24. Humillación / Si a Severus le preguntasen sobre James - 30vicios (James/Severus)
24. Humillación / Si a Severus le preguntasen sobre James
Su primera reacción sería una mueca, y luego pudiera rodar los ojos o vomitar, dependiendo del grado de náusea que esa imagen en su cabeza provoque a su estómago, luego, y ya que la pregunta no admitiera el gesto y el silencio como respuesta tendría que responder.
Jamás hablaría sobre el color de sus ojos (café, como bien sabe), lo suave de sus labios, o lo misteriosamente bien formado y casi fornido de su cuerpo, o sobre esa media sonrisa, la que tenía la capacidad de embotar hasta la más ágil de las mentes. O su maldito coraje, su endemoniado ingenio, o su desgraciado valor… primero muerto, eso jamás, antes que decir eso en voz alta prefiere envenenarse él mismo, o abrirse las venas con una daga.
Pero sí que diría algo, y hasta le costaría decidir por dónde empezar a hablar ¿Sería lo hinchado de su ego? ¿La ausencia total de individualidad? ¿Esa pantomima de nido de pájaros que le corona la cabeza? Las fatales arrugas de risa en la cara, o ese actitud de metomentodo tan chocante y despreciable… Podría decir algo de eso, como la mitad y no menos.
Y nada de lo que pasa en los rincones más oscuros del castillo puede hacer que cambie esa respuesta, ningún beso, mordisco o gemido mal ahogado va a hacer que cambie de parecer; Potter sigue siendo su enemigo declarado y tiene que poner mínimo tres insultos que destilen veneno en su respuesta.
Cualquier cosa menos que eso sería una humillación.
Su primera reacción sería una mueca, y luego pudiera rodar los ojos o vomitar, dependiendo del grado de náusea que esa imagen en su cabeza provoque a su estómago, luego, y ya que la pregunta no admitiera el gesto y el silencio como respuesta tendría que responder.
Jamás hablaría sobre el color de sus ojos (café, como bien sabe), lo suave de sus labios, o lo misteriosamente bien formado y casi fornido de su cuerpo, o sobre esa media sonrisa, la que tenía la capacidad de embotar hasta la más ágil de las mentes. O su maldito coraje, su endemoniado ingenio, o su desgraciado valor… primero muerto, eso jamás, antes que decir eso en voz alta prefiere envenenarse él mismo, o abrirse las venas con una daga.
Pero sí que diría algo, y hasta le costaría decidir por dónde empezar a hablar ¿Sería lo hinchado de su ego? ¿La ausencia total de individualidad? ¿Esa pantomima de nido de pájaros que le corona la cabeza? Las fatales arrugas de risa en la cara, o ese actitud de metomentodo tan chocante y despreciable… Podría decir algo de eso, como la mitad y no menos.
Y nada de lo que pasa en los rincones más oscuros del castillo puede hacer que cambie esa respuesta, ningún beso, mordisco o gemido mal ahogado va a hacer que cambie de parecer; Potter sigue siendo su enemigo declarado y tiene que poner mínimo tres insultos que destilen veneno en su respuesta.
Cualquier cosa menos que eso sería una humillación.