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Ensayos tras ensayos y después de una semana sin descanso, KyuHyun se había aprendido todas las canciones que se tocarían en el concierto de regreso del trío Lee, desde las más viejas, las nuevas, las acústicas y los solos, todo estaba ya en su memoria y en sus dedos.
Echó la cabeza hacia atrás, el sudor perlando su piel debido al calor dentro de la sala y el esfuerzo de moverse continuamente por el lugar. Las voces de HyukJae y SungMin se mezclaban satisfactoriamente como era de esperarse y KyuHyun se había adaptado rápidamente al grupo.
No obstante, el rubio cantante no se había parado a ensayar ni una sola vez desde la llegada de KyuHyun y todos tomaban aquello como su comportamiento normal.
- A veces desaparece y no vuelve hasta el día del concierto. Siempre ha sido así, tú tranquilo. Mañana lo verás coqueteando a primera hora con el estilista.
Nada profesional.
El moreno bufó y sólo negó con la cabeza. Él estaba preparado y sólo debía cumplir con su parte.
DongHae podía arruinarse solo.
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La gente exigía a gritos a aquel trío. Se deshacían en las emociones anticipadas, llorando y jalándose los cabellos mientras se revolvían por todo el domo. Justo como cada concierto. En la oscuridad, KyuHyun sostenía la guitarra eléctrica, el maquillaje pesado en su rostro, escondiendo cualquier imperfección que pudiese tener; sus ojos parecían más grandes con el delineador, mas estaban escondidos tras unos gruesos lentes oscuros de marco grueso; su cabello largo se acomodaba despeinado, enmarcando su rostro y haciéndole ver como si justo hubiese tenido sexo en algún camerino vacío.
Los demás portaban estilos similares de reyes del sexo. No eran la principal atracción pero igual debían incitar al placer visual sobre el escenario, sobretodo el guitarrista.
No era secreto que el instrumento favorito de DongHae era la guitarra. Le obsesionaba cada sonido que salía de la misma, por lo que era común verle correr en los conciertos hacia quien sostenía dicho instrumento y llevarlo al centro del escenario, soltando entre las canciones gemidos y suspiros de placer al escuchar las notas retumbarle en los oídos, no controlándose en lo absoluto en casi tener un orgasmo frente a toda su audiencia, cosa que les encantaba a todos, por cierto.
KyuHyun suspiró, el bajo sonando por primera vez, lanzando una mirada hacia KiBum que comenzaba la música de suspenso, su inexpresivo rostro centrado en su instrumento. Rasgó enseguida las cuerdas hacia abajo, encendiendo más al público.
De su izquierda y del suelo, brincó SungMin, el reflector en él y los gritos clamando su nombre. El negro era el tema y su vestuario consistía de una transparente camisa que dejaba ver su tatuaje en su espalda baja y unos ajustados pantalones que delineaban su redondo trasero que hasta las chicas envidiaban, según sus palabras.
Rasgó de nuevo un par de veces las cuerdas, preparándose para lo que venía. HyukJae salió también de un brinco del suelo, las voces de las fans pronunciando su nombre al instante, intercalándolo con el de su compañero y el suyo. El pelirrojo sonrió y movió su cadera, provocativo, un chaleco siendo lo único que cubría su torso, sus piernas portando unos holgados pantalones que hacían más fácil el movimiento de sus piernas.
Y llegando al clímax de aquella, la presentación, KyuHyun levantó la guitarra un poco y dejó sus dedos volaran sobre las cuerdas, su primer solo haciendo eco por todo el lugar.
El domo se sacudió con los exagerados gritos de las fans cuando vieron salir desde arriba a DongHae, las varas agitándose efusivas y rojas por todo el lugar. El cantante estaba también en unos ajustados pantalones de cuero, una camisa negra con aplicaciones plateadas asomándose debajo de un gran saco que cargaba plumas negras en sus hombros. El pesado delineador hacía su mirada más intensa y su rostro se despojaba de cualquier deje de inocencia con su expresión de superioridad. El cabello anaranjado le caía alrededor y se levantaba en una media cola detrás, su peinado característico.
Cayó en medio del escenario mientras todos decían su nombre como si un demonio hubiese caído del cielo y de adoraran por aquello, KyuHyun siendo el encargado de anunciar su entrada.
DongHae echó la cabeza hacia atrás y la giró hacia la izquierda, dejando su mirada cayera en KyuHyun. Era la primera vez que había escuchado al moreno tocar y su cuerpo temblaba excitado por todo lo que había sentido al momento que cada nota le golpeaba mientras bajaba. Relamió sus labios lento y sonrió.
KyuHyun empujó con fuerza las últimas cuerdas al verlo y el escenario se hundió en la oscuridad, sólo las luces rojas del público iluminándoles.
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Cada canción era un éxito, si KyuHyun había cometido errores, los arreglaba fácilmente con algún twist inesperado entre los acordes que siempre captaba la atención del rubio, quien ahora se paseaba en una camisa sin mangas.
La voz de DongHae se sincronizaba perfectamente con su guitarra y ambos lo sabían, ambos lo sentían en sus cuerpos y en la adrenalina quemándoles la piel, evaporando el sudor que los empapaba, vibraciones llevándolos a extraordinarios placeres más allá de los más conocidos en la música. Todos sentían la intensidad de aquella conexión, contagiándose de ellos y formando una orgía de notas, mas nunca alcanzándoles del todo en aquel infierno que se habían creado. Cada mirada, cada gesto de sus dientes rasgando su labio, cada sonrisa de lado aumentaba más y más la tensión entre KyuHyun y DongHae.
Era tiempo del encore. El público lo sabía y lo exigía como regla silenciosa. Las voces del trío no se hicieron de rogar más e hicieron eco, apareciendo de nuevo en el escenario, los agudos chillidos de su audiencia emocionándose aún más. La canción seguía su curso y ChangMin dejó su mirada se fuera a KyuHyun por un segundo. Era esa, la canción favorita de DongHae, la canción con la que siempre se llevaba al guitarrista con él al medio del escenario. Nunca pasaba nada más que un toque, unas miradas y un poco de fanservice para las fans pero está vez presentía no sería sólo eso.
Y justo como todos esperaban, el clímax de la canción llegó, KyuHyun a unos segundos de dejarse llevar por el huracán de emociones perversas.
- ¡KyuHyun!
Su nombre resonó en el micrófono y levantó la mirada de su guitarra al mismo tiempo que dejaba la uña entre sus dedos se deslizara por la sexta cuerda, desde el cuerpo hasta el alma del mástil. DongHae soltó un gemido al escuchar aquello y el moreno, queriendo escuchar más de aquello, intensificó más aquel sólo, no dejando tiempo para siquiera respirar.
El rubio pronto le arrastró hasta el centro, la audiencia volviéndose loca con el cambio en la guitarra, con la evidente tensión entre ambos cuerpos. DongHae se pegaba al cuerpo del más alto, quien le tentaba al deslizar sus labios por donde alcanzara su piel desnuda.
El punto clave, DongHae debía cantar la última frase mientras la guitarra se fundía en una errática combinación de notas. Mas aquello no fue lo que sucedió.
Más de una fan se desmayó entre la multitud pero los gritos jamás fueron más fuertes que en ese momento.
DongHae tiró el micrófono al suelo y jaló a KyuHyun de la nuca, arrancándole los lentes oscuros de la cara, estrellándolo luego contra sus labios y besándolo, su lengua colándose en la boca del moreno.
HyukJae se congeló en algún lugar del escenario y ChangMin casi lo hizo si no fuera por su cuerpo que ya operaba en automático. SungMin fue el coherente que se encargó de terminar la canción con la molestia evidente en sus ojos.
KyuHyun mantuvo una aguda nota sostenida, dejando sus lenguas se enredaran por un momento, sonriendo de lado. Atrapó el labio inferior del rubio entre sus labios y lo jaló hasta que la elasticidad del mismo le permitió y lo soltó cuando llegó a su límite, DongHae soltando un gemido cuando sintió la piel de su labio cortarse. Buscó sus labios de nuevo y KyuHyun volteó el rostro, la sonrisa lasciva presente en su rostro cuando rasgó por última vez su guitarra, terminando el show y volviendo todo a la oscuridad.
- Sólo era una probada…
Susurró el moreno contra la oreja del mayor, quien respingó, su miembro endurecido por aquel beso y lo jodidamente bien que el otro tocaba.
- Espero pienses en mí cuando te liberes de eso, “DongHai”.
Mordió su lóbulo y Lee DongHae tuvo que usar toda su fuerza para no caer sobre sus rodillas.
Y así como llegó, KyuHyun regresó a su lugar, el delineador embarrado por los toques desmedidos de DongHae.
Estaba claro que no todo volvería a ser como antes después de esa noche.
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El concierto había terminado como un rotundo éxito. En cada red social de hablaba de lo explosivo que había sido el regreso del grupo y de claro, el controversial beso de Lee DongHae con el nuevo guitarrista llamado KyuHyun. Las fans peleaban furiosas entre ellas al ver destruida su famosa pareja HyukHae por el moreno, mientras otras se volvían locas porque al fin alguien lograba doblegar al rubio, formando pronto la nueva pareja KyuHae.
Mas nadie estaba realmente al pendiente de eso por el momento. La noche aún era joven y DongHae no dudó en llamar a todos sus conocidos para una fiesta en su suite presidencial. Extraños también se añadieron al paquete, y pronto el piso entero temblaba por la fuerte música y los invitados con su extremo ruido.
KyuHyun se encontraba ahí al haber sido arrastrado por Zhou Mi y ChangMin, KiBum acompañándolos hasta cierto punto para perderse después entre las personas. El moreno suspiró derrotado, no podía rechazar aquello, después de todo lo habían llevado para festejar su debut. Sonrió, dejando su cuerpo se relajara, tomando la cerveza burbujeante que le ofrecía su mejor amigo.
- Por KyuHyun, que con ese talento, pronto nos dejará por seguro.
El aludido chasqueó la lengua mientras los tres chocaban sus tarros de cristal, Zhou Mi habiéndose hecho amigo rápidamente del moreno para ese punto, más por el hecho de compartir sus raíces.
- Y por bueno, haber sabido controlar perfectamente a Lee DongHae en el escenario. Ese beso, Kyu… Puedo apostar muchos se corrieron con tan sólo verles.
KyuHyun rodó los ojos en blanco, ChangMin soltando una sonora carcajada, todo pareciéndole gracioso en su estado de ebriedad.
- Pero lo mejor fue cuando el pequeño divo quiso besarlo de nuevo y le volteaste la cara. ¡Viejo! Eso fue lo mejor. ¿Viste su cara? ¡Se moría por más!
El moreno sólo pudo sonreír, resumiendo a tomar el resto de su cerveza, no queriendo hacer ningún comentario al respecto. Si era honesto, él también se había quedado con ganas de más, pero no podía dejar ganar a DongHae, no. Primero debía rendirse él.
- De hecho, hacía mucho que deseaba ver al bastardo de DongHae tan necesitado.
Una voz ajena a su grupo se escuchó aún sobre la música y el ruido, acallando a sus dos amigos. KyuHyun se giró, encontrándose con la mirada intensa de Lee SungMin. ChangMin le dio una palmada en el hombro y se alejó riendo, Zhou Mi sólo desapareciendo discreto en la multitud.
- Cualquiera que te escuchara pensaría que lo odias -. El moreno enarcó una ceja divertida, recargándose en el mini bar, dejando el tarro vacío sobre el mismo. SungMin bufó, rodando los ojos y recargando sus codos en la superficie de mármol, sacando un poco el trasero con claras intensiones -. Lo odio. De eso no hay duda.
- ¿Ah, sí? Entonces continúa.
- No te equivoques, Cho. No vine aquí para hablar de ese idiota.
KyuHyun casi bufó, ya teniendo en mente a lo que se le había acercado el pelinegro. Lo recorrió con la mirada, el otro haciendo énfasis en su mejor punto, obviamente queriendo provocar deseos que no había en el moreno. Si algo le causaba SungMin a KyuHyun era simple risa.
- Tú… tocas muy bien, ¿te lo habían dicho?
KyuHyun maldijo a ChangMin por lo bajo. Ahora cómo se quitaba otra “estrellita divina” de encima.
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- ¿Qué mierda está haciendo SungMin con KyuHyun?
Si alguna vez Shim ChangMin había visto a DongHae enojado, se retractaba por completo porque el rubio jamás se había visto más peligroso hasta ese momento.
Desde siempre la rivalidad entre DongHae y SungMin había sido un problema en el grupo, incluso desde antes que ChangMin hubiera entrado a la banda, aquello se venía arrastrando desde su época como trainees, y sólo se solidificó con el paso del tiempo y su selección para aquella banda.
- No lo sé. SungMin sólo se acercó a él -. El baterista miró preocupado a donde su amigo, notando como el pelinegro se le acercaba y le acariciaba la mejilla con los dedos, poniendo su mejor acto de lindura e inocente coquetería. Sabía de ante mano que el moreno no estaba interesado en el mayor pero DongHae, DongHae no lo sabía.
Miró al rubio por el rabillo del ojo, notando su tensa postura, sus dedos tornándose blancos alrededor del vaso de cristal que llevaba en la mano.
- Puta barata.
Gruñó el cantante y azotó el vaso contra el suelo, sorprendiendo a varios a su alrededor, incluyendo a ChangMin.
¿KyuHyun dejaba que aquel pedazo de mierda inservible le tocara pero no él? Bien. Ambos podían jugar el mismo juego. Él también podía quemarlo en su rabia.
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Quitarse a SungMin de encima había sido una tarea difícil. Tipos como ese, pretendiendo ser la cosa más hipócritamente adorable del mundo le causaban asco y lástima, prefería buscarse una puta por más buen trasero que tuviera el tío.
Sacó la llave de su habitación cuando pudo escapar de la fiesta, agradeciendo su suite sólo estuviera al final del pasillo. Tomó su tiempo en llegar, sintiendo el cansancio de toda una noche de trabajo y fiesta, aturdido de tanto ruido. Llegó al fin a su puerta y se detuvo en seco cuando se dio cuenta que estaba abierta. Frunció el ceño, su mente maquinando posibles teorías que pudieran explicar aquello con coherencia, pero eso sólo aumentaba su dolor de cabeza así que se decidió por el camino más corto, ver por sí mismo.
Empujó la puerta, buscando hacer el menor ruido posible. Caminó por el pasillo lento, pasando por el armario al lado de la puerta, notando sólo una pequeña fuente de luz, posiblemente la lámpara, iluminar la entrada. Cruzó la sala, silencioso, y se acercó hasta su habitación, la puerta también ligeramente abierta. Se esperó detrás de la misma por unos minutos, los sonidos de sábanas revolviéndose y agitadas respiraciones llegar a sus oídos, el choque de pieles llamando su atención. Apretó la mandíbula y empujó la puerta, haciendo ésta chocara contra la pared.
Dos cuerpos saltaron sobre su cama, sólo una lámpara también encendida en el cuarto dejando ver sus rostros.
KyuHyun tuvo el impulso de matarlos a ambos ahí mismo.
Con los ojos abiertos de par en par, KiBum se cubría su erección con una almohada, los pantalones aún sobre sus piernas pero la bragueta abajo por lo que había alcanzado a ver, su rostro siempre inexpresivo mirándolo con el ceño fruncido ahora. Su camisa estaba regada en el suelo junto a sus zapatos y al lado de los mismos otro par.
Al lado del bajista, DongHae le sonreía con sorna, la camisa sin mangas desabrochada y descubriendo su torso, los pantalones corridos hasta sus rodillas mostrando su entrepierna despierta bajo la ropa interior, ansiando ver su reacción.
KyuHyun pudo notar aquello y apretó la mandíbula. No caería en su juego. No.
Soltó aire y llevó una mano a su cabello, bufando como si aquello no le enfureciera en lo más mínimo, aunque sus ojos decían todo lo contrario.
- SungMin tenía razón. ¿Ahora te exhibes como puta de carretera? Te creía mejor que eso, DongHai.
Aquello borró la sonrisa del rostro del rubio quien no tuvo tiempo de replicar nada cuando su orgullo de nuevo se vio lastimado de nuevo, pues el guitarrista había salido con rapidez de la escena. El cantante no tardó en seguirle en cuanto pudo reaccionar, subiendo su pantalón y poniéndose rápido los zapatos, dejando solo a un confundido y molesto KiBum.
No lo encontró hasta que bajó hasta el lobby del edificio, alcanzándolo a ver salir por las puertas principales. Importándole un comino ser reconocido, corrió hasta las puertas y logró detenerle cuando había avanzado un par de metros sobre la oscura acera.
- KyuHyun, espera -. Al momento que lo tocó, el moreno se zafó de su agarre con un brusco movimiento, su mirada dura y pesada clavándose en el rubio, DongHae sintiendo la piel de su espalda erizarse, el alcohol que tenía en su sistema no ayudando a aminorar aquellas sensaciones tan ansiosas - ¿Qué cojones quieres? ¿Tan rápido te la metieron ya?
DongHae sintió el cuerpo temblar al escuchar su profunda voz rasposa llena de ácido. Podía ser enfermo, pero el que le hablara así sólo excitaba partes de él que comenzaba a conocer.
- ¿Por qué estás tan enojado, Kyu?
El moreno bufó ante tan estúpida pregunta, arqueando una ceja incrédulo.
- ¿Será porque estabas cogiendo en mi puta cama? Si antes creía que no tenías vergüenza, ahora lo confirmo -. Escupió en la acera, el simple recuerdo haciendo el ácido en su estómago le quemara la garganta.
DongHae sonrió victorioso, acercándose al moreno y empujándolo por los hombros a un callejón justo a su lado, lejos de las luces de las calles y miradas curiosas. Lo estrelló contra la pared, los ojos del moreno jamás alejándose del rostro ajeno.
- ¿Celoso?
- Ha. No estás tan bueno, ¿sabes?
El rubio apretó la mandíbula y sus manos en los hombros del más alto, agachando la mirada.
- ¿Y SungMin sí?
KyuHyun bufó, levantando un poco la esquina de su boca en una sonrisa sin gracia.
- Me parece que el que está celoso aquí eres tú.
DongHae levantó el rostro enfurecido, suavizándolo un poco al verlo y parándose un poco de puntas para besar el largo cuello del menor, mordiendo la piel. KyuHyun lo alejó al instante que sintió aquello por los hombros, manteniéndolo lejos de él.
- ¿Qué crees que haces?
- Ya, Kyunnie. Ambos sabemos que quieres esto…
Sus dedos acariciaron los antebrazos del moreno, empujando sus labios dentro de su boca para recuperar el sabor de la piel del más alto y saborearla.
- Créeme. Si lo quisiera, ya lo hubiera tomado-. Lo empujó a un lado y comenzó a caminar de nuevo cuando la voz del otro le detuvo en seco, haciendo girara el rostro para encararlo.
- ¿Sabes? Todos están aquí por mí. Porque me aman.
- ¿Por ti? Yo diría que por la suite y el alcohol gratis -. Contestó el moreno, arqueando una ceja.
- Cállate, KyuHyun. Todos vinieron por mí. Porque quieren ser míos - dijo el rubio, acercándose lentamente de nuevo al más alto, el otro soltando una queda risa sin gracia.
- Vaya. No sabía que fueras tan patético.
Aquellas palabras sólo sirvieron para enfurecer al más bajo, tomando de nuevo al más alto por los hombros, azotándolo esta vez contra las rejas de aquel callejón que sólo hicieron eso entre el hueco espacio y la vacía noche.
El lugar olía a basura podrida y chillidos a lo lejos alertaban de ratones por el lugar. Ningún alma estaba por la calle a excepción de los taxistas dando sus rondas o algunos pobres ebrios saliendo del hotel, los retumbos de la música aún audibles aún estando lejos. Podía percibir el fuerte aroma a alcohol del aliento del rubio y sus mejillas delataban que el mayor no se encontraba en sus cinco sentidos. Su consciencia no lo ataba y era más fácil despojarlo de su orgullo en aquel momento, o más bien, era fácil si se trataba de Cho KyuHyun.
- Tú eres el patético -. Apretó su agarre en la tela de su camisa, retando la dominante mirada del más alto -. Me tienes aquí… y me ignoras, te resistes… - alcanza sus labios, sin recibir nada del moreno, hablando contra sus labios - cuando cualquiera quisiera estar en tu lugar.
Apenas y logra ver la sonrisa burlona de KyuHyun cuando siente el frío metal chocar contra su espalda y de nuevo el sonido de la malla metálica causando un estruendo por el choque de su cuerpo contra ésta.
- Pero yo no soy cualquiera, DongHai.
El aludido respingó, queriendo zafar sus manos del agarre del más alto.
- No me llames así…
- Pero si sé que te gusta que te llame así -. El moreno inclinó su rostro, colándolo en el cuello ajeno, pasando lento su lengua por la suave piel, restregando su muslo con el miembro aún despierto del más bajo - ¿tienes un fetiche con los acentos, DongHai? - El rubio no pudo más que gemir, apretando sus manos en puños.
- Ah… cállate…
KyuHyun soltó sus manos y lo tomó por las caderas, girándolo para pegar el trasero del rubio a su miembro, haciendo gemir al otro. Llevó su diestra al frente del pantalón ajeno, burlando la fábrica y tomando directamente su sexo para masturbarlo. DongHae soltó un desvergonzado alarido de placer, las frías manos del menor haciendo contacto contra su caliente piel casi haciendo se corriera de una.
Lento, el guitarrista restregó sus dedos por la extensión entre sus manos, apretándola de vez en cuando y jugando con su punta, dándose placer a sí mismo al dejar su miembro chocara con aquel perfecto trasero; el cantante temblando con cada toque cada respiración chocando contra su nuca.
- ¡KyuHyun!
El moreno paró su mano cuando sintió el miembro ajeno volverse más duro y palpitar en su mano, sacando jadeos del otro y quejidos acompañados de su nombre. Paso su lengua por el cuello del más bajo, la piel erizada causándole una queda risa.
- ¿Quieres tenerme, DongHai? - El rubio asintió, aferrándose a la malla metálica, mordiendo su labio hasta sacarle sangre y hacer más grande la herida que el moreno le había hecho hacía algunas horas. KyuHyun sonrío, apretando su punta fuerte.
- ¡Ah! N-No…
- Lástima. En los callejones no soy tan barato y mucho menos gratis.
Soltó su entrepierna y empujó su trasero para que el pelvis del rubio golpeara la malla de frente. DongHae siseó, apretando los dientes y el metal en sus manos, sus pensamientos incoherentes de rabia y confusión.
- Ah… eres un… bastardo… ngh…
Por un momento, KyuHyun tuvo el deseo de simplemente tomarlo en ese momento. Las manos picándole por tocar toda aquella piel descubierta para él. Pero el orgullo le podía más y no se permitiría jamás que DongHae ganara.
Se acercó del otro lado de la reja, metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón, el aire de superioridad indicando de nuevo había ganado esa ronda.
- Repito. Piensa en mí cuando te la jales, tus fantasías siendo todo lo que obtendrás de mí.
Se dio la vuelta y se alejó del lugar, dejando a un derrotado DongHae rindiéndose ante sus sucios placeres, sólo un rostro y un nombre apareciendo en su mente.
KyuHyun.
Lee DongHae estaba cayendo.
Nadie cuestionó el ojo morado de KiBum al día siguiente.
DongHae estaba cayendo… y con él, Cho KyuHyun.
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