"La pregunta que duele" - MiB (cartoon)

[kmiya]

¤ Fandom: Men in Black (cartoon).
¤ Claim: K + James(J).
¤ Estado: Terminado (Viñeta).
¤ Advertencias: Está basado en un capítulo, lamentablemente no recuerdo en cual, pero sería spoiler por lo que le hacen a J. Posible OoC en K.
¤ Palabras: 475.
¤ Beta: Sin Betear.
¤ Nota: Hace mucho, mucho tiempo, cuando volví a ver por cuarta (o quinta?) vez la primera pelicula de MiB (y el cartoon habían dejado de pasarlo en CN), había querido escribir algo de este par, pero no sabía qué. Luego, un sábado, me levanté MUY temprano (antes de las 7 de la mañana) y me di cuenta que daban ese cartoon por tv abierta y vi el capitulo en el cual basé este fic. Y es que, simplemente una parte se me hizo encantadora ♥ (¿Se nota que me gusta intentar con fandoms nuevos? xD)


La pregunta que duele

K era una persona que podía ser catalogado como el sujeto perfecto para ese tipo de trabajo, muy pocas veces dejaba ver que era lo que pensaba o sentía, ni que decir de demostrarlo de manera abierta -ni siquiera con indirectas-. Por eso estaba más que convencido de que lo que habían hecho era lo correcto. J, no, James, era un chico de lo más problemático, que solo veía aquel trabajo como un juego y la gran oportunidad de demostrarse a si mismo -no al mundo entero, lamentablemente- de que no estaban solos en ese mundo -galaxia, universo, lo que fuera-.

Posiblemente esa era la principal razón por la que dudaba en ir a buscar al chico nuevamente, pero al parecer algo en la mente de él podía darles la pista que necesitaban para detener a la amenaza de turno. Aunque todo eso iba en contra de las reglas que tanto se empeñaba en seguir al pie de la letra. ¿Regresarle la memoria, cuando ellos mismos se la habían quitado? Más irónico no podía ser el asunto.

Frunció el ceño cuando detuvo el auto frente aquella casa que muy pocas veces había visitado. Dudó unos instantes, tan poco tiempo que incluso fuera posible que nunca hubiera dudado y ese lapso haya sido producto de su imaginación.

Bajó del auto y se acercó a la residencia. K revisó el perímetro para asegurarse de que se encontraba solo, cuando fue así se adentró, mas nunca se esperó el que los sentidos del chico estuvieran tan activos. Lo esquivó con facilidad, mandándolo a volar del otro lado del sillón.

Sonrió de manera inconsciente al darse cuenta de que todavía era mejor que él -pero bueno, sólo habían pasado unos cuantos días, no debería de sorprenderse por ese hecho-, pero cuando el moreno se levantó y lo miró, hubo algo que, ni con todo su entrenamiento, K se hubiera esperado que lo tomara por sorpresa.

―¿Quién eres?

El mejor agente de los hombres de negro se paralizó momentáneamente, analizando los gestos del chico, los cuales nunca había visto hasta ahora de esa forma. Después cayó en cuenta de que esa pregunta era algo obvia. Le habían borrado la memoria desde que le conoció, no debería extrañarse que no supiera quien era él, entonces ¿por qué había sentido esa peculiar opresión en su pecho, casi como si doliera?

Negó mentalmente como respuesta a esa pregunta, no debería de distraerse, la paz mundial -y universal tal vez- estaba en juego y la mente del chico frente suyo era la clave para evitar tal desenlace. Le regresarían su memoria y posiblemente se la volverían a borrar, eso no debería de importarle, definitivamente el que esos ojos negros le miraran con desconcierto no debería de importarle.

Para desgracia del agente K, aquello le importaba más de lo que nunca dejaría entrever.

Fin de la historia.