Título: Kyoya.
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Personajes: Gokudera Hayato, Hibari Kyoya. Mención y Alusión de Dino.
Género: Romance. Humor.
Rating: T.
Advertencias: Shonen Ai. 1859.
Para:
retos_a_lacarta. Tabla:
Abecedario. Tema: #41. "K".
Resumen: Su herbívoro rebelde nunca lo llama por su nombre, y eso, es algo que Hibari quiere cambiar.
Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn! no es mío. De Amano Akira-san, sí.
27/01/12.
Hibari ya se había dado cuenta de eso desde hace meses. Su herbívoro, Gokudera Hayato, no lo llama por su nombre ni siquiera cuando lo están haciendo.
Siempre es un "¡Ah, Hibari!" así esté a punto de venirse o le pida que vaya más rápido. Siempre, bajo cualquier circunstancia, lo hagan o no, se vean por los pasillos o hasta seguro está de que incluso en sus pensamientos es "Hibari".
No es que le moleste… después de todo así se llama, ¿no?
Es sólo que es muy diferente de él, que desde hace un tiempo lo llama "Hayato"; no herbívoro rebelde o Gokudera Hayato, no, simplemente Hayato; la mayoría de las veces…
… a menos claro que quisiera molestarlo o atraer su atención.
Lo hace, porque es lo correcto, lo esperado entre ellos. Si la Tormenta se ha vuelto tan importante e íntimo en su vida, es lo menos que puede hacer y suceder, llamarlo por su nombre sin ninguna clase de sufijos.
Aunque todo indica que el italiano no piensa así. ¿Tendrá que ver de dónde viene su herbívoro?
No, lo descarta de inmediato al acordarse del Caballo Salvaje.
¿Entonces, qué es?
¿Por qué él no lo llama por su nombre?
Sólo para salir de dudas y dejar de pensar en ello en vez de besar y acariciar a Hayato, es que decide preguntárselo ahora que éste termina de vestirse y el aire fresco entre de nuevo por la ventana de su oficina para borrar cualquier rastro en el aire de lo que ellos estuvieron haciendo hace un par de minutos atrás.
- Hey, herbívoro… -le dice, atrayendo con eso su atención.
- ¿Y ahora que quieres, Hibari? -lo mira con el ceño fruncido y un claro indicio de sonrojo que quiere ocultar a toda costa en esos momentos porque él-no-se-sonroja.- ¿Es que no quedaste satisfecho o qué?
Él prefecto lo piensa unos segundos y una media sonrisa curva sus labios.
- No, no es eso. -responde de forma cómplice, pues a quedado bastante satisfecho con la "actividad" del día, muchas gracias.- Es otra cosa. -le aclara.
- ¡Ah, bueno!
Gokudera se cruza de brazos y mira hacia otro lado, esperando saber qué es entonces lo que quiere.
El Guardián de la Nube, prosigue.
- Quiero saber por qué no me llamas por mi nombre.
- ¿Hah? -una de sus cejas se alza a modo de confusión al escuchar sus palabras, demostrando que aquello lo ha tomado por sorpresa.
Y es que eso no tiene nada que ver con lo que estaban hablando en ese momento, pero da igual. Tampoco es que haya sido la gran cosa.
Quizá aquello es infantil... piensa Hibari, pero a él le da igual. Él quiere saber la razón o hacérselo notar por si no se había dado cuenta, así que continúa con tus palabras.
- Yo te digo Hayato desde hace tiempo, y tú nunca me has llamado por mi nombre. -y entonces, sonríe presuntuoso por lo que va a decir.- ¿O es que acaso no sabes cómo me llamo, herbívoro? ¿Es eso?
Un tic aparece en su ceja izquierda, dando un paso hacia él, molesto.
- ¡Por supuesto que sé como te llamas, imbécil! -le grita.- ¿Cómo diablos no lo voy a saber? ¡Eres el idiota de Hibari Kyoya! -casi deletrea su nombre, afilando un poco más su mirada.- ¿Satisfecho ahora?
No, por supuesto que no.
- Y entonces... -da un paso hacia él, quedando uno enfrente del otro y sin mucho espacio de por medio.- ¿Por qué no me llamas, "Kyoya"?
El de ojos verdes mira hacia otro lado molesto, murmurando por lo bajo cosas que Hibari no llega a entender del todo porque son dichas en Italiano.
Luego... alza la voz, diciendo un escueto:
- ¡Porque no! -queriendo dar por finalizada la conversación al tomar su mochila y tener la intención de irse a su casa pero el prefecto no se lo permite.
- Espera… -lo retiene del brazo, sin la menor intención de soltarlo.- Te hice una pregunta, respóndeme herbívoro... o me enojaré en serio.
- ¡Ja! ¡Cómo si me importara que hicieras tus berrinches! ¡Además...! -le sostiene la mirada.-¿Por qué debería de…?
Gokudera no llega a terminar su pregunta cuando el prefecto lo lanza contra el sillón y domina la posición de arriba al sujetarlo con fuerza de las muñecas y estar cerca, demasiado cerca de su rostro.
La media sonrisa que tiene en los labios no augura nada bueno.
- Porque sí. Porque yo te lo estoy preguntado y quiero una respuesta... sin mencionar claro, que tú eres mío. ¿O tan rápido lo olvidaste, Hayato?
Ante eso, la Tormenta no puede disimular el sonrojo que tiene en las mejillas al sentir como el prefecto pasa una de sus manos por su trasero y lo acerca más hacia él sintiendo su miembro más que despierto.
- E-Es estúpido... -murmura con un rojo hasta en las orejas, tratando de ganar algo de espacio.- ¡No es nada, es una tontería! ¡Así que o-olvídalo, Hibari!
- Hayato...
Aquel susurro en su oreja para luego morder su lóbulo es todo lo que hace falta para acorralarlo y hacerlo explotar para que le diga la verdad.
- ¡Eso es porque suena como si el Caballo Salvaje fuera el que te lo dijera, y no yo! -lo toma de la chaqueta y lo acerca más hacia su persona.- ¡Yo no soy ni nunca seré el idiota de Cavallone, que te quede muy claro, Hibari!
Su oficina se queda en silencio un par de segundos luego de que el eco de su voz desaparezca, cuestionando el japonés un confuso:
- ¿Qué?
- ¡Y-Ya lo dije! -mira hacia otro lado completamente rojo al darse cuenta de lo que le ha dicho.- ¡No me hagas decirlo de nuevo, bastardo... o te mandaré a volar con mi dinamita!
- No lo repitas, sólo explícamelo.
- ¿Para qué? ¿Para qué el idiota de Hibari Kyoya tenga de que reírse de mí? ¡No, gracias!
- Hayato. -le dice serio, consiguiendo que una venita aparezca en su sien de tanto escuchar que lo llama por su nombre.
- ¡Qué! -gruñe molesto y ligeramente enfurruñado, cruzando de nuevo sus brazos.- ¿No es cierto que él es el único que te dice así,"Kyoya"? -e incluso imita su tono de voz.
- Sí.
Hibari asiente, sin saber cuál es su punto.
- ¿Y que voz se reproduce en tu mente cuando alguien te dice así? -sin darle tiempo a contestar nada, agrega.- ¡La del Caballo Salvaje! ¿No es así?
El prefecto está a punto de decirle que no, aunque no sea del todo cierto.
Si bien es cierto que se le vendría a la mente el italiano de cabellos rubios si alguien lo llamara repentinamente por su nombre, aquello no sería así si fuera Hayato quien se lo dijera…
… y mucho menos, si es en situaciones comprometedoras como estar teniendo sexo y él estuviera tocando y besando como loco su cuerpo.
De pronto se ríe al entender qué es lo que pasa.
- ¿O sea que estás celoso de que alguien que no seas tú me diga por mi nombre, cierto?
- ¿Qué? ¡Por supuesto que no, idiota! -vuelve a enojarse y a gritarle porque no es así, como él dice.- ¡Quién se pondría celoso por eso! ¡Yo no!
- Pues tus reacciones y palabras te delatan, Hayato… -trata de atraerlo hacia sí, y el de cabellos grises se resiste.
- ¡Y una mierda! ¡Déjame ir, Hibari!
- No hasta que mi llames por mi nombre.
- ¡N-Nunca! -se niega.- ¡Primero muerto!
- Oh, entonces tendré que "morderte hasta la muerte" una vez más.
- ¿Qué? ¡Eh, Hibari! -al verse recostado de nuevo en el sofá y sentir como las manos del Guardián lo tocan y acarician, y al mismo tiempo trata de quitarle la ropa, se resiste lo más que puede.- ¡No, espera! ¿Qué estás…? ¡No me toques a-ahí, maldito! ¡Hey… no me ignores! ¡Hi-Hibari!
Si Hayato no quiere llamarlo por las buenas por su nombre entonces tendrá que hacerlo por las malas, pero él no descansará hasta sacarle un "Kyoya" de sus labios y si es en esas circustancias... pues que mejor.
Él no se queja, muy al contrario. Esa forma le gusta al igual que Gokudera Hayato.
Fin.