Titulo: Mozoquista en decadencia
Capitulo: 13/13 [Parte 1]
Rating: Mayores de 18 años
Idioma: Español
Banda: Dir en Grey
No los conozco, probablemente nunca lo haré.. no gano dinero con esto, créanme, y no, no son de mi propiedad... en realidad estan encerrados en mi casa... y no saben las orgy que se arman por acá... Yeah sure...
Prólogo Capitulo 1 Capitulo 2 Capitulo 3Capitulo 4 Capitulo 5Capitulo 6Capitulo 7 Capitulo 8Apéndice 1 Capitulo 9 Capitulo 10 Capitulo 11 Capitulo 12 Capitulo XIII
Caminaba lentamente entre las calles de Tokio, entre mares de gente indiferente. Algunos le reconocían y lo observaban incrédulos mas el mantenía su paso calmado, demasiado perdido en sus pensamientos para percatarse de las miradas de aquellos que pasaban a su lado.
“Toshiya” ¿En que más podría estar pensando? Era la primera tarde que no le veía y a pesar de que solo habían sido un par de horas ya le extrañaba. No podía negar que había pasado un rato agradable con Die, comiendo comida italiana (nah, es que quiero comida italiana YA) en un sencillo y acogedor restaurante y hablando de todas las cosas que solía hablar con el pelirrojo antes de que su vida se viera sumergida en Toshiya; pero cada minuto de esa tarde su mente se ausentaba, preguntándose que estaría haciendo su koi.
----------------------------------------------Flash Back----------------------------------------------
- Shin-chan, esta bien que vayas con Die, no te preocupes por mi- dijo el peliazul con una voz melosa mientras terminaba de recoger sus cosas alistándose para dejar el salón de ensayos.
- Pero Totto…- el baterista preguntó con una mirada confundida mientras su koi sonreía alegremente colgándose el bajo al hombro en un gesto despreocupado e increíblemente varonil.
-No hay problema. De hecho quiero quedarme solo… es decir… tengo que hacerlo. Tú no puedes estar todo el tiempo conmigo y yo necesito recuperar la confianza en mi mismo. Además, Die está muy preocupado porque ya no sales con el como antes. Ve tranquilo que yo voy a estar bien- otra sonrisa se dibujo en los labios de Toshiya mientras con cariño deposito un beso en la mejilla de su amado y susurró en su oreja- te amo…
-Yo también te amo- susurró igualmente Shinya sintiendo como la sangre se subía a su rostro e iluminaba sus mejillas.
-¡SHINYA! ¡Muévete que me muero de hambreeee!….- grito desde el otro lado del salón Die quien hacia rato estaba listo y observaba a la pareja con una sonrisa de satisfacción.
-------------------------------------------Fin del Flash Back----------------------------------------
Habían pasado quizás unos 40 minutos mientras caminaba hasta que finalmente se encontró frente a la puerta de su apartamento, su corazón saltaba de alegría y sus manos sudaban de emoción “¿Que pasa conmigo? Es tan solo mi departamento y Toshiya” suspiro con una sonrisa en su rostro mientras abría lentamente la puerta que lo separaba de su amado.
Dentro del departamento todo estaba a oscuras, las cortinas cerradas y todas las luces apagadas tal cual habían sido dejadas esa mañana antes de salir a la práctica. No había rastro de Toshiya por ningún lado. Shinya busco en la cocina, en los dormitorios, en el baño pero su koibito no aparecía por ningún lado aunque sus cosas estaban por todas partes, regadas en desorden como solía dejarlas el despreocupado bajista. “¿Donde podrá estar?” se pregunto mientras se sentaba en un sillón en la sala. Miro el reloj con desesperación, eran pasadas las 8 de la noche, hacia más de 3 horas que el bajista debía estar en casa y no encontraba una razón que justificara su ausencia inexplicable. Su mente comenzó a turbarse cuando un caballero de blanco invadió sus pensamientos.
Muerto de angustia el baterista busco su celular y marco el número de Toshiya pero no obtuvo respuesta. El pánico crecía en su pecho y su mente estaba completamente confundida, ¿Por qué no podía pensar con claridad? “¿Quien puede saber donde esta? Vamos piensa Shinya” sus dedos temblorosos discaron el numero de la única persona que mantenía total conocimiento de las actividades de Dir en Grey y en realidad la única persona responsable de la banda.
-Kaoru, ¿Estas con Toshiya?- pregunto apenas el líder respondió el teléfono sin darle tiempo siquiera para saludar- No, no esta conmigo por eso te llamo. ¿No sabes a donde pudo haber ido?- Shinya sintió como la desesperación comenzaba a apoderarse de su cuerpo, las manos le temblaban y la respuesta del guitarrista no ayudaba en lo más mínimo- Bueno, llamaré a Kyo, quizá el sepa donde este. Gracias Kaoru, si, adiós.
En cuanto hubo colgado se dispuso a llamar a Kyo pero este no sabía nada del paradero del bajista. “¡pero que diablos! Si no esta con Kaoru ni con Kyo ¿donde puede estar? ¿Si iba a salir porque putas no me avisa?… ¿y porque no contesta el maldito celular? Será que ese hombre…” Marco nuevamente el teléfono del bajista pero nuevamente no obtuvo respuesta alguna. “Donde estas Toshiya… ¿por qué tenías que salir? ¿Por qué no dejaste una nota para que yo supiera donde estas? Dios Totchi… si algo llegara a pasarte yo…” Desesperado el joven baterista comenzó a llorar sentado en el sillón frente a la puerta con las peores ideas formándose en su cabeza mientras con movimientos casi histéricos marcaba una y otra vez el teléfono de su amado sin ninguna suerte.
-Voy a llamar a la policía- dijo en voz alta como para convencerse de que esto era lo que debía hacer “¿Pero que les voy a decir?‘Perdí a mi novio. No sé donde esta pero temo que lo secuestro un hombre con el que solía tener sexo el cual no sé ni donde vive ni como se llama…ni nada’”
El ruido de la puerta al abrirse le devolvió a la realidad y el rostro de Toshiya le recibió con una expresión de total confusión pero antes de que este pudiera decir palabra alguna se vio sofocado por un abrazo y un beso desesperado.
-¿Shin-chan estas bien?- pregunto sorprendido en cuanto su koi rompió el beso- ¿Amor por que lloras? ¿Qué paso?
-Toshiya baka… ¿donde estabas?- respondió con voz temblorosa el baterista mientras limpiaba con el dorso de su mano las lagrimas que cubrían su rostro -estaba muy preocupado… pensé que…
-Mírame- susurro Toshiya y con sus manos levantó tiernamente la barbilla de Shinya quedando así ambos cara a cara. Shinya parpadeo un par de veces incrédulo.
-Tu cabello…- el baterista dejo que su mano acariciara el suave cabello negro que caía con gracia sobre el rostro de Toshiya mientras este le sonreía con ternura.
-aja… quería sorprenderte… pero tarde mucho en la peluquería… lo siento, no quería asustarte- sonrió delicadamente y beso con ternura al más joven en los labios.
-esta bien, solo no vuelvas a salir sin avisar donde vas a estar… ¿por qué no respondías tu celular?- Shinya dejo que su mano acariciara el suave cabello del ahora pelinegro bajista deleitándose con la sensación que este dejaba en sus dedos.
-No lo escuche Shin-chan. De veras lo siento, perdóname… ahora dime ¿te gusta?- preguntó pasando una mano por su cabello, cepillándolo con sus dedos y tropezando con la mano de su koi entrelazando sus dedos con aquellos más pequeños.
-Me encanta. Pero ¿Por qué el repentino cambio?- con ternura acaricio la mano de Toshiya y la llevo a sus labios dejando un inocente beso en la palma. Como adoraba esa sensación de sentir la piel del bajista rozando la suya, esa fricción que hacia que todos los sueños de tanto tiempo se hicieran realidad.
-Bien, hay que dejar el pasado atrás. Creo que de verdad necesitaba un cambio… siento que he madurado mucho en los últimos meses y creo que este look va más con mi personalidad ahora. ¿Qué opinas?- preguntó mientras sus dedos acariciaban los labios de Shinya, su índice delineando el contorno sensualmente.
-Tienes razón. Bien déjame llamar a Kaoru y a Kyo para informarles que ya apareciste- dijo el baterista alejando aquellas manos seductoras de su boca.
-Eso puede esperar- dijo el bajista mientras besaba con cariño las mejillas y sus manos acariciaban el elegante cuello de su amante, sus dedos deslizándose hasta el borde de la camisa y luego bajando por la clavícula y los pectorales hasta detenerse en la delgada cintura, sosteniéndola con fuerza y acercando sus cuerpos hasta que toda distancia ente ellos desapareció.
-¿Qué haces Toshiya?- preguntó entrecerrando los ojos y disfrutando de las caricias delicadas que le brindaban a su cuerpo, deleitándose con los suaves besos que se deslizaban de sus mejillas hasta su oreja
-Dejando atrás el pasado… Shinya- susurro lascivamente el bajista a la vez que su lengua lamía el trayecto desde la oreja hasta el cuello dejando un rastro de saliva.
-¿pero estas seguro?- preguntó temblando. Su respiración comenzaba a hacerse más pesada pero su mente le recordó los pasados intentos de intimidad entre los dos, momentos que siempre terminaban con un Toshiya en lágrimas.
-Vamos al cuarto- y más que una petición fue una orden.
El bajista tomó entre sus manos las más pequeñas de Shinya y con cuidado pero apresuradamente lo condujo a la habitación, el más joven siguiéndolo indefenso. Una vez dentro Toshiya atacó sin piedad los labios de su amante, entrelazando sus dedos con el cabello rubio de este mientras las manos del más pequeño descansaban sobre las caderas el bajista. El beso fue apasionado y hambriento desde el principio, reflejando la necesidad de ambos, el agarre en el cabello del baterista cada vez más fuerte, tirando de vez en cuando pero este no prestó ninguna resistencia y dejo que su koi abusara de esta forma de su cabeza a la vez que sus manos se deslizaban dentro de la camisa del pelinegro siguiendo el recorrido de la columna, dejando de vez en cuando que sus uñas rasguñaran la blanca piel bajo sus manos.
Toshiya presiono su cuerpo contra el de Shinya atrapándolo contra la pared pero sin romper el beso, introduciendo su lengua en la boca del más joven, sus erecciones apresadas entre los dos cuerpos, las caderas del más alto moviéndose lentamente haciendo que ambos gimieran dentro del beso debido a la deliciosa fricción. Finalmente Toshiya se separo de aquellos labios adictivos, sus pulmones rogando por aire, sus ojos fijados en los de Shinya quien le miraba con lujuria y sonreía abiertamente. El bajista sonrió para si mismo, satisfecho por el simple hecho de poder tener a quien siempre había amado entre sus brazos, sintiendo como la pesadilla que había vivido era reemplazada por ese sueño de hadas, que de paso no era un sueño. Su cuerpo visiblemente excitado pero por primera vez en mucho tiempo no se avergonzaba de ello y en cambio gozaba de todas las sensaciones, bebiendo de ellas hasta embriagarse.
Sin desviar su mirada, el baterista comenzó a soltar los botones de la camisa de su amante exponiendo el cuerpo bien formado de este y cuando hubo terminado deslizo la prenda fuera de su koi y se dedico a acariciar los musculosos brazos de Toshiya hasta llegar al cuello, atrayéndolo con fuerza hacia otro beso salvaje deleitándose con la total entrega de este. Todas las dudas que habían estado rondando su mente desde que el pelinegro lo había arrastrado hasta el cuarto se vieron disipadas, derretidas dentro de ese beso que, si bien era puramente sexual, no dejaba de ser amoroso recordándole que todo iba a estar bien siempre que se tuvieran el uno al otro.
Shinya levanto sus brazos permitiéndole al más alto deshacerse de la camisa del rubio la cual fue arrojada lejos y pronto fue seguida por los pantalones quien el mismo baterista retiro de si con manos temblorosas a causa de la excitación. Sin detenerse a pensar demasiado, lo cual era imposible, Shinya se agarro con fuerza del cuello del pelinegro y aprovecho la oportunidad para levantar sus bien torneadas y deliciosas piernas y engancharlas a la delicada cintura del bajista. Nuevamente sus erecciones presionadas una contra otra dejándolos sin aire. Las manos de Toshiya estaban apoyadas contra la pared para darse un poco de equilibrio mientras su boca se deslizaba por la tersa piel de su amado, mordiendo de vez en cuando el cuello para poder escuchar esos gemidos que escapaban de Shinya cada vez que él hacia esto. Shinya por su parte dejaba que sus manos se perdieran en el magnifico cuerpo que tenia frente a él, un placer que siempre encontraba adictivo era el de pasar sus dedos por cada músculo de Toshiya permitiéndole a estos hacer lo que sus ojos cerrados no podían: memorizar cada rincón de tan hermosa criatura como si temiese olvidar cualquier detalle. Un movimiento rítmico se estableció entre ambos, las caderas de Toshiya moviéndose lentamente presionando a Shinya más contra la pared; movimientos que comenzaron a acelerarse cuando las manos del más joven encontraron los rosados pezones haciendo que el bajista gimiera de placer al pellizcarlos un poco rudo para luego masajearlos más lentamente utilizando su índice y su pulgar. Toshiya mordía con más fuerza el delicado cuello del baterista aunque en su mente se retaba por ser tan brusco, pensamiento que se esfumaba cada vez que Shinya respondía a sus envestidas, cada vez que este rasguñaba su pecho, cada vez que tiraba de su cabello y gemía como si no hubiera un mañana (o nadie que los escuchara lol).
En un acto digno de cualquier malabarista Toshiya llevo sus manos al botón de sus pantalones, para lo cual Shinya tuvo que levantar un poco las caderas y dar así espacio suficiente, y no sin un poco de esfuerzo logro desabrocharlos y los dejo caer al piso, atrapados en sus tobillos. Luego utilizó la posición de Shinya para poder bajar los boxers de este los cuales también quedaron atrapados entre ambos, a la altura de las rodillas del baterista, ya que por ningún motivo querían romper la intimidad que compartían en esa posición. (ok, ok no sé hasta que punto es posible pero es un fanfic so, I guess it doesn’t really matter)
Ambos se miraron por incontables segundos, disfrutando de cada sensación, de la simplicidad de tenerse el uno al otro, de saberse amados, de ese segundo de intimidad. Shinya se preguntó si este sería el final de la historia, si por fin Toshiya había dejado atrás sus miedos y se permitiría rendirse al placer carnal el cual también era un placer para el alma si lograbas tener entre tus brazos a la persona indicada (que romantico, me vomito!). Toshiya se preguntaba lo mismo pero a diferencia de Shinya el sabia las respuestas a sus preguntas.
- Puedo…- preguntó en bajista pero se vio sin palabras para expresar su deseo.
Shinya tampoco necesito palabras para responder a la pregunta sin formular y tan solo movió sus caderas hacia abajo mientras nuevamente se perdía en la boca del pelinegro, sensualmente rozando los labios de este con su lengua la cual luego introdujo en la húmeda caverna de su koi, comenzando una guerra con la habitante original de esta, entrelazándose, saboreándose mutuamente. El bajista disfruto del beso sonriendo en su mente y sintiéndose libre. Apoyo una mano contra la pared mientras con cuidado guió su otra mano y la dejo reposar sobre la cadera (casi inexistente) de Shinya, acariciándole con ternura, deslizándola luego por uno de los blancos muslos haciendo que el rubio se estremeciera bajo estas caricias. El más joven no pudo reprimir un sonoro gemido cuando esa mano rozo su miembro casi inocentemente en su camino hacia su vientre y luego nuevamente cuando hizo el recorrido a la inversa. El proceso se repitió varias veces ya que el pelinegro no parecía hallar suficiente satisfacción solo con un par de gemidos y cada vez rozaba por más tiempo, con más fuerza, cada vez más seguido, jugando con la excitación del más joven.
Finalmente Toshiya decidió que era hora de dejar de jugar. Su mano, aun más inquieta, pasó más allá de aquella erección, no sin antes darle una última caricia, y se perdió más lejos hasta que sus dígitos se toparon con aquella entrada, acariciándola suavemente con el dedo índice antes de introducirlo muy lentamente. A pesar de la resistencia inicial poco a poco los músculos se fueron relajando, dilatándose a lo cual el bajista respondió añadiendo otro digito más. Shinya emitió un suspiro, en un principió debido a la incomodidad de la intrusión a la que no estaba acostumbrado, mas luego esta fue dando paso a un inconfundible placer y sus caderas comenzaron a responder al movimiento de aquellos dedos en su interior. Luego de introducir un tercer dedo, moviéndolos todos al unísono, Toshiya decidió que su amante ya estaba más que preparado así que retiro todos los dedos a lo cual Shinya tan solo suspiro. Había comenzado a disfrutarlo.
Ambos cuerpos estaba cubiertos en una fina capa de sudor, ambos respiraban pesadamente y ambos sabían que ya no había vuelta atrás. Toshiya con cuidado fue posicionado su erección acomodando las caderas del más pequeño para facilitar la penetración mientras intentaba mantener el equilibrio. Shinya cerró los ojos instintivamente y contuvo el aliento.
-Totto… se gentil- fue un susurro casi inaudible. El bajista clavo sus ojos en el rostro sonrojado de Shinya y pudo leer una expresión de miedo mezclada con todo el placer que sin duda experimentaba- pero no te detengas…
El pelinegro se apresuro a besarle con ternura, poniendo todos sus sentimientos en ese beso, diciéndole sin palabras que todo estaría bien, que no había nada que temer. Shinya se entrego totalmente al beso, sintiendo como todo su miedo era sustituido por una increíble sensación calida en su pecho y todas las dudas se marchitaron. Lentamente comenzó a deslizarse hacia abajo, empalándose el mismo en el mimbro de Toshiya quien entendió esta reacción y comenzó a introducir su sexo con sumo cuidado. Ningún sonido dejo la boca del rubio. Sus mandíbulas estaban apretadas con fuerza, sus ojos cerrados intentando contener las lágrimas, las ganas de gritar y de huir. El dolor era mayor de lo que había pensado en un principio y sin duda la falta de lubricante no ayudaba en nada. El bajista permaneció inmóvil esperando a que su koi se acostumbrara a la intrusión aunque esto estaba constándole más esfuerzo del que tenía esperado ya que la sensación de estar dentro de Shinya era increíble. Tan estrecho, tan calido…
Al poco tiempo el baterista comenzó a moverse aunque muy lentamente ya que cada movimiento era doloroso pero no podía permitir que la primera vez que podía hacer el amor con Toshiya se viera estropeada por un detalle como ese. El más alto por su parte empezó a embestir aunque conteniendo toda la lujuria por temor a lastimar al delicado baterista. Las embestidas eran lentas pero profundas. Shinya podía sentir como su cuerpo se levantaba ligeramente de la pared para luego volver a estrellarse contra la fría superficie siguiendo la sinfonía de las embestidas que cada vez aceleraban más su ritmo. Sus manos se aferraban con fuerza a los hombros de Toshiya mientras este intentaba mantener ambos cuerpos en equilibrio a la vez que continuaba con la danza erótica sintiendo una felicidad indescriptible mezclada con todo el placer de poder estar con Shinya finalmente, dejando todos sus miedos atrás. Sintiéndose limpio y hermoso con el simple hecho de escuchar los gemidos del rubio. El inicial dolor había comenzado a desaparecer lo que le permitía al baterista responder a las embestidas del pelinegro con sus propias embestidas. Un gemido gutural escapo de los labios de Shinya cuando un placer enorme se apodero de su cuerpo, llenándolo de una electricidad que recorrió cada fibra y se sintió desfallecer. Toshiya supo en ese instante que había encontrado aquel punto que tan solo traía olas de placer así que continúo arremetiendo hacia el mismo punto haciendo que el rubio gimiera cada vez con más fuerza, cerrando sus piernas sobre la cintura del bajista, moviéndose cada vez con más rapidez, más profundo, más fuerte. (Harder, Faster, Deeper).
Ambos se derritieron en un beso apasionado mientras sus cuerpos continuaban fundiéndose en uno solo hasta que el placer fue demasiado para los dos músicos quienes habían intentado hacer que esta experiencia sublime durara lo más posible. Con un gemido que se perdió el los labios del bajista, Shinya finalmente alcanzo el clímax, arqueando su espalda hasta separarla completamente de la pared, clavando sus uñas en la tersa piel de su amante la cual seguramente a la mañana siguiente sería un lienzo de marcas rojas. Su marca en el cuerpo de su amado.
Toshiya, al sentir como los músculos que lo rodeaban se comenzaban a contraer, haciendo del moverse dentro del más joven una experiencia extraordinaria supo que faltaría poco para que el también alcanzara el orgasmo. Y así fue. Un par de embestidas más y sus ojos se nublaron, el nudo en la parte baja de su vientre finalmente se deshizo liberando su esencia calida en las entrañas de su koi.
Los dos permanecieron en esa posición por unos instantes, disfrutando de las ultimas sensaciones después del orgasmo, recuperando el ritmo de sus respiraciones; Shinya con su cabeza apoyada en el hombro del bajista mientras este enterraba su nariz en el cabello suave del rubio, embriagándose con el dulce olor que emanaba de este, ambos disfrutando de la paz y la calidez que los rodeaba. Pero pronto sus cuerpos comenzaron a protestar por el exceso de esfuerzo que significaba mantenerse por más tiempo en esa posición y tuvieron que separase. Toshiya se deslizo lentamente fuera del más joven y este a su vez dejo que sus piernas cayeran al suelo aunque se encontró sin fuerzas para mantenerse en pie por si solo por lo que el pelinegro lo sostuvo con delicadeza y ambos terminaron recostados sobre la cama que prometía finalmente un descanso glorioso.
Shinya apoyo su cabeza en el pecho musculoso de Toshiya mientras que sus dedos acariciaban los bien formados abdominales del pelinegro, su respiración cada vez más calmada al igual que los latidos de su corazón que poco a poco recuperaba un ritmo más estable.
El bajista por su parte acariciaba la rubia cabellera del más joven respirando la paz y la felicidad de por fin poder haber dejado todas las pesadillas detrás y saberse amado por la criatura más hermosa del planeta quien ahora consentía su cuerpo con un cariño que le encogía el corazón.
-shin…- susurro el bajista suavemente sin dejar de pasar sus dedos por el suave cabello de su koi.
-mmm…- fue todo el sonido que salio de la boca de Shinya, muy cansado y sumergido en las sensaciones placenteras como para articular palabras.
- ¿Por qué no me habías dicho que eras virgen?- preguntó el bajista. Si bien antes no había querido sacar el tema, muy llevado por el placer para detenerse a pensar, ahora que ya podía dejar a su mente a cargo de sus acciones no pudo evitar la pregunta. Por más que Shinya no había dicho nada el sabía muy bien, gracias a años de experiencia, que esa había sido la primera vez del baterista.
-¡Pero yo no soy virgen!- respondió sobresaltado y ruborizándose. Confundido por un momento aunque luego su mente se aclaro y entendió a la perfección las palabras del bajista.
-Si, ya sé no lo eres… sabes a lo que me refiero. Esta fue tu primera vez y no me digas que no- El pelinegro intento contener la risa ante la reacción tan inocente del baterista- al menos fue tu primera vez de uke…
-si, bueno… no sé… no quise arruinar el momento… no me pareció importante- “¿Cómo sabes que esta es mi primera vez de uke?” se pregunto. El pelinegro con cuidado tomo entre sus manos el rostro de Shinya y lo obligo a subir la mirada. El baterista se veía preocupado por cualquier reacción por parte del pelinegro pero su koi disipo toda duda sonriéndole tiernamente.
-baka. ¿Arruinar el momento?...- el bajista sonrió de nuevo acariciando las suaves mejillas de su amado- ¿al menos te gusto? ¿No te hice mucho daño?
-Fue perfecto- Shinya se sonrojo, sintiéndose de repente muy tímido.
- Típico de los hombres bi. Siempre quieren estar arriba- dijo el bajista mientras rozaba los labios de Shinya con sus dedos- me alegra que me dejaras ser el primero Shin. Te amo…
-Yo también te amo- el baterista se acomodo nuevamente en el pecho de Toshiya, relajándose al escuchar el latido de ese poderoso corazón y poco a poco el sueño se fue apoderando de ambos.
Capitulo 13 [Parte 2]