Viva México!!!

May 09, 2016 16:58

Pues estoy de regreso en este lado del mundo, es maravilloso estar en mi tierra, extrañaba demasiado la comida de aquí, incluso el transporte público, hasta la contingencia ambiental!! Por la que me lloran los ojos y no logro aclarar la garganta desde que llegué -_-

Escribí por última vez en marzo y mi vida cambió... de nuevo.

Desde que llegué a Little Havana, me encontré con la comunidad cubana de lleno, fue hasta entonces que conocí y presté atención a su situación política y migratoria; es impresionante la cantidad de ayuda que les brinda Estados Unidos, ya quisiéramos los mexicanos tener un poquito de las amenidades que éstos tienen por el simple hecho de pisar el territorio gringo... pero no y es horrible que se les tenga tanta consideración tomando en cuenta que a comparación de los centroamericanos es la raza que menos trabaja, más problemas genera y quienes menos siguen las reglas... aunado al hecho de que se creen la ultima coca cola en el desierto, se sienten irresistibles y son arrogantes en su continuo coqueteo con las mujeres, sobretodo las migrantes (como yo), por el hecho de que cuentan con documentación de residencia y el emparejarte con ellos asegura una estancia legal en EU; de ahí que me prometiera a mi misma nunca jamás intentar siquiera entablar una amistad con ellos.

"Nunca digas nunca" es un dicho muy popular en México y que a mi parecer hace referencia al karma que provoca negarle al destino la capacidad y derecho de sorprenderte, llevarte por lugares insospechados durante tu vida, limitarlo; también, "de esa agua no beberé" es mucho más específico, ya que incluye características especiales (como la raza, idioma, estatus social...)

"Tragarme mis palabras" es lo que sucede cuando desafías al universo con las dos frases anteriores, lo retas a sorprenderte con su grandísimo poder, a ponerte ante situaciones que te sacan de tu zona de seguridad, para hacerte notar que tal vez tus intenciones no eran tan firmes como creías.

En enero, cuando entre a trabajar al bar, mi jefe me platicaba sobre su pobre hermano menor que estaba varado en algún lugar de Centroamérica, en su camino a EU; yo solo escuchaba con tedio y le decía que ojala pronto se mejorara la situación. En febrero miré a un chico desconocido que se manejaba con un poco de curiosidad y desconfianza, al cabo de una semana que llegó me lo presentaron: era el hermano perdido de mi jefe, que acababa de llegar de Costa Rica, cubano.

Alguien le dijo que me gustaba el rock, de ahí comenzamos a platicar, con la sorpresa de que se esforzaba por hablar español neutro además de lento para poder entendernos, fue un ejercicio maravilloso y enriquecedor reconocer mi vocabulario y la cantidad de sinónimos que me sé. Poco a poco reconocí que además de agradable, es bastante culto, estudió hasta la universidad y aun así quería continuar preparándose, también se mostró muy interesado en conocer más de mi cultura, como las expresiones chilangas que al dia de hoy, utiliza cuando habla conmigo. El día que para mi lo marcó todo fue el festival de la calle 8, yo no iría a trabajar pero mis amigos insistieron, llegamos y él deseaba regresar a su casa, al ser nuevo no sabia como andar en bus, nisiquiera ubicaba hacia donde debía ir, yo estaba muy ocupada sirviendo y cuidando a mis amigas (yo no bebí...tanto) entonces él me seguía preguntando cosas y llegó un momento en que le dije que mejor me diera su número y que le escribía desde whatsapp; así lo hice cuando tuve tiempo libre (Ro fue por mi, chale) y de ahí no parábamos de hablar.
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