Travesuras: 01.Versión "oficial"

Aug 16, 2010 00:15

 Martín cerró la puerta de su casa sintiendo algo más allá de lo que la palabra “Sorpresa” es capaz de encerrar. ¿Cómo no se percató antes? Sebastián dejó escapar el comentario como si nada y él, creyéndolo una broma, aceptó la proposición más “descabellada” de toda su vida.

Agarrando su mate con manos un poco temblorosas, el joven se sentó a rememorar detalle por detalle la inusitada escena, intentando entender cómo lo habían atrapado.

- ¿Has notado esa moda de sacarse fotos “sugerentes”? -inquirió Uruguay con naturalidad antes de darle otra chupada a su bombilla.

Martín volteó la cara para que su primo no viera cómo casi se le salió el mate por la nariz.

- No me cuentes, por favor -le rogó porque ya sabe por dónde terminará esa plática.
- Es innecesario, ya te lo imaginaste -replicó triunfante su primo, acomodándose los anteojos-. A veces creo de corazón que inviertes buen tiempo imaginándonos a Luciano y a mí.
- Andate a la mierda -Amén de enojado, Argentina ahora está sonrojado.
- Eres tan fácil de leer…
- No sos el centro del universo, che -la voz de Martín bajó un tono-, no te imaginaba a vos.

Ahora lo entendió; el brillo en esas pupilas claras y la inflexión maliciosa en sus rasgos.

- ¡JA! ¿Manuel?
- Cerrá la bocota -Su rubor aumentó, acusador.
- Bueno, algo debe tener si le aguantás todo. Pero será una lástima -añadió, lúgubre- te partirá la cara antes de que termines de hablar.
- Yo sé que podría conseguirla.
- Olvidalo, primito. Acabarás muerto sólo proponiéndolo. Chile es muy…
- Manu no es un tarado ni yo soy una nena, me subestimás a veces Sebastián. Sos tan irritante cuando te lo proponés.
- Nena no eres, lo tengo claro. Allá tú -concluyó como quitándole importancia-: Si podés, bien por ti, sino, ese no será signo de debilidad para mí: Las cosas simplemente habrán tomado el curso natural y ya.
- Le sacaré la foto y ya verás que no será lo último que haga.
- Trato.

Así, casi por gusto Martín estaba metido en un lío.

- Espero que me alcances a mostrar la mentada foto antes de que Manuel te ponga las manos encima -comentó Sebastián medio en broma medio en serio, burlándose de sus mejillas rojas.

“Sos un pendejo Martín” se recriminó.

***

Con el correr de los días la situación se puso un poco incómoda. Sin previo aviso, visiones de Manuel-en poses variadas, a cuál más perturbadora- asaltaban al desprevenido Martín, consiguiendo que su torpeza alcanzara un nivel desusado y los desastres a su alrededor se volvieran épicos; a veces podría jurar que Sebastián le echaba una de sus malditas miradas compasivas y burlonas, llenándose de soberbia ante la sola idea de perder.

“Sino va a ser terrible, dejá de sugestionarte por las boludeces de tu primo, pelotudo”

Tras una semana de acoso diurno y nocturno -que llegara Luciano comentando el tema sólo por hacerlo sonrojar no ayudaba en nada-, el rubio se decidió a enfilar a casa de Manuel y así enfrentar la certeza de los hechos antes de continuar en la incertidumbre de las conjeturas.

Claro, él podría admitir hidalgamente la derrota por anticipado ante Uruguay, soportar las burlas por una temporada y dejar el tema por la paz, su autoestima no sufrirá demasiado. Sin embargo, cuando Martín reflexionó sobre este punto una última vez se dio cuenta de que su idea ya no estaba cimentada en una apuesta:

Ahora se trata de su único y completo placer, merecido por cierto.

Obviamente el morbo acabó ganándole. Gastó tres días más ideando un plan para conseguir su objetivo, sin que nada le convenciera. Así que optó por lo más difícil:

- ¿Me dejás sacarte esa foto?

Manuel se quedó quieto en su sillón mirándolo, no como se mira a un loco sino con una expresión tranquila, casi indescifrable.

- ¿No quieres un dulce también? -acabó por replicar con absoluta calma-. No soy un trofeo para que vayas presumiéndome con tus amigos por ahí.
- ¿Creés que sos un premio?
- Estoy cada día más seguro de que eres más raro que culebra con plumas. Cuando creo que ya logré entenderte del todo, me sales con nuevas sorpresas...

Martín bajó la vista: La reacción de Manuel era la que se esperaba de él.

- Por lo menos no me golpeaste -comentó con una sonrisita divertida.
- ¿Por qué te iba a pegar, ridículo? Un puñetazo en la cara te daría si lo intentases de repente, como siempre, pero ahora fuiste de frente. Aparte de decir que es muy valioso tu descaro y responder que ni muerto, ¿Qué más tendría que hacerte?

-… Y me vine ¿viste? -dijo Martín, consiguiendo una sonrisa lastimera por parte de Sebastián.
- Fue razonable, hay que concedérselo -señaló Uruguay, enarcando sus cejas.
- Es una pena -comentó Luciano, alcanzándole al pobre Tincho un mate caliente- Hubiera sido entretenido escuchar otra historia.
- Sí -añadió Martín con un suspiro de decepción.

Había otra historia, pero Martín no la dejaría escapar de sus labios ni muerto.

Fanfic Martín Manuel Fancannon Argentina

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