Hank (Fanfic)
ka_mendelsohn y yo tenemos muchas cosas en común, entre otras que estamos completamente pirradas por el GSR y que sacamos tiempo de donde no lo hay para poder escribir y leer fanfic, así que entre estrés y estrés se nos ocurrió hacer una cosilla un poco diferente.
A ella la gusta mucho escribir a través de los ojos de Grissom y a mí, a través de los de Sara. Así que nos planteamos un pequeño reto donde cada una pueda escribir desde el punto de vista de su personaje favorito. La organización tiene sus fallos, pero es la mejor que encontramos.
El fanfic se desarrolla a comienzos de la sexta temporada, pero tiene un spoiler que nos lleva hasta la octava. Un spoiler al que vamos a tener que cambiarle el nombre.
Espero que os guste.
El primer capitulo la ha escrito Ka y la podéis encontrar aquí.
HANK (Anteriormente BRUNO)
por K.A. Mendelsohn y Sra. Mulder
Capítulo 2. (Sra. Mulder)
A Sara a veces la daban prontos muy raros. Normalmente meditaba mucho las cosas, tal vez demasiado, y otras veces actuaba sin pensar. Esas veces eran pocas y casi siempre tenían que ver algo con Grissom.
¡¡¡Dios!!! ¡¡¡Grissom!!! La había vuelto completamente loca… tantas veces. Nunca alguien le había causado tanta impresión al conocerle. Se puede decir que lo suyo fue amor a primera vista. Si ella hubiera creído en el amor a primera vista, claro está… Su relación desde el principio había sido compleja, con el paso de los años problemática y en las últimas semanas… en las últimas semanas Grissom se había acercado demasiado a ella cada vez que hablaban, había invadido su espacio personal una vez sí y otra también sin importarle bien el motivo, y había rozado su rostro con su mano, para limpiarla la cara de barro.
Grissom estaba muy raro desde que rescataron a Nick de aquella caja de cristal y muerte, pero de ese cambio, sólo se percató Sara.
Seguramente por eso se atrevió a llamarle, en cualquier otra circunstancia hubiera preferido llamar a Lucifer.
Mano sobre mano, con la ropa manchada de sangre, Sara esperaba sentada en un banco de la sala de espera de la clínica de urgencias que se encontraba en el cruce de Manning St. con Harris Ave.
Iba para casa, tras desayunar con los chicos. Cuando aquel gran perro marrón se la cruzó sin mas. Desde aquel entonces todo lo recordaba bastante borroso. Frenazo, choque, ruido, sirenas, policía, ambulancia y aquel gran perro marrón sangrado.
Gracias a que había sido una chica responsable y había desayunado café, la policía hecho la culpa al perro, que iba sin correa, ni sensor, y después de que la policía descolapsara el tráfico, de que la grúa se llevara varios coches, incluido el suyo que se había estampado contra una farola, y de ser atendida en urgencias siendo dada de alta al momento, tenía tiempo de pensar. Y aquel pensamiento le llevó hacía Grissom.
Podía haber llamado a Greg, seguramente hubiera sido lo más inteligente, después de todo era su mejor amigo. También podía haber llamado a Nick, siempre dispuesto a ayudar O simplemente podía haber llamado a un taxi y haberse dirigido a su casa. Estaba bien. Un poco aturdida, pero bien. Sin embargo una idea no hacía más que darle vueltas en la cabeza y marcar el número de Grissom fue un automático.
No le llamaba a su casa desde que llegó a la ciudad, más de cinco años atrás. Y no supo exactamente porque no le llamó al móvil. Era como diferente conocer el teléfono de su casa, como si aquello supusiera algo. Como si ellos hubieran seguido siendo los que eran.
Cuando Sara vio entrar a Grissom por la puerta de Urgencias se estaba arrepintiendo de haberle llamado. Se lo iba a tomar por donde no era. Aquello acabaría mal. Sería un momento bochornoso lleno de silencios incómodos. Sería como los tres últimos años y no como las tres últimas semanas. Tenía que haber llamado a Greg, tenía que haber llamado a Greg… Mierda.
- ¿Qué te ha pasado? - los ojos de Grissom se abrieron como platos al ver a la mujer - ¿Cómo no me dijiste que estabas en el hospital? - Parecía realmente alterado- ¿Cómo que no era nada grave? - dijo al observar la ropa de Sara manchada de sangre.
- No es nada grave - la joven intentó tranquilizar a su jefe, que parecía tener las pulsaciones a mil-. He tenido un pequeño accidente con el coche, pero estoy bien. Sólo que no puedo decir lo mismo del coche.
Sara sonrió desganada.
- ¿Has bebido? - preguntó Gil entre autoritario, paternalista y preocupado.
Los ojos de la joven se abrieron como platos y se sintió completamente ofendida.
- No - dijo Sara decidida y pensando que sin lugar a dudas llamarle había sido una mala idea.
- ¿Seguro?
- Sí - desgraciadamente no podía mostrarse todo lo ofendida que quería, porque había antecedentes.
Grissom respiró hondo y la miró de arriba abajo, parecía más tranquilo, pero seguía inquieto.
- ¿Y estas segura de que estas bien? - la voz del hombre era dulce, parecía genuinamente preocupado y el tono de infamia había desaparecido de su voz.
- Un poco atontada - dijo Sara con media sonrisa.
- ¿Seguro? - y Gil pasó con delicadeza su mano por el rostro de Sara, quien sintió una pequeña descarga eléctrica por todo su cuerpo.
- Sí.
-¿No te van a ingresar?
-No.
-¿Quieres que hable con ellos? - Sara pensó que Gil esta realmente muy raro, y la encantó - Sería mejor que quedarás en observación.
-No.
- ¿Seguro?
- Sí - Sara sonrió despreocupada - Sólo quería…
- Que te lleve a casa - Gil la sonrió con tranquilidad.
- Sí.
Gil afirmó a la contestación de la chica, y ante la sorpresa de Sara le pasó su brazo por los hombros con cuidado y la acompaño en sus pasos. La joven se sonrojó ligeramente y Gil se dio cuenta de que no estaba actuando como él, así que al momento bajo su brazo y se separó un poco de la joven.
- Me alegra que me hayas llamado.
Sara sonrió levemente de medio lado mientras preguntaba.
- ¿Me puedes acompañar a un sitio?
Continuara.