Titulo : Run Fast, Drive Free. (6ª parte Winchi-Wolf Verse)
Autora : la misma que viste y calza, Vulpix de Vulpecula.
Pairing : mucha gente…
Advertencias : A.U. mezcladisimo. Aquí de todo un poco y más para otro dia. Slash, palabras malsonantes, sexo y… er… de todo, lexes!
Resumen : Pues como la autora se aburre mucho (esa soy yo y según Misha tengo aburrimiento patologico) no les piensa dejar descansar tranquilos, asi que mientras se arreglan con el problemita de Chad en el rancho persiguiendo a Misha cual perrilla en celo, para joderlo un poco más, viene otra manada de visita. Y no va a ser una visita agradable…
Mil gracias y achuchones a mi queridisima
inanna_maat por su preciosa cabecera!! ^^
Ultimo capitulo, gente!!!
Un mes había pasado desde lo ocurrido con la otra manda. Y, durante ese tiempo, hubo muchos cambios en el rancho.
Chad y Misha hicieron el ritual de sangre, ligándose de por vida y estableciéndose como pareja en la manada. Por suerte, todo salió bien y el rubio solo estuvo enfermo un día, una reacción normal a beber sangre de lobo.
Dean se recuperó de sus heridas con bastante rapidez. En una semana estaba en pie e impidiendo que cualquiera molestara a Jensen con preguntas sobre lo ocurrido cuando fue a rescatarle.
El Consejo contactó con la manada por el descubrimiento de los cadáveres de los Sons of Anarchy y Jensen fue a declarar a Vancouver. Dean le acompañó, ya que también tenía que testificar, pero ambos se negaron a dar ninguna explicación del asunto al resto cuando regresaron a casa.
De hecho, ni una sola palabra salió de sus bocas durante días y Chris ya estaba más que molesto con el asunto, por decir poco. Esa fue la razón por la que el rubio convocó una reunión de emergencia. Para tratar de forzar a su amigo a dar explicaciones sobre lo que había pasado en ese cobertizo y en Vancouver ya que no quería hablar con ellos por las buenas. Quisiera Jensen o no, eso incumbía a la manada entera.
Jensen entró solo al salón, mirando preocupado a sus amigos. Había prohibido a Dean que le acompañara a pesar de todos sus refunfuños, gruñidos y protestas. Era su responsabilidad decirles a los demás lo que querían saber, no de su compañero. El Winchester solo había guardado silencio porque él se lo pidió y no debía cargar con su culpa y el enfado de sus amigos.
Sus ojos verdes se desviaron hacia los azul hielo de Chris, que le observaban furiosos y resentidos. Sin apartar la mirada de su amigo, se dirigió despacio hacia su sillón favorito y se sentó.
- Bien…
- ¿Bien? - explotó Chris, irguiéndose en su asiento. Steve colocó una mano en su hombro, tratando de calmarle. - ¿Eso es todo lo que vas a decir? ¡Nos has tenido un mes sin decirnos nada sobre lo que pasó con Clay! ¡A nosotros! ¡Tu familia! - terminó gritando.
- Chris… si no le dejas hablar… - intervino Tom, pacificador, pero el enfado de el rubio parecía no tener fin.
- ¡Eso es lo que quiero! ¡Que hable! ¿No te parece que ya va siendo hora de que nos cuentes que demonios pasa?
- Lo siento. - murmuró Jensen, mirándole a él primero y luego al resto. - Siento no haberos contado la verdad antes.
- Entonces hazlo ahora. - pidió Steve sin alterar el tono calmado de su voz.
- Los mate, Steve. Esa es la verdad. Los mate a todos. - Jensen cerró los ojos un segundo, aclarándose la voz para que le saliera algo más fuerte. - Tenían a Dean escondido en ese lugar, atado y le estaban golpeando. Salieron a recibirme armados y disparándome y yo les rasgue la garganta uno a uno hasta acabar con todos ellos. Clay fue el último. Pidió clemencia y no se la concedí…
- Jen… - susurró Mike con los ojos abiertos como platos.
- El Consejo lo sabe todo. Ahora están decidiendo que hacer.
- ¿Cuándo dirán su decisión?
- Un par de semanas… tal vez un mes… no están seguros…
- Genial… simplemente genial… - gruñó Chris, levantándose de su asiento y avanzando un par de pasos hacia él. Jensen levantó la mirada, suplicante.
- ¡Chris, lo siento! Tu eres el segundo de esta manada y te tocara hacer lo que yo no he podido si toman la decisión de…
- ¡No! - rugió el alpha rubio. El ranchero negó con suavidad.
- No tienes opción.
- ¡Y una mierda no la tengo! - gritó Chris. - ¿Por qué no nos han llamado a declarar a nosotros? ¡Clay llevaba años deseando una confrontación! ¡Secuestrar a la pareja de un lobo es suficiente crimen como para merecer la muerte! - Jensen se incorporó, poniéndose frente a su amigo, sus manos en los hombros del otro.
- ¡Chris, por favor! ¡Escúchame! No sabemos que va a decidir el Consejo, pero necesito que cuides de todos si ocurre algo.
- Bueno… no nos pongamos dramáticos antes de tiempo. - interrumpió Mike, observándoles preocupados como el resto. No estaban acostumbrados a que esos dos pelearan. De hecho, era la primera vez que los veían así. - Como has dicho, aun no sabemos lo que van a decidir.
- Si… pero me voy a llevar a Dean un par de semanas fuera de aquí. - confesó Jensen, desviando al fin los ojos de los de Chris. - Lo necesita y yo también.
- ¿Crees que es buen momento para eso? - le preguntó Jared, intercambiando una mirada no muy sutil con Sam. El Winchester pequeño bajó los ojos, culpable. El si sabía que su hermano se iba con Jensen.
- No, pero estoy cansado. Y Dean no ha tenido un momento de paz desde que llegó aquí. Se lo merece. Así que mientras el Consejo toma su decisión voy a llevármelo de viaje.
- ¿Dónde?
- A la cabaña que tengo a las afueras de Twin Lakes, en Colorado. Salimos esta noche.
- Gracias por avisar con tanta anticipación, Jen. - gruñó sarcástico Chris, alejándose hacia la ventana y dándoles la espalda.
- Chris…
- No, no… me parece muy bien. Vete con Dean a Colorado. - espetó enfadado el otro hombre, sin girarse. - Ya te avisaremos cuando el Consejo llame. - el ranchero hundió los hombros, suspirando cuando se dio la vuelta para caminar hacia la puerta.
- Lo siento. No puedo decirte más.
Jensen salió de la habitación como entró, en silencio y despacio. Subió las escaleras hacia su dormitorio, donde Dean le esperaba, tumbado en su cama y haciendo zapping, vestido solo con unos viejos vaqueros que llevaba desabrochados.
- ¿Cómo ha ido? - le preguntó el beta con cautela.
- ¿Tu como crees? - gimió Jensen, sentándose en el borde del colchón para quitarse las botas. - Fatal. Ahora mismo, Chris me odia por no habérselo contado antes. - Dean negó suavemente con la cabeza. Lanzó lejos el mando a distancia y extendió su mano hacia el otro hombre.
- Ven aquí. - Jensen cogió su mano y se dejó tumbar a su lado, abrazándose a su pareja. - Lo siento, nene. Supongo que no se lo han tomado muy bien.
- Chris esta furioso y no le culpo. Es mi mejor amigo y le he mentido. - volvió a gemir el alpha, con la cara escondida en el cuello del otro. - Pero si el Consejo decide, en el mejor de los casos, quitarme la manada, él debe ser el líder.
- ¿Y en el peor de los casos? - preguntó con miedo el Winchester. Era la pregunta que más temía hacer y que había necesitado un mes entero en atreverse a vocalizar. No había querido pensar en ello, pero…
- Podrían decidir ejecutarme. Mate una manada entera, Dean. - la voz de Jensen era apenas un susurro. El ex cazador le apretó aun más en el abrazo.
- ¡Por salvarme! - siseó, frotando la mejilla en el suave cabello del alpha. - ¡Ellos atacaron primero! Morgan dijo que eso era defensa propia.
- Lo que piense Morgan y lo que piense el Consejo no tiene porque ser lo mismo. Ellos son los que deciden.
- ¿Y que hacemos?
- Lo que teníamos planeado. - dijo Jensen, separándose al fin y mirándole a los ojos. - Esta noche vamos a coger ese avión y nos vamos a Colorado. Vamos a tomarnos unas merecidas vacaciones tú y yo.
- ¿Y el Consejo?
- Ya llamaran. No pensemos en eso ahora.
Dean fue a replicar algo pero Jensen le acalló, besándole con hambre. El ranchero deslizó las manos por todo su cuerpo, sacándole solo gemidos necesitados, haciéndole olvidar momentáneamente todo lo que le preocupaba con su toque. Dean se revolvió, arrancándoles con furia la ropa a ambos, haciéndole una llave para poder colocarse sobre el regazo del alpha sin romper el beso.
Con un gruñido satisfecho, sujetó con firmeza el miembro erecto de su pareja y comenzó a empalarse a si mismo, enredando los dedos de su mano libre con los de Jensen.
- No vas a dejarme… No voy a permitir que te lleven… - gimió, moviéndose sobre el otro. Al ranchero se le encogió el corazón al ver los ojos de su pareja llenándose de lágrimas.
- Dean…
- No les dejare que te hagan daño… nunca…
- Vamos, nene… no ahora, por favor… - susurró el ranchero, secando las lágrimas que caían por las mejillas del ex cazador.
Jensen se incorporó hasta quedar sentado y le cogió del rostro para besarle profundo, silenciando los sollozos que empezaban a escapar de los labios del beta. Tomando el mando de la situación, les hizo girar en el colchón y comenzó a embestir en el interior de su pareja, duro y rápido, colando la mano entre sus cuerpos para masturbarle hasta que ambos llegaron al clímax.
Cuando recuperaron el aliento, Dean escondió el rostro en el pecho de Jensen, que lo atrajo hacia su cuerpo, abrazándole con fuerza mientras le acariciaba el cabello.
- Todo ira bien, cariño… mañana estaremos en Colorado y podremos descansar de todo esto unos días…
Fin!!!