Personajes: Kevin, Scotty y Daniel.
Nota: Siento la tardanza es que entre que estoy de exámenes y que estoy en shock por lo de la cancelación... En fin. Espero que os guste.
Situación: Después de la 5º temporada.
Kevin se despertó, molesto al no encontrar lo que quería. Abrió los ojos y frunció el ceño. Scotty no estaba. No sabía que hora era, ni quería levantarse de la cama, pues estaba muy cansado, por lo que cerró los ojos e intentó volverse a dormir. No se le ocurrió pensar que Scotty se habría levantado para atender a Daniel, porque la verdad era que su hijo tendía a dormir de un tirón la mayoría de las noches. Ni pensó que podría pasarle algo, tenía demasiado sueño para ello. Solo cerró los ojos e intentó volverse a dormir, pero no pudo.
Abrió los ojos maldiciendo mentalmente a Scotty por necesitarle tanto. Miró a su lado y con un suspiro se levantó de la cama, pues sabría que no podría dormirse hasta que su marido estuviera a su lado.
Miró la cuna de Daniel y vio que no estaba, por lo que se dirigió al salón. Allí, tumbado en el sofá con la manta por las piernas y su hijo dormido plácidamente sobre él, estaba Scotty. Kevin no pudo evitar sonreír lleno de amor. Seguramente Daniel se habría despertado y por consiguiente Scotty. Era en momentos como ese en los que se culpaba de no tener un sueño más ligero. Scotty necesitaba descansar. Trabajaba mucho, mucho más que él si tenía que ser sincero, y lo mínimo que él podía hacer era despertarse por las noches las pocas veces que su hijo lloraba.
Se sentó en el sofá de enfrente y les miró. No supo cuanto tiempo pasó, puede que un minuto o quizás diez, pero no le importó, él solo quería contemplar le belleza de la escena. Nunca había pensado que se pudiese uno sentir tan feliz al ver algo así. Toda su vida se había criando en el principio de que él nunca podría tener una familia como el resto de sus hermanos, pero al conocer a Scotty muchas cosas cambiaron en él. Se liberó, aprendió a quererse más, a querer más a los demás y a pensar en otro en lugar de él mismo. Casarse con él fue la mejor elección que había hecho en toda su vida y fue poco después, gracias a Tommy en cierta manera, cuando se dio cuenta que quería ser padre y que podría serlo.
Su marido le había hecho el hombre más feliz del mundo, y también le había hecho el más desgraciado, aunque ahora no quería pensar en eso. Ni ahora ni nunca más. Amaba a Scotty y Scotty le amaba a él, eso no lo dudaba. Tenían dos hijos preciosos y, de alguna manera, conseguían ser felices.
Se levantó del sofá y cogió a Daniel con mucho cuidado para no despertarle. Al notar que le faltaba algo Scotty se despertó, preocupado.
‘Hola, cariño.’ Susurró Kevin. Scotty no dijo nada, simplemente pestañeó y respiró profundamente. ‘Es hora de volver a la cama.’ Le dio un beso en la frente y se dirigió a su dormitorio. Depositó a Daniel en su cuna y se volvió. Allí estaba Scotty, con esa cara de sueño que tanto amaba y que tanto le recordaba a la de su hijo. La genética era increíble.
Scotty se dirigió a su lado de la cama y Kevin al suyo. Cuando Kevin notó que Scotty se había tumbado se acercó a él y apoyo su cabeza en su pecho. Sabía que a Scotty no le molestaría porque tenía mucho sueño y la verdad era que él no tardaría mucho en dormirse.
‘Buenas noches, cariño.’
‘Buenas noches, Kevin.’ Dijo Scotty rodeándole con sus brazos y besándole el pelo.
Kevin sonrió y cerró los ojos. Quería a su hijo con locura, pero no iba a permitir que le robase el placer de dormirse en los brazos del hombre al que amaba por encima de todo.
FIN