Feb 01, 2009 13:44
Hoy aprendí que soy muy mala para mentir, pero que la embarro peor cuando intento arreglar mi pobre embuste con más patrañas.
O sea... yo me enorgullezco de mi capacidad actoral. De poner la cara más fría del mundo cuando por dentro me estoy muriendo, de sonreír cuando en realidad quiero matar a alguien, y de llorar cuando en realidad solo busco algún beneficio.
Supongo que es una útil forma de mentira, una que me protege más veces de las que soy capaz de contar.
Si tengo tiempo de planearlo, quizá pueda preparar una excusa tan creíble y verdadera como el mejor engaño... como una vez, que compré un boleto de tren a Lomas y falsifiqué un reporte de la escuela de inglés donde voy, para poder encubrir una salida que hice a casa de una amiga. Cuando mi padre me acusó de no haber ido a inglés, le presenté esas pruebas irrefutables. Y no le quedó más remedio que creerme. Si piso sobre seguro, nadie es capaz de descubrirme... o al menos, no si no le presta demasiada atención xD
Pero la mentira "sobre el pucho"... ese es otro cantar. Y creo que sería una habilidad maravillosa, pero no la poseo.
Una vez que se ha dado una excusa pobre, intentar adornarla con detalles para que parezca mejor, generalmente empeora todo.
Es como un cuadro sobrecargado de colores. Ves que está feo, e intentas arreglarlo con tu paleta. Y queda peor que cuando empezaste, todo emborronado además de sobrecargado.
Hoy llamó mi abuelo. Mi padre no quiere hablar con mis abuelos, porque le piden dinero (lisa y llanamente)
Y además, siempre intentan meterse en los asuntos de mi familia, como si mi padre tuviese 18 años y fuese un idiota (acerca de eso ultimo... xD bueno, no... es terco y bruto, pero idiota lo que se dice idiota... no es) y cuando mi padre vuelve de casa de mis abuelos... vuelve cambiado. Violento, enfadado.
No, mejor que se quede aquí.
El asunto es, que no queremos decirle a mi padre que pusimos el CallerID. Asi que tuve que atender a pesar de ver que era mi abuelo, y solo con unos segundos para prepararme mentalmente.
Me preguntó si mi padre habia vuelto de Rosario para pasar el fin de semana en casa. Y mi maldito subconsciente le dijo que si. Cuando mi madre le habia dicho ayer que no venia. Joder.
Entonces mi abuelo me dice que como puede ser que vino y no los llamó, con un tono demasiado acido para mi gusto.
Y yo voy y le digo "Vino de madrugada. Y ya se fue, porque el capitán lo mando a llamar". Patético. Deberían coserme la boca con hilo matambrero.
Y entonces el me dice "Puede llamar a cualquier hora para saludar"
Y yo le replico "¿Y los iba a molestar a las dos de la mañana?" Venga, esa fue buena. Mi cerebro anda un poco mas rápido ahora, pero la catástrofe es inevitable... la excusa es tan endeble como un molino de papel ante una tormenta tropical de dimensiones apocalípticas.
Mi abuelo me agradece con todo el sarcasmo del que es capaz (que es mucho, el sarcasmo es hereditario) y corta la comunicacion.
Y me siento muy mal por mi padre, que luego tendrá que soportar los reclamos y las cosas echadas en cara. Claro que el que no tiene el valor de cortar esa relación es él, no yo. O al menos, de poner en claro los tantos. Yo lo hice hace tiempo... hace dos años que no piso la casa de mis abuelos, y creo que mi primo hace otro tanto.
Le pido disculpas a mi padre, y a el parece no importarle demasiado. Le sugiero un ajuste de versiones, y que diga que el micro se rompió camino a Buenos Aires, y por eso no pudo estar nada de tiempo. Es perfectamente posible... lo que yo les decía, con un poco de tiempo puedo planear algo creíble.
Pero no me siento en paz ahora que he pensado y me he dado cuenta de esta característica de mi personalidad.
¿Qué tan bueno puede ser saber mentir o no?
crítica,
desvaríos