Real life.
Día 01 - Tu canción favorita, aquí.
Día 02 - Tu película favorita, aquí.
Día 03 - Tu programa de Tv favorito, aquí.
Día 04 - Tu libro favorito, aquí.
Día 05 - Tu frase favorita, aquí.
Día 06 - Una fantasía, aquí.
Día 07 - Una foto que te hace feliz, aquí.
Día 08 - Una foto que te hace enojar/ te entristece, aquí.
Día 09 - Una foto que tomaste.
Nombre del lugar: La garganta del Diablo.
Ubicación: Cozumel, México.
Fotografía por: vanish_hime
Ésta es mi más grande afición. Lo ha sido desde que tuve quince años, la edad que me exigieron para poder certificarme (con un conocido de mi papá, ya que el deportivo al que iba no me dejaba hasta los 18). Desde pequeña, cuando mi papá me prometió que antes de cumplir los cuarenta se haría instructor de buceo promesa que sin duda cumplió, me juré a mi misma que yo también me haría buza como lo hicieron mis padres.
Desde ahí, la natación se volvió mi vida. Yo era la niña que había cursado veinte veces los cursos de salvamento básico y avanzado a los diez años, la que siempre competía y ganaba por ser la única en mi categoría, la que entró al buceo libre (bronce) a los doce que es el primer nivel del buzo... cuando mi mamá revalidó sus certificaciones. Y aquella chica que negó la fiesta de quince años para poder ir a viajar a Veracruz a hacer sus primeros buceos, la que ni siquiera compró un pastel en aquella fecha sino que pidió pizza y fue a los bolos con su dinero y sus amigos.
Ese el mundo al que me encantaría pertenecer, es paz y tranquilidad; allí abajo sólo escuchas tu respiración y las burbujas que ésta produce... dónde los peces no te ven como un extraño, dónde no vas a sacar provecho de tu condición de ser racional y sólo vas a disfrutar (en algunos casos a investigar) y cada animal piensa que eres parte de la decoración y pasan a tu lado, eres su compañero y no una amenaza. He visto barracudas, morenas, tiburones, rayas, tortugas.
Y ésta foto la tomé yo, en el viaje a Cozumel. Dónde realice mi primer buceo nocturno con una luna llena espectacular que nos acompañó y guío. Podiamos apagar las lámparas ya que ella brillaba para nosotros, y nos permitía ver con claridad.
En la garganta del Diablo, ubicada en Cozumel que es una pared dónde uno tiene la oportunidad de bajar hasta 130 pies y sentir los efectos de la narcotización aunque hay quienes dicen que se sienten desde el momento en que metes la cabeza al agua. Para nuestro grupo, no fue un muy buen buceo ya que no bajamos a esa profundidad, fuimos los primeros en tirarnos pero el guía se tardó mucho y no pudimos bajar. Ya que un buceo a tal profundidad tiene un tiempo destinado a una parada de descompresión para que las burujas de nitrógeno que se forman en la sangre se disuelvan completamente ya que eso puede resultar muy peligroso y por lo tanto también debe haber una planeación para contar con una cantidad de aire comprimido suficiente para no entrar a las reservas.
Nosotros estabamos molestos y pensabamos abortar el buceo pero nos topamos con este amiguito que quiso posar para nosotros. La tortuga estaba al alcance de mi mano, fue genial y libero la tensión y las ganas de ahogar al guía de todos. Es una de las mejores fotos que tengo xDDD.
Día 02 - Tu película favorita, aquí.
Día 03 - Tu programa de Tv favorito, aquí.
Día 04 - Tu libro favorito, aquí.
Día 05 - Tu frase favorita, aquí.
Día 06 - Una fantasía, aquí.
Día 07 - Una foto que te hace feliz, aquí.
Día 08 - Una foto que te hace enojar/ te entristece, aquí.
Día 09 - Una foto que tomaste.
Nombre del lugar: La garganta del Diablo.
Ubicación: Cozumel, México.
Fotografía por: vanish_hime
Ésta es mi más grande afición. Lo ha sido desde que tuve quince años, la edad que me exigieron para poder certificarme (con un conocido de mi papá, ya que el deportivo al que iba no me dejaba hasta los 18). Desde pequeña, cuando mi papá me prometió que antes de cumplir los cuarenta se haría instructor de buceo promesa que sin duda cumplió, me juré a mi misma que yo también me haría buza como lo hicieron mis padres.
Desde ahí, la natación se volvió mi vida. Yo era la niña que había cursado veinte veces los cursos de salvamento básico y avanzado a los diez años, la que siempre competía y ganaba por ser la única en mi categoría, la que entró al buceo libre (bronce) a los doce que es el primer nivel del buzo... cuando mi mamá revalidó sus certificaciones. Y aquella chica que negó la fiesta de quince años para poder ir a viajar a Veracruz a hacer sus primeros buceos, la que ni siquiera compró un pastel en aquella fecha sino que pidió pizza y fue a los bolos con su dinero y sus amigos.
Ese el mundo al que me encantaría pertenecer, es paz y tranquilidad; allí abajo sólo escuchas tu respiración y las burbujas que ésta produce... dónde los peces no te ven como un extraño, dónde no vas a sacar provecho de tu condición de ser racional y sólo vas a disfrutar (en algunos casos a investigar) y cada animal piensa que eres parte de la decoración y pasan a tu lado, eres su compañero y no una amenaza. He visto barracudas, morenas, tiburones, rayas, tortugas.
Y ésta foto la tomé yo, en el viaje a Cozumel. Dónde realice mi primer buceo nocturno con una luna llena espectacular que nos acompañó y guío. Podiamos apagar las lámparas ya que ella brillaba para nosotros, y nos permitía ver con claridad.
En la garganta del Diablo, ubicada en Cozumel que es una pared dónde uno tiene la oportunidad de bajar hasta 130 pies y sentir los efectos de la narcotización aunque hay quienes dicen que se sienten desde el momento en que metes la cabeza al agua. Para nuestro grupo, no fue un muy buen buceo ya que no bajamos a esa profundidad, fuimos los primeros en tirarnos pero el guía se tardó mucho y no pudimos bajar. Ya que un buceo a tal profundidad tiene un tiempo destinado a una parada de descompresión para que las burujas de nitrógeno que se forman en la sangre se disuelvan completamente ya que eso puede resultar muy peligroso y por lo tanto también debe haber una planeación para contar con una cantidad de aire comprimido suficiente para no entrar a las reservas.
Nosotros estabamos molestos y pensabamos abortar el buceo pero nos topamos con este amiguito que quiso posar para nosotros. La tortuga estaba al alcance de mi mano, fue genial y libero la tensión y las ganas de ahogar al guía de todos. Es una de las mejores fotos que tengo xDDD.