Cuatro & Diez. - (1/?).
Titulo: De deseos e ilusiones que se vuelven realidad.
Fandom: Kuroko no Basket.
Personajes: Kasamatsu Yukio y Takao Kazunari. El equipo de Kaijo, también.
Género: Romance entre líneas.
Rating: T
Advertencias: Ligero Shonen Ai. Kasamatsu/Takao o viceversa.
Para: fandom_insano. Reto: Evil Plot Raven - Septiembre #6. Prompt: #1.
Resumen: Quizá sí era el día de buena suerte de Takao.
Disclaimer: Kuroko no Basket es obra de Tadatoshi Fujimaki.
19/10/12.
Takao no deja de sonreír, de tararear feliz una canción por lo bajo al esperar recargado en el muro que tiene la placa con el nombre de la escuela de Kaijo. Ha venido hasta aquí lo más rápido que pudo luego de terminar el entrenamiento del día en Shutoku.
Sólo espera que "él" aún no se haya ido. Espera recargado y sonriente un poco más. Según Midorima o más bien, Oha-Asa, hoy era su día de buena suerte y algo muy bueno le iba a pasar. Pero quién sabe.
Poco después de eso, cinco o diez minutos, escucha unas voces y ve a un pequeño grupo salir de la institución. Lo reconoce en seguida, es él.
-¡Kasamatsu-san! -así que le saluda feliz en cuanto lo ve salir, acercándose a él y los demás miembros de Kaijo.
-¿Takao? -Yukio se sorprende un poco de verlo ahí. Tanto Kise como él miran a su alrededor pero no ven a Midorima por ninguna parte, tal parece que ha venido solo-. ¿Qué pasa? ¿Qué estás haciendo aquí? -y da dos pasos hacia él.
-¿Midorimacchi no ha venido contigo? -pregunta curioso Kise, ganándose por un segundo la atención de Takao, pero después lo ignora.
Tanto el rubio como Moriyama, Kobori y Hayakawa que hasta el momento simplemente observan curiosos la escena notan ese pequeño detalle pero ninguno dice nada, siguen observando en silencio.
-Pues no… -se ríe un poco el número 10 de Shutoku, centrándose sólo en el armador-. En realidad vine a verte a ti, Kasamatsu-san. Tenía un poco de hambre, estaba cerca, y decidí venir a ver si querías acompañarme a comer por ahí, ¿qué dices?
-¿Ir a comer, eh? -al pensar en comida el estómago de Yukio le recuerda que tiene hambre. Eso le vendría muy bien por lo que accede-. Sí, eso sería bueno. -le contesta con una pequeña sonrisa por la invitación.
-¿En verdad? -Takao aún no cree que Kasamatsu-san haya aceptado a ir con él. Es como un sueño hecho realidad que no puede dejar de sonreír y brillar felizmente sus ojos. Está feliz.
-Sí. -le confirma, girándose hacia los demás-. Entonces... nos vemos mañana, chicos. Me iré con Takao.
-¡Eh!
Los otros cuatro no pueden creer que Kasamatsu haya aceptado así sin más ir a comer con él. A ellos siempre les dice que no, que está cansado, que no tiene tiempo o simplemente que no quiere ir.
Esto es tan... injusto. Pero no pueden hacer nada, se resignan por el día de hoy.
-¿Nos vamos? -mira de nuevo a Takao, regalándole una pequeña sonrisa al tiempo en que lo ve asentir.
-¡Sí!
Y sin más, ambos toman el camino opuesto a los demás mientras entablan una agradable conversación. Ellos desde el principio se han llevado bien, sin mencionar que tienen muchas cosas en común.
Takao por su parte, no puede creer que vaya a comer con Kasamatsu-san. Ha soñado y deseado tanto esto, acercarse, hablar con él, salir a pasear a algún lado que tiene que pellizcarse una mejilla para comprobar que no está soñando. Que esto no es otra ilusión de las que ha tenido desde antes de que se uniera a Shutoku cuando solía leer con interés y asombro sobre el capitán de Kaijo en las revistas de baloncesto, pero no lo es.
Esto es real, y es maravilloso. Lo mejor que le ha podido pasar. Sin duda alguna este es su día de buena suerte. Y quién sabe, quizá a partir de ahora pueda pasar un poco más de tiempo con Kasamatsu-san, la idea le gusta y mucho.
Fin.