Estoy fatal de lo mío
Menos mal que debo tener cara de buena persona. Lo mío con los aeropuertos va camino de convertirse en el eterno vagar por el filo de la navaja.
A un aeropuerto hay que ir con cuidado, porque está la cosa muy malita. No hace falta que empiece a disertar sobre la situación actual del tema. Es más, puedo limitar y limitaré la introducción de esta entrada a decir que el pasado 11 de septiembre tuve que coger un avión con destino Bilbao.
Lo dicho, menos mal que transmito inocencia por todos los poros de mi cuerpo, porque si un 11 de septiembre te olvidas una bolsita negra con dos teléfonos móviles (y toda tu documentación) dentro de un escáner durante 5 minutos... pocas cosas más te pueden salvar de otro escaneo, pero esta vez rectal (como mínimo). Pocas veces se me ha encogido tanto el estómago. De acuerdo que es una tontería, que los guardias saben perfectamente quién es terrorista y quien no, pero ese momento de acercarse al operador del escáner a decirle que "Me parece que me he dejado un bolso por aquí", y los Guardias Civiles que se vuelven y te miran, y el operador que te pregunta secamente:
- ¿Cómo es el bolso y qué lleva?
Y yo:
- Pues es un bolso sospechoso negro de... los que se cuelgan al cuello... con una cartera... sospechosa... está también mi móvil sospechoso e inquietante...
- ¿Tiene dos móviles?
- Eeehhhmmm... no... ah, sí, el móvil más sospechoso todavía de empresa, sí...
- ... Ahí lo tienes; cógelo.
- Gracias... y perdonen...
Os juro que yo mismo veía a mi bolsito negro como el peor sospechoso en el peor de los escenarios posibles. Hay que ver lo que hace la sugestión, porque si fuera de color amarillo pollito parecería menos inofensivo, pero siendo absolutamente negro y repleto de cosas a reventar... Si es que todos hemos visto que en las pelis americanas los malos llevan armas oscuras y angulosas, y perilla.
Soy enormemente despistado, de ahí el título de la entrada, pero cosas como éstas denotan que el golpe que me dí en la cabeza de pequeño, y que no recuerdo, va a seguir surtiendo efecto sin remedio.
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En otro orden de cosas lanzo una pregunta al aire: ¿Seré capaz de hacer más de una entrada al mes? Tengo las ideas, pero me falta el tiempo. Lo voy a intentar desde ya. Lo prometo :)