El plan

Sep 28, 2008 23:49


Fandom: Harry Potter
Titulo: el plan
Claim: James/Lily

-Me tienen harto. Y eso es difícil de lograr.

Remus apenas y levantó la vista del libro que estaba leyendo cuando Sirius lanzó esa exclamación. Peter se sobresaltó y lo miró sorprendido. El merodeador de pelo negro se encontraba caminando de un lado a otro de la habitación, como un león enjaulado.

-¿Quienes? - preguntó Peter con interés. Remus volvió la vista al libro con un suspiro. Una vez que alguien le preguntaba a Sirius lo que el chico estaba deseando que le preguntaran, nadie podría detenerlo.

-Cornamenta y Evans, ¿quién más? - el chico señaló a la puerta por la que acababa de salir su mejor amigo - “Voy a estudiar a la biblioteca…” ¿Cornamenta? ¿Nuestro Cornamenta en la biblioteca? ¡Esto lo está volviendo loco!

-Está bien que quiera ser responsable, este año debemos presentar los EXTASIS - replicó Remus dando vuelta a la página del libro que leía. Sirius lo miró echando chispas por los ojos.

-No quiere ser responsable, quiere ir a ver a la pelirroja devorar libros y jugar de maduro - Sirius se acercó a su amigo - ¿Me vas a decir que sólo yo noto la cantidad de tensión sexual que esos dos tienen acumulada?

Remus rodó los ojos.

-¡En serio! Al menos en quinto y sexto año se gritaban mutuamente y se descargaban… Pero este año, entre él ignorándola y ella fastidiando la vida de a pocos, han acumulado demasiado. Es insoportable estar en el mismo lugar que los dos.

-Te preocupas mucho, Canuto. James está bien - dijo Remus tratando de concentrarse en la lectura.

Sirius se giró entonces hacia su otro amigo.

-¿Tú crees que está bien, Colagusano?

El chico se removió inquieto, lanzando una mirada de disculpa a Remus.

-Pues… yo lo veo algo apagado.

-¡Eso! - dijo Sirius con renovadas energías - Que no parece nuestro James. Tenemos que hacer algo.

Remus cerró el libro de golpe y frunció el ceño.

-Suficiente, Sirius. ¿Qué puedes hacer? Absolutamente nada más que empeorar las cosas. Deja a James, ¿no ves que está tratando de superar lo de Lily? En un tiempo recuperará su buen humor.

-¿Encerrándose a verla en la biblioteca en lugar de bromeando conmigo? Tú estás mal de la cabeza - dijo Sirius negando.

Remus frunció el ceño más profundamente.

-¿No has pensado que si pasa algo entre él y Lily, pasará todavía menos tiempo contigo?

-Bueno, pero el que pase será James, no ese zombie que se fue de aquí con dos libros bajo el brazo. ¡Dos!

-Te tomas todo muy apecho. - acusó Remus - Esto no tiene nada que ver contigo. ¡Déjalos!

-¿Qué no tiene que ver conmigo? Tiene que ver con todos - dijo Sirius quitándole el libro a Remus - ¿No lo ves, Lunático? Trata de imaginarlo: James se hunde en una depresión, el cuarto se llena de tristeza, no puede transformarse de nuevo, adiós salidas nocturnas. O se pone de mal humor y se vuelve un amargado. O un día no aguanta más y arrincona a Evans en un armario y lo expulsan del colegio. Si no es que la pelirroja lo hace primero, que lleva todo el curso acosándolo.

Peter soltó una risita, y Remus miró a Sirius con una expresión que delataba que se le estaba acabando la paciencia.

-Eso es ridículo. Lily nunca…

-¿Más de 100 puntos perdidos para la Casa en dos meses? Eso amigo mío, es acoso. Creo que la pelirroja está disgustada porque este año James no le ha pedido salir con ella.

-Deberías trabajar en melodramas - dijo Remus rodando los ojos. Sirius se inclinó hacia él mirándolo a los ojos con malicia.

-¿Crees que en ese estado de ánimo James va a dejarte estudiar para los EXTASIS como pretendes? Soy su mejor amigo Remus: lo conozco. No se va a mantener tan resignadamente calmado y amargado por mucho tiempo más. Ya te digo: hay mucha tensión entre ellos y él va a sacarla de alguna forma de golpe. Y sabes como es James cuando hace las cosas sin pensarlas.

-Sí, un inconsciente como tú - masculló Remus, y su amigo sonrió, había logrado su atención.

-¡Exacto! - dijo Sirius incorporándose - Ahora solo tenemos que pensar en qué haremos.

-¿Haremos? - Remus negó - Oh no, yo no voy a meterme en esto…

-¿Y vas a dejar que sea un inconsciente sin guía ni apoyo? - preguntó Sirius utilizando su mirada de ruego más adorable. Remus rodó los ojos.

Peter por su parte había fruncido el ceño pensando.

-Pero Sirius, ¿qué podemos hacer? Como no sea encerrarlos en un cuarto y que no puedan salir hasta que se besen…

Sirius miró a su amigo con la boca abierta.

-Peter, a veces demuestras que no eres tan tonto como pareces.

*****

-Genial, simplemente genial. Justo cuando empezaba a creer que habías desistido, logras superarte a ti mismo, Potter.

-Lily, ya te dije que no fue idea mía - suspiró James.

-Evans. Para ti, soy Evans. No sé cuantas veces debo decírtelo.

Llevaban ya media hora en esa habitación cuando finalmente se habían rendido. No había forma de salir. La puerta estaba cerrada con algún hechizo que no conocían. James reconocía en el trabajo la firma de los merodeadores… y lamentablemente Lily también.

¿No había forma de convencerla que él no había tenido nada que ver?

James se había sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la pared. Tenía las piernas extendidas despreocupadamente y se había aflojado la corbata. La habitación era un viejo cuarto de estudio que aparentemente había caído en desuso. Había en él una pequeña biblioteca, un escritorio y una silla.

Lily por su parte caminaba de un lado a otro de la habitación, con los nervios muy alterados.

-Evans… No planee esto, en serio. De hecho estoy perdiéndome el entrenamiento de Quidditch y el partido es la otra semana… Sabes que no haría a mi equipo perder un entrenamiento en estas fechas…

-No vas a convencerme usando el argumento del Quidditch. - refutó Lily - Y espera a que vea a Remus cuando salga de aquí. No sé como se prestó a tu truco barato y me pidió que viniera acá.

-No es mi truco. - masculló James sin muchas esperanzas de que tomara en cuenta su argumento - Ya te dije que a mi Sirius me citó aquí y te encontré cuando vine.

-¡Sirius! Como si fuera a engañarte. Es tu cómplice siempre. Esa coartada no tiene el menor sentido. Si está involucrado en esto es por ti.

-No digo que no lo hiciera para mí, digo que yo no lo planee con él - rebatió James.

-O sea, que tu amigo encuentra muy gracioso encerrarme en una habitación contigo para tu deleite.

James se removió el cabello.

-Lo exageras todo. Probablemente solo quería ayudar.

-¿Ayudar? ¿A qué? ¿A que me diera un paro cardiaco? ¡Tengo que salir de aquí!

La chica trató nuevamente de abrir la puerta y le dio un par de fuertes empujones sin lograrlo. Cuando hizo intento de patearla, James la agarró de la cintura y la alejó de ella.

-¡Suéltame, Potter!

-¡Trata de comportarte, por Merlín! Mis amigos son magos competentes. Si no querían que pudiéramos salir de aquí fácilmente, no podremos hacerlo. Pero se habrán asegurado que no nos pase nada. Vas a lastimarte si sigues así.

Lily respiró agitadamente. Odiaba los lugares cerrados. Tenía un poco de claustrofobia.

James la vio cerrar los ojos y tratar de controlarse. No había soltado las manos de su cintura, y decidió probar suerte y no quitarlas todavía. Cuando vio que la chica respiraba más tranquilamente preguntó con burla, ocultando tras ella un matiz de amargura.

-¿Tan insoportable te resulta estar en el mismo lugar que yo?

Ella suspiró y se alejó de él más tranquila.

-No es eso. No puedo con los lugares cerrados. La compañía solo…

-Lo agrava - completó James por ella.

En esa ocasión no le fue posible ocultar su amargura. Lily lo miró con interés un momento y luego chasqueó la lengua desviando la mirada.

-Yo no dije eso. No te pongas dramático, James.

-Claro, soy el rey del drama. - repuso él con ironía - Supongo que resulta imposible de creer que pueda sentarme mal que te desagrade mi compañía.

-Creí que te molestaría a ti, me has evitado todo el año.

-¡Tal vez porque cada vez que te veía me bajabas 10 puntos por respirar! - replicó James rápidamente - Lo siento Lily, pero me harté de discutir.

-¡Bueno, yo también!

Los dos guardaron silencio mirando hacia lados opuestos. Lily se dejó caer en la silla con frustración y James se sentó nuevamente en el piso.

Los minutos pasaron sin que ninguno de los dos hablara por otra media hora.

-Sería un buen momento para que sacaras las Snitch y jugaras con ella - sugirió Lily de repente, cortando el silencio de la habitación.

Era curioso, su tono parecía tener un matiz de disculpa que James prefirió ignorar.

No podía saber que la chica se sentía ligeramente culpable, ni que había pasado todo el curso deseando saber lo que le sucedía, y muy en el fondo, extrañaba al James vivaracho que había sido su compañero y fastidio por seis años.

-Me deshice de la Snitch en vacaciones. Soy cazador, no buscador.

-Eso no parecía importarte.

-Eso era antes.

¿Antes de qué? La pregunta se atoró en la garganta de Lily. A lo largo de ese año había notado que el chico había cambiado, pero no podía precisar el porqué. Tal vez, era eso. Desconocía un acontecimiento que marcaba un antes y un después.

Y extrañamente, desconocerlo le fastidiaba.

James se levantó y empezó a revisar la puerta lentamente. La palpó en varios lugares y frunció el ceño. Lily lo miró con atención. Tras cinco minutos preguntó con impaciencia.

-¿Qué haces?

-Trato de averiguar como salir de aquí. - respondió sin girarse - No entiendo qué hechizo usaron.

Se giró y empezó a revisar la habitación.

-¿Qué buscas?

-Algo que nos dé una pista.

La chica se levantó y empezó a revisar también, aunque se sentía algo tonta. No tenía idea de lo que buscaba.

-¿Cuántos puntos nos restarás por esto? - preguntó James de repente. Ella frunció el ceño.

-Aumentarán dependiendo del tiempo que pasemos aquí.

-Nadie debió darte el poder de quitar puntos - masculló James con fastidio.

A Lily le molestaba en sobremanera ese tono.

-¿Por qué últimamente todo lo relacionado conmigo te fastidia?

James la miró sorprendido.

-¿De donde sacaste esa tontería?

-¿No te oyes a ti mismo?

James bufó.

-No me fastidias, Lily. Es sólo… Me cansé. ¿OK? Felicidades, ganaste. Tuve suficiente.

No sabía como explicarle que ya había puesto muchas veces el corazón en la línea de fuego por ella, y no quería hacerlo más. Siempre salía perdiendo.

Ella se quedó mirándolo sorprendida sin decir nada. Él la miró un momento y añadió.

-¿Sabes que es lo extraño? Que no pareces conforme con ello. No parece alegrarte que al fin te deje en paz.

-Pero… James…

El chico la miró sorprendido. Lo había llamado por su nombre.

-Es cierto. - dijo él con cautela - He tratado todo el año de no meterme contigo y siempre estás ahí, presionando, regañándonos…

-Sólo trato de mantener el orden en la casa, eso es todo - musitó Lily en voz baja.

Él se encogió de hombros.

-Como digas.

Continuaron revisando la habitación en silencio, hasta que cada uno desistió. Los minutos corrían dolorosamente lento.

-¿Por qué crees que nos encerraron? - preguntó Lily finalmente.

James la miró sorprendido.

-¿Ahora crees que no lo hice yo?

-Bueno, es evidente que no estás disfrutando la situación y preferirías no estar aquí. - dijo ella frunciendo el ceño - Así que me parece que no tiene sentido.

James rió cortamente, sin alegría.

-No, no tiene sentido. No le habría creído a nadie que me dijera que no disfrutaría estar encerrado a solas contigo.

Lily se dio cuenta entonces de que si se había metido tanto con James ese curso, era porque no le gustaba para nada el cambio que había dado. Ese James que estaba ahí, amargado y distante, no parecía el niño animoso y pedante que había conocido en el expreso de Hogwarts durante su primer año.

-James… ¿Puedo preguntarte algo?

Él asintió con desgana.

-¿Por qué todo este cambio?

-¿Todo este cambio? - repitió alzando las cejas - ¿A qué te refieres?

Ella frunció el ceño.

-Estás… más callado, más serio, más… apagado. Has estado así todo el curso.

-Todo el curso hasta el momento son dos meses.

-¿Ves? Ahí tocaba un comentario gracioso o atrevido, algo cómo “¿lo has extrañado, Evans? Ya sabía yo que no podías vivir sin mí”.

Ella imitó su tono de voz presumido y él no pudo evitar sonreír.

-¿Ves? Así está mucho mejor - dijo ella al ver su sonrisa.

-Ah, ¿te gusta mi sonrisa? Ya tenemos seis años de conocernos y no me lo habías dicho.

Lily se sonrojó ligeramente.

-No fue eso lo que dije.

James se encogió de hombros.

-No importa, ya no me hago ilusiones.

-¿Te las has hecho en algún momento?

El chico desvió la mirada incómodo.

-Se puede decir.

-¿Cuándo? - preguntó ella abriendo mucho los ojos. James suspiró.

-No vale la pena hablar de ello, Lily. En serio.

-Quiero saber… No recuerdo nunca haberte dado esperanzas. Digo…

-Nunca lo hiciste. Siempre me ilusioné solo, como un idiota.

Nuevamente el silencio cayó entre ellos. Finalmente James se removió el cabello y suspiró.

-Creo que la vez más importante fue cuando te peleaste con Snape. Creí… pensé que tal vez, al no tenerlo como amigo, no estaría hablándote mal de nosotros todo el tiempo y quizá nos verías diferente.

-Oh… Severus en realidad no intervenía en mi manera de verte.

James la miró incrédulo y ella suspiró.

-Bueno, solo un poco. De cualquier forma eras un engreído y un pesado.

-¿Era? ¿Pasado?

-Ahora eres un amargado. - dijo la chica frunciendo el ceño - O al menos estás intentándolo.

James rió brevemente.

-Eso dice Sirius.

Ella arrugó la nariz ante la idea de coincidir con un merodeador en algo.

-Pero James, ¿sólo por eso te hiciste ilusiones?

-Lily, ¿quieres hacerme pasar mal el tiempo aquí encerrados, no?

-¡No! Quiero entender qué ha pasado contigo.

-¿Y por qué te importa?

Ella lo miró a los ojos unos segundos antes de resoplar.

-Tienes razón, no tendría que importarme.

-¿Entonces por qué preguntas?

-¡Tal vez porque tus amigos me encerraron contigo en esta habitación y no podemos salir! ¿Por qué nos habrán encerrado juntos si tú ya no estás interesado en mí?

James resopló. Sabía la respuesta a eso. Ni Sirius, ni Remus, ni siquiera Peter, le creían que ya no estuviera interesado en ella.

-No lo sé. Tal vez creen que sí. O creen que así resolverán algo. O esperan que me maten, te expulsen, y no sigas bajándoles puntos.

-No es gracioso…

Lily lo miró pensativa. Siempre había oído decir que James y Sirius se conocían mejor que hermanos de sangre. ¿Y si acaso era cierto y pensaban que él seguía interesado?

Se acercó a él, sentándose a su lado en el suelo. James la miró sin entender.

-¿Qué haces?

-James… ¿realmente no estás interesado en mí?

James la miró a los ojos.

-Es la pregunta más llena de coquetería que me has hecho nunca.

-James…

La pelirroja se mordió el labio inferior y el chico tuvo que desviar la mirada.

-Mira Lily. Te diré que no, y luego me vas a dejar en paz. ¿De acuerdo? Así es… más fácil.

-No lo es - dijo ella negando - No es fácil para ti estar así. Ni lo es para tus amigos si han recurrido a una medida tan desesperada. Y… tampoco lo es para mí.

Había titubueado un poco, pero mantuvo los ojos fijos en el merodeador, quien la miró sorprendido.

-¿Qué quieres decir?

-Llevo todo el curso deseando entender qué rayos te pasa. Todo está tan… mal. Este no eres tú.

-Te he dejado en paz.

-Sí, y hace un año creí que era justo lo que quería, pero…

Una llama de esperanza se prendió en el pecho de James, aunque este intentara apagarla.

-Lily, no lo hagas… Me prometí que este año no volvería a lo mismo.

-Y yo me prometí hace 3 años que nunca haría esto…

La pelirroja se inclinó hacia él y lo besó. En un inicio fue un roce tímido, sorprendida en parte por su atrevimiento, y un poco insegura de que estuviera haciendo lo correcto. Los labios de James tardaron unos segundos en responder, incrédulos de estar recibiendo la caricia que más habían deseado nunca.

Ella lo besó con más confianza al sentir sus labios responder, y él puso una mano en la nuca de la chica, acercándola. Momentos después se separaron, y James pudo ver su expresión de estupefacción reflejada en los grandes ojos verde esmeralda de Lily.

La puerta dio un chasquido y se entreabrió.

James la miró y suspiró decepcionado.

-¿Cómo supiste que así se abriría?

-No lo sabía - dijo ella negando y tomando su rostro entre las manos para que la viera - James…

-Lily, no tienes que…

-Solo quise hacerlo.

James la miró un momento buscando algún atisbo de mentira que no encontró. Sonrió de medio lado lentamente.

-¿Vas a decirme que logró conquistarte mi versión amargada?

-No. Extraño la original. - dijo ella con una sonrisa algo avergonzada - La madurez te sienta bien, pero la amargura fatal.

James acomodó un mechón pelirrojo detrás de la oreja de la chica.

-¿Estás tratando de salvarme?

-No, estoy tratando de besarte.

Rieron un poco y se besaron de nuevo lentamente.

-Creo que podría acostumbrarme a esto - dijo ella abrazándose a él.

-Yo también - dijo James devolviéndole el abrazo - ¿cuántos puntos vas a bajarnos ahora por esto?

-Veinte - dijo ella con seguridad. Él se separó de ella y la miró sorprendido.

-¿Y eso por qué?

-Por no haberlo hecho antes.

James rió y la besó de nuevo.

*******

-Te dije que lo mejor era no decirles desde el inicio que el beso era la solución - dijo Remus con una sonrisa de suficiencia.

Sirius sonrió con satisfacción.

-Por eso te quería en mi plan, siempre logras los efectos precisos.

-Fue mi plan - dijo Peter frunciendo el ceño.
 -No no: mi inspiración, tu idea, las tácticas de Remus. - Sirius guiñó un ojo con seguridad - Esto amigos míos, es lo que se llama trabajo en equipo.

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