Fan Fic : "Vaqueros sobrenaturales" Capitulos 5 y 6

Mar 21, 2009 22:52

Titulo : Vaqueros sobrenaturales.
Autor : Vulpix de Vulpecula, osease yo.
Calificacion : mayores de edad y mente abierta.
Advertencias : a parte de que es wincest?? No hay spoilers, creo.
Resumen : Los Winchester van a investigar un caso en el rancho de un amigo de Bobby... (me quede pilladisima la primera vez que los vi en fotos con sombreros vaqueros... mi prima dice que tengo fetiche con eso... )



Capitulo 5.

Sam se removió inquieto en sueños cuando algo le hizo cosquillas en el cuello, como si una brisa suave se hubiera colado por la ventana para acariciarle en la nuca. Gimio bajito cuando aquel aire travieso le volvió a hacer cosquillas y un olor muy familiar le llego a la nariz. Una mezcla de loción de afeitar, cuero gastado y aceite de armas. Rarisimo pero tan familiar que para Sam era como el mejor de los perfumes. Sonrio dormido al notar que le apartaban el pelo de la nuca y se estremeció cuando una mano calida se la rozo. Unos labios suaves se posaron en su hombro y se le puso la carne de gallina al sentir una lengua caliente lamiéndole la piel antes de que le dieran un mordisco que le hizo gemir.
- Sammy… - susurro una voz ronca en su oído.
- ¿Uhm? - otro mordisquito un poco mas cerca de su cuello, nuevo gemido y una risita.
- Sam… despierta…
- Uh… no quiero… - rezongo con voz dormida. Una risita mas y unas manos colándose bajo su camiseta, en una caricia tan suave y dulce que Sam se estremeció de pies a cabeza y volvió a gemir. En medio de su sueño, el pequeño oyo con toda claridad un gruñido digno de un pitbull de mala leche.
- ¡Joder, Sam! - las manos que le tocaban se apartaron tan bruscamente que el pequeño se despertó, pero no llego a ver a nadie, asi que dio por hecho que todo había sido un sueño. Solo oyo un fuerte golpe. El que hizo la puerta del baño al cerrarse de un portazo, para ser mas exactos.
- ¿Dean? - Sam parpadeo confuso y se froto los ojos, medio dormido aun. - ¿Qué cojones le pasa ahora? Me da la impresión de que me he perdido algo…
Una hora mas tarde los Winchester cabalgaban hacia el bosque en un incomodo silencio. Silencio que duraba desde que Sam se despertara por el portazo y del que el pequeño no sabia a que venia. No tenia ni maldita la idea de porque su hermano estaba tan de mal humor, de verdad. Pero después de que le gruñera tres veces, decidió guardar silencio y esperar a que se le pasara, lo que fuera que se le tenia que pasar.
- Dean…
- Ya casi llegamos. - bueno… Sam es algo cabezota e impaciente, y eso de esperar no es lo suyo. Y por intentarlo, no se perdia nada, ¿verdad? Ademas, eso de cabalgar tan callados era muy aburrido. Y si no podían hablar, al menos fastidiaría un poco a Dean.
- ¿Qué te paso esta mañana, tio?
- Diez minutos y llegamos. - Sam reprimió una carcajada. Estrategia numero cinco de Dean Winchester para no hablar de algo que le incomoda : hacerse el sueco, ignorar al otro y seguir con su rollo. Traduciendo; lo que hubiera ocurrido esa mañana le había incomodado y mucho, pero… ¿Qué había pasado? A lo mejor fue por lo de anoche…
- ¿Te sigue doliendo las quemaduras? - Sam observo como Dean fruncia el ceño y se pasaba la lengua por los labios. Dios… ¡estaba pensando si contestar o no!
- No. - vale… lo de anoche no era el problema… o al menos no el problema completo.
- ¿Estas enfadado conmigo? - técnica numero trece de Sam Winchester para sonsacar a su hermano : echarse la culpa de algo que sabe que no es culpable. Dean gruño. Otra vez.
- No, no estoy enfadado contigo. - contesto con voz seca. - ¿De donde sacas eso? - pregunto con tono mas suave.
- Porque me has estado gruñendo toda la mañana.
- No estoy enfadado contigo. - repitió. Y era verdad. Dean no estaba enfadado con Sam, sino consigo mismo. Porque anoche no pudo pegar ojo a causa de las manos de Sam y de su suavidad. Porque paso la noche en blanco sintiendo su piel arder y no a causa de las quemaduras, de las que ya no se acordaba, sino por las caricias de Sam. Porque le había faltado muy poco para darse la vuelta esa noche y pedirle a su hermano que le aliviara lo que había provocado en su cuerpo. Porque esa mañana se había levantado antes que el pequeño y, por venganza, casi le arranca la ropa. Porque le encanto el tacto suave de Sammy y si no llega a encerrarse en el baño esa mañana se lo habría comido a besos, por mucho que protestara su hermano. Por todo eso estaba enfadado.
Porque no podía sentir todo eso por su hermano. No era normal. ¡Que coño! ¡No había una puta cosa normal en su vida! ¿Por qué iba a ser esto una excepción? ¡Hay que joderse! Y encima Sam preguntándole que le pasaba. ¿Qué iba a decirle? Nada, Sammy. Es que ayer me pusiste muy cachondo y esta mañana, por gilipollas, me he puesto aun peor y casi te violo. Pero tu tranquilo, que yo controlo. Si, quedaría genial, vamos. Estaba jodido y bien jodido.
Sam lo miro raro pero dejo de preguntar y el mayor suspiro aliviado.
Cuando llegaron al primer claro decidieron rodearlo, ya que los caballos se negaban a entrar en el directamente. Se separaron y fueron cada uno por un lado.
Sam cabalgaba despacio y atento a todo ruidito o movimiento que notara, con la escopeta cargada de sal en una mano y su beretta en la otra con la que agarraba las riendas del caballo. El animal estaba nervioso, lo que hacia que Sam tambien se pusiera nervioso, lo que hacia que el caballo se pusiera aun mas nervioso. Era como la pescadilla que se muerde la cola. Trato de calmarse y respirar hondo. El caballo resoplo tambien, como si le imitara y Sam no pudo evitar una risita. Al menos no era el unico que lo estaba pasando mal con todo esto. Era un alivio. Ya sabes… mal de muchos…
Un grito furioso, un golpe y un relincho asustado hiceron que a Sam se le subiera el corazon hasta la garganta. Dean… Dean estaba en peligro. Con un brusco tiron de las riendas hizo dar media vuelta a su caballo y hacerlo ir al galope sin acordarse siquiera de que hace cinco minutos no era capaz ni de controlarlo al paso. El miedo que sentia porque le pasara algo a su hermano era mas fuerte que el que sentia por caerse del caballo. Recorrio todo el camino tenso y preocupado. Cuando por fin llego, suspiro aliviado al ver a Dean sacudiendose la ropa llena de barro y tierra y con una cara de cabreo que asustaria al mismisimo Lucifer. Es mas, a el mismo le estaba asustando. Hasta considero la idea de dar la vuelta y largarse por donde habia venido cuando su hermano casi rugio una maldicion. Dios… no sabia si eran imaginaciones suyas o que era muy exagerado, pero casi podia jurar que su caballo temblo de miedo cuando Dean se giro hacia ellos con los ojos verdes echando chispitas de pura furia.
- Uh… ¿Dean? - el mayor volvio a medio gruñir, medio rugir y se agacho para coger su recortada y su 45 del suelo. Sam se quedo mirando como un bobo el bien formado trasero de Dean, todo perfecto en esos vaqueros rotos que tanto le gustaban. Dios, que culo…
- ¡¡Hijo de puta!! - eso consiguio sacar a Sam de su trance. Solo a medias… aun estaba mirando fijo el trasero de su hermano, pero al menos ya no era de forma tan descarada. - ¡Como pille a ese bicho voy a despellejarlo, a descuartizarlo, a desollarlo, a… - Sam se perdio el resto de la lista de cosas que Dean iba a hacerle al bicho cuando su hermano, al guardarse el arma en la trasera de su pantalon, se levanto la camiseta un poco y se le vieron los boxers negros que llevaba puesto ese dia. ¡Madre del amor hermoso! Un momento… ¿bicho? ¿¿Bicho?? ¿Dean se habia tropezado con el bicho?
- ¿Te has tropezado con el bicho? - Dean le miro frunciendo el ceño como si dijera “¿Pero tu eres tonto o eres tonto?”.
- Si, Sam. Me he cruzado con el bicho. - el pequeño le hizo una mueca fastidiado por el sarcasmo del mayor. - Ha pasado como un puto rayo a mi lado. Ni le he podido ver, solo un manchurron negro que iba a toda hostia y que ha asustado al maldito caballo. El cual por cierto y para tu informacion se ha largado a toda pastilla y seguro que ya esta en el rancho. ¡Joder! - Sam parpadeo. No sabia si reirse o sentirse aliviado de que Dean estuviera entero despues de encontrarse con esa cosa. Casi estuvo a puntito de carcajearse, pero con la cara de cabreo que tenia Dean en esos momentos cualquiera se atrevia.
- Bueno… supongo que seria mejor que volvieramos. Si Jeff ve al caballo volver solo, se va a preocupar.
- Lo mas inteligente que has dicho en el dia. - gruño el mayor acercandose a su caballo. - Echa un poco para adelante.
- ¿Qué? - Dean le volvio a fulminar con la mirada.
- A ver… mi caballo se ha largado. Estamos a cinco kilometros del rancho. Tu vas a caballo. ¿Te lo tengo que dibujar o crees que lo entenderas solito? - el pequeño le miro, enfadado.
- Tio, pase que estes cabreado por lo del bicho y todo eso, pero como lo vuelvas a pagar conmigo, te mando a la mierda y te vuelves al rancho a pata. - ambos chicos se retaron con la mirada, a cada cual mas enfadado que el otro. Estuvieron asi casi cinco minutos, hasta que el caballo, harto de tanta tonteria, resoplo, sacudio la cabeza y los miro a los dos como diciendo “¡EY! ¿Nos vamos ya? ¡Que hay un bicho por ahí dando vueltas y yo estoy asustado!”. Los hermanos miraron al caballo, arqueando las cejas y suspiraron a la vez.
- Anda que… vale… perdona… es que… me ha dado rabia que me tirara del caballo… - Sam sonrio, negando en silencio y se movio un poco adelante para hacerle sitio en la grupa.
- Eres un mosqueon, en serio. Vamos. - el mayor solto un bufido y subio al caballo. Se tuvo que agarrar a la cintura de Sam cuando el animal empezo a andar un poco a tirones.
- Creo que deberia conducir yo… - el pequeño solto una risita.
- Esto no es el Impala, Dean. No se conduce.
- Aun asi lo haria mejor que tu. Tio… que el caballo va haciendo eses y tirando por donde le da la gana… se supone que eres tu el que lo monta, no al reves.
- ¿Te quieres ir a pata hasta el rancho? - Dean se inclino hacia delante y se pego a Sam, cogiendo las riendas.
- Lo que quiero es llegar vivo. Y a tiempo para comer, ya que estamos. - Sam trago en seco al sentir los fuertes brazos de su hermano rodeandole. El pecho de Dean estaba completamente pegado a su espalda y su barbilla apoyada en su hombro. - Joder… ya podias ser menos alto… casi no veo por donde vamos… - al pequeño se le pusieron los pelos de punta cuando una de las manos de Dean dejo las riendas y se aferro a su cintura, por debajo de su camisa.
- Tio… - carraspeo nervioso. La mano del mayor le acariciaba el estomago de manera sugerente, rozando la cintura de los vaqueros. - Creo que puedo llevarlo yo solo. No voy a hacer que nos tire ni nada por el estilo.
- Sammy… - gruño Dean en su oido, consiguiendo que el otro temblara. - Teniendo en cuenta que te he visto estos dias como montas, sera mejor que dirija yo… tu mejor dejate llevar… - mano que empezo a acariciar la entrepierna por encima de los vaqueros, Sam que dio un respingo de pura sorpresa y el caballo que volvio la cabeza y les miro casi con reproche. Dean sonrio con malicia. - Y tu mira hacia delante, bicho, que esto no va contigo. - el animal relincho dando a entender que a el le importaba un pimiento lo que hicieran, pero que no le mancharan la tapicería. Y el pobre Sam, que iba mas tenso que la cuerda de un arco, no sabia que hacer.
A ver… lo lógico seria que parara a Dean, ¿verdad? A pesar de todo lo bien que se esta sintiendo eso y… ¡dios! ¿Cómo va a parar eso, con lo excitado que iba ya? Sam… concentrate… piensa en otra cosa, piensa en otra cosa…
- Er… ¿Qué crees que era? El bicho, digo… - Sam no sabia si patearse mentalmente por la estupidez que acababa de soltar o no. Pero es que el pobre no estaba para pensar mucho en ese momento. Dean solto una risita que le hizo cosquillas en el cuello al pequeño. Sam se mordió los labios para no gemir cuando el mayor le acaricio con mas firmeza.
- No lo se… no pude verlo. Iba demasiado deprisa. Es una suerte que no tuviera interés en comerme, la verdad. - Dean le dio un suave beso en el cuello. - Lo único que note es que era enorme. - el mayor solto otra risita. - Tan enorme como se esta poniendo esto… - Sam se sonrojo hasta las orejas. Iba a replicar algo mordaz a su hermano, pero este quito repentinamente la mano de su entrepierna y se centro en guiar al caballo. - Ya hemos llegado. - informo el mayor. Sam vio con asombro que era verdad. Habían llegado al rancho y ni se dio cuenta. Jeff salió a la entrada en cuanto les oyo llegar.
- ¡Chicos! ¿Estais bien? El caballo llego solo, galopando y temia que os hubiera ocurrido algo. - los dos bajaron del caballo. Sam iba algo incomodo con su no tan pequeño problemita, tratando de esconderse tras Dean, para que el dueño del rancho no lo notara. Cuando Jeff vio al mayor cubierto de barro, frunció el ceño. - Os topasteis con el…
- Mas o menos. Mas bien paso a mi lado y asusto al caballo. Tenia prisa, el muy bastardo. Ni le pude ver. Pero ya sabemos por donde anda y le atraparemos. - el hombre mayor suspiro aliviado.
- Menos mal que no os ataco. A Bobby le daría algo si os pasa cualquier cosa. - Dean rio.
- No creo. Bobby sabe perfectamente que esto es parte de la rutina. Ahora, con permiso, voy a ducharme. Estoy lleno de… de espero que sea barro o matare al caballo… - murmuro encaminándose hacia la casa y oliéndose la camisa. - ¡Sam! Creo que gastare el agua caliente hoy… pero seguro que tu prefieres una ducha fría, ¿verdad? - Jeff arqueo una ceja mirando al pequeño que iba detrás de Dean, gruñendo.
- Sera… tarado…

Capitulo 6.

Dean se vistió en el baño sin prisas. La verdad es que no tenia muy claro si salir o no. No, porque Sam estaría en la habitación esperando a que el saliera para hacerle el interrogatorio de su vida. Uhm… el no quería interrogatorios… no ahora… no era el momento adecuado para eso… posiblemente nunca… si… eso seria mejor… nunca…
Suspiro abatido. ¿A quien iba a engañar? Sam jamás dejaría el tema. Le torturaría hasta el infinito y mas alla para conseguir que hablaran. Dios… que horror…
Cuando salió del baño se encontró con lo que se temia. Sam sentado en la cama, con el portátil en sus piernas y mirándole con esa expresión de “Tenemos que hablar” que a Dean le horrorizaba. Le horrorizaba porque sabia que no podría resistirse mucho a ella. Dios… que pasara algo, que pasara algo… pero no paso nada. Asi que, resignado, se encamino hacia su cama y se sento para ponerse las botas, que luego tenían que bajar a cenar. Cogio la derecha, miro a Sam, pero este estaba repentinamente concentrado en su portátil. Se ato la bota y volvió a mirarle, extrañado de que aun no hubiera hablado. Se encogió de hombros. En cualquier momento lo haría… ¿no? O sea, era Sam. Siempre queria explicaciones de todo. Cogió la otra bota y le miro de reojo nuevamente. Nada. Sam seguía enfrascado en lo que estuviera mirando en el portátil. ¿Qué estaría mirando? Termino de atarse los cordones y alzo la vista una vez mas. Nada de nada. Sam hacia como que no existía. No tenia lógica… no después de la mirada que le había echado antes. Dios… empezaba a ser frustrante eso de que le ignorara. El era Dean Winchester y a Dean Winchester no se le ignoraba.

- ¿Sam?
- ¿Uhm?
- ¿Qué miras ahí con tanto interés? ¿Porno? - el pequeño alzo la mirada arqueando una ceja.
- Estoy consultando en un foro de sicología si es normal que tu hermano mayor te meta mano sin venir a cuento. - contesto Sam con calma, tanta que Dean se estremeció. - O tal vez debería preguntar sobre tu personalidad triple. ¿Tu que crees, Dean? Porque hasta ahora sabia que tenias al menos dos, pero por lo visto me perdi una en el camino… - el mayor parpadeo, espantado.
- Uh… Sam… ¿no estaras preguntando eso ahí de verdad? - Sam bufo, molesto.
- Eres… eres… - gruño el pequeño señalándole con el dedo. Dean entrecerró los ojos esperando el rapapolvo que se avecinaba, porque Sam parecía muy enfadado esta vez. Pero tuvo suerte. Un gran jaleo y voces procedentes del piso inferior les hizo ponerse en pie de un salto e intercambiar una mirada.
- ¡El bicho!

Y si, el bicho ataco de nuevo, de ahí el jaleo que se formo en el rancho, con todos los vaqueros listos para salir a buscarlo, con Jeff a la cabeza. Y, aunque los chicos trataron de evitarlo por todos los medios, no hubo manera de hacerles cambiar de idea. Resignados, los Winchester se separaron para ir cada uno con un grupo.
Por suerte o por desgracia, no lo encontraron y volvieron con las manos vacias cuando casi amanecía.
Dean se dejo caer en la cama, exhausto. Había sido una noche infernal, vigilando a su grupo para que ninguno se separara, con su escopeta preparada y cargada con sal y saltando a cada pequeño ruido que oia. Estuvo tan tenso durante toda la búsqueda que, cuando por fin regresaron, le dolia todo el cuerpo. Bostezo, cansado. Lo mejor seria acostarse y dormir algunas horas, si. Total, tenían la mañana libre.
Iba a incorporarse para quitarse la ropa y las botas y acostarse un rato cuando algo cayo sobre el, inmovilizándole. Algo… no, alguien. Alguien muy grande, muy pesado y que sabia como cogerle para que no pudiera escaparse. Mierda. Sam.
- ¿Sam? - pregunto tentativamente.
- ¿Dean? - el mayor mantuvo su cara de poker, pero la expresión mortalmente seria de Sam le estaba dando mala espina.
- ¿Qué estas haciendo? - el pequeño le arqueo una ceja.
- Crei que era obvio. Evitar que te escapes. - bonita conversación de besugos estaban teniendo, si señor.
- ¿Y por que iba a escaparme? - a ver si asi sacaba algo en claro.
- No se. Dimelo tu. - pues no, no colaboraba el crio este. Piensa, Dean, piensa.
- Pues mira… ahora mismo me has pillado con la mente en blanco. - Y como para pensar algo estaba el. Con Sam sentado justo encima de su entrepierna, rozandole con el trasero su miembro, que despertó al sentirle. Bien. Estupendo. Ademas le tenia agarrado de las muñecas, con las manos puestas sobre su cabeza. Como para intentar escaparse con noventa y pico kilos de Sam sobre el.
- Echale un poco de imaginación, hombre. Alguna razón se te ocurrirá. - Sam le vio lamerse los labios. - ¡Y no me mientas! - Dean arqueo una ceja y sonrio burlon. Esas cejas castaño claro que le daban siempre ese aire de enteradillo, con esos ojos tan verdes y brillantes, mas expresivos que su propio dueño. Y las pecas… esas pecas tan graciosas que siempre le resaltaban mas cuando le daba demasiado el sol. O los labios gruesos y tentadores que parecían decir “Muerdeme”. Sam se quedo en silencio examinando cada rasgo del rostro de su hermano, como si fuera la primera vez que lo veía. - Tienes labios de chica… - murmuro sin pensar. Dean solto una risita.
- ¿Quieres ver lo que son capaces de hacer estos labios de chica? - le reto con la voz ronca. Sam trago en seco. - Acercate. - susurro. Sam obedeció sin ser consciente de ello. La orden había sido simple y muy tentadora. Asi que bajo el rostro hasta quedar a escasa distancia del de su hermano. Dean frunció los labios. - No, no… te tienes que acercar un poco mas… - Sam dudo, pero lo hizo. Para hacerlo se tuvo que levantar un poco, dejando libres las piernas de Dean, quien aprovecho para agarrarle la cintura con ellas y liberarse del agarre de Sam, consiguiendo quedar encima de el. El mayor sonrio con malicia. - Ahora te voy a demostrar lo que hacen estos labios de chica… - Dean le beso, atacando su boca sin piedad, sin dar tregua. Le beso, le mordió, le lamio… y Sam se derritió sintiendo esos labios sobre los suyos, suspirando en el beso… gimio de placer cuando la lengua de Dean se colo, descarada como su dueño, en su boca, jugueteando con la suya, haciéndole estremecer como nadie lo había hecho jamás. Y solo era un beso… Cuando la falta de oxigeno les obligo a separarse, Dean le sonrio con suficiencia. - Te voy a decir una cosita… el ultimo que se atrevió a decirme que tenia boca de tia, acabo con la suya partida. Asi que no vuelvas a decirme una chorrada asi otra vez o a la próxima no sere tan benevolente. - el mayor se quito de encima de Sam y sento a quitarse las botas. - Ahora si no te importa… yo iba a dormir. Largo de mi cama. - Sam parpadeo, como saliendo de un trance y le miro con intención de decir algo al respecto, pero Dean le corto con un gesto. -No. Dormir. Ya. Ahora. Largo. - el pequeño salió de la cama de Dean, confuso, cuando el mayor ya se metia bajo las mantas y se fue a la suya. Ni falta hace decir que no pego ojo.

Continuara...

Como me estoy dando cuenta que hace un siglo que postee el principio de este fic y aun no lo habia subido entero, pues lo voy a postear todo ya de una vez.
Aish... jamas me pondre al dia con los que ya tengo en el foro...
Pero el proximo fic que postee aqui va a ser el nuevo. Por eso voy a terminar de postear este, aunque me queden tres o cuatro entradas nada mas que de esto. Que leñes.

vaqueros sobrenaturales, mis fics, adorado wincest...

Previous post Next post
Up