Menos que perfecto (3/3)

[sara_f_black]

Fandom: Harry Potter
Título: Menos que perfecto
Comunidad:jeuxatrois 
Tabla: fiestas , san valentín
Personajes/shippers: Lily Potter/Teddy Lupin, Teddy Lupin/Victoire Weasley, James S. Potter, resto de primos Weasley.
Género: drama/romance
Notas mías: para la tabla de fiestas de jeuxatrois he escrito tres capítulos de lo que sería un mini long fic, si ese termino existe. Este es el primero de ellos. Todos los personajes de la nueva generación están basados en el árbol genialógico hecho por JK Rowling, el cual pueden consultar aqui

.  Ultiimo cap, disfrutadlo!



Año nuevo

Tú no eres menos que perfecta

Esas eran las últimas palabras que Lily Potter había escuchado de boca de Teddy Lupin, y no había podido olvidarlas, por más que se matara de trabajo y cansancio en Rumania. Habían pasado ya casi dos meses y no habían tenido contacto de nuevo.

Nunca había perdido contacto con Teddy desde que tenía memoria. Sabía de él por las cartas de la familia. James le había dicho que estaba algo extraño, Albus le había comentado que preguntaba por ella cuando iba a la casa, pero había espaciado sus visitas. Hugo le había contado que la boda se había fijado para el siguiente San Valentín. Rose le había preguntado si había pasado algo con él, pues ambos estaban actuando de manera extraña.

Pensaba en ello mientras discutía con su jefe. No podía ir a la fiesta familiar de fin de año, no en esas condiciones.

-Lo siento Lilian, pero le corresponderá el turno de navidad, no puedo hacer nada al respecto.

-¡Pero…! - la pelirroja sabía que de nada valía discutir con su jefe.

-Vaya a la fiesta de fin de año de su familia - le dijo el duende con amabilidad, quien había trabajado en el pasado con su tío Bill - Tengo entendido que los Weasley saben como divertirse.

Lily frunció el ceño.

-Sí, pero hubiera preferido ir a la cena de esta navidad con mis padres y mis hermanos a la fiesta de fin de año con toda la familia.

-¿Problemas familiares?

La chica notó entonces que había expresado sus pensamientos en voz alta.

-Oh… No, no se preocupe sr. Tophkins, haré el turno de navidad si no hay otro remedio.

Salió de la oficina con fastidio. Año nuevo… ¿Es que no había logrado hacerse a la idea todavía?

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Victoire y su prima Molly estaban forrando regalos de navidad. Habían ido juntas de compras, y parte de la tradición de la época para las dos era envolver después los regalos juntas en el ático de la casa de la menor.

Sin embargo ese día no tenían el buen humor que las solía caracterizar en esa época.

-Te digo que algo va mal. - aseguraba Victoire mientras hacía un lazo con hábiles movimientos de la varita.

-¿Pero algo como qué? No te entiendo - Molly realmente se sentía perdida. En un momento estaban hablando sobre la próxima boda, y segundos después Victoire había empezado a hablar de problemas, y de que algo no estaba bien con Teddy.

-Yo tampoco entiendo mucho. - admitió la chica con fastidio - Pero sé que así es. Primero estaba muy ansioso, ¿recuerdas? Antes de Halloween, que…

Molly frunció el ceño.

-Lo que recuerdo era que estaba molesto porque no lograba hablar con Lily.

-Exacto. - señaló la rubia mientras pegaba el lazo y empezaba a envolver un delicado envase de perfume para su madre - Luego en la fiesta de Halloween la prima se portó algo extraño, ¿recuerdas?

-Yo no le vi nada extraño. Se quedó un buen rato en la fiesta y se fue a acostar temprano, era normal que estuviera cansada.

Victoire se mordió el labio inferior.

-Me estás haciendo pensar de nuevo que son ideas mías, pero esto no me vas a poder decir que no es extraño. - reprochó - Desde ese Halloween, Teddy no habla de Lily.

-¿Qué? - Molly abrió mucho los ojos sorprendida - ¿Nada de nada?

-Nada - reafirmó Victoire. - Me consta que no han estado carteándose, Teddy siempre hablaba de sus cartas, o bien, de si no había recibido carta de ella. Pero ahora es como si al irse a Rumania hubiera desaparecido, y eso no es normal.

-No, no lo es. - admitió la pelirroja frunciendo el ceño mientras terminaba de forrar un grueso libro para su padre - ¿Has hablado con él?

Victoire hizo una mueca de disgusto.

-Desvía el tema si trato de sacarlo. O dice que Lily está muy ocupada con el trabajo y le cuesta estar en contacto. Pregunta por ella si vamos donde su padrino, pero no se queja de no que no le escriba. - se restregó las manos angustiada - Está muy extraño, Molly. Generalmente anda normal, pero a veces lo noto como… distraído. Pensativo. Como si tratara de dar con la solución a algo que no tiene claro.

-Deberías hablar con él y explicarte todo eso que te preocupa. - sugirió Molly.

Victoire lucía realmente alterada, había tardado semanas en decidirse a expresar en voz alta sus pensamientos. Su prima lo notó y añadió tomándola de la mano con cariño

-Tal vez no es nada, y sólo está tratando de decidir qué regalarte para navidad. Si Lily está tan ocupada tal vez no tenga ocasión de ayudarle esta vez.

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Victoire amaba las calles en invierno de Londres. Caminar por ellas con Teddy, tomados de la mano en medio de la agitada multitud, era uno de los principales placeres de la época. Le había acompañado ese día a comprar los regalos, y tras pasar horas en las tiendas del callejón Diagon habían salido a dar una vuelta por el Londres muggle.

-James y Albus amarán sus regalos. - le aseguró Victoire a su prometido - Y estoy segura de que tío Harry estará encantado con el libro de defensa que le has conseguido. Del éxito del regalo para mis padres respondo yo.

-Lo sé, gracias por ayudarme a conseguirlos. - Teddy le dedicó una sonrisa - Suelo tener problemas para conseguir los regalos.

Victoire rodó los ojos.

-No es cierto, otros años no has necesitado mi compañía para comprarlos todos.

Teddy desvió la mirada incómodo. Ahí estaba el tema de nuevo. Su novia lo notó.

-Lily te asesoraba bien, ¿cierto? Lástima que esté tan ocupada este año… - la chica esperó alguna reacción por parte de su novio, quien solamente asintió. Frunció el ceño y añadió - Por cierto, he notado que no le has comprado nada.

-Lo compré antes - confesó él - Hace unos días iba pasando por el callejón y vi en la ventana de musicmagic un disco especial de Evannay. Tenía que ser su regalo.

-¿Evannay?

-Sí, solíamos escucharlos juntos… - Victoire notó que por un momento su novio se había permitido recordar sus antiguas visitas a Grimmuald Place a ver a su amiga - Pero bueno, el punto es que es un grupo que le gusta mucho. Sé que le agradará el regalo, aunque me repita con lo que le di la última vez.

-Claro - dijo ella aliviada de escucharlo hablar en términos más normales sobre su prima.

-Por cierto - dijo Teddy mirándola con curiosidad - No me has dado una sola pista de qué quieres que te dé para Navidad.

Ella lo miró sorprendida.

-¡Nunca lo he hecho! Todos los años me has sorprendido, así que no pienso cambiar eso este año.

-Pero… - Teddy se calló antes de añadir nada más. Acababa de recordar la conversación que había tenido con Lily para San Valentín. Realmente él debía conocer a su novia lo suficiente para saber qué darle sin necesitar ayuda de nadie, ¿cierto?

-¿Pero?

Teddy estrechó su mano y se agachó hacia ella para besarla suavemente.

-Pero no estaría mal tener una guía de por donde quieres ser sorprendida.

Victoire negó sonriendo.

-No gracias. Quiero la sorpresa completa.

Se estrechó contra él, quien soltó su mano para abrazarla estrechamente por los hombros mientras avanzaban.

Estaba en un gran problema.

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-¿Yo? Yo regalo chocolates - contestó James frunciendo el ceño - ¿Por qué no le escribes a Lily y ya? Siempre te ha dado buenos consejos.

Teddy se pasó la mano por el cabello con frustración, el cual adquiría cada día una tonalidad más oscura.

-No creo que quiera hacerlo esta vez. Digo, no sé, hemos… tenemos varios días de no hablar. Semanas, más bien.

-¿Han dejado de hablarse? Apuesto a que fue ella la que cortó el contacto - James lo miró sorprendido por su expresión - ¡Vaya, al fin mi hermanita se dejó del juego de ser tu amiga! Ya era hora.

James ignoró como su acompañante palidecía ante su expresión y añadió:

-¿Qué sucedió? Sigues prefiriendo a Victoire, supongo. Lily siempre supo que lo harías, por eso no intentó nada. Arruinas mis sueños Ted. Siempre quise que te casaras con Lily, así serías oficialmente un Potter.

-De hecho eso convertiría a Lily en una Lupin - corrigió una voz desde la puerta. Se giraron para ver a Albus entrar al cuarto mientras dirigía una mirada de reproche a su hermano mayor - Perdónalo Teddy, no sabe lo que dice. Tiene esa loca idea desde que tenía como nueve años.

Teddy los miró alternativamente.

-¿Ustedes creen que a Lily yo le…?

-Claro que no.

-Por supuesto.

Las dos respuestas llegaron a la vez. Los hermanos se miraron con reproche entre sí, mientras Teddy empezaba a sentir la habitación demasiado asfixiante. Lo había sospechado los últimos dos meses. Por eso había evitado el contacto. Necesitaba aclararse, y que ella se aclarara. Pero a este punto ni siquiera sabía qué no tenía claro de todo eso.

Ahora sus hermanos venían y le decían que era cierto.

-Da igual. - dijo finalmente tratando de reponerse de la idea - Nos hemos distanciado estos meses. Y ahora lo que necesito es encontrar el regalo perfecto para Victoire esta navidad.

-Podrías darle algo para la casa nueva. - sugirió Albus - En menos de dos meses van a casarse, puedes pensar en cosas prácticas.

-No, a las mujeres no les gustan las cosas prácticas. - lo corrigió James - Les gustan las cosas bonitas que no se comprarían ellas mismas. Cómprale joyas.

-Ya le he dado eso antes. - señaló Teddy - De hecho lo último que le di fue un anillo, ¿recuerdas? Debería ser algo… especial. De los dos.

-¿Qué tal una mascota conjunta? - propuso Albus - Algunas parejas lo hacen.

-Una mascota para que la cuide, es darle trabajo extra. - dijo James desechando la idea - Ya sé, ¡lencería!

Albus empezó a reírse, mientras Teddy se sonrojaba ligeramente.

-¡Oh vamos! - le reprochó James - Somos adultos, y estoy seguro de que la prima Victoire se puede ver deliciosa en uno de los conjuntos que acaban de salir. Conozco a una chica que…

-No lo creo James - rechazó Teddy con toda la amabilidad posible -Buscaré otra cosa.

James rodó los ojos.

-Reprimido. Dale chocolates entonces. A todo el mundo le gusta el chocolate.

-Y unas flores. - añadió Albus - Eso es romántico.

Teddy suspiró. No estaba muy convencido, pero el tiempo iba en su contra.

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Lily salió del correo con bastante dinero menos de con el que había entrado. Enviar tantos paquetes a casa no había salido precisamente barato, pero habría sido demasiado para su lechuza llevarlos todos.

Sin embargo, había dejado uno para ella.

Ató el paquete de forma rectangular a la pata del animal, junto con la carta que le había escrito. La dejó ir mientras suspiraba.

Se acercaba un nuevo año en el que todo cambiaría. Sólo quedaba aceptarlo. Y no sacar a Teddy Lupin de su vida.

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Teddy subió con Victoire a su cuarto. Habían cenado por Navidad con la familia de ella, pero después se habían retirado a seguir la celebración por su cuenta. Subieron entre risas y besos, y una vez allí el chico le pidió que se sentara en la cama mientras buscaba su regalo. Él ya llevaba puesta la colonia especial que Victoire le había regalado horas antes.

-¿Qué es? - preguntó ella con curiosidad cuando le entregó un paquete rectangular alargado.

-No esperes demasiado. - la previno Teddy - No estuve sobrado de imaginación.

Ella lo miró con suspicacia antes de romper el envoltorio. Tras dos segundos sonrió.

-Oh, gracias Teddy. Chocolates…

No hubo gran sorpresa. Ni gran detalle. Era un regalo corriente, lo sabía. Seguir el consejo de James no había sido lo mejor tal vez.

-¿Son tus favoritos no? - preguntó algo ansioso - Recordé que cuando estábamos en Hogwarts siempre escribías a casa pidiendo que te enviaran unos, y que te hacían falta cuando no llegaban. Además, el chocolate siempre te pone de buen humor.

Ella abrió la caja y sacó uno de los bombones. Lo mordió y sonrió.

-Son tan deliciosos como recordaba. Gracias. - se limpió un poco del relleno de chocolate líquido que se escurrió por su barbilla - ¿Quieres?

Teddy se acercó a tomar uno y ella lo besó. El sabor a chocolate lo hizo sonreír.

-Voy por una botella de vino y regreso, ¿vale?

Victoire lo besó de nuevo antes de asentir. Él le sonrió y salió de la habitación, lo escuchó bajar las escaleras y miró su regalo.

Realmente le gustaban los chocolates, y había recordado sus favoritos del colegio, a los que había sabido su primer beso. Pero faltaba algo. Esa sorpresa que le sacaba una sonrisa boba que le duraba por días no había llegado esta vez.

Prefería no pensar en ello en ese momento. Se dirigió a la mesa de estudio para poner la caja de bombones allí, y se encontró con un paquete abierto que contenía un disco. El título rezaba “Evanny”.

Teddy regresó en ese momento. Se acercó y la abrazó por la cintura.

-¿Qué miras?

Victoire tomó el disco y se lo enseñó.

-¿No le mandaste a Lily su regalo?

Él sonrió tomando la caja y poniéndola en el escritorio de nuevo.

-Se lo envié. Ese es el mío. ¿No te parece curioso? Meses sin vernos y elegimos el mismo regalo el uno para el otro.

Victoire miró el disco unos momentos antes de preguntar.

-Entonces... ¿todo está bien entre ustedes?

Teddy asintió, aunque su expresión no era muy decidida.

-Las amistades tienen sus más y sus menos, pero… Creo que la nuestra está hecha para sobrevivir.

-Pero… - Victoire resopló - Llevas casi dos meses de no hablar de ella, y ahora, ¿todo está bien?

-Es… complicado. - Teddy retrocedió y se sentó en el borde de la cama - Ella dijo que tenía cosas que resolver, que por eso se había alejado.

Victoire arqueó una ceja.

-¿Cuándo dijo eso?

-En la carta que vino con ese regalo - señaló al escritorio y su novia distinguió un sobre bajo el paquete, pero no lo tomó.

-¿Y tú? ¿Por qué te alejaste? Digo, hace dos meses te estabas volviendo loco de que ella no te escribiera y luego…

Teddy se encogió de hombros.

-Supongo que entendí que habían cosas por resolver. - miró el disco en la mesa y sonrió - Parece que dio resultado.

Victoire miró el disco también.

-Supongo que lo sabremos en año nuevo. No sé si te lo dijo, pero confirmó que vendría.

-¿En serio? Bien. - Teddy sonrió ampliamente.

Su novia lo notó, pero no pudo sonreír a la vez. Algo se había quedado pegado en su garganta. Bajó la cabeza y su mirada se encontró nuevamente con el disco de “Evanny”.

-Pero bueno, no vinimos a hablar sobre Lily - dijo su novio a su espalda - ¿Abro el vino?

Victoire sonrió con dificultad y se giró para verlo.

-Claro, ¿por qué no?

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-Vas a explicarme lo que pasa, señorita.

-James, déjame en paz, ¿quieres? Tengo que alistarme.

Su hermano la siguió escaleras arriba.

-Faltan al menos cuatro horas para irnos. Nunca, en toda la vida, he visto que necesites tanto tiempo para alistarte para una fiesta.

-No piensas dejarme en paz, ¿cierto?

Lily bufó mientras entraba al cuarto. James la siguió y cerró la puerta tras si.

-Sólo quiero que me expliques por qué Teddy tuvo que pedirnos a Albus y a mi ayuda para elegir el regalo de Victoire.

-No lo sé, no me escribió para preguntarme, tal vez no le gustan ya mis consejos.

-No digas tonterías. Estaba apenado de que se hubieran distanciado. Pero me parece que hiciste bien en hacerlo al fin hermanita. No podías seguir aguantando la situación toda la vida.

-No sé de qué rayos hablas.

Empezó a sacar ropa de los cajones de su habitación buscado lo que había pensado ponerse.

-No te hagas la inocente ahora. - la reprendió James - Haces bien al alejarte, le dará perspectiva. Creo que ya se ha estado planteando algunas cosas, ¿sabes? Nos preguntó sí creíamos que tú…

-¡James! - Lily cerró con fuerza la gaveta y lo miró molesta, poniendo ambas manos en su cadera. Su hermano sabía que era mala señal, por lo que se calló - Deja de decir tonterías. Tuve unos malos meses, pero le he escrito a Teddy y todo está resuelto.

El mayor de los hermanos Potter frunció el ceño.

-¿Qué quiere decir exactamente “todo está resuelto”?

La pelirroja resopló con disgusto.

-Todo vuelve a la normalidad.

-Oh, tu amistad con Teddy. - el tono de James sonó altamente acusador.

Lily le dio la espalda, cansada de discutir un tema del que no quería hablar.

-No es asunto tuyo. Déjame.

James se dirigió a la puerta del cuarto, pero antes de salir se giró hacia ella.

-Me decepcionas, Lily.

La pelirroja se giró furiosa.

-¿Perdona? ¿Te decepciono? ¿Por qué? ¿Por no cumplir tu estúpido sueño de tener sobrinos metamorfomagos? ¡¿O por no ser capaz de robarle el novio a una de mis primas?!

James la miró seriamente, lo que no era muy común en él.

-Porque creía que eras lo suficientemente valiente para dejar de vivir engañándote a ti y a los otros.

La ira de Lily se aplacó. Lo miró unos segundos sin saber qué decir. James giró el pomo de la puerta.

-No sólo a ti te toca aceptarlo, pero es por donde puedes empezar. Piénsalo.

James Potter salió cerrando la puerta tras si. Lily se sentó en la cama conmocionada. Su hermano mayor no solía hablar en esos términos serios, pero cuando lo hacía estaba muy seguro de lo que decía.

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Año nuevo. La fiesta de todas las fiestas. Inamovible, todos los años se celebraba en el mismo lugar: el jardín de la Madriguera. La casa distaba mucho de la que Harry Potter había conocido durante su adolescencia, pues los 7 hijos del matrimonio Weasley se habían dado a la tarea de mejorar las condiciones de sus padres. Sin embargo la casa conservaba el ambiente acogedor y hogareño que siempre había tenido.

Todos habían llegado temprano. Lily había viajado junto a Albus, pues quería evitar a James mientras mantuviera esa mirada seria al verla. Una vez en la casa se había ofrecido a ayudar a su madre y su abuela con la comida, como solía hacer.

Teddy y Victoire habían llegado poco después. El chico había sido el primero en verla, y le había dedicado una sincera sonrisa, aunque parecía algo nervioso. Lily había salido a saludarlo, pero en lugar del acostumbrado abrazo sólo le había dado un beso en la mejilla antes de apresurarse a saludar a su prima, quien le pareció que la miraba con suspicacia.

Lily se preguntó si se estaría volviendo paranoica, y empezaba a ver sospechas que realmente no existían en los otros. No pudo hablar mucho con ellos porque pronto su madre la llamó para que acomodara la mesa en el jardín dedicada a las bebidas.

Teddy y Victoire salieron y empezaron a hablar con Molly y Lucy, quienes habían llegado con sus respectivos novios. Lily se concentró en su trabajo. Aquello iba a resultar más difícil de lo que creía. Más con las palabras de James rebotando en su cabeza. ¿Estaba viviendo un engaño?

-Lily, ¿podrías por favor ir a hechizar las bebidas en la casa para que aparezcan acá conforme se acaben?

La chica levantó la vista y sonrió a su madre, quien acababa de hacerle el encargo.

-Claro.

-Son muchas mamá, ¿quieres que la ayude? - preguntó James con un tono inocente acercándose a ellas.

-Olvidas que soy tu madre y sé muy bien lo que esconde ese tono inocente, James - le regañó Ginny Potter - No vas a convertir la fiesta de fin de año en una broma.

-Pero mamá, si era para ayudar…

Ginny negó.

-Alguien más puede hacerlo - miró a su alrededor y sonrió - ¡Teddy! ¿Te importaría ir a ayudar a Lily con los encantamientos de aparición para la comida?

Teddy se giró y asintió, siguiendo a la chica dentro de la casa. Ninguno notó la sonrisa de satisfacción de James por un plan bien logrado. Sencillo, pero eficaz. Sabía que su madre nunca lo dejaría ayudar a él con comida.

Entraron a la casa manteniendo un silencio algo incómodo que finalmente Lily rompió.

-Me gustó mucho el disco.

Teddy sonrió.

-A mí también. Y prácticamente lo oímos juntos, aunque en lugares distintos. Extraño las tardes en tu cuarto oyendo música.

Estaban ya frente a las cajas que debían hechizar. Lily se restregó las manos incómoda.

-Sí, eran buenos tiempos.

El tiempo pasado no pasó desapercibido a Teddy, como tampoco que su amiga parecía referirse a algo más que oír música juntos.

-Lil… Sobre estos meses… Me alegra que hayamos resuelto todo.

Lo habían resuelto. Claro. Ella le había escrito diciéndole que había necesitado un tiempo a solas pero que quería retomar la amistad donde había quedado, y él había aceptado. Sin explicaciones, sin razones para haberse alejado dos meses ninguno de los dos.

-Sí, a mí también. - replicó con un tono que indicaba lo contrario.

Creía que eras lo suficientemente valiente para dejar de vivir engañándote a ti y a los otros.

El recuerdo de las palabras de James resonaron en sus oídos.

-¿Pasa algo?

Teddy se había detenido y la miraba extrañado. Ella lo miró a los ojos y supo que su hermano tenía razón. No podría vivir engañándose y engañándole.

Miró hacia fuera, todos estaban entretenidos en la fiesta.

-Claro que pasa, Ted. ¿O realmente crees que todo está bien?

Ted miró hacia fuera nervioso.

-Lil, las cosas han estado un poco raras, es cierto, pero creo que podemos superarlo…

-¿Las cosas han estado un poco raras? Ted, por Merlín, ni siquiera te atreves a decir que es lo que pasa, ¡ni siquiera a preguntarlo!

Lily empezaba a molestarse, mientras su amigo se removía incómodo.

-James me dijo que tú…

-¡¿James?! -Lily lo interrumpió con furia- ¿Por qué no me preguntas a mí, Ted? ¿Por qué de repente me tienes miedo y no me escribes, no me hablas?

-Tú no querías hablar. - respondió él con reproche - Fui a tu casa y me sacaste.

-¡Y tú no escribiste por 2 meses! - Lily resopló y trató de recobrar la calma - óyenos, parecemos una pareja de novios. No, disculpa... Tú y Victoire nunca discuten, así que supongo que no sabes cómo es.

-¡Lily!

La pelirroja se volteó, dándole la espalda. Respiró profundo, no debería perder así el control. Tras unos momentos habló de nuevo.

-Lo siento Ted. Es sólo que ya no lo aguanto.

El chico se acercó y le puso una mano en el hombro.

-Lil… Te he extrañado. No quiero echarlo a perder.

Lily lo miró a los ojos.

-¿Qué es lo que has extrañado? ¿Mis consejos para hacer buenos regalos?

Ahí estaba la pregunta de nuevo. ¿Qué extrañaba de ella? ¿No había respondido ya a eso?

A veces pensaba que realmente no conocía la respuesta.

-No… Bueno, no sólo eso. - rectificó Teddy con una media sonrisa nerviosa que ella no correspondió - Lil…

-Dilo Ted. ¿Qué has extrañado? - insistió ella mirándolo con intensidad.

-Es… complicado. Como si me faltara algo importante.

-¿Algo? - ella frunció el ceño.

El rostro de Teddy se contrajo tratando de concentrarse. No le era fácil explicarse.

-Es… es como estar renco. Tú siempre me apoyas, cuento con que estás ahí, y me ayudas mucho. A veces creo que me apoyo demasiado en ti, y estos meses me he sentido como solo, en el aire. Siempre me dabas tanta energía... -negó y añadió con más fluidez - Pero, no es sólo eso… Son las tardes juntos, oír música, bromear… Las comidas, las salidas juntos… En especial hablar. Me ha hecho falta hablar contigo.

Lily parpadeó fuertemente y desvío la mirada. Teddy presionó con fuerza su hombro.

-No quiero perder todo eso. No sé que haría.

-Sientes todo eso… pero amas a Vic.

Teddy retiró la mano.

-Amo a Vic.

Lily negó y lo miró a los ojos de nuevo.

-Lo sé, siempre lo he sabido. No sabes que harías sin mí, pero la amas a ella.

No había reproche en su voz. Era una simple afirmación. Una amarga pero certera afirmación.

Teddy la miró a los ojos sin decir nada. Algo se estaba rompiendo en ese momento, pero no estaba seguro de qué era. Sólo sabía que dolía.

Por un momento pensó que todo lo que tenía que hacer era agacharse unos centímetros y besarla, y el dolor desaparecería.

Nunca se había imaginado besando a Lily Potter. Se preguntó como sería. Si produciría escalofríos y le haría olvidar lo que sucedía a su alrededor. Si sería tan adictivo como para no parar de hacerlo. Si su estómago se encogería de emoción, aunque en ese momento parecía hacerlo de la expectativa.

Tan sólo tenía que alargar la mano y acariciar suavemente sus cabellos rojos…

Sin embargo, Lily dio unos pasos hacia atrás. Lo miró a los ojos y habló lo más firmemente que pudo.

-Victoire te ama, igual que tú a ella. Serán muy felices, y espero estar ahí para ustedes. Pero por ahora, no puedo. Lo siento, Ted.

Se giró y salió de la cocina a toda prisa. En la puerta se encontró con Victoire, quien la miró sin decir nada.

-Lo siento - susurró la chica antes de subir las escaleras de la casa, sin deseos de volver en ese momento a la fiesta.

Victoire entró y miró a su prometido.

-¿Por qué se disculpó?

Teddy se sentó a la mesa de la cocina y respiró profundo antes de mirar a su novia a los ojos.

-Lo siento, Vic.

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George y su hijo Fred se estaban luciendo con los fuegos artificiales. Sin embargo, no todos los estaban disfrutando.

Victoire y Teddy habían salido a caminar por las afueras de la Madriguera. Le tomó algún tiempo contárselo todo, pero lo hizo. La chica lo escuchó sin interrumpir. Las cosas se parecían a lo que había estado sospechando más de lo que hubiera querido.

-Y ahora… bueno, creo que he perdido a mi mejor amiga - terminó Teddy con amargura.

La chica asintió y no dijo nada por unos minutos. Se apoyó en la verja y mantuvo la vista fija en las luces de colores que estallaban contra el cielo negro.

-¿Cómo te sientes? - preguntó finalmente.

Teddy se pasó las manos por el cabello, que se había tornado inusualmente gris.

-No lo sé. Mal. Es… todo está mal.

-Lo sé. - dijo Victoire con un suspiro - Todo está mal.

-No me gusta que se aleje. Sabes que significa mucho.

La mayor de los primos Weasley lanzó una risita sarcástica.

-Claro que lo sé. Debí suponer que este día llegaría.

-¿Qué? - Teddy la miró sin entender.

-Todas las decisiones pasaban por Lily. Los regalos, las sorpresas... Siempre supe que discutías todas las cosas con ella antes que conmigo...

-Pero… Vic. Yo no…

-Lo sé - lo interrumpió su prometida - Sé que eran solo amigos pero… no muchas amistades dependen tanto el uno del otro. Me lo dije muchas veces. Quiero casarme contigo. Pero… sólo contigo. No con Teddy y Lily. Pero en el fondo sabía que ella siempre sería parte de todo.

Teddy pateó una piedrecilla con frustración.

-Supongo que ahora no tendrás que preocuparte por eso.

Victoire lo miró con amargura.

-Me pregunto cuánto queda de ti sin ella.

Teddy la miró dolido.

-Victoire. Te amo. No puedes dudar de…

La chica puso un dedo en sus labios silenciándolo.

-No lo dudo. Lo que me pregunto es qué tan claros tienes todos tus sentimientos. Merlín, creo que tú mismo no sabes cuánto la necesitas. Ni cuanto me necesitas. No puedo hacer esto por siempre Ted.

-¿Qué…?

-Mirar hacia otro lado, seguir como si no ocurriera nada. Tienes que aclararte.

-¡Estoy claro!

-¿Lo estás? - le sostuvo la mirada hasta que él cedió. - Eso pensé.

Empezó a alejarse de él, pero Teddy la siguió y la tomó de la mano.

-¿Entonces? ¿Ahora qué? ¿Cancelamos todo y ya?

Victoire resopló mientras evitaba mirarlo.

-Será lo mejor. Empieza un nuevo año y creo que muchas cosas nuevas van a empezar para nosotros tres también.

-¿Tres?

-Tres. Es un nuevo inicio Ted. Cuando tengas claro lo que quieras… Entonces hablaremos.

Victoire se puso de puntillas y le dio un beso en la mejilla antes de alejarse definitivamente de él.

Teddy le dio la espalda a los juegos artificiales. No estaba de ánimo para fiestas.

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Lily los había observado de largo, desde la ventana de la que fuera la habitación de su madre en su juventud. No sabía lo que decían, pero no parecía nada bueno. Se sobresaltó cuando alguien se apoyó en la ventana a su lado. Miró a su nuevo acompañante y gruñó.

-James, no estoy de ánimo.

Su hermano la ignoró, mientras veía la escena que trascurría en los jardines de la casa.

-Era hora de que sucediera. Hiciste bien, hermanita.

-¡¿Hice bien?! - la chica no se sentía con fuerzas para enojarse, pero empezaba a hacerlo - ¡Parece que están terminando!

James se encogió de hombros.

-Eso no es culpa tuya.

-Esto es inaudito - exclamó la pelirroja - No puedo creer que digas eso.

-Hey… - James la miró con calma - No seas egocéntrica. Lo que tú sientas no tiene nada que ver con lo que pasa allí.

Lily notó que hablaba en serio, aunque a ella le seguía pareciendo un total disparate.

-No te entiendo.

-Lil… ¿Crees que Victoire terminaría con Teddy porque alguna mujer esté enamorada de él? - la chica frunció el ceño y James prosiguió - Lo que importa para Victoire es lo que sienta Teddy.

-Teddy no me ama.

James se encogió de hombros.

-No creo que nadie tenga claro lo que Teddy sienta. Ni siquiera él.

-Es mi culpa, James… Lo eché todo a perder.

-No te des tanto crédito. - dijo el chico abrazándola - Dentro de una pareja, la responsabilidad la cargan dos, no tres. Tú fuiste honesta, y es lo mejor que se puede pedir de alguien, en especial de una amiga.

Lily no replicó, pero escondió el rostro en el pecho de James mientras reprimía un sollozo. Él le acarició el cabello mientras se calmaba. Finalmente se separó de él restregándose los ojos y preguntó:

-¿Y ahora qué?

James se encogió de hombros.

-No lo sé. Es un año nuevo… Cualquier cosa puede suceder.