Paneleo Erótico
EL Chico De La Motocicleta
Por: Juanita Estrella
Iniciando la sección de comics con una muestra. “Bike Boy”, creado por Oliver Frey, autor bastante reconocido por sus historias bastante calientes, sin censura de ningún tipo. De hecho, es lo bueno de estos comics, puedes ver un miembro tal cómo es, en la mayoría de ellos. Nada de luces brillantes o dibujos borrosos.
En este comic -que me dejó helada cuando le encontré hace años- se relata la historia de un rubio de buen culo (cosa que queda comprobada desde la primera hoja) que el mismo día que cumple la mayoría de edad, le regalan una motocicleta. Y no, nunca vemos a sus padres, ¿para qué? Ni que nos importara.
¿Qué les dije? Y noten la ausencia de ropa interior
La cosa es que el tipo sabe de motos lo mismo que Paris Hilton en cuestiones hogareñas. Y a medio camino, su querido regalo se “daña” y va a una gasolinera a pedir ayuda. En la gasolinera le ofrecen ayuda… o eso el piensa, porque es tonto y no se fija que el tipo que le atiende, lo desnuda con la mirada.
Vaya ayuda…
La cosa termina en un sexo oral, más un elogio a su lindo culo.
Y como dato, me mata de risa que el rubiales tenga su dialogo reducido a: ”ooh… ahhh… oohh”, mas uno que otro monosílabo durante las escenas sexuales. A Frey le gusta poner a sus pasivos así en muchas de sus obras. Al menos son mejor que las pornos donde solo dicen “oh yeah” hasta el final (y ni tienen erección…).
Como sea, se da cuenta que lo que le faltaba a su querida motocicleta era gasolina (más bien, el dependiente se lo dice mientras se burla de el en su cara) y ya repuesta esta por otro empleado que no pinta nada en la historia, sigue su ruta. Porque si, lo ha disfrutado.
Esto es el resumen del capitulo uno, pasemos al dos.
En esta, el quedado no es él, sino un hombre maduro (se ve como de treinta en adelante. Curiosamente me recuerda a un James Bond, pero más musculoso) y no usa moto, sino un auto, el progreso se deja ver. Nuestro motociclista lo ve aún lado de la carretera y como todo buen samaritano que se respete, se detiene a ayudar.
Hay un neumático pinchado y el más joven se agacha a ayudar, y comenzamos en la sobadera de parte del señor. Y no lo culpo, yo también le tocaría el trasero si me lo pusiese así. Eso ya es provocar.
Así empieza
Nuestro personaje en una de las páginas dice un dialogo tan encantador: “no otra vez”, es como si no pudiese hacer nada para evitarlo. No, no me estoy quejando.
En esta escena lemon, tenemos un dialogo risible de parte del pasivo. Increíble, dice… “por favor, señor”, refiriéndose a que por favor, lo penetre ya. Vamos, toda una frase.
Y todo termina en lo que los lectores queremos. El señor Bond le da una palmada en el trasero al chico, quien por cierto, tiene una sonrisota…
Como muestra de gratitud, nuestro activo de turno (joder, que ganas de decir seme), le recomienda usar pantalones de cuero, cosa que corre por su cuenta. Si en esos viejos jeans su culo se veía bien, en estos prácticamente gritan “rape me”, cosa que ocurre.
Otro motociclista, que por su atuendo parece amante del bondage, lo hace desviar a la fuerza aun lado del camino. Y si, queda comprobado que le gusta el bondage, sólo hay que fijarse en el aro alrededor de la base de su pene.
Cómo sea, obliga al chico a darle una mamada, luego cambian papeles para finalmente hacerle un Riming como antesala a la obligatoria penetración.
Y TODO esto ocurre encima de la motocicleta del chico. Hay que ver, estas cosas tienen otro uso útil. Y yo que solo pensaba que servían para hacerme maldecir a los que las conducían en las calles (en serio, ¿Quién inventó esas endemoniadas cosas? Salen de todas partes y se te meten por todos lados... sin doble sentido en la frase).
Al final, el motorista violador… bueno, seamos honestos, el otro se dejó. La cosa es que le agradece al chico, quién tiene una cara de bobo feliz que no se la quita nadie. Es que ahora que lo pienso, este comic te provoca mucha risa involuntaria. Creo que por eso me gusta tanto.
Nuestro amigo rubio decide tomarse un descanso (compréndalo, ya van tres descargas) y entra a lo que me recuerda uno de esos sitios de comida donde siempre hay una sirvienta mayor con un bolígrafo en la cabeza, uniforme viejo y maquillaje más viejo aún.
Ahí reflexiona profundamente (creo que ya ha quedado demostrado que tan profundo se puede reflexionar aquí) sobre sus experiencias del día. Lejos de sentirse ligeramente incomodo por todo lo ocurrido, nuestro pasivo de turno piensa que lo ha pasado genial, y que ya es hora de dejar de ser presa para convertirse en cazador, palabras del dialogo.
La escena que sigue, es la más rápida de todas. Y es algo shota, y ahí, yo no me meto. Pero en serio, no hay mucho que contar.
Lo bueno de este comic: Las escenas con sexo y la risa involuntaria. El pasivo tiene un buen culo. Los activos van desde el tosco hombre de la gasolinera hasta el Leather Man. Me encanta la primera página, además me ha hecho apreciar las motos un poco más.
Lo malo de este comic: Su carencia de lógica. El protagonista es algo idiota. Se rumorea que es hijo de Kelly Bundy, lo cual explicaría el asunto.
Hay que tener en cuenta que estos son los PWP del comic gay… de hecho, así son casi todos los que conozco, incluyendo algunos más largos. Pero no nos vamos a poner quisquillosos, agradezcamos el mero hecho de que los chicos parecen…chicos.
Sólo digo que a mí nunca me han acosado en las gasolineras, como máximo, me han preguntado cómo pienso pagar (yo solo me hago aun lado para que puedan ver al macho de la billetera). Pero bue, tampoco es que haya mucho que buscar por esos lares. Oh, cruel vida real…
Eso es todo por hoy. Si les interesa echarle una mirada a este comic, no diga mas. Visite nuestro Livejournal.
Cambio y fuera.
PD: Si, se que he dejado notar que me chocan las palabras de nuestro amigo el rubiete y alguna que otra cosa. ¡Pero es suelta unas perlas!... pero me da igual, soy feliz.