El viaje se ha terminado. Mierda. Se estaba bien fresquito en Laponia, lejos de los treintamuchos (grados), de los problemas, del trabajo... Ha sido un pedazo de viaje, en el que he conocido a gente genial.
Ha tenido dos fases. La primera ha consistido en movernos a nuestro libre albedrío por Murmanskaya Oblast y Karelia, con viajecito en tren
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