¤ Título: Nop, definitivamente no serían buenos esposos.
¤ Claim: Nami+Lola.
¤ Advertencia: Spoiler de Thriller Bark (Lola es spoiler en sí xD).
¤ Notas: Creo que Lola es la primera persona (que es de otra tripulación) que se ha convertido en tan amiga de Namizou xD.
¤ Resumen:
Lola, la pirata que nunca se rinde.
―No, definitivamente él no sería un buen esposo para ti.
―¿No?, Pero ¿por qué, Namizou?
La chica del cabello color zanahoria sonrió de lado, colocando a la vez su mano sobre el brazo de la pirata más grande.
―Lo siento, pero Franky ya está comprometido.
Lola suspiró, conociéndose de hombros. Luego miró nuevamente a los Sombrero de Paja y alzó la mano, señalando a uno.
―¿Y qué me dices de él? ―Nami miró a quien señalaba e hizo todo lo posible para contener la risa.
―¿S-Sanji? No, definitivamente no. Él... digamos que su corazón también está ocupado por cualquier chica linda que pase frente a él.
La capitana Lola se cruzó de brazos, mirando pensativamente al resto de los Sombrero de Paja. Nami, al verla, se compadeció un poco.
―Olvídalos Lola, todos ellos de alguna extraña manera ya están comprometidos con alguien (o algo). Tal vez tengas suerte en la próxima isla.
―Puede que tengas razón ―aceptó decaída la pirata. Nami la consoló dándole palmaditas en la espalda, pero al parecer no sabía que tan insistente podía ser su nueva amiga―. ¿Y qué dices del esqueleto? ¿Él sería un buen esposo?
¤ Título: Finalmente podré traerlos de vuelta.
¤ Claim: Moria+Hogback.
¤ Advertencia: Spoiler de Thriller Bark y del "pasado" de Moria (?).
¤ Notas: Parece continuación del que escribió Cosa XDD.
¤ Resumen:
Una pequeña sonrisa, con una esperanza contenida, se formó en su rostro. Ya es tiempo de traerlos de vuelta.
Un sonido leve, al parecer de pasos, llamó su atención. Miró al enfrente, en la dirección donde se suponía se encontraba la puerta a esa habitación, y esperó. Al parecer su invitado especial había llegado finalmente.
Otro sonido, pero esta vez más agudo, le confirmó sus sospechas, sobre todo cuando un rayo de luz se coló por la puerta abierta, alumbrando tenuemente la oscura estancia. Él sólo sonrió, sintiendo como algo que hacía mucho tiempo no sentía se posaba en su pecho. Emoción.
―Uhm... permiso ―susurró una voz un tanto aguda, y la puerta se abrió completamente. Entró un hombre gordo, con nariz peculiar y lentes. Éste no pareció extrañarse porque el lugar estuviera a oscuras, sino al contrario, entró con total normalidad, aguardando.
El hombre cerró la puerta y esperó. Él lo miraba entre las penumbras, posiblemente examinándolo. Cuando se dio por satisfecho tronó los dedos y las luces se encendieron. El hombre miró al que sería su nuevo Capitán de ahora en adelante y no pudo evitar sentir miedo. Frente a sí tenía ni más ni menos a uno de los Ouka Shichibukais, al mismísimo Gekko Moria.
―Doctor Hogback, al parecer la pequeña tarea que le dejé lo ha tenido muy entretenido ¿no es así?, Kishishi ―rió entre dientes Moria. El doctor lo miró, complacido por sus palabras.
―Fos fos fos, por supuesto, gracias a su encomienda he encontrado la respuesta a la incógnita más grande del mundo, Moria-sama.
El usuario de la kage kage no mi asintió con un gesto mientras sonreía, pero ese gesto duró poco en su rostro. La seriedad lo invadió, a la vez que otro sentimiento que siempre se negaría en aceptar... tristeza.
―¿Y es verdad? ¿Sus investigaciones son ciertas?
Hogback sonrió aún más. Se hinchó, orgulloso cual pavo real salido de una historia de terror, llevándose una mano al pecho.
―Así es, fos fos fos, todos mis datos son correctos, Moria-sama. Hasta el momento he podido reconstruir perfectamente los cadáveres que me proporcionó hace tiempo y mis teorías sobre las sombras también parecen estar acertadas. Sólo ocupamos realizar el último paso y en estos momentos estoy preparando todo para el primer intento.
Moria sonrió y le hizo un gesto al doctor para que se retirara. Cuando estuvo solo nuevamente, el Shichibukai se dejó caer en su asiento, mirando a la nada.
―Ya es tiempo ―susurró, permitiéndose demostrar finalmente todo el dolor que llevaba por dentro―. Por fin podré traerlos de vuelta. Y ahora ya no habrá tristezas, porque los Zombies pueden regresar fácilmente a la vida, kishishishi.
¤ Título: Preocupaciones.
¤ Claim: Chopper.
¤ Advertencia: Spoiler de Sabaondy y de después de Amazon Lily. Técnicamente también de Enies Lobby.
¤ Nota: Chopper ;___________;
¤ Resumen:
Con tal de protegerlos es capaz de ser un monstro por siempre.
Chopper abrió los ojos con dificultad, sentía su cuerpo completamente pesado y se desesperó un poco al comprobar que no podía moverse. Suspiró resignado y trató de ubicarse. Comenzó a asustarse un poco al darse cuenta que no reconocía aquel lugar, el paisaje era muy distinto a Sabaondy.
Pero, al recordar lo que había sucedido, el querer saber donde estaba pasó a segundo grado, y un gran miedo y preocupación le invadió. ¿Cómo estarían los demás? Su último recuerdo coherente era que consumía su tercera rumble ball y la voz de Robin gritándole que se detuviera.
Por el estado en el que estaba comprendía que había vuelto a suceder aquello que Doctorine le había advertido y no supo como sentirse. Por un lado estaba preocupado por el hecho de no saber si había llegado a lastimar a sus amigos en aquel estado, por el otro lado tenía curiosidad por saber si había sido de ayuda o sólo había causado más problemas. Pero, también, un fuerte miedo le invadió. No había duda, ni un solo instante. Cuando estaban en Enies Lobby se lo pensó antes de consumir la tercera rumble ball, ¡incluso dudó al consumir la segunda! Pero en Sabaondy ni siquiera lo pensó. Cuando vio como sus amigos eran lastimados, el vivir aquella situación desesperante, el sentirse inútil e impotente al no poder ayudarles; todo eso bastó para que se olvidara de él mismo y se arriesgara de aquel modo con tal de salvarles.
No sabía qué había sucedido después de eso, ni donde se encontraba o donde estaban los demás, tampoco sabía qué tan lastimados estaban (si Zoro seguiría con vida o si los rayos de ese Pacifista habían tocado algún punto vital de Sanji y Usopp) o si habían logrado escapar. Fuera como fuera, el saber lo que era capaz de hacer le aterró por completo.
Y es que, ya lo había comprobado una vez, cuando fue a buscar el hongo para el Doctor o se enfrentó contra el ejército de Wapol al intentar vengarlo después de que Doctorine le dijera la verdad sobre su cura milagrosa. La soledad y el miedo que sintió en aquel momento, pensó que nunca volvería a experimentar algo igual. Pero se equivocó. Nuevamente había encontrado seres a los que quería con toda su alma y a los que, al parecer, estaba dispuesto a proteger costara lo que costara.
Chopper estaba decidido, debía recuperarse pronto y regresar con los demás. Volverse más fuerte, inventar nuevas cosas que le ayudaran. Lo que fuera para no volver a tener experiencias como aquellas, no volver a sentir la desesperación de ver sufrir a alguien querido frente a sus ojos.
Ya había tomado la decisión. Él protegería a sus nakamas costara lo que costara, sin importar que tuviera que volver a convertirse en un monstruo y su cuerpo quedara destrozado en el proceso. Porque, para él, lo peor que pudiera sucederle era aquello, quedarse nuevamente solo.