B.S.O.
Personajes: Kevin & Scotty
Motivo: Porque esta canción lloraba por tener un fic propio.
Nota: Situado en la tercera temporada, antes de la operación.
Aviso: Va sobre la muerte.
Anterior.
Wherever you will go
Kevin miró el papel, lo volvió a leer y lo firmó. Fue una firma decidida, rápida y necesaria. Después de eso lo doblo y sólo quedó a la vista el inicio del mismo donde ponía TESTAMENTO. Lo guardó en su sobre y lo metió en el cajón con los papeles importantes. Se recostó en la silla y respiró. Era tarde, bastante tarde y Scotty hacía tiempo que estaba dormido. Había tenido unas semanas realmente agotadoras, primero con sus padres, luego con lo de su firma y más tarde con el regalo de la casa. Sabía que había estado obsesionado con ser socio, pero ahora veía que algunas cosas nunca podrían ser, al igual que tenía que aprender que no podía hacer siempre lo que quisiera sin contar con su marido y por eso esa mañana le había llevado al banco, para abrir su primera cuenta juntos, pero no era suficiente. Necesitaba hacer algo más para asegurarse que nunca le iba a faltar de nada, pues aunque Scotty le había dicho que le quería aunque no le cuidase, él necesitaba hacerlo, necesitaba asegurarse que cuando él no estuviera Scotty tuviese todo lo que necesitase. Conocía la ley lo suficiente como para saber que ser “pareja doméstica” en USA no era un seguro de prosperidad e igualdad ante la muerte de uno de los dos, por eso esa noche se levantó de la cama, abandonando los brazos del hombre que amaba por encima de su propia vida y escribió lo que fue posiblemente el documento legal más importante de su vida. Su testamento. Se lo dejaba todo a él. Todo. Desde sus acciones hasta los muebles de la casa. No sabía si tendrían hijos, pero en el caso de que eso sucediera lo podría reformar, pero de momento se mantendría así.
Hacía tiempo que llevaba preguntándose qué pasaría cuando él no estuviera allí. Aunque no quería imaginarse a su marido con otro hombre sabía que la diferencia de edad no era algo fácil de salvar y que acabaría muriendo antes que él, por eso intentó hacer todo lo posible para asegurarle un futuro. Pero lo que realmente le preocupaba era quién iba a estar allí para ocupar su lugar, porque iba a necesitar amor, mucho amor para que sus ojos volviesen a brillar de alegría.
No sabía lo que podía suceder, pero la vida le había enseñado que no había nada seguro, que podía pasar cualquier cosa y si ese techo se les cayese en cima quería saber que Scotty podría salir a delante, sin él. Porque si pudiera iría a cualquier sitio donde fuera él, haría lo que fuera para estar con él, y, quién sabe, quizás encontrara un modo de volver con él, aunque sólo fuera para mirarle desde arriba, para guiarle en la oscuridad de sus días. Esperaba que Scotty tuviese razón y que después de la muerte hubiera algo más, realmente lo esperaba porque si hubiese alguna forma volvería para estar con él.
Cerró los ojos, estaba cansado y quería volver a la cama con su marido, pero antes se aseguró de tener todos los papeles bien guardados. En otro tiempo habría pensado que era macabro lo que hacía, lo que pensaba, pero ahora no. Conocía a su marido y sabía que si a él le pasaba algo, toda su independencia, toda su seguridad desaparecería y se quedaría reducido a desolación, pero no había nada que hacer, no podía dejarle ahora para evitarle ese dolor, pues Scotty era su vida, si él no estaba nada tenía sentido, y en cierto modo la idea de que seguramente moriría antes que él le tranquilizaba mucho.
No hizo ruido al meterse en la cama, simplemente se colocó a su lado y como si este reconociera su presencia se dio la vuelta y le rodeó con su brazo. Kevin le miró la cara. Era precioso cuando dormía, cuando todas las preocupaciones se habían ido de su rostro. Respiró y cerró los ojos, quedándose profundamente dormido en los brazos de su marido, sabiendo que aunque Scotty se fuera con su corazón, su esperanza y su amor, él le seguiría amando y su amor y su vida continuarían en él, porque pensaba pasar el resto de sus días con ese maravilloso hombre, a su lado.
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Motivo: Porque esta canción lloraba por tener un fic propio.
Nota: Situado en la tercera temporada, antes de la operación.
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Wherever you will go
Kevin miró el papel, lo volvió a leer y lo firmó. Fue una firma decidida, rápida y necesaria. Después de eso lo doblo y sólo quedó a la vista el inicio del mismo donde ponía TESTAMENTO. Lo guardó en su sobre y lo metió en el cajón con los papeles importantes. Se recostó en la silla y respiró. Era tarde, bastante tarde y Scotty hacía tiempo que estaba dormido. Había tenido unas semanas realmente agotadoras, primero con sus padres, luego con lo de su firma y más tarde con el regalo de la casa. Sabía que había estado obsesionado con ser socio, pero ahora veía que algunas cosas nunca podrían ser, al igual que tenía que aprender que no podía hacer siempre lo que quisiera sin contar con su marido y por eso esa mañana le había llevado al banco, para abrir su primera cuenta juntos, pero no era suficiente. Necesitaba hacer algo más para asegurarse que nunca le iba a faltar de nada, pues aunque Scotty le había dicho que le quería aunque no le cuidase, él necesitaba hacerlo, necesitaba asegurarse que cuando él no estuviera Scotty tuviese todo lo que necesitase. Conocía la ley lo suficiente como para saber que ser “pareja doméstica” en USA no era un seguro de prosperidad e igualdad ante la muerte de uno de los dos, por eso esa noche se levantó de la cama, abandonando los brazos del hombre que amaba por encima de su propia vida y escribió lo que fue posiblemente el documento legal más importante de su vida. Su testamento. Se lo dejaba todo a él. Todo. Desde sus acciones hasta los muebles de la casa. No sabía si tendrían hijos, pero en el caso de que eso sucediera lo podría reformar, pero de momento se mantendría así.
Hacía tiempo que llevaba preguntándose qué pasaría cuando él no estuviera allí. Aunque no quería imaginarse a su marido con otro hombre sabía que la diferencia de edad no era algo fácil de salvar y que acabaría muriendo antes que él, por eso intentó hacer todo lo posible para asegurarle un futuro. Pero lo que realmente le preocupaba era quién iba a estar allí para ocupar su lugar, porque iba a necesitar amor, mucho amor para que sus ojos volviesen a brillar de alegría.
No sabía lo que podía suceder, pero la vida le había enseñado que no había nada seguro, que podía pasar cualquier cosa y si ese techo se les cayese en cima quería saber que Scotty podría salir a delante, sin él. Porque si pudiera iría a cualquier sitio donde fuera él, haría lo que fuera para estar con él, y, quién sabe, quizás encontrara un modo de volver con él, aunque sólo fuera para mirarle desde arriba, para guiarle en la oscuridad de sus días. Esperaba que Scotty tuviese razón y que después de la muerte hubiera algo más, realmente lo esperaba porque si hubiese alguna forma volvería para estar con él.
Cerró los ojos, estaba cansado y quería volver a la cama con su marido, pero antes se aseguró de tener todos los papeles bien guardados. En otro tiempo habría pensado que era macabro lo que hacía, lo que pensaba, pero ahora no. Conocía a su marido y sabía que si a él le pasaba algo, toda su independencia, toda su seguridad desaparecería y se quedaría reducido a desolación, pero no había nada que hacer, no podía dejarle ahora para evitarle ese dolor, pues Scotty era su vida, si él no estaba nada tenía sentido, y en cierto modo la idea de que seguramente moriría antes que él le tranquilizaba mucho.
No hizo ruido al meterse en la cama, simplemente se colocó a su lado y como si este reconociera su presencia se dio la vuelta y le rodeó con su brazo. Kevin le miró la cara. Era precioso cuando dormía, cuando todas las preocupaciones se habían ido de su rostro. Respiró y cerró los ojos, quedándose profundamente dormido en los brazos de su marido, sabiendo que aunque Scotty se fuera con su corazón, su esperanza y su amor, él le seguiría amando y su amor y su vida continuarían en él, porque pensaba pasar el resto de sus días con ese maravilloso hombre, a su lado.
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