un mal día
Por fin fue a la Casa del Rockero. YAAAY :) Amé el estilo tétrico y oscuro del lugar, lo juro. Me intinuía satanismo y gótico, pero nah, me encantó la ropa, accesorios y los piercings que había. Un corsé se parecía al del que traía puesto la vieja en el video de Helena de MCR. Lo que me dio miedo fue el tipo que nos preguntó que queríamos que empezó a perseguirnos y estar ahí como a las siete de la tarde cuando ya todo estaba oscuro y a punto de cerrarse. Aún así, llevaba cuarenta pesos (soy pobre, ¿que esperaban?) y me compré un... uhg, no sé como se llama, pero se pega a la ropa o a equis cosa; lo importante es que dice My Chemical Romance con las letras de 3 Cheers. Por todos lados estaba Emily the Strange, calaveras, Slipknot... y me dieron ganas de miarme al notar a mi amiga casi cagándose por el lugar y eso. Bueno, lo admito, me temblaban las piernas a mí también... pero es que, joder, soy roquera seudo emo... no metalera, sádica, satánica o gótica. Además, era tarde y hacía frío y yo sin chamarra y con una blusa de colores vivos y los caminones ya casi no pasaban. Y el Centro se pone horrible.
Aún así, creo que me divertí. Bien, para qué miento, no me divertí nada. Me la pasé viendo a bebés bailar toda la fregada tarde porque una amiga quería estar con su primo y como yo y otra no queríamos que se enojase, nos quedamos con ella. Los bebés APESTAN. Babean, comen, duermen, tragan y cagan. Los odio. Jamás pariré uno, lo prometo.
Aún así, creo que me divertí. Bien, para qué miento, no me divertí nada. Me la pasé viendo a bebés bailar toda la fregada tarde porque una amiga quería estar con su primo y como yo y otra no queríamos que se enojase, nos quedamos con ella. Los bebés APESTAN. Babean, comen, duermen, tragan y cagan. Los odio. Jamás pariré uno, lo prometo.