Titulo : Run Fast, Drive Free. (6ª parte Winchi-Wolf Verse)
Autora : la misma que viste y calza, Vulpix de Vulpecula.
Pairing : mucha gente…
Advertencias : A.U. mezcladisimo. Aquí de todo un poco y más para otro dia. Slash, palabras malsonantes, sexo y… er… de todo, lexes!
Resumen : Pues como la autora se aburre mucho (esa soy yo y según Misha tengo aburrimiento patologico) no les piensa dejar descansar tranquilos, asi que mientras se arreglan con el problemita de Chad en el rancho persiguiendo a Misha cual perrilla en celo, para joderlo un poco más, viene otra manada de visita. Y no va a ser una visita agradable…
Mil achuchones a mi
inanna_maat de mis amores por su preciosa cabecera!! Aqui tienes el extra, jodia!!!!
- Ese es mi chico… - murmuró Dean sonriendo torcido cuando los gritos y los disparos comenzaron a sonar por todo el lugar, rompiendo el silencio.
Con gran esfuerzo, volvió a luchar contra sus ataduras. Los gritos y gruñidos eran ensordecedores y el olor de la sangre empezó a llenar el aire, haciéndole sentir enfermo de preocupación, temiendo por su compañero.
Su hombro chasqueó dolorosamente al dislocarse mientras forcejeaba con las ásperas cuerdas que le retenían, las cuales cortaron la fina piel de sus muñecas antes de poder aflojarlas lo suficiente como para liberarse al fin de ellas.
Para cuando consiguió desatarse del todo y salir al exterior, la batalla estaba prácticamente acabada y lo que vio le dejó helado en el sitio.
Casi toda la manada de los Sons of Anarchy había sido masacrada. Varios cuerpos estaban tirados en el suelo, unos en su forma humana, otros en la de lobo y todos teñían de rojo la verde hierba con su sangre.
Solo tres figuras seguían en pie.
Jensen se erguía imponente, su cuerpo y ropas llenas de sangre. Incluso su boca, en la que debía haberse manchado cuando atacó en su forma de lobo. En su mano derecha portaba el cuchillo de Dean, el cual limpiaba descuidadamente en la ya más que manchada pernera de su pantalón vaquero.
Frente a él, Tigg caía al suelo, sujetándose el estomago para cubrir la horrible herida que ahí tenia. Sus ojos, ya vidriosos y muertos, aun fijos en el alpha.
Unos metros más adelante, Clay y Jax, únicos supervivientes de la manada, no podían dejar de observar, con el odio y el miedo reflejados en su rostro, al causante de la muerte de los suyos. El más joven se lanzó hacia el ranchero sin previo aviso, gruñendo alto y descontrolado, convirtiéndose en lobo en el salto. Jensen solo se tensó, agachándose ligeramente y echando la mano armada hacia atrás, esperando el ataque.
Cuando Jax estuvo lo suficientemente cerca como para que sus colmillos casi le rozaran, el ranchero atacó, clavando el cuchillo hasta la empuñadura en su pecho, sacándole un aullido de dolor al animal, que se desplomó a sus pies, donde su cuerpo se sacudió un par de veces antes de morir.
Dean miró la escena sin parpadear siquiera. No podía moverse, respirar… todo lo que su cerebro procesaba era la forma en que su pareja acababa de matar sin titubear a uno de su propia raza y como no le dedicaba ni una leve mirada a la criatura muerta ni a toda la sangre que llenaba sus sentidos, poniéndole enfermo.
Una mezcla de terror y orgullo le recorrió entero, estremeciéndole entero mientras Jensen volvía a limpiar el cuchillo en el pantalón, dirigiendo su mirada helada hacia el líder de la otra manada. Su expresión seguía vacía de cualquier emoción y Dean temió por él y no por su integridad física, precisamente.
Clay parpadeaba sus ojos azul hielo demasiado en shock para reaccionar, mirando los cuerpos caídos alrededor de Jensen y el rostro impasible del alpha, cuyos ojos verdes estaban centrados en ese momento en él.
- Tu… - rugió el viejo alpha. - Tu… tu estas loco… - el ranchero se limitó a arquear una ceja.
- Nadie toca lo mío y sale vivo para contarlo. - gruñó, arrojando lejos el cuchillo, para sorpresa de los otros dos. Un segundo después, se convertía en el lobo gris, erizando el pelaje del lomo.
Clay tembló, sacando una pistola de la trasera de sus vaqueros y disparó al lobo. Jensen esquivó las balas, aunque alguna le rozó la piel, sacándole un siseo, pero saltó sobre el hombre sin importarle las posibles heridas.
Fue tan rápido que Dean apenas lo vio. En un segundo, Clay estaba de pie, mirando horrorizado al lobo y al siguiente estaba en el suelo, forcejeando con un lobo rabioso que trataba de desgarrarle la garganta.
Debía moverse… lo sabia… debía moverse e intervenir, detener esa locura antes de que su pareja matara a Clay y la situación se saliera aun más de las manos. Pero no podía… era incapaz incluso de articular una palabra que detuviera a su pareja.
Jensen, por su lado, había conseguido dominar a Clay, clavando los colmillos en su garganta y desgarrándola. No fue una muerte rápida… ni limpia… ni silenciosa… el otro alpha gritó, retorciéndose para liberarse del agarre del lobo sin conseguirlo. Su sangre manaba de la enorme herida sin parar, las fauces del lobo gris empapándose de ella mientras sujetaba al hombre hasta que dejó de patalear y chillar.
Una vez muerto su último enemigo, Jensen, todavía convertido, alzó la cabeza y miró a su beta. Dean ahogó un gemido al verle lamerse la sangre de su hocico y sacudir la cola como si fuera un simple cachorro, feliz de verle y no el sangriento asesino que acababa de matar a una manada entera.
Jensen trotó hacia él y frotó su hocico contra la pierna de Dean, olfateándole. El ex cazador se arrodilló, abrazándose fuerte al cuerpo del animal, que le acarició con su húmeda nariz en el cuello.
- Jen… - murmuró un rato después el Winchester cuando su pareja aun no había regresado a su forma humana. - Jensen… vamos… - el cuerpo entre sus brazos cambió y Dean dejó de tocar pelo a tener la tela de la camisa destrozada de su pareja en sus dedos.
- Ey… - la voz del ranchero sonaba demasiado baja y ronca para el gusto del otro. - ¿Estas bien?
- ¿Yo? Estoy perfectamente… vamos, que he estado peor, pero ¿y tu? ¡Has tardado mucho en volverte humano! - preguntó asustado. En todo el tiempo que llevaban juntos jamás había visto que el alpha tardara más de un segundo en hacer el cambio. No era normal en él.
- La boca me sabe a mierda… a parte de eso, bien. Un par de rasguños y poco más. - Jensen le sujetó del rostro, mirándole con pena. - Perdón por no cambiar antes… creo que deje salir demasiado al lobo… - Dean suspiró, escondiendo el rostro en el cuello de su pareja.
- Sabía que ibas a venir…
- Por supuesto. - murmuró el otro apretando su abrazo. Cuando Dean gimió dolorido, se separó preocupado. - ¿Seguro que estas bien?
- Si… si… solo… Jen… ¿están todos muertos?
- Si.
- Eso no puede ser bueno…
- Habrá represalias por esto, eso no lo dudes. Yo… tú… - Jensen se mordió el labio, nervioso. Le preocupaba que Dean ahora le mirara de forma diferente. Antes no había tenido que ver como de crueles podrían llegar a ser los de su raza. Nunca le había visto matar. ¿Y si…?
- ¡Ey! - le llamó el beta, con una pequeña sonrisa. - Me has salvado, ¿vale? No vayas a alucinar ahora por eso. Tenemos que preocuparnos por este lío…
- Ok… Voy a ocuparme de limpiar. Cuando regresemos a casa, tú no has visto nada, ¿de acuerdo? Estabas inconsciente cuando llegue.
- Pero…
- ¡No has visto nada, Dean! - gruñó el alpha, mostrando los dientes. - ¡Prométemelo!
- ¿Por qué?
- Créeme… será más fácil así… - con cuidado ayudó al ex cazador a levantarse y lo guió hasta el pie de un árbol, algo alejado del viejo almacén. - Espérame aquí mientras limpio esto.
Dean ni siquiera se molestó en preguntarle a que se refería con “limpiar”. Solo se limitó a observarle mientras el otro iba de un lado para el otro, recogiendo y cargando los cadáveres hacia el local, manchándose aun más de sangre y barro. Cuando terminó con los cuerpos, siguió con las motos hasta tenerlas todas en el interior.
Una hora después, Jensen le ayudaba a caminar hacia Lucifer, que estaba amarrado casi un kilómetro más alejado del lugar. A sus espaldas, el almacén ardía gracias a la gasolina de las motos, cuyos tanques acabaron explotando ruidosamente, uno detrás del otro, haciendo temblar todo el lugar.
- ¿Por qué el fuego? - el ranchero montó en su caballo tras acomodar a Dean tras él. Este se aferró a su cintura, a pesar del dolor en sus costillas y en el hombro.
- Para ahorrar algo de trabajo al sheriff. Demasiado que va a tener que tapar este asunto cuando los bomberos encuentren los cuerpos… Va a ser una pesadilla... - suspiró, acariciando la mano de Dean en su cintura. - Lo peor va a ser el Consejo.
- ¿Qué Consejo?
- El que se ocupa de mediar y juzgar todo lo referente a las manadas. Solo casos importantes, por supuesto. No van a estar nada felices de saber que he liquidado a una manada completa porque si.
- ¿Por qué si? - gritó Dean, espantado. - ¡Han amenazado y golpeado a David! ¡Nos han hecho la vida imposible durante días! ¡Me han secuestrado y amenazado a ti con matarme! ¿Qué más necesita esa gente para ver esto como algo importante? - terminó incrédulo. Jensen volvió a suspirar, cansado.
- Las cosas no funcionan así, Dean. Eso es algo normal entre manadas. Es simple rivalidad. Y yo debía haberlo manejado mejor… pero estaba tan preocupado por ti… - Dean apretó su agarre en la cintura de su pareja, besándole en la nuca.
- Lo se… y es una mierda de Consejo, que lo sepas… - gruñó el beta.
- Eso no es nuevo…
- Son un asco. - Jen rió sin alegría.
- No te lo niego.
Continuara...