Titulo : Run Fast, Drive Free. (6ª parte Winchi-Wolf Verse)
Autora : la misma que viste y calza, Vulpix de Vulpecula.
Pairing : mucha gente…
Advertencias : A.U. mezcladisimo. Aquí de todo un poco y más para otro dia. Slash, palabras malsonantes, sexo y… er… de todo, lexes!
Resumen : Pues como la autora se aburre mucho (esa soy yo y según Misha tengo aburrimiento patologico) no les piensa dejar descansar tranquilos, asi que mientras se arreglan con el problemita de Chad en el rancho persiguiendo a Misha cual perrilla en celo, para joderlo un poco más, viene otra manada de visita. Y no va a ser una visita agradable…
Mil gracias y achuchones a mi adoradisima
inanna_maat por su preciosa cabecera!!! Y encima me comenta!! *se parte*
- ¿No podías haber escogido un sitio más apartado, Jen? - preguntó con ironía, Chris, observando enfurruñado el paisaje a su alrededor. Jared, que también asistía a la reunión, asintió.
- ¡Eso digo yo! ¡Aquí nos descuartizan y no se entera nadie!
Jensen suspiró, sabiendo que sus dos amigos tenían razón.
Estaban en el lago Kluane, a menos de un kilómetro de Destruction Bay, pero lo bastante profundo en el bosque que lo rodeaba como para que nada ni nadie les vieran o molestara.
A su entender no consideraba que la reunión se fuera a celebrar en términos amistosos y no deseaba poner en peligro ni al resto de su manada ni a los habitantes de su ciudad. Todos ellos pertenecían a su territorio y era su obligación protegerles. Por eso escogió ese lugar.
El lago Kluane era uno de los lugares más hermosos del Yukon, rodeado por montañas y bosques que, con el buen tiempo, se solía usar para pequeños campings. Por suerte, en ese momento estaba completamente desierto a causa de un temporal de viento helado que impedía estar en el lugar acampando.
Aunque Jensen no prestaba atención ni las cristalinas aguas, ni al hermoso verde de los árboles ni al cielo azul y limpio que tenía sobre su cabeza ni al vendaval que hacia crujir las ramas y los arbustos que les rodeaban. Su mente se encontraba distraída, llena de una molesta sensación de que algo no andaba bien.
Llevaba con ese sentimiento desde que salió del rancho.
Para ser más exactos, desde que se despidiera de Dean en casa estaba notando algo raro que le molestaba. Había algo en el aire… algo que le alertaba y le ponía en tensión pero incapaz de averiguar que era.
Gruñó, frustrado, tratando de olisquear el aire de nuevo cuando el sonido de las motos rompió la calma del lago, espantando a los animales y haciendo que los pájaros salieran volando de sus escondites con graznidos estridentes.
Inconscientemente, acarició con la yema de los dedos la culata de la pistola que Dean le había obligado a esconderse en la trasera de sus pantalones. Su beta no consintió en dejarle salir de casa si no iba armado y le dio su propia arma para protegerse si las cosas no salían bien. Al ranchero nunca le había gustado ir armado, pero no pudo evitar reconfortarse por el suave tacto del marfil que adornaba la culata de la pistola de Dean cuando vio tres motos detenerse frente a ellos.
Clay había venido con su segundo, Tigg, y ese chico joven que Jensen no había conocido antes, Jax. Los tres se quitaron los cascos, aparcando las motos, acercándoseles con andares desafiantes y una sonrisa torcida en sus rostros, haciéndole preguntarse que era lo que tramaban.
- ¡Aquí estamos! - anunció Clay, quitándose sus gafas de sol y mostrando sus fríos ojos azules. - ¿Qué quieres? - el ranchero se tensó, molesto por la actitud del otro alpha.
- Simple. Que os marchéis de mi territorio. - le contestó, cortante. El otro sonrió altanero.
- ¿Si? ¿Y eso por que? Estamos muy a gusto aquí y a penas llevamos una semana.
- Es mi territorio. Yo decido quien se queda y no sois bienvenidos. Vete o te echo. Tú eliges.
- Yo me iría, pero… - Clay hizo una pausa, como si meditara lo que iba a decir, a pesar de tenerlo planeado de antemano. - Tengo un problemita con eso…
- ¿Cuál? - rugió el ranchero, cada vez más enfadado.
- Mi chico, Jax, se ha encaprichado de ese beta abandonado que tienes… - y eso fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de Jensen.
Nadie se atrevía a amenazar a su familia tan descaradamente en su presencia.
- No.
- No puedes negarte y lo sabes. - repuso el otro alpha, riendo. - Si un alpha lo reclama no tienes derecho a oponerte. - pero para su sorpresa, Jensen le devolvió la sonrisa. Una bien fría y peligrosa que le hizo ninguna gracia.
- No, yo no puedo, en eso tienes razón. Pero tampoco esta abandonado. Esta a cargo de mi beta.
- Eso no es posible. - tartamudeó Clay, sorprendido. Ningún beta podía estar bajo la tutela de otro.
- Si lo es. Lucho por él y lo ganó. Pregúntaselo a Morgan, si quieres, te dará todos los detalles. - el ranchero se le acercó, achicando los ojos. - Si tu chico quiere a Misha, va a tener que luchar contra mi beta. ¿Estas seguro de que quieres que se arriesgue a eso?
- ¡Yo puedo contra ese! - gruñó Jax, hablando por primera vez desde que empezó la reunión. Tigg le sujetó para que no se lanzara contra Jensen, al ver como los Chris y Jared avanzaban para cubrir las espaldas a su lider.
- Tú sabes quien era mi beta antes, Clay. Lo que hacia. - susurró el ranchero. - Y si, por una extraña casualidad pierde y le sucede algo, sabes que estoy en mi derecho de matar al chico y nadie puede impedírmelo. ¿Crees de verdad que tiene alguna posibilidad de salir entero de esta?
- Esto no va a quedar así, Ackles…
- ¡Iros de mi territorio! No voy a repetirme. Os quiero fuera de aquí al amanecer.
El rostro de Clay se torció en una mueca de furia, haciéndole parecer aun más intimidante de lo que ya era. Jensen volvió a sentir esa sensación extraña molestándole, justo en el mismo instante en que Tigg se acercaba a su jefe y le susurraba algo al oído, mientras apoyaba una mano en su hombro. La expresión del lobo mayor se suavizó un tanto, casi sonriendo cínico cuando volvió a mirarle.
- Esta bien. Nos marchamos. - dijo con el tono más calmado. - Al amanecer estaremos bien lejos de aquí, pero recuerda lo que te digo… esto no ha acabado. - gruñó, alejándose con sus dos compañeros.
Solo cuando las motos habían desaparecido de su campo de visión se permitió Jensen un suspiro aliviado. Con un poco de suerte habrían pillado la indirecta de una vez. Si no… se vería obligado a cumplir su amenaza y sacarles por las malas de la ciudad.
- Demasiado fácil… - refunfuñó Chris a sus espaldas. Y, desgraciadamente, tenía que darle la razón a su amigo. Había sido demasiado fácil.
- Aun no se han ido. Tendremos que vigilar que lo hagan. Llama a Parker y que les eche un ojo. Vamos a casa…
Jensen todavía estaba con esa molesta sensación al llegar al rancho. Seguía notando que algo no estaba bien.
Al entrar a su casa, la sensación aumentó. Los demás les estaban esperando en el salón, preocupados y con un millón de preguntas a las que él no tenia ganas de responder porque no conseguía ver entre ellos el rostro de quien buscaba.
La molestia se transformó en nerviosismo cuando bajó de nuevo al salón tras comprobar que tampoco lo encontró en su dormitorio.
- Sam… ¿Dónde esta Dean? Le quería devolver su arma…
- ¿Uh? ¿No esta en vuestro cuarto? - Jensen negó. Sam le miró confundido. - A lo mejor esta en la cocina. Hace un rato que no le veo ahora que lo pienso.
- Allí no esta. - comentó Mike, dando un sorbo a una cerveza. - Acabo de entrar para coger algo de beber y estaba vacía.
Jensen notaba el miedo comenzar a recorrerle el cuerpo mientras revisaba la casa de arriba abajo, sin éxito. Se iba poniendo más y más nervioso con cada habitación que comprobaba sin encontrar nada.
- ¡No esta por ninguna parte!
- Nene, cálmate. A lo mejor salió a dar un paseo. - intentó tranquilizarle Chris, sin mucho éxito. Los ojos de Jensen brillaban de puro miedo. - ¿Has mirado si esta su caballo en el establo?
- ¡Eso es lo que me preocupa! ¡Thunder no esta y el quería venir, Chris! ¿Y si nos siguió? - preguntó el alpha angustiado. - ¡Clay se ha ido muy tranquilo, Chris! ¡Tu mismo lo has dicho!
- Pero eso no es motivo para pensar que…
- ¿Pero y si lo han hecho? ¡Tengo que bajar a la ciudad y comprobarlo! - gruñó, cogiendo su chaqueta y las llaves de la camioneta. Sam se colocó de un salto a su lado.
- ¡Voy contigo!
- ¡No!
- ¡Es mi hermano! ¡Y una mierda me vas a dejar fuera de esto!
- Esta bien. ¡Chris! ¡Tú vienes también! El resto quedaos aquí.
-------------------------------------------------------------------------------------
Clay observaba con una sonrisa divertida como Bobby y Opie cargaban a pulso el bulto inconsciente de lo que antes era un beta peleón y rebelde. Habían sido necesarios cuatro de sus chicos para reducirlo, pero ya le tenían. Atado, amordazado, golpeado y en el saco.
Eso sin duda le enseñaría a ese arrogante de Ackles a atreverse a echarle de la ciudad. Le devolvería a su beta destrozado… si lo hacia…
- ¡Metedlo en la camioneta! - gruñó, disfrutando cuando el cuerpo inconsciente del beta caía pesadamente y sin miramientos en la trasera del camión. - ¡Nadie trata así a los Sons y sale impune!
Continuara...