Descortesía e impuntualidad

Sep 18, 2009 22:05

Título: Descortesía e impuntualidad
Género: Familia
Clasificación: G / K
Advertencias: -
Palabras: 432
Notas: Escrito para el crack_and_roll

Si había algo que Arthur despreciaba, eso era la descortesía y la impuntualidad. Más todavía si la víctima de tales actos de nulo respeto era él mismo. Y si se trataba de Alfred, era muchísimo peor.

Su colonia sabía muy bien que debía bajar a merendar a las cinco en punto y que el inglés era muy quisquilloso con el horario. Podía llegar a esperarlo hasta unos quince minutos -uno siempre debe tener en cuenta que las otras personas pueden toparse con inconvenientes-, pero dejar que el té se enfriase era peor que cometer todos los pecados capitales juntos.

Ni siquiera tocó uno de los deliciosos scons que había hecho ni bebió un sorbo de su bebida favorita. Con los puños cerrados y dispuesto a darle al niño uno de los sermones más largos de su vida, se levantó de la silla bruscamente, haciendo que ésta cayera de espaldas al piso. Él ni se molestó en ponerla en su lugar.

Subió las escaleras de madera dando pisotones que resonaban por toda la casa y cuando dio con la puerta de la habitación de Alfred, la abrió sin golpear antes (no reparó que lo había hecho con la misma descortesía que tanto detestaba). Abrió la boca y tomó aire, pero ningún sonido tuvo la fortuna de escaparse de sus labios.

El panorama era enternecedor: el niño se encontraba dormido sobre el piso, rodeado de crayones y hojas tan coloridas como los jardines de los palacios más cuidados. Dio unos pasos en silencio, sin notar cómo una sonrisa fraternal se osaba dibujar en su expresión y se encogió para curiosear. En uno de los dibujos podía ver un paisaje hermoso de montañas y lagos, en el siguiente a un caballero degollando un dragón (más tarde se enteraría que era una escena del cuento que la noche anterior le había narrado), en el tercero un oso, seguramente Kumajirô y en el último, una persona mayor tomada de la mano de un niño.

Su corazón dio un vuelco de amor al leer una nota que decía -aunque con faltas de ortografía- que ése de mayor altura de era él, y el menor no se trataba de otro sino de Alfred. ¡Y Arthur iba a regañarlo injustamente!

Pobre colonia, era tan joven e inocente, no podía hacerle eso. ¡Era un simple niño, debía aprender a ser más indulgente con él!

Con delicadeza y cariño, sacudió al de ojos celestes para que los abriera y sonriendo y olvidando que iba a escupir fuego sobre él, le dijo que abajo el té servido y los scons los esperaban.

p: estados unidos, [aph], p: reino unido, "de aquí de allá"

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