Aug 28, 2011 22:58
El 6 de septiembre cumplo un año de haber entrado a la universidad. Ahora estoy en mi semana de descanso antes de comenzar un nuevo cuatrimestre. Esta vez pasaré a 4to.
De los tres cuatrimestres que he cursado creo que este último fue el más complicado, no en cuanto a materias sino en cuanto a la convivencia. Perdí amigos, gané enemigos, sufrí de hipocresías y de traiciones, pero nada de eso me detuvo y cada error, cada equivocación mía y de los demás me hace aprender cada vez más y me hace más fuerte.
En junio sufrí un accidente que me hizo cambiar un poco la forma de ver las cosas y de actuar ante ellas, y no porque el golpe en la cabeza hubiese hecho que mi alteración en el lóbulo frontal alterara también el funcionamiento de mis ideas en el cerebro, sino porque me sentí morir y me di cuenta que cuando menos uno se lo espera en un segundo se pueden venir abajo todos los sueños y metas del futuro. Por fortuna me salvé pero pudo no ser así, y eso me hizo reflexionar bastante. Fue curioso que nadie de los que estuvo presente en el accidente se interesara por saber lo que sentí en ese momento siendo que supuestamente mostraban preocupación por mí, tal vez por eso no entienden el por qué de mi aparente cambio, que más que cambio es más bien una renovación, el dejar de perder el tiempo y hacer lo que realmente quiero ser y hacer.
Hoy soy la única persona que queda de mi generación. Cuando yo entré entraron once más conmigo, y esos once cuatro meses después sólo quedábamos tres, y de esas tres ahora sólo quedó yo. Es bastante triste ver como las personas que iniciaron con todas las ganas de terminar una carrera vayan dejando sus deseos, a veces porque se dieron cuenta que no era lo que realmente querían, pero otras veces fue por circunstancias que les fue imposible sobrellevar.
Este nuevo ciclo que comienza siento que será algo bueno, me separaran de las otras generaciones y estaré con los de nuevo ingreso, conocer nuevas personas me será muy agradable, pero también me alegra mucho alejarme de esas personas que sólo cabían en la mediocridad y que no dejaban avanzar a aquel que quería salir de ese círculo.
Sólo hay algo que agobia este nuevo comienzo, pero espero el miércoles encargarme de ello para empezar mi segundo año con la mejor vibra del mundo y con energías muy positivas.
vida,
amigos,
universidad