Hablar funciona - ZivaGibbs

[sara_f_black]

Fandom: NCIS
Título: hablar funciona.
Personajes: Ziva David/LJ Gibbs
Notas mías: en el cap 4x17 Abby le dice a Ziva que hablar funciona para sentirse mejor, y que a ella hablar con Gibbs le ha funcionado. Eso inspiró este fic. Spoilers de Dead Man Walking (ese del marino expuesto a radiación? el de la gorra naranja? si no lo has visto, no lo leas). Referencias de Shalom (inicio de cuarta temporada) y spoilers importantes del final de Kill Ari 2.


“A mí me funcionó hablar de esto con Gibbs…”

La idea se había quedado flotando en su mente, aunque en el momento no había querido dar pie a Abby para que creyera que realmente estaba afectada por lo sucedido con Roy… con el comandante Sanders.

Ya el abrazo había sido lo suficientemente incómodo como para escucharla hablar del dolor lacerante de la pérdida de algo que nunca fue.

¿Qué sabía Abby de pérdidas? A Ziva no le gustaba autocompadecerse, pero algo le decía que sabía mucho más del tema que la sonriente y adorable Abby. Habrían perdido personas… pero no a la misma escala.

Tampoco habían perdido las mismas posibilidades.

No lo pensó mucho. De haberlo hecho, no habría ido hasta allí. Pero la puerta estaba abierta como siempre, y no la detuvo para que pensara lo que iba a hacer. Simplemente entró, y siguió un camino que ya conocía. La entrada al sótano le daba siempre un fuerte dolor en el pecho, y no podía evitar revivir la sensación del arma caliente en la mano mientras el frío la llenaba al ver a Ari desangrarse abajo.

Sacudió la cabeza tratando de alejar esa memoria. Bajó las gradas con rapidez, tratando de no fijar la vista en el punto donde su hermano había muerto. Entonces notó la columna de madera con la hendidura de su cuchilla en ella. De cuando se había estado ocultando de Mossad, NCIS y el FBI, volviéndose loca allí encerrada mientras el equipo trataba de salvarla.

¿Qué estaba haciendo en un sótano que le traía tan malos recuerdos?

Tal vez Gibbs ni siquiera estaría allí. Probablemente estaba con la teniente coronel Mann en algún lugar. Al menos era una posibilidad.

Lo que parecía un hecho era que no estaba en el sótano.

Por primera vez dudó de lo que hacía. Era una tontería, lo mejor que podía hacer era dar la vuelta e irse a su apartamento. O al campo de tiro. Sí, eso la ayudaría.

-¿Ziva?

La voz de Gibbs la hizo levantar la vista. Estaba en lo alto de las escaleras, con una botella nueva de bourbon en la mano y una camiseta vieja de NCIS. La miraba extrañado, con esa mirada profunda que parecía leer mentes.

-Estaba abierto.

Era algo estúpido de decir. Los dos sabían que siempre estaba abierto. Gibbs bajó las gradas hasta llegar frente a ella.

-¿Estabas por el vecindario?

-Algo así - Ziva torció el gesto en lo que pretendía ser una sonrisa.

Gibbs la miró a los ojos profundamente, invadiendo su espacio personal. Tanta cercanía podría haberla incomodado, pero no esta vez. No podía decirle porqué estaba allí. No sabría como hacerlo. Pero estaba segura de que él lo sabría.

Le sostuvo la mirada sin parpadear, hasta que sintió que sus ojos empezaban a secarse. Finalmente él asintió.

-¿Quieres tomar algo? - preguntó mientras se retiraba un par de pasos.

-Suena bien.

Lo vio sonreír de medio lado. Había algo tranquilizador en esa sonrisa, y el nudo en su estómago se aflojó un poco. “Hay algo en los chicos que nos hace nudos por dentro” había dicho Abby.

Ziva estaba cargando ese desde varios días atrás.

Vio a su jefe vaciar un par de jarras. Una estaba tenía su teléfono y otra lo que parecía una serie de tuercas. Vació parte del contenido de la botella en estas y le tendió una. Ella la tomó y se sentó en una de las gradas.

Gibbs se sentó a su lado y tomaron un sorbo prácticamente a la vez. La miró de reojo.

-¿Estuviste ahí?

Ziva se estremeció y asintió.

-Sólo se durmió. Fue rápido.

Las palabras se atoraron en su garganta. Quiso agregar “rápido, demasiado rápido”, pero no pudo.

-¿Su familia llegó a tiempo?

Ella asintió nuevamente.

-Sí, y prepararon todo. Se lo llevaron el mismo día a su tierra, para su… - se detuvo, no, no podía hacer eso. Ella no era Abby, hablar no funcionaba.

Por un momento la invadió una sensación de ahogo que no tenía nada que ver con la sensación ardiente del bourbon en su boca.

Pero Gibbs no dijo nada. Tampoco la miró esperando lo que iba a decir, ni se mostró preocupado.

Solamente esperó.

Ziva tomó aire. Ella podía hacer eso. Había hablado -y mentido- fríamente sobre la muerte de Ari a su padre y sus amigos. Podía hacer esto.

-Dijeron que podría ir cuando quisiera. A… visitarlo.

Gibbs asintió.

-¿Irás?

No lo sabía. Tal vez debía olvidarse de lo sucedido. Roy Sanders había estado tan solo unos días en su vida… no podía ponerlo todo de cabeza. No podía permitirse eso. ¿Qué pasaba con ella? Era una investigadora. Roy Sanders había sido un caso más. Ir allí sería darle más importancia de la que debía…

Tenía que seguir como si aquello no hubiera sucedido.

-Eso no funciona - dijo Gibbs finalmente, mientras miraba el contenido de su jarra, ya casi vacía.

-¿Qué cosa?

-Ignorarlo.

El nudo en su pecho se soltó un poco más. Dolió, pero Abby no había dicho que no lo hiciera. Sólo que hablar con Gibbs funcionaba. Y lo hacía.

Gibbs la entendía, algo que ni ella misma hacía en ese momento.

-¿Entonces qué Gibbs? ¿Llorar cada día? Esa no soy yo.

Él negó.

-Vivir con ello. Esa eres tú.

Ziva lo miró y él le sonrió con suavidad, con calidez. La misma sonrisa con la que la había recibido tras volver de Israel a trabajar con él.

Ella cerró los ojos, lo que humedeció sus pestañas. No se había dado cuenta de que tenía los ojos llorosos. Pero así, con ellos cerrados todo se sentía más fuerte. Ahora se sentía más real. Ahora se permitía sentir.

Sin abrir los ojos se inclinó, apoyando la cabeza en el hombro de Gibbs, quien sonrió para sí.

-Buena chica - murmuró Gibbs antes de terminar el contenido de su taza.

Ninguno dijo nada más por largo rato. A veces hablar no era todo lo necesario.

-Creo que te estoy haciendo perder tiempo para tu bote - dijo finalmente Ziva abriendo los ojos, pero sin moverse de la posición en la que se encontraba particularmente cómoda. Tal vez Abby tenía razón y el contacto físico era reconfortante.

Sin embargo empezó a tomar conciencia de dónde estaba, de con quién estaba y cuánto tiempo tenía allí.

-Si me hicieras perder tiempo, ¿crees que seguirías aquí?

Ziva sonrió y se incorporó. Era suficiente.

-Debo irme. - dudó un momento - ¿No querrías ir a un campo de tiro, no?

Gibbs la miró y ladeó la cabeza. Ziva asintió de inmediato.

-Tienes razón. Tú a tu bote, yo a mis armas… - se restregó las manos algo incómoda - Creo que mejor me voy. Nos vemos en el trabajo.

Él se levantó y asintió.

-Nos vemos en el trabajo.

Ziva le sonrió un momento de medio lado. Una de esas sonrisas cómplices que parecían acumularse entre ellos. Luego subió rápido las gradas de dos en dos, saliendo del sótano sin mirar atrás.

Gibbs se dirigió a sus herramientas de trabajo y tomando la lija se acercó a su bote.

Él iba su bote, ella a sus armas… y cada uno seguía viviendo con las pérdidas que no podían ignorar.

Ziva no sabía cuánto la entendía. O tal vez sí, y por eso funcionaba.

No iba a pensar más en ello. Tal vez había cosas que sí era mejor ignorar.