Empecé a escribir “¡Hufflepuff Existe!” en respuesta al chasco universal que nos llevamos los lectores de fanfic tras la publicación del quinto libro, “La orden del Fénix”. Tras leer tantas historias creadas por fans con maestría y amor, el nuevo canon resultó tedioso y decepcionante (¡maldito velo!).
La idea se me ocurrió ese verano de 2003, pero no fue hasta noviembre, mes del Nanowrimo, cuando me lancé: aunque no había leído un solo fanfic en fanfiction.net (yo era de saquear archivos Webs temáticos, imprimir los fics y encuadernarlos), me creé una cuenta, redacté a vuelapluma el primer capítulo, y lo lancé. Tal cual.
No se lo conté a nadie en más de un año. Quería que, quien me leyese, lo hiciera porque de verdad le interesaba. Y me encantó desarrollar esta nueva identidad online al margen de mi entorno habitual.
Pero el Gremio HP me encontró y me invitó a participar en su comunidad de retos en Livejournal, y como el mundo hispanohablante es un pañuelo, mis dos entornos online finalmente se encontraron. La historia de cómo ocurrió todo y hasta qué punto mi vida personal permeó el fanfic es digna de una romcom sáfica, pero no viene a cuento e invadiría la privacidad de la parte contratante de la segunda parte, así que me centraré en el Justin del fic.
Justin era ideal como protagonista: bardo hijo de muggles de mi edad, fan del Equipo A, los Dire Straits y los Monty Python (“¡Nadie se espera a la Inquisición española!”), con el que podía describir la vida en Hogwarts como lo haríamos cualquiera de nosotros. Se ve cómo evoluciona desde primer curso en paralelo a Harry, pero a cambio los primeros capítulos pueden resultar infantiles para quien busca chicha rápida. El punto de vista en 1ª persona presente y la puntuación anglosajona también eran un obstáculo mental. Pero nada desanimaba más, imagino, que fuera un fic 1. gay 2.no centrado en Draco o los Merodeadores 3.sino en Hufflepuffs secundarios.
Ahora os parecerá una tontería, pero en 2003 casi nadie escribía romance mm en español. El matrimonio homosexual no se legalizó en España hasta 2005, fecha de esta ilustración de mi amiga Koba que uso como icono de LJ con el título de “JULIEEET”.