¤ Título: El momento de la ruptura.
¤ Fandom: Black Cat.
¤ Claim: Sephiria/Train.
¤ Prompt: "Yo confié en tí".
¤ Palabras: 425.
¤ Advertencia: Spoiler del pasado de Train, como Black Cat.
¤ Notas: Ellos dos hacen linda pareja, además de que Sephiria parece que consentía al gato xD.
También fue parte de uno de los DTM.
¤ Resumen:
"Prepárate para tu destino" murmuró. Train sonrió, Sephiria tenía extrañas formas de desear suerte. "Lo estoy desde que nací".
Sephiria caminó por el oscuro pasillo, hasta llegar a la última habitación, plantándose frente a la puerta de la misma, donde yacía confinado, desde hace cinco días, el Número XIII de Chronos, también conocido como Black Cat. Por lo que se enteró, sin importarle el tiempo en que llevaba encerrado, el asesino no parecía tener la intención de cambiar su idea de dejar la organización. Y aquello le preocupaba. Había decidido no hablar con él, creyendo que al final la soledad y tranquilidad del confinamiento le permitiría pensar con calma y así entraría en razón. Pero sabía que ese pensamiento no solo era erróneo, sino tonto. Ella fue testigo del cambio que comenzaba a invadirlo, lo notó en su mirada, la cual había dejado de ser fría hace tiempo.
―¿Cuánto tiempo más vas a estar parada ahí sin decir ni hacer nada, Capitán? ―La voz de Train la sacó de su sopor y no pudo más que sentirse entre orgullosa, por ver que sus reflejos no habían cambiado en nada, y avergonzada, por verse descubierta.
Se enderezó, aclarándose un poco la garganta, intentando recuperar la compostura que le era característica.
―¿Has pensado bien?
―No hay nada que pensar ―Train estaba recostado en la pequeña cama, mirando el techo, con aire somnoliento―. Tomé una decisión y no pienso cambiarla.
Sephiria apretó los puños, intentando por todos los medios no morderse el labio. Train al parecer apenas descubría lo caprichoso que podía ser.
―Estás cometiendo un error.
―El error lo cometí al no haber decidido esto antes.
Y la líder de los números de Chronos tuvo que aceptar que Train se escuchaba decidido, pero sobre todo contento. Un tono de voz que casi nunca escuchó en él.
Al final suspiró, dándole a entender al otro con ese gesto que se rendía.
―Prepárate para tu destino ―murmuró. Train sonrió, Sephiria tenía extrañas formas de desear suerte.
―Lo estoy desde que nací.
Sephiria negó con un gesto que no fue visto y se retiró sin decir nada más, con su mano sobre la empuñadura de su espada. La decisión de Black Cat estaba tomada y ella sabía lo que sucedería a continuación. Lo único que lamentaba es que fuera él quien se marchara (a pesar de que lo había sospechado desde un principio, pues un gato nunca podría llegar a ser domesticado al cien por ciento). Había confiado en Train, de hecho, podía asegurar que era en el segundo en quien más confiaba y al final él terminó traicionándola, prefiriendo su libertad.
Pues bien, el juego apenas daría comienzo.