Everyday is a struggle

Jul 03, 2008 04:42

Llevaba hecho desde hace unos meses, como unos cuantos de esta tabla y de la SiriusRemus, pero no me gustaban algunas partes (que, todo sea dicho, siguen sin gustarme).

En fin, pasando de voler a mirarlo porque a este paso no termino ni una tabla, y la cuestión es que las sigo acumulando.

#4 Medicina

-Lily, cásate conmigo.

Son las 7 de la mañana y en el Gran Comedor apenas hay gente. Sólo un par de profesores, algún ravenclaw madrugador y dos gryffindor: una chica pelirroja, de pie, con un grueso libro en los brazos, y un chico de gafas arrodillado ante ella, que sostiene un donut glaseado en sus manos.

La chica enarca una ceja y resopla, resignada.

-En serio, Potter, van dos semanas seguidas. Búscate algo nuevo, porque esto ya ni siquiera me afecta.

Pasa por su lado, ligera, fría, inalcanzable. El joven mago tarda unos instantes en ponerse en pie y llevarse el donut a la boca. Es la primera mañana que no sigue a la pelirroja hasta su asiento para continuar discutiendo. Algo hace que note su pecho más pesado que de costumbre, así que, por primera vez en su vida, no piensa insistir en el cortejo.

Pretende no darle más importancia de la que tiene. Lily le ha rechazado una vez más, simplemente. ¿Cuántas van? ¿Cuántos días llevan de curso? ¿Sesenta y pocos? No es para tanto. Quedan muchísimos días por delante. Sin embargo, se da cuenta de que camina con los hombros caídos, y de que su rumbo le lleva hasta la habitación que comparte con los chicos. Allí sólo está Sirius, puliendo su bate de quidditch sobre la cama de James. Sonríe cuando le ve entrar con ese semblante desesperanzado. Lee en su cara lo que ha pasado.

Anda, que ya le vale. Va a decirle que se vaya a su cama ahora mismo. Menuda bronca le va a echar.

-Canuto, saca la droga. Lily me odia.

…Bueno, algo parecido.

Sirius ensancha su sonrisa.

-Que no te engañe mi apodo -advierte-; sólo tengo un poco de alcohol. En el botiquín de primeros auxilios, digo.

La enorme caja repleta de botellas -también llamada botiquín de primeros auxilios- que saca de debajo de su cama es suficiente. Por lo menos, para lo que resta de año. James se tumba sobre la cama de su amigo y escoge una botella de whisky de fuego. Bebe un trago largo, a morro.

-Pues será la primera vez que no tienes marihuana por aquí, cabronazo.

-Lo que pasa es que tú todo lo arreglas con el alcohol y las drogas, y eso no es sano -concluye Sirius, todavía con la sonrisa gamberra en los labios. Al fin y al cabo, el que tiene la habitación como si fuera una destilería es él mismo. Suerte que Remus no se ha enterado-. Me has dejado sin existencias.

James no se ríe por la maldita ironía porque no está de humor. Bebe otra vez.

-No me calientes. Lily me odia -reitera, por si su amigo no se ha enterado.

Sirius se sienta a su lado, en el borde de la cama, y coge otra botella de algo que James no consigue descifrar. Huele muy fuerte cuando destapa el corcho. Seguramente alguna bebida muggle.

-Esa tía es como tu regla, macho. Te deprime una vez al mes.

-Ya. ¿Pero qué puedo hacer?

-Esperar a ser como mi madre -prosigue ante la mirada confusa de su amigo-. No por lo de fea y zorra, sino por lo de vieja y menopáusica.

-¿Dices que deje pasar el tiempo? -suerte que James ya conoce el idioma- Porque yo no me voy a olvidar de Lily.

-Ay, por Merlín. Eres como una tía. Sólo que eres un tío… Creo.

James le tira la almohada a la cabeza, molesto, pero pronto se le contagia la risa de su amigo, posiblemente por el efecto del alcohol, porque no encuentra el chiste. A veces se pregunta cómo es posible que termine peleando en broma con cualquiera de sus compañeros de gamberradas. O con todos. Y, sin saber exactamente cómo, Lily desaparece de su mente por un corto periodo de tiempo. Cuando regresa, vuelve a tener las energías y los ánimos que necesita para volver a pedirle que sea su novia.

-¡Te puedo enseñar lo hombre que soy cuando quieras! -amenaza justo antes de lanzarse sobre Sirius.

-¡Agh! ¡Sal de encima, marica!

Puede decir y asegurar que sus amigos son un potente bálsamo para la desdicha esporádica que sufre, pero lo cierto es que la única medicina eficaz tiene ojos verdes y largo cabello pelirrojo.

Lástima que no se venda en tiendas. Aunque entonces, piensa, no supondría un reto.

Sobre la vida personal, cabe decir que 1) Bleh, 2) Cada día existen más Colagusanos (será una plaga o es que salen en los cromos) y 3) ¿Qué se fuma la gente?

(Sí, me gusta hablar en clave, para algo me hice un LJ, y más teniendo en cuenta que borré el Fotolog, que es donde metía más ralladas comprimidas)

En fin, el otro día en una librería una canción me recordó algo:

Show must go on...

*se pone el flequillo en los ojos y se camufla entre los emos*

Y no sé si es normal, pero soñé con unas pelandruscas que me caen mal, muy mal, que me acosaban en la universidad cuando iba a ver la nota de un examen (y me iba sin saberla, genial). Después me encontraba con una de ellas en el trabajo (¿?), que la habían nombrado mi secretaria (¿?¿?) y me venía de simpática. Yo la despedía, obviamente (¿?¿?¿?), pero es que parecía la típica serie americana o algo.

Crisis Core terminado en tres noches. Quiero más, supongo que pronto empezaré una partida al Final Fantasy 7. Que será... la décima, aunque la contaré como novena porque la última vez que lo empecé no llegué a pasármelo.

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