Este fic es una mierda. En serio. Todo lo demás que he escrito estos 15 días me gusta, pero este sigue rechinándome por mucho que lo lea.
Aun así, son 1415 palabras que no puedo despreciar, así que aquí van.
Fandom: X men first class
Pairing: Erik/Charles, Mystique
Resumen: Los niños se aburren demasiado, Angel es una p*ta y Mystique shippea el Erik/Charles.
-No me lo puedo creer.
Raven apartó la mirada del espejo para volverse hacia Ángel, tumbada sobre su cama contemplando el techo. Las mechas que estaba probando se esfumaron y su pelo recuperó el tono rubio que llevaba siempre.
-¿Qué ocurre?
-¿Es que no lo oyes? -preguntó alzando una ceja.
-Tal vez los insectos tenéis mejor oído -murmuró con cierto resentimiento que pasó desapercibido ante su compañera de cuarto.
-Shhh- gesticuló nerviosamente agitando sus manos de uñas perfectas en su dirección, y las alas de su espalda se agitaron también por reflejo.
Se hizo el silencio absoluto en la habitación, pero Raven fue incapaz de oír nada. Ángel esperaba con un dedo levantado junto a los labios y los ojos clavados en la pared junto a su cama. Estaba a punto de protestar cuando lo oyó, apenas un murmullo.
-Esos son… ?-pero Ángel la hizo callar de nuevo con una mirada de advertencia.
-Oh, joder-un gemido retenido contra los labios y el delatador crujido de los muelles, perfectamente audible, provocó que las chicas intercambiasen miradas de complicidad.
-¿Estás bien? - Reconoció el tono más grave de Erik, mitad susurro, cargado de preocupación bien escondida, casi imperceptible. Como si él no pudiera ver todo lo que sientes con solo mirarte a los ojos, pensó Raven. Podía escucharle respirar pesadamente, por encima del chirrido pausado de los muelles, lento, casi doloroso. No le fue difícil imaginarle con la mandíbula apretada y los ojos encendidos de impaciencia.
-C-creo que sí - De él no conseguía estar segura, sin embargo. Nunca había escuchado su voz de esa forma. Con ella era siempre tan seguro de sí mismo, casi condescendiente -Ohporfavor Erik -sonaba casi incoherente. Nunca habría permitido que nadie le viera así de perdido. Siempre tenía que tener la razón, la última palabra.
Ángel salió corriendo a algún lado tras una risita y Raven se dejó caer sentada en el borde de su cama, sin moverse durante los siguientes minutos. Se sentía una intrusa, no debería estar escuchando aquello. Los muelles sonaban y se murmuraban los nombres entre suspiros resbaladizos, que nadie más tenía derecho a oír.
Rudo de pasos y voces se acercaban por el pasillo. Supuso que Ángel había ido a buscar a los demás.
-¿No te lo crees? Pues tú mismo, ahora verás -le estaba diciendo a Sean cuando entraron.
-Venga ya - Alex echó la cabeza hacia atrás para soltar una carcajada, mientras enredaba una mano en su cabello-. ¿El profe y magneto? -Raven les lanzó una mirada molesta desde su cama por el ruido que estaban haciendo, pero el único que se percató de ello fue Bestia, que con cierto aire de culpabilidad fue a sentarse a su lado.
-Callaos de una vez -ordenó Ángel. Sentía la mirada de Hank sobre ella, así que Raven contuvo el impulso de taparse los oídos y ponerse a cantar como una niña pequeña para no escuchar y trató de comportarse como esperaba de ella el resto del grupo.
Al menos hasta que comenzaron a subir el volumen. Charles le pedía más, más rápido, más profundo, gimiendo como si doliera. Lo que decían sonaba bastante incoherente, supuso que sin darse cuenta estaban mezclando partes pronunciadas en voz alta con pensamientos. Erik estaba al borde, Charles quería que… Raven sintió vértigo en el fondo del estómago y notó cómo se le encendían las mejillas al oírle murmurar con voz entrecortada que lo hiciera dentro. Joder. No quería seguir escuchando. Y los estúpidos de sus compañeros, quería golpearles para que se largasen y dejasen de violar su intimidad y mofarse de aquello.
-Largo. Venga, que me quiero dormir.
-¿Qué? No jodas, este no es solo tu cuarto, nos ha invitado ella -replicó Alex señalando a la otra chica.
-Y yo os estoy echando -Raven se cruzó de brazos frente a él y alzó una ceja. Se contemplaron unos segundos en silencio, con los indiscretos sonidos de Charles de fondo, hasta que a Alex se le ocurrió algo que decir.
-Estás celosa, ¿no? -Sonrió maliciosamente y acto seguido se volvió hacia la pared que los separaba del cuarto de Charles y Erik -¡Eh profes, Mística se quiere unir! ¿Aun puede o ya estabais terminando?
El mundo pareció congelarse y todo quedó en silencio.
-Hijo de puta -murmuró Raven descuartizándole con la mirada.
-Hijo de puta -oyeron mascullar a Erik con el mismo tono desde la otra habitación, hirviendo de rabia contenida.
-Ay mierda, qué mal -el tono de horror y vergüenza del profesor fue tan gráfico que todos pudieron imaginar su cara traumatizada.
-Voy a matarle.
-Erik, no -hubo un pequeño forcejeo y más ruido de muelles.
-Suéltame joder, tengo que cargarme a un niñato gilipollas.
-Ha sido culpa nuestra, deberíamos haber pensado que este no era un buen sitio -Charles se esforzaba por hablar en voz baja, pero en el silencio absoluto de la noche le escucharon palabra por palabra -. Erik por favor, vamos a dormir, mañana hablaremos con ellos.
Inexplicablemente, algo en Charles consiguió calmar la furia homicida de Erik e hizo que volviera a la cama. Raven consiguió echar a todo el mundo de su cuarto y apagó la luz para no tener que hablar más con Ángel. Algunos en seguida, otros mucho más tarde y mucho más frustrados, todos acabaron por quedarse dormidos.
***
A la mañana siguiente todos estaban terminando de desayunar cuando Erik se presentó en el comedor.
-Buenos días profe -saludó Alex con una sonrisa intentando no parecer muerto de miedo -¿se le han pegado las sábanas?
El cuchillo con el que estaba untando la tostada resbaló de sus dedos y se restregó contra su ropa para limpiar la mermelada. Alex balbuceó.
-¿Se te ha pegado a ti la lengua? -sin darle tiempo a reponerse se inclinó sobre él y le agarró del cuello de la camisa con fuerza, tirando hacia arriba hasta conseguir que se sentara correctamente en la silla, con el cuchillo flotando a la altura de sus ojos -. Vas a escucharme atentamente porque no me gusta repetir las cosas dos veces. Si vuelvo a quedarme sin follar una vez más por tu culpa, tú te quedas sin follar el resto de tu vida - el cuchillo giró noventa grados en el aire para quedar apuntando hacia sus piernas, como representación gráfica de sus palabras -¿Lo has entendido?
El rubio movió la cabeza afirmativamente, sin decir una palabra.
-Bien. -le soltó con brusquedad dejándole caer sobre el respaldo y se volvió hacia la salida, al tiempo que la gravedad volvía a someter al cuchillo, que Alex logró cazar al vuelo antes de que aterrizase de forma dolorosa.
-Anoche no le importaba repetir Charles una y otra vez -Erik se detuvo junto a la puerta, con una calma helada y aterradora -. Profesor -añadió con una sonrisa socarrona.
Raven se golpeó la frente con la palma de la mano. Ese niñato era aun más estúpido de lo que creía.
Magneto levantó una mano con gesto descuidado y siguió su camino, sin quedarse a ver cómo una nube de cuchillos se dirigía desde todas las mesas hasta Alex y le tiraban de la silla dejándole clavado en el suelo por la ropa, sin rozarle por milímetros.
-Wooow- murmuró Darwin -por los pelos, tío.
Como si obedecieran a esta frase, unas tijeras aparecieron volando desde la cocina y se precipitaron sobre la figura clavada en el suelo.
-Oh Dios mío -pataleó para intentar soltarse, pero estaba demasiado sujeto. La tijera se acercaba a su cara con las puntas abiertas por delante -¡Nooooo!
***
-Y esto es todo por hoy, chicos. Por cierto, bonito corte de pelo, Alex.
-Sí. Ya. Agradézcaselo al idiota de su novio.
Charles contuvo una sonrisa.
-Lo haré, y también le transmitiré tu valoración acerca de su trabajo.
Alex no se atrevió a responder nada más, después de probar las venganzas de Magneto no quería repetir. Los alumnos terminaron de recoger y desfilaron hacia la puerta de la pequeña habitación que habían convertido en aula, pasando junto a la mesa del profesor. Sopló una ligera brisa y la puerta se cerró tras ellos, sin que nadie la tocara.
-Oye tío -Sean se detuvo de pronto.
-¿Qué? -Alex se volvió hacia él.
-Sabes que en tu pelo pone "Idiota"?
Parpadeó, confundido.
-Creo que anoche me pareció una buena idea rapármelo así. Íbamos todos muy borrachos, ¿no?
-Tanto que ni siquiera recuerdo nada -Alex se encogió de hombros y, sin darle más vueltas, siguió caminando hacia su habitación. Tenía que pensar una forma de arreglarlo.