yoh había aparecido casi de manera brusca en su vida, volviendo todo patas arriba. Se había enfrentado a su padre por él, a su familia entera y eso ya era mucho decir.
Yoh había sido la puerta de escape que él siempre había estado buscando, quien lo llevó a conocer lo que era el mundo de afuera, sacándolo de la realidad en la que siempre había vivido, demostrándole que existía algo más que el odio. Y en verdad le había mostrado mucho.
Ahora, podía decir con seguridad, tenía grandes amigos, su relación con su hermana había mejorado muchísimo e incluso su familia había cambiado algunas actitudes. Pero, el cambio más obvio, era en él mismo... cocinando para alguien más (y eso es un fuerte ejemplo).
Yoh en verdad había sido un escape para todo aquel odio y dolor que conoció siendo un niño. Ahora Ren solo deseaba que, para esa nueva vida, no existiera ninguna puerta de salida y si la hubiera, él se encargaría de cerrarla para siempre.
¤ Comunidad:
30vicios.
¤ Título: Oscuridad y Luz.
¤ Fandom: Shaman King.
¤ Claim: Yoh/Ren.
¤ Tabla:
Básica.
¤ Prompt: 30. Oscuridad.
¤ Palabras: 545.
¤ Advertencia: Shonen ai y tono cursi.
¤ Notas: No sé por qué tenía que terminar la tabla con algo cursi, ni modo (?).
¤ Resumen:
Luz y Oscuridad. Cosas totalmente opuestas, pero que se necesitaban una a la otra para poder sobrevivir.
Odio, muerte, resentimiento. Eso era lo único que había conocido en toda su vida. Soledad, frialdad, era lo que siempre le había acompañado.
Creció en una profunda oscuridad, detestando a todo aquel que fuera normal, a todo ser que demostraba algo de misericordia hacía los demás, porque nunca se la habían demostrado a él, porque nunca nadie pareció haberse preocupado de lo que pudiera pensar, de lo que pudiera sentir.
Dolor, eso era lo único que conocía. El sufrimiento de una traición, las mentiras, el desprecio por tener aquel don. Se había resignado a vivir siempre así, odiando a todo el mundo, odiado por todos.
Y entonces ¿Cómo cambio todo? ¿Cuándo fue que él se metió tanto en su vida?
No lo sabía. Sólo recordaba que iba a matarlo, porque era un estorbo para sus planes y de repente... de repente se había vuelto lo más importante para él.
Entrenaba para vencerlo, para volverse más fuerte que él y al fin poder asesinarlo. Intervenía en sus peleas, pues no deseaba que nadie más lo matara. Pero las cosas cambiaron.
Ya no estaba con él para matarlo. Ya no estaba ahí para vencer. Sólo quería estar a su lado, conocer esa vida que siempre se le había negado y que él parecía ofrecerle como lo más normal del mundo.
Pasaron por muchas cosas juntos, siempre pensando que él, de un momento a otro, lo abandonaría, lo dejaría de lado al ver la oscuridad que había en su corazón, pero se equivoco nuevamente.
Aquel chico no parecía dispuesto a dejarlo atrás, cada vez que caía, él se detenía y regresaba sus pasos, extendiéndole una mano, una pequeña luz para sacarlo de aquella oscuridad y nunca pudo rechazarla.
Siempre que veía esa luz, se aferraba a ella, descubriendo que tenía miedo, de regresar a como era antes, de volver a sentir odio hacía todo y de que todos lo odiaran.
Pero era extraño, sentía que podía confiar en ese chico, él se lo demostró, siempre yendo hacía el cuando necesitaba ayuda, siempre rescatándolo, de alguna forma. Y lo comprobó todo aquel día, cuando la luz fue más fuerte que la oscuridad y pudo escapar al fin de ella.
―Sabes que te amo ¿verdad?
Había dicho con una de sus eternas sonrisas, como si ese conocimiento fuera el más básico del mundo. Y él había sentido su ser temblar, escuchando como el dolor, odio, sufrimiento y todo lo malo que había vivido de rompía en mis pedazos, haciendo que sonriera de verdad por primera vez en su vida.
―Lo sé, como sé que sabes que yo siento lo mismo.
Había dicho él mismo, sin saber como había tenido la fuerza para decir aquello.
Y todo había cambiado, ya no había más oscuridad, no más dolor, no más odio, no más nada. Solo felicidad, solo aquella luz que despedía su sonrisa, aquella seguridad de que la vida sería maravillosa a su lado.
Yoh Asakura se había enamorado de él, a pesar de que había estado cubierto por la oscuridad.
Ren Tao le había correspondido, a pesar de que él siempre había estado en la luz.
Luz y Oscuridad. Cosas totalmente opuestas, pero que se necesitaban una a la otra para poder sobrevivir, así eran ellos y así lo serían siempre.