Viene el estrésss // Fanfics

Oct 20, 2007 00:09

 
Holas, antes que nada xD

Estoy estresada. Hoy me han estresado mucho, demasiado diría yo…eso de tener a partir de la semana que viene exámenes y trabajos para dar y regalar no me va. Y menos aún si está la profesora Trelawni de ‘Hombres y mujeres en los siglos XVI-XVIII’ diciendo de carrerilla cincuenta mil fechas de de todo tipo mientras nosotras analizamos de cuantos meses está la mujer…en fin, el estrés no es lo mío.

Hoy hemos ido de paseo Carmen, Laura y yop por el centro, y no me he podido comprar mis novelas *snifsnif* no es justoo!! L yo quiero leer csi!!

Pero, eehh, hemos visto a  askina_spn ha sido algo raro, íbamos por la calle, y de repente Carmen dice “creo que acaba de pasar Paula, y creo que me ha llamado” total que hemos dado la vuelta y las hemos seguido (sin saber muy bien a quien) calle abajo y al final, sí que era ella, pero que ni la habían llamado ni nada xDD, imaginaciones tuyas…;)

Por el amor de Greg, hoy hay sesión remember en mi casa… con el video de la boda de mis padres…después de repente he aparecido en mi segundo cumpleaños…y lo que es peor, los playbacks de segundo de la eso…yo!! Bailando it’s rainning men!! Por favor, que pasen esa partee!!  Lo mío nunca ha sido el baile, y porque era obligatorio sino, estás que salgo yo bailando…no way!!

Me ha hecho especial gracia yo con un año, con mis ‘amigos’ de entonces peleando por un triciclo, haciendo el avión, paseando a mi muñeca por el pasillo…y mírame ahora, intentando escribir porno gay…como cambias las cosas *mirada nostálgica* xDD

Y sin más que decir (hoy ha sido un día interesante, dentro de lo que cabe xD) dejo un par de fics, que espero que no me peguéis al leerlos. Un Greg/Nick, uno de Sara  xD iba a poner otro, pero era demasiado >.<
Notas: son un poco largos, lo siento; y los títulos no son lo mío xD

Título: año nuevo, vida nueva
Autor: starlight_giu
Claim: serie general
Fandom: CSI Las Vegas
Prompt: #95 año nuevo
Resumen: Nick invita a Greg a una fiesta...
Raiting: TP
Notas: como son cosas que sólo pasan en mi cabeza...nada
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen blablabla, una lástima...

Motley Crue sonaba en la amplia habitación al tiempo en que varias camisas de colores diferentes volaban por el aire. Buscaba y volvía a buscar una adecuada para su traje casi nuevo, ya que como traje sólo lo había utilizado una vez que tuvo que comprárselo por fuerza mayor para una boda de alguien de su familia cuyo nombre no recordaba en ese momento. Las otras utilidades que le había dado había sido para sus propios conciertos que hacía él para él en su casa de vez en cuando imitando a AC DC revolcándose por el suelo, con la corbata atada a la frente (menos mal que no le había dado por convertir los pantalones en bermudas, sino lo tendría más difícil aún) El día anterior había pensado en sacudirlo un poco, pero en seguida cayó en la cuenta de que ese traje necesitaba una limpieza a fondo, de modo que lo llevó a la tintorería y ahí lo tenía ahora tal como se lo habían entregado, ni siquiera lo había sacado de la funda para evitar accidentes de última hora.

Por un momento dejó de revolver los cajones y pensar un poco. Miró a su alrededor y se preocupó al ver el escenario que había montado. Cincuenta camisas y ninguna apropiada para la ocasión…en qué momento de embriaguez había decidido ir de etiqueta a la fiesta? Es más, en qué momento había decidido ir a esa fiesta? Desde luego, ese maldito Nick y su maldita persuasión, “Oye, y en esa fiesta…habrá género femenino para los dos, o sólo para ti mientras yo miro?, Si quieres comprobarlo…” Vale, tampoco le había insistido mucho, pero por qué tenía que comprobarlo él? Ya tenía su plan para la fiesta de  Año Nuevo, algo rutinario pero ya era un plan. Pero como el señor Stokes no tiene plan le ofrece ir con él a la fiesta a la que probablemente habría ido con su querido amigo Warrick, que le había dicho con su enorme pesar que ya había quedad con su chica. Luego habría acudido a Sara que…ya se sabe que Sara y las fiestas no se llevan bien así que… y después de no se sabe cuantas personas más estaba él. Acaso tenía pinta de pasar la Nochevieja solo? Nick podría haberse acoplado con él y sus amigos, pero esas malditas invitaciones a una fiesta de pijos snobs le eran más atractivas que un grupo de tíos saltando como locos en un concierto…qué delicado era, por amor de dios! Ya había perdido la cuenta de las veces que se había preguntado por qué había aceptado ir con él. “Me debe una bien gorda”, aunque eso no le consolaba demasiado. Tal vez una llamada para disculparse… pero eso no era de ser buen amigo…qué narices! Por una vez se rodearía de gente elegante de la que poder reírse, después de todo podría ser entretenido.

Pero ahí continuaba el problema de la camisa. Miró su reloj, dos horas para salir. Decidió organizarse un poco la habitación. Por un lado todas las que había descartado (las que tenían varios colores en escasos centímetros de tela) Por otro, las que tenían posibilidades, es decir, tres: azul, negra y blanca, simples y muy vistas, pero las más apropiadas. Pensó que viéndoselo puesto se convencería mejor, por lo que se quitó la toalla de la cintura y se puso los pantalones negros recién traídos de la lavandería y la camisa negra, “No está mal si vas a un entierro” fuera. La azul era…perfecta. No estaba nada mal, por lo que decidió descartar la blanca directamente. Si él había tardado una hora para elegir una maldita camisa, no quería ni imaginar lo que tardaban las mujeres para ponerse todas esas cosas que llevan puestas y bien combinadas.  Dio un par de vueltas sobre sí mismo para auto convencerse de que estaba bien así y con la americana encima cosa que dio resultado. Ahora faltaba peinarse un poco, bueno peinarse bastante para mantener a raya esa mata rebelde de cabello rubio. Mientras se echaba gomina, pensaba en volver a dejárselo de su color original del que apenas se acordaba, aunque también le gustaba rubio…tal vez le pediría a Nick su opinión. No estaba seguro del porque pero lo que pudiera pensar Nick era algo que le afectaba bastante, seguramente porque era un tío listo, o tal vez por la misma razón por la que sospechaba que había aceptado acompañarlo. Muy a su pesar se decantaba por la segunda opción y por milésima vez le volvía a atormentar la misma idea de siempre. Se observó un rato en el espejo del cuarto de baño en silencio, serio al pensar en que no lo iba a pasar muy bien esa noche, y no por el ambiente que le rodearía, sino por tener que disimular ante su compañero, haciéndole señas de aprobación cada vez que le señalara a una mujer. Cosa que no le importaría haber hecho un tiempo atrás, pero no ahora, no cuando estaba tan confundido, no cuando dudaba de si lo que él le decía eran indirectas o simples bromas que se veía obligado a continuar, no cuando no sabía que era lo que le presionaba el estómago cuando tenían que trabajar juntos. De lo único que estaba seguro era que ese hombre no le era del todo indiferente, y eso le molestaba mucho. De un día para otro las mujeres del mundo habían desaparecido sólo para que notara la presencia de Nick en otro sitio a parte del laboratorio. De repente había cambiado de gustos sin más? No hacía ni dos meses que había intentado salir con Mía, cuando una noche sin más sueña con él, un sueño bastante extraño con el que se obsesiona tanto que ya no vuelve a verlo igual. Y aunque al principio le pareció una estupidez, una simple fantasía producida por el cansancio, el sentimiento que se creó en su cabeza fue creciendo hasta que le llegó al corazón sin que pudiera hacer nada por evitarlo. En realidad no tenía nada de malo, pero cómo le molestaba! En las películas no es tan difícil, no cuesta tanto de asimilar, ni es tan doloroso. En ellas, uno se puede tirar toda la vida pensando en una persona sabiendo que no tiene nada que hacer y sigue tan feliz, sin importarle nada. “Es imposible vivir así” se había repetido muchas veces. Por lo tanto, todo lo que había visto en la televisión eran tonterías que no le servían de ningún consuelo. Pero también se había dicho, que todo lo que llega se va…así que con un poco de paciencia ese sentimiento que se había apoderado de él, lo abandonaría y todo volvería a la normalidad. Con una sonrisa optimista como él mismo se despidió de su reflejo y fue a sentarse un rato en el sofá hasta que llamaran a la puerta.

Abrió los ojos sobresaltado por la melodía del móvil, y vio que en la pantalla parpadeaba “N. Stokes” El teléfono dejó de sonar y cuando vio la hora que era se levantó tan deprisa que las piernas le fallaron y estuvo a punto de caer. Cómo podía haberse dormido tanto rato? Cogió la cartera, las llaves y el teléfono, se miró una vez más en el espejo y salió del piso.

Nick le esperaba en el cuatro por cuatro negro delante de la puerta.

-Ya era hora! Iba a llamar a los bomberos-dijo sonriendo

-Me dormí

-Ya, sabes, esa excusa resulta poco creíble la cuarta vez que la usas

Greg le devolvió la sonrisa un poco avergonzado

-Esta vez es verdad

Los dos rieron casi al mismo tiempo. Nick le señaló en la guantera un par de entradas para la noche.  Tenían pinta de ser caras.

-Cuánto te costaron?

-Son invitaciones, Greg

-Quién te las ha dado? -Nick se giró algo extrañado- tienes que conocer a alguien en esa fiesta para que te las de, no?

-Ah, sí. Una amiga me las dio

Por fin se lo había sacado. Su amiga se las dio para que fuera con ella. No, le había dado dos para que fuera con un amigo que se quedara con la amiga de ella mientras los dos se lo pasaban bien. Típico. Pero algo no iba bien. Una chica iba a estar allí especialmente para él y no se alegraba? Definitivamente, el problema era más grave de lo que pensaba.

-Importa eso?

-Qué? Ah, no. Era curiosidad.

Por un momento pensó que Nick sabía en lo que pensaba. Y habría seguido pensando en lo mismo si la música del coche no se lo hubiera impedido. El conductor del coche se fijó en su ropa y le comentó que nunca lo había visto tan elegante. “Elegante?, es lo primero que he pillado” Le contestó con modestia y hasta él mismo se sorprendió de su respuesta, desde cuándo era modesto? Nunca se había considerado modesto, siempre le había gustado presumir de sus cosas, de sus gustos, por qué de repente se comportaba como una chica en su primera cita? “Mal, Greg. Vamos mal. Respira. Piensa en algo…chicas, chicas, chicas y alcohol por todas partes”  Miró de reojo a su compañero que tenía la mirada puesta en la carretera y se dio cuenta de que intentar pensar en mujeres con él al lado causaría el mismo efecto que esforzarse en oír música folk con los auriculares retumbándole en los oídos con rock duro.

-No te veo muy emocionado

-Me preguntaba qué aspecto tendrá la amiga de tu amiga…-disimuló rápidamente

Nick lo miró sin terminar de comprender, dibujando una media sonrisa. Lo que Greg se preguntaba era cuánto faltaría para llegar. A ratos parecía que Nick se había perdido porque daba vueltas en calles pequeñas pero volvía a salir a una gran avenida. Se iban alejando del centro hasta una pequeña colina con varias mansiones que Greg supuso que serían hoteles. Ellos iban al primero, desde luego ese sitio estaba muy bien para desconectar de los líos de la ciudad.

-No tiene mala pinta-reconoció Greg cuando entraban al hotel

-Y tú te quejabas sin haberlo visto

-Pero por qué tan lejos?

-Ya sé que no es tu estilo, pero no creo que lo pases mal de todo, tío.

“No. Esto está genial. Tú vas a estar detrás de tu misteriosa amiga y yo estaré emborrachándome y diciéndote: “muy bien Nick, estás hecho un crack” una y otra vez. Todo eso sin contar que no me podré ir de aquí hasta que no quieras porque el coche es tuyo…”

A pesar de todo lo que pensaba, se limitó a sonreír para fingir  que estaba de acuerdo con él.

Greg volvió a insistir en el tema de la amiga de Nick a lo que éste le respondió con una descripción bastante pobre, que era alta y morena. Añadió también que no tenía ni idea de cómo eran sus amigas.

El joven científico se sentía un poco perdido entre aquella multitud desconocida. Al igual que se sentía perdido con Nick. No era capaz de mantener una conversación decente con algo de sentido con él; es más se sentía incómodo sólo por pensar que cualquier cosa que dijera le aburriera y le dejara solo allí con sus absurdas palabras. Pero la cosa pareció mejorar durante la ridícula cena que les ofrecieron. Los dos estaban muy animados y a Greg se le pasó la idea de quedar mal, y volvió a ser el mismo bromista de siempre, “son bajones momentáneos” pensaba. Le extrañó que Nick no fuera a buscar a su amiga, pero en ese momento una joven muy guapa se acercó a su amigo para sacarlo a bailar. Él le susurró algo al oído, pero por lo que pareció la chica no estaba conforme y tiró de su brazo hasta que se levantó y fue a bailar no sin antes mirar a Greg como disculpándose, entonces imaginó que era ella. Como Nick y la chica se perdieron entre los demás que bailaban, tal vez era hora de inspeccionar el resto de terreno que no había visto aún con el fin de encontrar algo que llamara su atención, (o que la distrajera). Caminó hacia la barra mirando a ambos lados por lo que tropezó con varias personas por el camino. Llevaba sentado un rato hablando con la chica de los cubatas provocando en ella varias sonrisas cuando una melena morena le rozó el hombro. Ella le miró y le dedicó una seductora sonrisa, era la amiga de Nick.

-Hola rubio, qué hace un chico tan guapo aquí solo?- por el tono y la sonrisa que ponía hizo pensar a Greg que había bebido más de la cuenta…

-Eres la amiga de Nick, no?-ella no pareció comprender- me dijo que le invitaste a venir…

-Si lo llego a saber te invito a ti, quieres bailar?-preguntó cogiéndole la mano y tirando de él

-Bueno…por cierto sabes dónde está?

-No tengo ni idea…-dijo ella arrastrando las palabras

Era difícil seguir el ritmo de la chica y Greg trataba por todos los medios de no pisarle sus delicados y movedizos pies con sus zapatos. Ella le obligaba a mover las caderas y no tardó en coger flato por esos movimientos tan raros. No había manera de que parara, la chica era muy guapa pero se cansó muy pronto e intentó separarse de ella. Apartó los blancos brazos de su cuello y excusándose por tener que ir al baño la dejó con su extraño baile. Menudo agobio de mujer. Entre algunas cabezas le pareció ver a su desaparecido amigo apoyado en una barandilla de la terraza y fue hacia allí. A medida que se acercaba iba viéndole la cara sin una sola expresión en ella, como si estuviera aburrido.

-Y encabezando el ranking del aburrimiento… Nick Stokes, seguido por poco de Greg Sanders! Bien! Esta noche podemos decir que somos invencibles…-dijo cuando llegó hasta él. Nick le miró extrañado- qué pasa no has oído esa canción?

-Debería haberla oído?-Greg se encogió de hombros- pues mala suerte. Y no estoy aburrido, estoy pensando

-En qué?

-Déjalo.-dejó unos segundos de silencio- Tú no pareces aburrido, te he visto bailar con ella.

De modo que era eso.

-Diré en mi defensa que me obligó-dijo inocentemente, pero Nick parecía decepcionado. Y no entendía bien el porque, si ella le había dicho que no lo conocía. Sería el alcohol, las ganas de ligar con él o la verdad? Hacía rato que había notado que se le escapaba algo- Estás enfadado conmigo?

-No. Puedes hacer lo que quieras-dijo sin cambiar el tono

-No voy a hacer nada tranquilo, toda tuya. Además no es mi tipo-él mismo se felicitaba por disimular tan bien.

-Repito que me da igual

-Lo ves? Estás enfadado. Ya te he dicho que no voy a hacer nada, vale?-Nick no respondió- No sé que te pasa ahora, pero sea lo que sea no lo pagues conmigo, yo no tengo nada que ver.

No tenía ganas de discutir con él por una tontería así. Que culpa tenía él de que ella estuviera borracha y decidiera sacarlo a bailar? Se dio la vuelta para irse de allí pero Nick lo agarró de la muñeca a tiempo.

-Espera, lo siento. Pero sí que tiene que ver contigo todo esto. He estado dándole vueltas y no encuentro una explicación y me cabrea.

-A qué te refieres?-preguntó él al ver que no le soltaba. Su corazón se aceleraba por momentos.

-Es algo difícil de decir, no sé si lo entenderás

-Prueba. Somos amigos, no?

-Sí-respondió bajando la mirada y soltándole. Greg se sintió como si acabara  de meter la pata.- Creo que… siento cosas por  alguien, y no debería hacerlo

Si su corazón  ya latía fuerte, ahora daba vuelcos como si quisiera salirse de su cuerpo

-Po-por qué?

-Pues…-lo miraba a los ojos con dificultad, su mirada se había vuelto brillante. Se aseguró de algún modo de que no hubiera nadie que pudiera oírles y se colocó delante de Greg para impedir que se fuera- Joder, por favor dime que te pasa lo mismo que a mí

Greg estaba atónito. Tenía una pequeña esperanza de que fuera eso, pero aún así le pilló por sorpresa que fuera tan directo. Vio los llorosos ojos de Nick, parecía que lo pasara mal de verdad. En unos segundos juntó  todas las piezas del puzle de las últimas semanas de sus vidas y por una vez todas encajaban. Suspiró aliviado pero a la vez nervioso. Sin saber bien lo que hacía puso ambas manos en la cara de Nick, se la levantó hasta que estuvieron a la misma altura y juntó sus frentes al tiempo que el moreno colocaba sus manos en su cintura.

-Esto es lo que te cabreaba?-dijo con una pequeña sonrisa tranquilizadora. Su gesto había causado el efecto deseado porque Nick estaba también sonriendo, lo notaba aunque tuviera los ojos cerrados. Para cuando se separaron el corazón de Greg ya había vuelto a la marcha habitual. -Qué vamos a hacer?

-No sé, es la primera vez que me pasa algo así. Es algo confuso

-Ahora estás confuso?-preguntó Greg asustándose

-No, quiero decir que…no sé que quiero decir. Esto es nuevo y voy algo perdido

-Tampoco creo que sea tan diferente. La historia es la misma siempre, sólo cambian los protagonistas

-Vaya, que poético. Crees que deberíamos…-Greg asintió tímidamente- ha sido todo un poco violento

-Oye, me parece que es normal que tengas miedo, yo estoy acojonado pero lo que sientes no te va a hacer menos hombre asique…

De repente un clamor enorme que provenía del interior los interrumpió. La gente gritaba la cuenta atrás. Los últimos segundos para acabar el año. Habían olvidado el día en que estaban. Greg miró a Nick y éste volvió a agarrarlo esta vez de la mano y lo condujo con el resto de la gente para unirse a la fiesta. Llegaron a tiempo para gritar al unísono “¡¡Feliz año nuevo!!” La gente aplaudía y se besaba deseándose los mejores deseos unos a otros. Mientras Greg felicitaba a otros pensaba que Nick se había escabullido de la conversación. Desde luego había sido algo inoportuno, no podría haber terminado el año una hora más tarde?

-Feliz Año, Greggo-dijo contento

-Igualmen…-no pudo terminar la palabra porque tenía a Nick encima de su boca, robándole un beso, su primer beso. Él le respondió de una manera más tímida mientras le rodeaba la nuca con las manos. Algunos les observaban sorprendidos, otros trataban de ignorar tal arrebato, y otros,  sin embargo no se daban cuenta de que dos jóvenes iban a empezar una vida tan nueva como el año al que acababan de dar la bienvenida.

Antes de subir al coche Greg preguntó:

-Nick, al final conocías a esa morena o no?

-Otra vez. No, no la conocía, las entradas no me las dio nadie, las compré yo-el rubio abrió la boca pero antes de que dijera nada Nick siguió como si le hubiera leído el pensamiento- y tampoco invité a Warrick, ni a Sara, ni a nadie. Sólo a ti. Te ha quedado claro ya?

-Sí-respondió divertido

-Bien. Evita preguntármelo por cuarta vez

Título: Bienvenida a Las Vegas
Autor: starlight_giu
Claim: serie general
Fandom: CSI Las Vegas
Prompt: #001 comienzos
Resumen: Sara llega a la ciudad para ayudar a su amigo
Raiting: TP
Advertencias:visión de Sara en el capñitulo uno
Disclaimer: los personajes no me pertencen blablabla

Aunque apenas hace sol, ella lleva las gafas puestas. No porque el resplandor le moleste,  sino porque aún tiene  algo de miedo de esa ciudad. Es su manera de protegerse, de esconderse de todos esos fanáticos del juego que se va cruzando. Pocos se detienen cuando ella pasa y le dirigen algunas de esas miradas obscenas con las que se suelen comer a las chicas guapas. Pero ella no esta allí para eso, por lo menos en esos momentos. Sólo ha acudido a la llamada de su amigo para ayudarlos con un caso que ha enviado a una chica del csi a la unidad de cuidados intensivos del hospital, una chica nueva por lo que había entendido, estos novatos…

Aguarda sentada en los escalones de la entrada para terminar de degustar el perrito caliente recubierto de salsas picantes que se ha comprado para matar el hambre que se le ha ido acumulando durante el viaje. No sabe seguro si es por el calor, que nada tiene que ver con que haga sol o no, o por el efecto de los condimentos picantes en su boca pero empieza a sudar y le toca quitarse la fina chaqueta verde que la cubría.  Finalmente se limpia los restos de comida de la comisura de los labios y antes de levantarse se mete en la boca un par de chicles de menta para que acaben con el olor de la mostaza proveniente de la salchicha.

Cuando entra en el edificio levanta las gafas y se las coloca en la cabeza apartando algunas greñas de su cara. Se acerca al mostrador para preguntarle a la chica por su colega:

-Disculpa, me gustaría hablar con Gil Grissom-dice mientras le enseña su tarjeta del CSI de San Francisco

-Ha tenido que irse, pero ha dejado esto para usted

-Gracias

La chica de información le da un papel y ella se aleja un poco del mostrador para leerlo. Es una dirección, seguramente de donde se encuentra investigando un crimen. Está a punto de girar sobre sus pies para ir a su encuentro cuando ve más palabras escritas en el papel y de repente recuerda el verdadero motivo por el que ha ido a Las Vegas. No sólo por verlo a él sino por investigar la conducta de otra persona, averiguar cuales fueron los motivos para que el que había sido encargado de vigilar a la chica herida la dejara sola a cargo de todo. Lee un nombre de mujer y el piso en el que se encuentra la sala donde debe estar. Seguramente Gil querría que fuera a hablar con ella antes, de modo que va a las escaleras y sube hasta el segundo piso. Una vez allí encuentra varias puertas iguales cada una con un número. Ella mira el papel donde pone un ‘dos’ mal hecho por las prisas y busca la puerta con la mirada. Era la que estaba detrás de ella; la abre despacio y con la poca luz proveniente de la pantalla de un ordenador puede ver el perfil de una mujer rubia con el pelo corto.

-Perdone, busco a Catherine Willows

-Ha salido a un aviso

Confundida mira de nuevo el papel en el que ponía que esa mujer estaría en ese mismo despacho; las palabras de la rubia hacen que deje de intentar ver algo más en el pequeño trozo de folio

-A ver si acierto: Sara Sidle

-Yo ya sé quien soy, la que parece no tenerlo muy claro es usted- responde con una media sonrisa intentando romper el hilo de tensión que se había formado. Pero le da la impresión de que la supuesta Catherine no comparte su sentido del humor

-Si piensa que va a quitarme mi caso está muy equivocada

La joven se queda sorprendida. Quitarle su caso? Mientras seguían manteniendo una conversación no muy agradable, Sara la observa y calcula que tendrá unos treinta y seis o treinta y siete años aproximadamente. Soltera o divorciada, algo amargada por el tono de su voz por lo que se declina a pensar que divorciada. Y vuelve a repetir lo de su caso, lo más seguro es que sea amiga del tío ese que tenía que investigar y trate de protegerlo. Pero algo le hace pensar que era algo más. Tal vez que era de fuera…seguro que era por eso, pensaba.

Cuando terminan de hablar y antes de irse le pregunta:

-Sabe dónde puedo encontrar a Warrick Brown?

-Busque en cualquier casino de Las Vegas

Estupendo, piensa ella, un ludópata. El caso se ponía interesante.

-Ah!-exclama antes de que Sara salga por la puerta-si averiguo algo sobre el caso la avisaré

Sara hace un intento de risa forzada de la que sólo consigue mostrar los incisivos. Dicen que las primeras impresiones son engañosas, y la joven desea eso con todas sus fuerzas porque solo de pensar que tiene que trabajar con esa mujer tan… De nada había servido su bonita frase de “dos mujeres capaces son mejor que una”. Willows estaba empeñada en hacerlo todo sola, pero de eso ya se encargaría después. Decide inspeccionar el piso por el que Gil se mueve normalmente antes de ir en su busca. Lo primero que ve es a alguien salir del enorme laboratorio cerrado por puertas de cristal transparente. El hombre va a otra sala que parece la de descanso y lo sigue hasta allí. Se queda en la puerta observando como abre la pequeña nevera y saca un bote de helado. Al levantarse la ve y se sobresalta por su discreta presencia. Ella rectifica mentalmente, más que un hombre es un…un chico joven, más que ella. Lleva una bata blanca, o sea que debe ser el del laboratorio, pero debe de ser muy bueno para trabajar allí siendo tan joven. Sigue mirándolo mientras espera que le diga algo, “que tarde lo que quiera” se dice a sí misma mientras en su cabeza aparece una enorme sonrisa imaginaria, el chico no está nada mal.

-Sólo voy a comer un poco-dice de repente sacándola de su pensamiento

-Tranquilo, soy de los buenos-le responde ella levantando los brazos. Él se ríe. Al menos hay alguien que coge sus gracias de policía.

-No te conozco, eres nueva?

-Más o menos, nueva, forastera, intrusa…como quiera que lo llaméis aquí-dice mientras se acerca al sillón donde se ha sentado él.

-Nueva está bien. Soy Greg-dice alargándole la mano con una cuchara en ella. Antes de que ella se la estreche, se mete la cuchara en la boca para tener la mano libre

-Sara Sidle

-Ah! La amiga de Grissom, me dijo que vendrías hoy. Perdona que no me haya dado cuenta antes.

-No importa. Greg-él levanta la cabeza del bote-me das un poco?-pregunta con algo de vergüenza

-Claro, acábatelo si quieres. Yo tengo que seguir con lo mío. -se levanta y le pone en una mano el bote del helado y en otra la cuchara que ella mira con un poco de asco-Ya nos veremos, encantado de conocerte Sara.

Un chico majo, piensa mientras deja esa cuchara chupada por él en la mesa y va en busca de otra limpia. Entonces encuentra una carpeta amarilla encima de la mesa con su nombre. Un regalo de bienvenida de Gil. Es la información que necesita sobre el tal Warrick Brown. Había vuelto a olvidarse de él. Se come rápidamente el poco helado que le ha dejado Greg y sale de allí para buscar a su amigo en la calle apuntada en el papel de su bolsillo.

Tiene que coger un taxi porque no sabe por donde ir, pero el hotel no esta muy lejos de allí. Piensa que no merece la pena aprenderse las calles de Las Vegas ya que su estancia allí será corta, al menos eso espera por la chica del hospital y además porque no le agrada demasiado todo aquello. La gente parece loca, nerviosa, desesperada…esa es la imagen que ha tenido siempre de ese lugar. Imagen que no hizo sino reforzarse cuando recibió la llamada telefónica de Gil para explicarle lo ocurrido.

Y en el solar trasero de un hotel encuentra a su amigo investigando un caso de supuesto suicidio muy a la manera Grissom. La multitud se amontona en torno a la cinta policial y ella se queda con ellos observando como desde el cielo llueven muñecos a tamaño real desde la azotea mientras él toma notas en su libreta. Cae el tercer y último pelele y la gente aplaude, cosa que ella no logra entender del todo, eso interpreta a un hombre que no se sabe bien cómo ha caído desde el ático en picado…que gracia pude causarles? Finalmente decide intervenir en la escena, de modo que levanta la cinta y pasa por debajo no sin antes haberse colgado al cuello su identificación. Se le acerca con su habitual broma de la soltería a la que él le responde como hacía un par de años atrás. No estaba segura de que él las recordaría pero más aún, seguían causando en él la misma reacción con sus respuestas inteligentes casi incomprensibles. Por primera vez en todo el día no borraba su sonrisa tras unos segundos, y podía haberse quedado así durante más tiempo, sin embargo el asunto que ha ido a resolver es delicado y no tarda demasiado en ponerse en camino para buscar a Brown siguiendo los consejos de Gil (“aunque sé que te las podrás arreglar sola sin mi ayuda”). Si bien eso no es cierto del todo no quiere que se note, así que asintiendo con la cabeza un poco ruborizada da la vuelta y con sus pasos desgarbados se aleja del precinto. Ensimismada mirando al suelo no puede esquivar a alguien que va corriendo saliendo del edificio. El chico se disculpa y observa la tarjeta que cuelga de su cuello al tiempo que ella mira su chaleco de forense.

-Perdóname, estás bien?-dice él sujetándola por los codos para evitar que caiga

-Sí. Buen lanzamiento-le responde mirando hacia arriba

El chico suelta una carcajada y se aleja de ella.

Sara se ha asomado a las puertas de dos bares-restaurantes buscando a una persona que concuerde con la descripción que le han dado del señor Brown, cuando su móvil suena. Es del hospital y tienen novedades de la chica. Cuando escucha la triste noticia se queda sin habla por un momento. El médico que está al otro lado de la línea le cuenta cómo ha sucedido y que acababan de avisar a su familia. Ella finaliza la conversación con un “gracias por todo” y cuelga.

Lamenta muchísimo la muerte de la joven y se promete a sí misma que hará lo que sea para detener al asesino, pero también se las verá con el responsable de haberla dejado sola a merced del asesino. Al cabo de un rato encuentra a un hombre negro de unos treinta y pocos sentado en la barra de un bar mirando la tele enganchado al teléfono, por lo que parece intentando hablar con alguien. Cuando lo deja encima de la barra coge una taza de café y mira la pantalla de la televisión con cara de preocupación. Intenta ser desagradable con él para que se enfade y diga las cosas tal como pasaron sin pensarlas, como cualquier testigo sospechoso, pero su actitud no hace más que ponerlo más triste. Por un momento llega a sentir lástima por él, cuando ve su reacción ante “…esto no es lo mismo, Holly Gribbs murió en el quirófano hace veinte minutos” que hace que se lleve las manos a la cabeza y resoplando.

Ella evita el impulso de colocar una mano sobre su hombro a modo de consuelo al recordar que debe investigarlo, y eso es lo que va a hacer. Cambiar el sentimiento de tener  un hombre a su lado derrumbándose, sintiéndose culpable, y que puede perder su carrera para dejar paso al sentimiento frío de considerarlo culpable de la muerte de una chica que tenía toda una vida por delante. Lo mira una vez más y su interior se divide en dos, como pocas veces ha sucedido. Aunque su interior se decante por él, su trabajo le obliga a pensar en Holly y a ponerse de su parte de modo que saca todas sus garras y decide ir a por él.

Warrick Brown se levanta y se va con un lento caminar y ella hace balance de lo que va a tener que soportar a partir de ahora. Es el comienzo de una vida nueva, en otra ciudad, con otra gente…Unas personas que, descartando a Gil, y tal vez al joven del helado, no se alegraban mucho de su presencia allí. Una porque creía que le quitaría el trabajo, otro porque tenía que intentar dejarlo por los suelos, definitivamente no era un buen comienzo. Piensa en que va a reemplazar a alguien con poca (o ninguna) experiencia, y que eso pude ser bueno para el centro forense, pero aún así ellos prefieren a esa otra persona para poder restregar sus habilidades superiores (su experiencia le decía que las cosas habrían sido así), cosa que saben que con ella no podrán hacer. “Por qué has tenido que morir, Holly?” se pregunta mentalmente. Un momento después de que Warrick hubiera salido, ella también se levanta de la silla y sale a la puerta. Fuera del local intenta ordenarse un poco las ideas sobre lo que tiene que hacer. Abre la carpeta que llevaba en la mano y después de leer las primeras líneas la cierra y se pone en camino hacia el Palace.

ya me contais qué tal... besukiiss ^^

fanfic_100, cosas de la vida, mi propio mundo de greg&nick

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