RUTINAS

Oct 07, 2007 12:06

El otoño ha traído consigo la rutina, una rutina añorada, deseada, que convierte mi vida en una sucesión de días ocupados, llenos de citas con amigos, con libros por leer y pequeñas historias absurdas que escribir.

Porque sí, señores, por fin vuelvo a leer y a escribir, poquito a poco, no sea que una inmersión literaria abrupta me produzca un corte de digestión, pero ahí estoy, probando el agua de las letras con el dedo gordo del pie antes de zambullirme.

Cada tarde, después del trabajo, y si no he quedado con alguien o tengo gimnasio, me bajo del autobús una parada antes y paseo hasta la biblioteca de mi barrio. Me siento en su cafetería a leer o a escribir. Me encanta que la biblioteca tenga cafetería: primero entro en busca de libros y luego, el café con leche a tomar entre páginas que huelen a papel usado. Dedico una horita a reconciliarme con las letras y a mirar al camarero, rapado y cachas, con la nariz torcida como un boxeador y que habla con una voz suave, algo ronca, que parece ajena a un hombre de su envergadura. Probablemente sea gay o esté casado o ambas cosas.

Los fines de semana me levanto a media mañana, cojo un libro o una libreta y bajo a la cafetería que hay en la esquina de mi calle. Me pido mi café con leche, me siento en la terraza y leo o escribo, viendo cómo la plaza se llena de gente. Sonrío a los niños, acaricio a los perros. Leo. Sorbo mi café. Me sumerjo en mi mundo de ensoñaciones. Doy un sorbo más. Durante hora u hora y media no estoy para nadie mas que para mí misma. Después me voy a hacer la compra o subo de nuevo a casa.

Realmente echaba de menos estas rutinas, estas horas dedicadas a reconciliarme con los libros y a recuperar mi voz escrita. Y, aunque parezca raro y algo absurdo, mi regreso se lo debo a SL.

Veréis, últimamente roleo poco en SL, ya que me dedico en cuerpo y alma a dos de mis aficiones favoritas: la literatura y vivir en una ficticia época Victoriana. ¡¡Y en SL puedo combinar ambas cosas!! En Caledon, el país inventado en SL para los frikis victorianos, soy una aventurera que escribe relatos de aventura y misterio y alguna que otra novela gótica para The Strand. También formo parte de la Biblioteca de Caledon, un muy activo club con constantes exposiciones y discusiones literarias. De hecho, hay programada una discusión sobre la obra de Ann Radcliffe, una de las escritoras más famosas de novela gótica de allá finales del s.XVIII, y seré yo la moderadora, lo que explica que últimamente pase todo el tiempo en la biblioteca documentándome y leyendo Los misterios de Udolfo, su novela más famosa y objeto de nuestra cita literaria en enero.

Y como no se puede decir simplemente que una es escritora sin demostrarlo, he creado un blog para mi personaje. Se llama Not Your Typical Lady y, además de recoger mis andanzas en SL, voy añadiendo pequeñas historias inventadas, historias de misterio y aventuras como las que aseguro escribir para The Strand. En inglés, claro, así de paso practico y mis vecinos de Caledon pueden leerlas. Actualmente planeo publicar una más larga, una aventura ficticia por capítulos. A la gente de Caledon (la mitad de ellos treintañeros tan enajenados como yo, locos por la literatura decimonónica) parecen gustarles, y me estoy ganando cierta reputación entre los cerca de 600 vecinos de mi país virtual.

Pero aparte de esto, he afrontado un nuevo reto en SL: la creación de un Club de lectura para hispanoparlantes. Harta ya de que todas mis lecturas sean en inglés, decidí crear el club. Y la gente parecía estar esperándolo (aún somos pocos españoles en SL) porque a los dos días de crearlo ya éramos 20 apuntados. Hemos escogido un libro de lectura para octubre, El barón rampante, de Italo Calvino, que ya he empezado a leer. Realismo mágico italiano, no lo había catado hasta ahora y me parece interesantísimo.

Así que ya veis, vuelta al redil aunque sea a través de un mundo virtual. ¡Quién lo iba a decir!

Ah, otra rutina más: foto del proceso de encojimiento de la Roja. Estoy ya en 85 kilos.Sí, lo sé, lo sé, para vosotros 85 kilos suena a mucho, pero hay que mirarlo todo desde la perspectiva correcta: cuando empecé esta aventura, estaba en 120!!



PD: hay una sombra absurda que recorre el lado derecho de mi figura en la última foto... lo cual jode porque era una foto para demostrar "mi pseudo esbeltez" ¡¡y la puta sombra le añade un centímetro!! ¡¡Maldita!!

literatura

Previous post Next post
Up