Sí, sí. Desaparecida por aquí y todo. Pero mientras vuelve la inspiración, subiré las historias que ya están en mi pc, y que no he subido porque soy una floja (?).
Título: De depredadores y sus víctimas.
Personajes: Kyouya Hibari, mención de Mukuro Rokudo.
Prompt: #03 Paciencia para
retos_a_lacarta, #22 Enemigos para
fanfic100_es.
Resumen: Colaborar con herbívoros era definitivamente algo que odiaba hacer; sólo una cosa impedía que dejara de hacerlo: El bebé le había dicho que si continuaba con ellos tendría la oportunidad de volver a enfrentarse a él.
Palabras: 296.
Tabla:
Aquí y
aquí.
Permanecía recostado en su cama, con los brazos cruzados tras la nuca y la mirada perdida en algún misterioso lugar del techo. Sus pensamientos, por supuesto, no estaban ahí.
Sabía que al día siguiente tendría que combatir, y sólo por eso Dino había decidido que lo mejor era que no combatieran para que el prefecto se encontrara en sus mejores condiciones (aunque claro, por mucho que esa fuera su intensión, si Hibari quería pelear, nada podía hacer; y si no lo tenía claro, el moreno se hizo ver cuando lo golpeó con fuerza en las costillas).
Sacó el anillo que permanecía en su bolsillo y lo observó con aburrimiento. Todas las peleas que se habían llevado a cabo los días anteriores habían sido a causa de aquellos pequeños objetos, y él no acababa de comprender por qué eran tan valiosos (estaba seguro de que Dino se lo había explicado, pero estaba tan inmerso en la pelea que no le prestó mayor atención). Los encontraba fastidiosos y no quería perder el tiempo con esas batallas sin sentido; él bien podía con todos ellos. Colaborar con herbívoros era definitivamente algo que odiaba hacer; sólo una cosa impedía que dejara de hacerlo: El bebé le había dicho que si continuaba con ellos tendría la oportunidad de volver a enfrentarse a él.
Sólo aquel pensamiento hizo que una tétrica sonrisa asomara en su rostro. Le haría pagar por lo que le había hecho, y ganar en la batalla era un paso que le acercaría más al ilusionista.
Sabía que sólo era cosa de tiempo para volver a verle; sólo tenía esperar y seguir colaborando con esos herbívoros.
Y con tal de obtener lo que quería, Hibari podía ser muy paciente; al igual que los depredadores cuando acechan a sus víctimas.