¤ Comunidades:
piffle_fanfic [Ficathon].
¤ Título: Recuerdos que atormentan.
¤ Fandom: Chobits.
¤ Claim: Minoru.
¤ Prompt: "Recuerdos".
¤ Palabras: 480.
¤ Advertencia: Spoiler básicos del manga.
¤ Notas: Mi primera incursión en este fandom la cual fue como que un fracaso.
¤ Resumen:
Minoru tomó la fotografía que descansaba en el buró, sin poder evitar los recuerdos que la misma le traía.
Estaba solo, no precisamente porque le gustara, pero en aquellos momentos lo necesitaba. Yuzuki le había insistido en que no era algo bueno, pero tenía que hacerlo. Se paseó por aquella habitación con aire ausente, dejando que los recuerdos lo invadieran. Cerró los ojos, pudiendo ver así su imagen, completamente nítida. Escuchaba su risa, su suave voz.
Podía verla, en verdad que podía hacerlo. Incluso hasta llegaba a sentirla. Cerró los ojos con más fuerza aún, intentando contener las lágrimas. No lloraría, había prometido que no lo haría. Se sentó sobre aquella cama que ya nadie usaba y dejó escapar un profundo suspiro. Se obligó a abrir los ojos y toda la vida que había sentido en la habitación desapareció, quedando fría y solitaria. Como en los últimos años.
Minoru tomó la fotografía que descansaba en el buró. En ella podía ver a una sonriente Kaede abrazando a una versión más infantil de si mismo. Se preguntó, no por última vez, como podía ser la vida tan irónica y haberle quitado a su hermana, quien fue la persona más tierna, agradable y buena que había conocido en toda su vida. Aunque, tal vez, lo que más le dolía es que lo hubiera dejado completamente solo.
Sabía que tenía a Yuzuki, pero muchas veces llegó a considerar que haberla creado fue un gran error. Ahora sus recuerdos regresaban con más fuerza y en vez de disminuir su dolor, como se suponía, este aumentaba. Quería a la chica de cabello azulado, no podía negarlo, aún así se marginaba al verla. No entendía la razón para eso. O tal vez si y sólo evitaba aceptarla.
Alguien tocó a la puerta. Era Yuzuki, quien le anunciaba que el joven Hideaki había ido a visitarlo. Minoru miró la foto por última vez y suspiró de manera profunda, guardando esos sentimientos y recuerdos en lo más profundo de su ser, para volver a ser el chico genio de siempre. Cuando abrió la puerta se encontró con ella, quien le dirigió una mirada preocupada. «La misma mirada de Kaede», pensó. Le sonrió un poco, dándole a entender que estaba bien y ella, algo dubitativa, le correspondió la sonrisa.
Fue ahí cuando Minoru se dio cuenta de que en realidad no estaba bien y que sus recuerdos le afectaban más de lo que creía. Por que no pudo evitar abrazar a Yuzuki, estrujarla y pedir sin palabras que ella hiciera lo mismo. La Persocon lo hizo, sorprendida por la reacción de su amo. Minoru no dijo nada, duró así unos instantes antes de soltarse y ser el mismo de siempre.
Lo sucedido quedaría entre los dos, nadie diría nada. Y Minoru se aseguraría de borrar de su propia mente ese momento de debilidad. Aunque estaba seguro de algo y es que tenía que hacerse a la idea de que Kaede no regresaría, por más que le doliera pensarlo.
¤ Comunidades:
piffle_fanfic [Ficathon].
¤ Título: Sonríeme.
¤ Fandom: Card Captor Sakura.
¤ Claim: Chiharu/Yamazaki.
¤ Prompt: "Gotas de Agua".
¤ Palabras: 399.
¤ Advertencia: Ninguna en parciular.
¤ Notas: Mi primer fic oficial de CCS, nunca creí que sería de esta pareja xD (Digo oficial, porque ya hice el otro que fue un crossover con xxxHOLiC xD).
¤ Resumen:
No dejan de caer. Por alguna extraña razón aquellas pequeñas gotas no dejan de caer.
Lleva un rato así, dejando que aquellas pequeñas gotas de agua salada recorrieran su mejilla, sin darse cuenta de que con esa acción lo único que lograba hacer era perturbar al chico a su lado. Él trataba de hacer todo lo posible por tranquilizarla, sin éxito alguno, sintiendo que es su culpa, que la pregunta que hizo era la incorrecta y por esa razón ella lloraba.
Por unos instantes dejó sus propios sentimientos de lado, ignorando -o a menos tratando de hacerlo- el dolor punzante que se apoderó de su pecho al ver el resultado de su proposición. Nunca, que él recordara, la había visto llorar de aquel modo.
―Perdóname ―murmuró él, abrazándola contra su pecho―. Puedes rechazarme si quieres, pero hazlo sonriendo ―pidió.
Ella alzó la vista, para poder verlo. Sus ojos castaños brillaban por las lágrimas, mostrándose más expresivos que de costumbre. Pero no sonrió, sino que se separo de su lado y, antes de que el chico se diera cuenta, estrujó su cuello con sus manos, asfixiándolo.
―¿Rechazarte? ¿Rechazarte? ¡¡Estas tonto!! ¿No puedes notar que estoy llorando de felicidad? ¡Tonto Takashi! No sabes lo mucho que he esperado para que me hicieras esa pregunta y ahora me sales con que te rechace ―y volvió a llorar, aflojando el agarre del cuello del chico.
Yamazaki sonrió, un tanto extrañado pero feliz al fin y al cabo. Estrujó entre sus brazos a la persona que fue su amiga desde la infancia y pudo escuchar como ella se reía al corresponderle el abrazo. Alzó su rostro y le besó suavemente en los labios. Él le secó las lágrimas, con un poco de torpeza.
―Sonríeme Chiharu.
―Te sonreiré, siempre lo he hecho ―le dijo, completamente feliz.
―¿Sabías que el termino sonreír proviene de la antigua acción que realizaban los del mediterráneo... ? ―pero hasta ahí terminó su explicación, puesto que su prometida le tapó la boca, teniendo una pequeña venita en la frente.
―No arruines el momento ―murmuró, con el ceño fruncido. Yamazaki asintió, guardando silencio, pero al menos ya más tranquilo porque ella había dejado de llorar.
Aunque ahora venía lo complicado del asunto, y Chiharu lo tenía muy en cuenta, al fin de cuentas ella era la única capaz de querer casarse con un mentiroso compulsivo. La realización de la boda sería algo complicado, pero bueno, ella aceptaba ese ‘reto’, con tal de estar junto con su Takashi.