TÍTULO: Reminiscencia
FANDOM: Dollhouse
PERSONAJE: Adelle DeWitt
SPOILERS: 1x11
NOTAS: si queréis, como shippeo Adelle/Mundo podéis escoger como pareja subtextual la que más os guste, en caso de que el gen no os mole XD
En ocasiones Adelle cree verlo. Un deje, un guiño. Una pequeña fluctuación en la máscara en blanco que compone a los activos. Es tan sólo un deseo inconsciente, supone. Reconocer (buscar, recordar, recuperar) a Roger (Roger, una invención lúdica. Un pasatiempo. Un medio de catársis) o a Dominic en el rostro de Víctor. Tan sólo se trata de una reminiscencia, un flash que desaparece sin dejar rastro y queda tan sólo en su memoria. Algo intangible y que probablemente ha imaginado. A veces Adelle necesita dejarse creer verlo.
Sigue siendo humana, muy a su pesar y al de sus superiores. Pero ésa no es razón ni excusa para permitirse ese tipo de deslices. Especialmente no ahora. Fue la razón por la que Roger fue destruido en primer lugar, especialmente ahora no hay cabida para errores.
Por eso se agacha en silencio. Ballard permanece en la puerta, Boyd aún le apunta con el arma, pero ninguno está hablando. Las respiraciones resuenan pesadamente en la habitación, entre los sollozos ahogados de Víctor (agazapado en el suelo. Temblando. Sangrando. No hay reconocimiento allí. Desearía que no lo hubiera) y ocultando los temblores de Claire contra la pared. Se sujeta las rodillas. No llora, no habla. Tan sólo tiembla.
Adelle acerca una mano a su hombro.
(Aún recuerda las cicatrices frescas en su rostro, las primeras firmas de Alpha. El cabello de Claire teñido de rojo y los gemidos de dolor entremezclándose con los gritos del resto, de los futuros cadáveres.)
-Claire -la voz de Adelle no tiembla. Porque no puede permitírselo. Porque ahora mismo ser humana no es la mejor ruta a seguir-. Claire, escúchame.
La mirada de Claire está vacía, eso puede distinguirlo incluso en esa oscuridad. “Tienes que recomponerte,” continúa sin variar el tono de voz. “No tenemos tiempo para esto, no ahora.” Porque lo que ha ocurrido en esa habitación es lo menos que podría haber pasado. No hay cadáveres, pueden dar gracias por ello. Quizá es un regalo de despedida. Claire parece humedecerse los labios lentamente, asiente de manera casi imperceptible.
La mano de Adelle se tensa un momento en su hombro, el pulgar clavándose en la bata blanca, antes de levantarse y alisarse la falda. Respira hondo y trata de ignorar el resto del ruido ambiental. Los sollozos continuos mientras Boyd examina el rostro de Víctor, la manera en la que Ballard pide explicaciones a medio camino del grito.
-Señor Langton -Boyd levanta el rostro ante su voz-, no es el momento, ahora mismo tiene otras prioridades que atender. No podemos permitir que Alpha salga de este edificio.
De nuevo, no añade, porque todos lo saben.
Boyd parece dudar, en cuclillas y sin soltar su arma, una mano aún en la mandíbula de Víctor. Pero Claire asiente a su lado, con más fuerza esta vez. “Yo me encargo,” murmura, y su voz tiembla, pero se mueve con decisión. Puede con ello, Adelle está segura. Claire es fuerte, y si un primer encontronazo con Alpha no la rompió, tampoco éste lo hará. Al menos tiene que confiar en ello, en que ninguno va a resquebrajarse en este momento.
Es un lujo que no tienen esa noche.