¤ Fandom: The Forbidden Kingdom [El Reino Prohibido].
¤ Claim: Lu/Jason.
¤ Estado: Terminado (Viñeta).
¤ Advertencias: Spoiler después de la mitad de la película.
¤ Palabras: 624.
¤ Beta: Sin betear.
¤ Nota: Ayer fuí a ver la película y está pareja me gustó mucho (y a
miyu_su xD) así que, sacando inspiración de quien sabe donde, empecé a escribir esto y nunca pensé que superaría las 200 palabras ôo.
¤ Summary: Tal vez lo sea, tal vez no, pero era una ilusión que no quería perder y por eso pelearía sin importarle lo demás.
Por una ilusión
―Te voy a extrañar ―susurró, colocando su mano sobre su hombro, tratando de contener las lágrimas que sabía no debían de aparecer.
―Olvídame ―fue la respuesta más dolorosa que pudo haber dado el ermitaño, pero sabía que tenía que decirla, a pesar de que esos ojos claros le confirmaban que eso nunca iba a suceder.
Jason, el viajero, intentó sonreír un poco, siendo la acción más difícil de hacer de lo que pensó, e inconcientemente negó con la cabeza. Aquello que le pedía Lu era imposible, pero tal vez era lo mejor que podía hacer. No había esperanza, él moriría en poco tiempo y no existía nada que pudiera hacer para evitarlo. O eso pensaba. Salió de la habitación cuando vio que Lu cerraba los ojos y tuvo que acercarse a su pecho para darse cuenta de que aún respiraba y así hacer que su propio corazón volviera a latir. Buscó al monje silencioso, porque recordó las palabras que la bruja Ni Chang dijo en su encuentro. Aún existía la esperanza de tener el elixir de la inmortalidad y así poder salvar a Lu.
Pero hubo algo con lo que no contaba, nunca se esperó que el monje fuera a rechazar su idea. Era imposible que esperaran dos días más para atacar el castillo. Si le hacía caso, lo más seguro es que Lu moriría y él no podía permitirlo. Ya le había fallado una vez a una persona querida, que había depositado su confianza en él. No volvería a hacerlo, no le fallaría a Lu como lo había hecho con el viejo Hop. Tal vez fue eso lo que lo motivó a tomar el báculo dorado y salir sin que nadie se diera cuenta. Podía enmendar su error, salvar la vida de su amigo y así poder calmar el dolor que residía dentro de si mismo, dentro de su corazón. Por qué, estaba seguro, no era simple amistad lo que sentía por su maestro y, aún así, sabía que tenía que olvidar ese sentimiento imposible.
Cuando vislumbró el castillo se detuvo bruscamente, sorprendido al verse dado cuenta de algo que no había notado en un principio. Lu le había dicho que lo olvidara y Jason creyó que se refería solamente al hecho de que no era buena idea que sufriera su pérdida, pero no era así. Lu sabía lo que sentía, posiblemente desde mucho antes que él mismo se diera cuenta de que sentimiento semejante había comenzado a crecer dentro de él. Aceleró su marcha hacía el castillo, más dispuesto que antes a llevar a cabo su cometido y obtener el elixir para el ebrio ermitaño. Lu se recuperaría, y cuando lo hiciera le diría lo que sentía y si aún así le pedía que lo olvidara lo intentaría, porque al menos sabría que él seguiría vivo, quedando así la ilusión de algo que nunca sucedió por haber sido rechazado y no porque el otro hubiera muerto.
Después de todo aún le quedaba el consuelo de que regresaría a su hogar -o eso esperaba- y que todo aquello quedara como un simple sueño y el dolor sería más fácil de llevar, pues todo habría sido producto de su imaginación. A pesar de que el fuerte replicar de su corazón en su pecho le aseguraba que tan real era lo que vivía y sentía en esos momentos.
Pero se preocuparía de eso en otro momento, ya que ahora sólo le quedaba una opción y esa era arriesgar su vida por aquella ilusión a la que se aferraba en creer y le daba la fuerza para seguir adelante en aquel plan suicida. Sin poder evitar el rogar internamente que Lu fuera a salvarlo si algo salía mal, como siempre había hecho desde que se conocieron.
Fin de la historia.