Amigo invisible para Lemmon_pie
De: Pauny
Para: lemmon_pie
Título: La conclusión final.
Universo: Sherlock BBC
Personajes: Sherlock/Watson. Lestrade, Mycroft, Moriarty, la señora Hudson.
Clasificación y/o Género: PG-15, por ataques, sangre y algunas insinuaciones.
Advertencias: post-serie.
Resumen: Sherlock se inquieta y no es por la falta de casos. Por fin entiende las palabras de Moriarty.
Notas: Feliz Navidad!. Espero que te gusté el fic, no es exactamente lo que pediste, intente poner la mayoría de las cosas, pero esta es una idea persistente que no me puedo sacar la cabeza desde que vi la serie.
La conclusión final
Las pesadillas comienzan al día siguiente, se dice que es normal parte del shock que tuvo al ver su vida y la de Watson a segundos de terminar. Se convence de ello con fuerza y a base de parches de nicotina, pero hay algo que no puede sacar de su cabeza, le molesta porque no le permite afrontar su trabajo con toda su inteligencia puesta en las pistas que tiene en las manos.
Sabe que el asesino de aquel hombre, Mario, se recuerda, es su esposa. Lo que no sabía era porque y no tenía pruebas a demás de su palabra, algunas pista, el nombre “Mario” escrito entre unos papeles de ella, la quemadura de sol en la piel de la mujer y algunos rastros de pequeños cortes en sus manos propias del uso de un arma de fuego.
Le informa a Lestrade pero este solo le dice. - Necesitamos pruebas más concluyentes a las que aferrarnos antes de detener a alguien, Holmes. Pensé que ya lo habías entendido.
-Eres un cobarde. - le grita, porque sabe que el detective piensa que el aburrimiento lo está haciendo investigar asesinatos donde no los hay. Es cosa de ver sus ojos compasivos, ahí es cuando se da cuenta, no, Lestrade no piensa que es aburrimiento, lo ve como miran a la gente que termina con su novio o que pierde a alguien. Guarda esa expresión junto con las pesadillas, para analizarlas más tarde en Baker Street.
-Punto uno, podría perder mi trabajo por hacer lo que me pides. Punto dos, si tienes información adicional puedes decirlo y la detenemos al instante. - Sherlock sale veloz de Scotland Yard, a buscar algo lo que sea que está pasando por alto.
+++
-Otra vez diciéndole a tus lectores que no sé si la luna o la Tierra giran en torno al sol- Se encuentra con Watson, acostado en el sillón con una taza de té en las manos y el notebook sobre sus rodillas. Su compañero de piso tiene un ritual antes de escribir, está seguro que John piensa que él no se da cuenta, casi siempre lo hace a en la madrugada de esas noches cuando el ex-militar no puede dormir. Se pone cómodo, casi siempre con su camiseta a rayas blanco y negro, pantalones de chándal y una sonrisa en el rostro.
-No, estaba hablando con Sarah. - Holmes sabe que miente y le sonríe con ironia. Watson lo ignora. - ¿Cómo va el caso? - le pregunta despacio, aunque suena a “¿Por qué no puedo ir contigo?”
-El estúpido de Lestrade no aprueba la detención, se darán cuenta que tengo razón cuando esa mujer este en Paris con sus hijos. - Saca los pies de Watson del sillón para sentarse y ponerlos sobre sus piernas. John lo queda mirando con los ojos como platos y se pregunta si necesitará un análisis, lleva 30 horas sin dormir reuniendo unas pruebas que no servirán de nada, resolvió el caso pero no entiende las motivaciones del hecho, acaba de hacer algo impropio de él, palpa el parche de nicotina que lleva en el brazo. No está drogado, no está durmiendo, Watson esta a su lado y sabe que algo falta en su conclusión pero los parpados se le cierran, su cerebro aprieta el interruptor, corte de líneas de pensamientos, Sherlock está afuera.
+++
Corre desesperado sus pies actuando por instinto, el olor a cloro golpea su nariz con fuerza y se dice que no debería estar ahí. Mira como un intruso las manos que desnudan a un hombre de cabello rubio, los ojos azules están asustados pero no tiembla como la mayoría de víctimas de violación, está pensando en un plan.
Un hombre con traje de dos piezas se vuelve hacia él como si lo hubiera sentido, no puede pensar en una escusa para darle cuando lo descubra demasiado ocupado cuando reconoce el cuerpo de Watson sin camisa. El frio en la piscina es implacable, desprenden una capa de vaho alrededor de su cuerpo.
-Hola, querido. - Mira al hombre con odio, “Moriarty”, le grita su mente, “ese hombre sabe tu debilidad, hermanito” es la voz de Mycroft que suena burlona a sus espaldas pero no puede verlo.
Ni siquiera piensa, solo se tira sobre Moriarty, le quita la pistola con la que lo apunta, le dispara sin fijarse mucho en el lugar por el que ingresa la bala. Solo escucha la risa del hombre y se paraliza. - Ya te advertí una vez, Sherlock. - Se gira, Moriarty está llenando el suelo de sangre, le ha perforado el estomago, está seguro. Tiene un botón en la mano y Sherlock no puede respirar.
-No me dejaste - tose sangre - terminar mi trabajo con tu novio. - vota sangre por la boca y le regala una sonrisa siniestra. - hay gente más poderosa que yo, mi querido Holmes.
En condiciones normales Sherlock calcularía que le queda máximo una hora de vida, hasta que se desangre o el ácido gástrico toque algún órgano importante. Tal como esta, le corre traspiración por la espalda y se enfoca en el botón en la mano de Moriarty.
-Traje lo que querías. - Constata un hecho y mira a Watson que tiene el pecho lleno de luces rojas que indican francotiradores.
-Eso ya no importa. Toda función necesita un buen acto final y mi muerte es muy predecible. - le dice en un gemidos entrecortados. Y presiona el botón que mantiene en su mano.
No pasa nada y Sherlock piensa que solo está jugando con él. Hasta que siente las balas pasar silbando a su alrededor, se agacha hasta que entiende que van dirigidas a la persona a sus espaldas.
-¡Sherlock! - siente la mano en su hombro antes de ser completamente consiente, toma el brazo, siente el golpe de su cuerpo al caer al suelo, inconscientemente inmoviliza a la otra persona contra el suelo. - ¡Sherlock!
Grita de nuevo, ahí reacciona, el cuerpo de Watson bajo el suyo con la cara pegada a la alfombra y él sosteniéndolo con todo su peso. John podría soltarse rápidamente pero no lo hace.
-Tenías una pesadilla. - Dice el médico desde el suelo.- Te iba a despertar. - Suena ahogado y Sherlock lo suelta de inmediato justo cuando entra la señora Hudson sin golpear.
-Escuche gritos, pensé que tenían algún proble... - Ella los mira, pelo desordenado, la ropa de Watson mal puesta por el forcejeo y Sherlock no tiene que ser un genio para saber que piensa. - oh, perdón, yo me voy. - La mujer los mira con una sonrisa. - Ya era hora. - les dice y se marcha.
-¿Qué fue eso? - Watson aun en el suelo, le mira fijo. - y no me refiero a la señora Hudson.
-He tenido una pesadilla. - John tiene el ceño ligeramente fruncido, aprieta los labios. Esta intentando deducir como le ha enseñado, Sherlock espera que su ayuda le permita entender el porqué de sus pesadillas. - Dime que ves, John.
-Todavía llevas la misma camisa desde el martes, considerando tus hábitos no has dormido en al menos un día. Las pupilas dilatadas, malos reflejos o te estás drogando de nuevo o estas asustado. - Watson lo mira esperando alguna frase reprobatoria, pero lo único que consigue es una mirada agradecida.
-¿Qué más puedes decir?
-No puedes resolver tu caso, por lo que tienes otra distracción. Vuelvo a pensar que es droga, pero no creo que sea eso… - le interrumpe el celular de Watson. Revisa la pantalla, Lestrade. - Es para ti.
Se toma su tiempo escuchando al detective, sin apartar la vista de su amigo. Tiene la sensación de que en cualquier momento Moriarty se lo llevará con él. Cuelga el teléfono. - Detuvieron a la mujer en un aeropuerto, el hombre al que asesino había insinuado con llevarse a sus hijos a pasear, ella tiene paranoia pero nunca había sido diagnosticada. Debería haberte llevado conmigo a entrevistarla. - Intuye la pregunta de Watson, ¿cómo no te diste cuenta? No tiene una respuesta para eso.
Pero John lo sorprende, siempre. - ¿Por qué gritaste mi nombre cuando estabas durmiendo? - había pensado que se centraría en el caso. No en sueños.
-Porque Jim Moriarty te iba a matar. - Sincero. Fatal. Ve como una película todo lo que ha vivido desde que el médico vive con él, sus casos van en aumento, Lestrade le da mayor libertad ahora que John va con él, el número de ideas se incrementa cuando le habla de la evidencia a Watson. Cierra los ojos cansado y se da cuenta. - Porque te iban a matar por mi culpa.
Sherlock se acerca a Watson hasta que están los dos en el piso, acosados, sus brazos tocándose, sin fuerzas para reprimir su instinto. John no dice nada, procesa la información que le acaba de entregar y lo que esconden las palabras. - Yo también he tenido pesadillas. Moriarty te asesina porque no alcanzo a interponer mi cuerpo entre las balas y empujarte a la piscina.
Se quedan en silencio, demasiado pronto el cansancio le pasa la cuenta y Sherlock se queda dormido, en el suelo, al lado de Watson y sin poder hacer nada para evitar sus necesidades biológicas.
Despierta con el cuerpo adolorido, en el suelo de alfombra en el cual se durmió y una manta sobre su cuerpo, mira hacia un lado y se encuentra con Watson que esta cómodamente dormido apoyado en su costado.
Es como el sistema solar, no recuerda quien gira en torno a quien, ni le interesa. No piensa en lo que siente, ni le importa el por qué, solo siente el calor corporal de Watson que le reconforta. Es la primera noche en semanas que duerme sin pesadillas.
Para: lemmon_pie
Título: La conclusión final.
Universo: Sherlock BBC
Personajes: Sherlock/Watson. Lestrade, Mycroft, Moriarty, la señora Hudson.
Clasificación y/o Género: PG-15, por ataques, sangre y algunas insinuaciones.
Advertencias: post-serie.
Resumen: Sherlock se inquieta y no es por la falta de casos. Por fin entiende las palabras de Moriarty.
Notas: Feliz Navidad!. Espero que te gusté el fic, no es exactamente lo que pediste, intente poner la mayoría de las cosas, pero esta es una idea persistente que no me puedo sacar la cabeza desde que vi la serie.
La conclusión final
Las pesadillas comienzan al día siguiente, se dice que es normal parte del shock que tuvo al ver su vida y la de Watson a segundos de terminar. Se convence de ello con fuerza y a base de parches de nicotina, pero hay algo que no puede sacar de su cabeza, le molesta porque no le permite afrontar su trabajo con toda su inteligencia puesta en las pistas que tiene en las manos.
Sabe que el asesino de aquel hombre, Mario, se recuerda, es su esposa. Lo que no sabía era porque y no tenía pruebas a demás de su palabra, algunas pista, el nombre “Mario” escrito entre unos papeles de ella, la quemadura de sol en la piel de la mujer y algunos rastros de pequeños cortes en sus manos propias del uso de un arma de fuego.
Le informa a Lestrade pero este solo le dice. - Necesitamos pruebas más concluyentes a las que aferrarnos antes de detener a alguien, Holmes. Pensé que ya lo habías entendido.
-Eres un cobarde. - le grita, porque sabe que el detective piensa que el aburrimiento lo está haciendo investigar asesinatos donde no los hay. Es cosa de ver sus ojos compasivos, ahí es cuando se da cuenta, no, Lestrade no piensa que es aburrimiento, lo ve como miran a la gente que termina con su novio o que pierde a alguien. Guarda esa expresión junto con las pesadillas, para analizarlas más tarde en Baker Street.
-Punto uno, podría perder mi trabajo por hacer lo que me pides. Punto dos, si tienes información adicional puedes decirlo y la detenemos al instante. - Sherlock sale veloz de Scotland Yard, a buscar algo lo que sea que está pasando por alto.
+++
-Otra vez diciéndole a tus lectores que no sé si la luna o la Tierra giran en torno al sol- Se encuentra con Watson, acostado en el sillón con una taza de té en las manos y el notebook sobre sus rodillas. Su compañero de piso tiene un ritual antes de escribir, está seguro que John piensa que él no se da cuenta, casi siempre lo hace a en la madrugada de esas noches cuando el ex-militar no puede dormir. Se pone cómodo, casi siempre con su camiseta a rayas blanco y negro, pantalones de chándal y una sonrisa en el rostro.
-No, estaba hablando con Sarah. - Holmes sabe que miente y le sonríe con ironia. Watson lo ignora. - ¿Cómo va el caso? - le pregunta despacio, aunque suena a “¿Por qué no puedo ir contigo?”
-El estúpido de Lestrade no aprueba la detención, se darán cuenta que tengo razón cuando esa mujer este en Paris con sus hijos. - Saca los pies de Watson del sillón para sentarse y ponerlos sobre sus piernas. John lo queda mirando con los ojos como platos y se pregunta si necesitará un análisis, lleva 30 horas sin dormir reuniendo unas pruebas que no servirán de nada, resolvió el caso pero no entiende las motivaciones del hecho, acaba de hacer algo impropio de él, palpa el parche de nicotina que lleva en el brazo. No está drogado, no está durmiendo, Watson esta a su lado y sabe que algo falta en su conclusión pero los parpados se le cierran, su cerebro aprieta el interruptor, corte de líneas de pensamientos, Sherlock está afuera.
+++
Corre desesperado sus pies actuando por instinto, el olor a cloro golpea su nariz con fuerza y se dice que no debería estar ahí. Mira como un intruso las manos que desnudan a un hombre de cabello rubio, los ojos azules están asustados pero no tiembla como la mayoría de víctimas de violación, está pensando en un plan.
Un hombre con traje de dos piezas se vuelve hacia él como si lo hubiera sentido, no puede pensar en una escusa para darle cuando lo descubra demasiado ocupado cuando reconoce el cuerpo de Watson sin camisa. El frio en la piscina es implacable, desprenden una capa de vaho alrededor de su cuerpo.
-Hola, querido. - Mira al hombre con odio, “Moriarty”, le grita su mente, “ese hombre sabe tu debilidad, hermanito” es la voz de Mycroft que suena burlona a sus espaldas pero no puede verlo.
Ni siquiera piensa, solo se tira sobre Moriarty, le quita la pistola con la que lo apunta, le dispara sin fijarse mucho en el lugar por el que ingresa la bala. Solo escucha la risa del hombre y se paraliza. - Ya te advertí una vez, Sherlock. - Se gira, Moriarty está llenando el suelo de sangre, le ha perforado el estomago, está seguro. Tiene un botón en la mano y Sherlock no puede respirar.
-No me dejaste - tose sangre - terminar mi trabajo con tu novio. - vota sangre por la boca y le regala una sonrisa siniestra. - hay gente más poderosa que yo, mi querido Holmes.
En condiciones normales Sherlock calcularía que le queda máximo una hora de vida, hasta que se desangre o el ácido gástrico toque algún órgano importante. Tal como esta, le corre traspiración por la espalda y se enfoca en el botón en la mano de Moriarty.
-Traje lo que querías. - Constata un hecho y mira a Watson que tiene el pecho lleno de luces rojas que indican francotiradores.
-Eso ya no importa. Toda función necesita un buen acto final y mi muerte es muy predecible. - le dice en un gemidos entrecortados. Y presiona el botón que mantiene en su mano.
No pasa nada y Sherlock piensa que solo está jugando con él. Hasta que siente las balas pasar silbando a su alrededor, se agacha hasta que entiende que van dirigidas a la persona a sus espaldas.
-¡Sherlock! - siente la mano en su hombro antes de ser completamente consiente, toma el brazo, siente el golpe de su cuerpo al caer al suelo, inconscientemente inmoviliza a la otra persona contra el suelo. - ¡Sherlock!
Grita de nuevo, ahí reacciona, el cuerpo de Watson bajo el suyo con la cara pegada a la alfombra y él sosteniéndolo con todo su peso. John podría soltarse rápidamente pero no lo hace.
-Tenías una pesadilla. - Dice el médico desde el suelo.- Te iba a despertar. - Suena ahogado y Sherlock lo suelta de inmediato justo cuando entra la señora Hudson sin golpear.
-Escuche gritos, pensé que tenían algún proble... - Ella los mira, pelo desordenado, la ropa de Watson mal puesta por el forcejeo y Sherlock no tiene que ser un genio para saber que piensa. - oh, perdón, yo me voy. - La mujer los mira con una sonrisa. - Ya era hora. - les dice y se marcha.
-¿Qué fue eso? - Watson aun en el suelo, le mira fijo. - y no me refiero a la señora Hudson.
-He tenido una pesadilla. - John tiene el ceño ligeramente fruncido, aprieta los labios. Esta intentando deducir como le ha enseñado, Sherlock espera que su ayuda le permita entender el porqué de sus pesadillas. - Dime que ves, John.
-Todavía llevas la misma camisa desde el martes, considerando tus hábitos no has dormido en al menos un día. Las pupilas dilatadas, malos reflejos o te estás drogando de nuevo o estas asustado. - Watson lo mira esperando alguna frase reprobatoria, pero lo único que consigue es una mirada agradecida.
-¿Qué más puedes decir?
-No puedes resolver tu caso, por lo que tienes otra distracción. Vuelvo a pensar que es droga, pero no creo que sea eso… - le interrumpe el celular de Watson. Revisa la pantalla, Lestrade. - Es para ti.
Se toma su tiempo escuchando al detective, sin apartar la vista de su amigo. Tiene la sensación de que en cualquier momento Moriarty se lo llevará con él. Cuelga el teléfono. - Detuvieron a la mujer en un aeropuerto, el hombre al que asesino había insinuado con llevarse a sus hijos a pasear, ella tiene paranoia pero nunca había sido diagnosticada. Debería haberte llevado conmigo a entrevistarla. - Intuye la pregunta de Watson, ¿cómo no te diste cuenta? No tiene una respuesta para eso.
Pero John lo sorprende, siempre. - ¿Por qué gritaste mi nombre cuando estabas durmiendo? - había pensado que se centraría en el caso. No en sueños.
-Porque Jim Moriarty te iba a matar. - Sincero. Fatal. Ve como una película todo lo que ha vivido desde que el médico vive con él, sus casos van en aumento, Lestrade le da mayor libertad ahora que John va con él, el número de ideas se incrementa cuando le habla de la evidencia a Watson. Cierra los ojos cansado y se da cuenta. - Porque te iban a matar por mi culpa.
Sherlock se acerca a Watson hasta que están los dos en el piso, acosados, sus brazos tocándose, sin fuerzas para reprimir su instinto. John no dice nada, procesa la información que le acaba de entregar y lo que esconden las palabras. - Yo también he tenido pesadillas. Moriarty te asesina porque no alcanzo a interponer mi cuerpo entre las balas y empujarte a la piscina.
Se quedan en silencio, demasiado pronto el cansancio le pasa la cuenta y Sherlock se queda dormido, en el suelo, al lado de Watson y sin poder hacer nada para evitar sus necesidades biológicas.
Despierta con el cuerpo adolorido, en el suelo de alfombra en el cual se durmió y una manta sobre su cuerpo, mira hacia un lado y se encuentra con Watson que esta cómodamente dormido apoyado en su costado.
Es como el sistema solar, no recuerda quien gira en torno a quien, ni le interesa. No piensa en lo que siente, ni le importa el por qué, solo siente el calor corporal de Watson que le reconforta. Es la primera noche en semanas que duerme sin pesadillas.