[FIC RPF AU] Cowboys like us (Vaqueros como nosotros) 2a. parte

May 03, 2012 00:08

Por aquí, la Segunda Parte





4

El timbre de la puerta principal se dejó escuchar, y Jared se despidió de sus padres antes de alcanzar su mochila de campamento del rincón donde la había dejado. En esa semana, después de fraguar su plan de escape con su amigo Chad, había convencido a sus padres de que aceptaría ir al campamento de verano de la escuela, ya que no visitarían un rodeo ese año. Así que, con todo listo para un magistral escape, se había hecho el propósito de ocultar su nerviosismo y actuar de forma tan normal como podría hacerlo un adolescente a punto de irse de campamento con sus amigos de la escuela.

Chad lo esperaba afuera de su casa con su mochila lista, así que los padres de Jared ni por asomo  sospecharon que su hijo les estaba mintiendo.

Cuando los dos adolescentes llegaron a la estación de autobuses, Chad sacó un pequeño bulto envuelto en un calcetín y se lo entregó, no sin antes hacerle un reclamo con tintes de advertencia.

-Me costó todo un verano juntar esa cantidad, Jay. Así que tienes una deuda conmigo.

-Tengo más que una deuda contigo, Murray -asintió Jared al recibirlo, acomodándolo en algún lugar perdido de su mochila-. Te lo devolveré todo, te lo juro. Sabes que esto es de vida o muerte.

-Sé que me lo vas a pagar, papafrita -respondió Chad mientras caminaban hacia la taquilla-. Lo que aún no me queda claro es, ¿por qué es de vida o muerte si no vas al rodeo?

Jared compró el boleto hacia Houston, y al volverse hacia su amigo, tenía una mirada muy seria.

-Chad, no lo entenderías.

-¿Que no lo…? -Por una fracción de Segundo, Murray se quedó sin palabras, más en seguida se recuperó, jalando al otro adolescente a un lado para reclamarle eso-.  ¡Padaleki! ¡Tengo millas de vida más que tú, así que no me digas que no entendería tus motivos raros por los que te vas! ¡Y si me niegas que es porque vas a encontrarte con tu vaquerito, entonces déjame decirte que eres un rematado mentiroso!

Esta vez, Jared fue el que se quedó sin palabras. Sólo atinó a abrir un par de veces la boca, sin llegar a decir algo coherente. Chad se cruzó de brazos, aún ceñudo.

-¿Lo ves? Te conozco perfectamente.

Jared asintió, sonrojado hasta el pelo. Bajó la vista un momento, y musitó su derrota.

-Está bien, sí. Me atrapaste. Voy a verlo a él -sin embargo, antes de continuar, levantó un poco la vista para encontrar la de Chad. Había duda en sus ojos-. ¿Dejarás de hablarme por eso?

Murray suspiró, bajando los brazos a los lados, desarmado de su enojo.

-Eres un tonto, Jay. Claro que no voy a dejar de hablarte, ni de ser tu amigo -Jared sonrió, dejando atrás esa pequeña preocupación. Chad sólo le dio un golpecillo en un brazo, en confirmación a sus palabras-. Anda, bobo, que se te va el autobús. Montas varias yeguas por mí.

Jared lo abrazó sorpresivamente, y en seguida lo soltó, echándose la mochila al hombro antes de salir corriendo hacia el andén que indicaba el boleto. En unas horas estaría en Houston, compartiendo un rodeo con Jensen, por primera vez totalmente solo.



5

Jensen había recibido la llamada cuando estaban preparando a las yeguas en los corrales asignados. Sumamente sorprendido, escuchó a Jared decirle que llegaría en el autobús de las seis, justo a tiempo para alcanzar el momento en que él montaría. No quiso explicarle el porqué estaba ahí solo, llegando en un autobús, sin otro miembro de la familia Padalecki acompañándolo.

Como pudo, el jinete logró recorrer media hora más el momento en que participaría, y apresurando a sus inseparables acompañantes, salieron del Reliant Center a toda prisa en una destartalada camioneta pick-up, propiedad de Steve, llegando apenas minutos antes de que el autobús arribara para evitar que el adolescente intentara irse por sus propios medios.

Jared bajó después de una pareja de ancianos, dos jóvenes excursionistas y un hombre mal encarado. Cansado del viaje, caminó hacia el costado del autobús para esperar por su mochila. Mientras estaba ahí, Jensen se le acercó.

-Hey, vaquero…

Se dio la vuelta, sorprendido, y al ver a Jensen ahí, su reacción fue demasiado entusiasta, incluso para sí mismo. Casi se abalanzó sobre su amigo, abrazándolo eufórico.

-¡Jensen! ¡Viniste a recibirme!

-Hey, hey, cuidado.

-Que nos tumbas a nuestro jinete estrella, niño -le reclamó Kane, haciéndose presente él también. Steve los observaba curioso-. Anda, debemos irnos. Tenemos unos minutos para llegar a prepararte, Jenny.

-No me llames Jenny, Kane -sentenció Jensen mientras recogía la mochila del muchacho-. Ya es suficiente con lo que me dicen los tarados de comunicación.

Los otros rieron, caminando hacia la salida de la terminal.

Ya en la camioneta, y mientras volvían a la arena en la que Jensen participaría, éste se había empeñado en irse en la parte trasera junto a Jared, más que nada, para darle oportunidad de que pudiese decirle qué había ocurrido, y por qué se encontraba ahí él solo.

Jared sólo hizo un mohín de enfado cuando se lo preguntó, aunque tuvo que responder.

-Mi papá no consiguió que le dieran estos días de vacaciones, así que decidí venir yo solo.

-Imagino que tus hermanos te envidian en este momento -Jensen se acomodó una de las chaparreras, observándolo mientras el viento le revolvía el cabello.

-Mmmmno, no creo que me envidien -respondió el menor, haciéndose un poco el desentendido, preparando la sorpresa final-. De hecho, no saben que estoy aquí.

Jared se mordió el labio inferior al ver que Jensen abría los ojos en franca sorpresa, observándolo fijamente mientras procesaba lo que acababa de decirle.

-ah… oh… Jay… ¿cómo es eso de que no saben que estás aquí?

-Uhm… bueno. Es que como no me permitieron venir solo, me fugué de casa. Creen que estoy en el campamento de la escuela.

Ambos guardaron silencio por unos minutos, hasta que Jensen volvió a hablar.

-Está bien, está bien. En cuanto termine el rodeo veremos qué hacer. Esto… ¡cielos, Jay! Esto ha sido muy extraño.

-Lo sé, pero créeme, Jen. Tenía que hacerlo; tenía que venir.

Jensen asintió con una ligera sonrisa.

-o.k., Jay. Por esta tarde nos ocuparemos sólo del rodeo. Ya después pensaremos en todo esto de la fuga. Sólo espero que tus papás no se enteren, o nos asesinan a todos aquí.

Jared sonrió de manera luminosa, negando con un gesto.

-No te preocupes. Mi amigo Chad se las arreglará para hacerles creer que estoy en el campamento.



6

Horas más tarde, con un buen puntaje que les aseguraba la competencia para el premio en efectivo y el trofeo en la categoría en la que Jensen participaba, los vaqueros se acomodaban en uno de los ranchos que les ofreciera alojamiento para los tres días que estarían ahí.

Habían pasado ya algunas horas desde que llegaran, y en esos momentos terminaban con la cena que los propietarios del rancho les habían ofrecido. Planeaban terminar la velada con un par de cervezas encima y una ronda de canciones ambientadas con las guitarras de Kane y Carlson antes de irse a descansar.

Jensen se levantó por enésima vez para responder al llamado de la naturaleza debido a las cervezas, y Steve se le emparejó, dejando a Kane a cargo de distraer al adolescente para hablar a solas con él. En el sanitario se paró a su lado e hizo una broma ridícula, arrancando una risa tonta a su amigo, hasta que el mismo Steve decidió darle un empujón.

-¿Y bien?

-¿Y bien qué?

-¿Cuándo le vas a decir lo que sientes?

-¿Qué? -Jensen lo vio, sonrojándose bastante por la sorpresiva reprimenda de su amigo. No sabía que él sabía lo que sentía por Jared-. Steve… yo…

-Oh, vamos, Jen. Se nota que ambos se traen del ala derecha e izquierda a partes iguales.

-Steve, tengo que ver primero el terreno que piso. No sé si Jared siente lo mismo que yo siento por él.

-Bueno, por algo se empieza. Así que tienes que decírselo.

Jensen asintió, pensativo. Tal vez Steve tenía razón. Ese era el mejor momento para hablar con él.

Sin embargo, cuando regresaron, se encontraron con que el adolescente se había dormido recostado sobre la mesa, debido en parte al cansancio producido por las horas de viaje, y por la adrenalina gastada en el tiempo que había pasado preocupándose de que sus padres lo descubrieran.

-Creo que fueron muchas emociones en un solo día para él -comentó Kane en cuanto los vio llegar.

Los tres sonrieron enternecidos, y Jensen decidió llevarlo al dormitorio que compartirían los cuatro.

-Me temo que dejaremos la conversación para mañana. Lo llevaré a la cama, y de paso, me voy también a dormir -con un poquito de esfuerzo lo levantó en brazos, despidiéndose de sus amigos-. Buenas noches. Descansen, mañana será un día pesado.

Jensen logró llegar con él al dormitorio, y al depositarlo sobre una de las camas, el muchacho se acomodó en ella sin despertar.

Jensen le quitó los zapatos y lo arropó, sentándose a su lado, viéndolo dormir.

Tal vez estaba a punto de hacer una locura muy grande al hacerle saber sus sentimientos, pero Steve tenía razón. Si no lo hacía, jamás sabría si era correspondido.

Apagó la luz y se recostó en la cama junto a su amigo, y sin sentir en qué momento, mientras lo veía a la luz de la luna que se filtraba por la ventana y las cortinillas, se quedó dormido con una leve sonrisa en sus labios.



Por aquí, a la Tercera Parte

padackles y los rps desvariados, baby bang 2012, cerebro marca acme, fics relatos y lo que salga intermedio

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